sábado, 3 de marzo de 2012

Heinrich Himmler obsesionado por la búsqueda del Santo Grial en Montserrat

Llegada de Himmler a Barcelona.

Había llegado el 21 de octubre de 1940 y Heinrich Himmler, Jefe de las temibles SS alemanas y Reichsführer, concretó su ansiado viaje a España, Madrid concretamente, para terminar de coordinar la reunión que el día 23 del mismo mes tendrían en la localidad española de Hendaia (zona fronteriza vasco francesa) el mismísimo Adolf Hitler con el Generalísimo Francisco Franco. Ni bien llegó a la estación del norte de la capital española, Himmler tras ser recibido por el ministro español de Asuntos Exteriores, Serrano Suñer, decidió viajar a Barcelona, dejando de lado de alguna manera los asuntos políticos que tanto (también) le importaban.

Llegada de Himmler al aeropuerto del Prat.

Si el día 23 será recordado por la famosa reunión Hitler-Franco, esa misma fecha quedará grabada en la hsitoria como el día en que Himmler llegó al aeropuerto del Prat, siendo recibido de manera marcial y con los símbolos nazis "adornando" cada rincón. El pueblo Prat de Llobegrat, recibe a Himmler también con adornos y honores para darle una bienvenida difícil de olvidar. Los agasajos no se hicieron esperar en el Hotel Ritz aquel 23 de octubre de 1940, pero Himmler tenía la mente en otra parte. El jefe de las esotéricas y feroces SS no estaba allí sólamente para organizar el encuentro entre los dos dictadores europeos del momento. Había llegado hasta esas tierras movilizado por su obsesión por objetos sagrados que, según los nazis de la Ahnenerbe, dotaban de poderes superiores a quienes los poseyeran. El Santo Grial era uno de esos objetos tan preciados y la creencia de Himmler era que estaba escondido precisamente en la montaña de Montserrat (Otros objetos buscados eran el Arca de la Alianza, el Martillo de Wotan, la Lanza de Longinos, etc.).
Hacia allí se dirige finalmente Himmler, acompañado por un séquito integrado por el general Karl Wolf y Günter d'Alquen, como así también por los españoles Miguel Matheu Pla (alcalde de Barcelona); otros militares españoles destacados y miembros de la Falange.

Himmler y su comitiva saludan al monje Andreu Ripoll.

La locura esotérica del nazismo llegó a su momento culminante en aquella oportunidad. Himmler, desesperado por encontrar el Santo Grial, llegó hasta la cumbre de uno de los picos más encumbrados de Montserrat (ubicado ésto a unos 40 kilómetros por ruta desde Barcelona) y luego, al descender hasta la base comenzó una frenética búsqueda del preciado objeto sagrado entre la maleza y los arbustos. Esta versión de los hechos contrasta en cierta manera con otras que indican que Himmler no pudo ser tan grosero e ingenuo al buscar de esa manera algo tan valioso y deseado. Otras fuentes indican que Himmler en realidad "pidió" muy a su manera a los religiosos del convento (Andreu Ripoll a la cabeza) del lugar que lo condujeran hasta las cavernas subterráneas para encontrar al Grial y que los religiosos se negaron rotundamente, provocando la ira y la locura del nazi. A esos lugares sagrados y ocultos, vaya uno a saber por qué, no llegaría jamás. Ni él ni nadie.

Montserrat.

La misión de Himmler en Montserrat no fue un acto alocado y solitario del jefe de las SS. Fue parte de un plan debidamente instrumentado por los nazis y sistemático que incluyó visitas (muchas o la mayoría, de incógnito) a diferentes y distantes lugares del mundo como el Tibet, Brasil y otras partes de América del Sur, como así también diferentes lugares de Europa.
Con las manos absolutamente vacías Himmler regresó al día siguiente a Berlín en un avión militar con una frase salida de una obra de Wagner que no podía quitar de su macabra mente: "En el cielo hay un castillo y su nombre es Montsalvat". (Nota: Montsalvat era Montserrat). Himmler no fue a España a arreglar los detalles de la reunión entre Hitler y Franco. Fue a buscar el Santo Grial...


5 comentarios:

  1. Conozco Montserrat, es un lugar con magia, por eso lo eligieron los curas para montar su "local", desprende algo, insufla recogimiento, uno se siente pequeño.... hay mucha gente que lo tenía como lugar de avistamiento de ovnis en aquellos inocentes 70....

    España es terreno de fetiches... en Valencia dicen tener un Grial, y en numerosas iglesias y pedanías atesoran troza de cruz, clavos, de todo vamos...

    Investiga el tema de las reliquias de Santa Teresa de Jesús.... es muy divertido... la monjas tienen el corazón de la Santa incorrupto, además van, poco a poco, recogiendo reliquias de aquí y allí para poder ir completando el cadáver, son muy simpáticas.

    Hablando con ellas, una mañana de visita solitaria, me contaron que el General Franco, fanático religioso, llevaba siempre en sus viajes la mano de Santa Teresa dentro de su maleta, las monjas se la habían reclamado repetidas veces y creo que ya la han recuperado....

    Estas cosas, que un dictador lleve en su equipaje, como amuleto, la mano de una "Santa", dice mucho del personaje.... y lo tuvimos 40 años en este país, así nos va... fuerte abrazo

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  2. Guau! Antonio... me imagino lo que debe ser estar allí en un sitio como Montserrat... debe ser impresionante realmente. Voy a meterme a averiguar lo de Santa Teresa, lo desconocía. Increíble lo que contás sobre Franco...

    Marcelo

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  3. Es ciertísimo hermano, de hecho me lo contaron las monjitas del Monasterio que custodian las reliquias de Santa Teresa.... te invito a que investigues también sobre el Opus Dei.... el creador del Opus es de mi tierra, de un pueblo llamado Barbastro.... un "encantador de serpientes" que ha creado un imperio y una de las facciones más poderosas de la Iglesia actual.... Monseór Escrivá de Balaguer....

    abrazos

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  4. Sí, claro que sí, Escrivá de Balaguer... claro que sí... lo tengo a ese... Y hay fotos de tu visita a Montserrat??? debe ser algo apasionante...

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  5. Cierto es todo lo que dice Antonio Saz acerca de las reliquias que abundan por España y por el resto de Europa. Desde los tiempos de las cruzadas empezaron a llegar a Europa restos "sagrados" de diversas "categorías". Sobre todo partir del reinado de Felipe II, gran aficionado y coleccionista de las reliquias de Tierra Santa, muchísimas iglesias y catedrales (por no decir todas) poseen su reliquia o conjunto de reliquias particular, todas ellas evidentemente de dudosa credibilidad pero con innegable atracción religiosa o simplemente turística o anecdótica. Curiosas resultan muchísimas de ellas, como el Santo Prepucio circuncidado de Jesús, un Suspiro de San Pedro guardado en un frasco o leche materna de los pechos de la Virgen María.
    Acerca de Escrivá de Balaguer solo decirte que investigues acerca de él y seguro que te sale un buen tema de comentario. Para alucinar lo que montó aprovechándose de las circunstancias.
    Saludos desde España.

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