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viernes, 5 de octubre de 2012

El ataque del ERP a la Guarnición Militar de Azul y la respuesta de Perón


El radiograma de Perón tras el ataque del E.R.P. en Azul.


El 19 de enero de 1974 los argentinos se desayunaban con el ataque que "La Compañía de Héroes de Trelew" del Ejército Revolucionario del Pueblo (E.R.P.) desataba sobre la Guarnición Militar de Azul. Apenas cuatro meses después de que Juan Domingo Perón asumiera su tercera presidencia con el contundente apoyo del 61,85% de los votos, el E.R.P. le propinaba un golpe no sólo al veterano líder, sino a la sociedad toda. Días violentos como pocas veces se han vivido, de un lado y del otro, las acciones no se hacían esperar y las consecuencias siguen doliendo hasta nuestros días.

Momentos posteriores al ataque a la Guarnición Militar de Azul.


La derecha y la izquierda, que tanto (inexplicablemente) "convivían" dentro del partido gobernante se trenzaban en un enfrentamiento en el que ninguna de las partes supo tener miramientos. La experiencia vivida, en éste y en tantos otros lamentables hechos de la historia, nos demuestra a las claras que nada bueno ha surgido de todo aquello. Quienes dicen que aquello (y tanto que vino después) no fue una guerra, se equivocan. Cuando nos preguntamos hoy en día, a tantos años del hecho y con tanta sangre derramada, ¿quién ha ordenado la eliminación "uno a uno" de los responsables de ese hecho de terrorismo criminal (uno más en la cadena de tantos otros anteriores y posteriores), tal vez encontremos la respuesta en este comunicado redactado por el mismísimo Perón...


Radiograma G6777 132/74.
 Lunes 21 de enero  de 1974
A todos los comandos, organismos y unidades de las Fuerzas Armadas de la Nación Argentina.
Prioridad "F"TXT:

"Como comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y soldado experimentado luego de más de sesenta años de vida en la  Institución, quiero llegar directamente a ustedes para expresarles mis  felicitaciones por el heroico y leal comportamiento con que han afrontado el  traicionero ataque de la noche del sábado 19 de enero de 1974.
Los ejemplos  dados por los jefes y oficiales que han llegado hasta ofrendar sus vidas, tuvo  la misma repercusión en los suboficiales y soldados que- con su valentía y  espíritu de lucha- repelieron la agresión, con la colaboración de la Armada y  la Fuerza Aérea.
Quiero asimismo hacerles presente que esta lucha en la que  estamos empeñados, es larga y requiere en consecuencia una estrategia sin  tiempo. El objetivo perseguido por estos grupos minoritarios es el pueblo  argentino, y para ello llevan a cabo una agresión integral.
Por ello, sepan  ustedes que en esta lucha no están solos, sino que es todo el pueblo que está  empeñado en exterminar este mal, y será el accionar de todos el que impedirá  que ocurran más agresiones y secuestros.
La estrategia integral que conducimos  desde el gobierno, nos lleva a actuar profundamente sobre las causas de la  violencia y la subversión, quedando la lucha contra los efectos a cargo de  toda la población, fuerzas policiales y de seguridad, y si es necesario de las  Fuerzas Armadas.
Teniendo en nuestras manos las grandes banderas o causas que  hasta el 25 de mayo de 1973 pudieron esgrimir, la decisión soberana de las  grandes mayorías nacionales de protagonizar una revolución en paz y el repudio  unánime de la ciudadanía, harán  que el reducido número de psicópatas que va  quedando sea exterminado uno a uno para el bien de la  República.
Vaya mi palabra de consuelo para los familiares que  perdieron a sus seres queridos, de aliento para los heridos y de esperanza  para las familias del Coronel Gay y Teniente Coronel Ibarzábal. Tengan la  certeza de que todo el poder del Estado está siendo empleado para lograr su  liberación.
Quiera Dios que el heroico desempeño de todos ustedes nos sirva  siempre de ejemplo". 

Firmado: 
Tte. Gral. Juan Domingo Perón
Presidente de la Nación.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Perón y su pensamiento en el primer comunicado del G.O.U.


El sólo hecho de nombrar a Juan Domingo Perón hace que la memoria colectiva de los argentinos se retrotraiga en el tiempo y rememore aquellas jornadas peronistas en las que el amor del líder y su pueblo era algo mágico, puro e inquebrantable. Aquel caudillo que tanta prensa favorable venía recibiendo desde que era un ignoto ministro dentro de un gobierno de facto iba hilvanando acontecimientos que lo llevarían inexorablemente a la cúspide del poder y en ese trayecto esgrimía, aunque sea en sus círculos íntimos y cercanos, sus verdaderos argumentos y expresaba su verdadera manera de pensar.
El G.O.U. (Grupo de Oficiales Unidos) era una logia que Perón ayudó a levantar a espaldas de la sociedad y de la cual formó parte indispensable, a tal punto de ser el autor (o supervisor directo) de su primera proclama, la cual se trataba de una auténtica declaración de principios, un "Manifiesto secreto" fechado el 3 de mayo de 1943 en donde Perón se despachó a sus anchas dejando bien en claro su verdadera postura ante la sociedad, el poder, la manera de hacer un gobierno, la Alemania nazi y tantos otros temas que se encargó de tocar. Perón sostenía que en Sudamérica debía haber una nación "rectora" sobre las otras, el "ejemplo" de Hitler no le había pasado desapercibido y su paso por Europa hizo que sus contactos y amistades fascistas y nazis dejaran huella. Así como en Europa la Alemania de Hitler "marcaba el paso" y en América del Norte los Estados Unidos hacían lo propio, aquí se comenzaban a esbozar los planes para que Argentina sea la nación dominante y Perón sabía como conseguirlo.

A continuación el "revelador" primer documento del G.O.U. (Grupo de Oficiales Unidos) redactado por el democrático Juan Domingo Perón.

"Camaradas:

La guerra ha demostrado palmariamente que las naciones no pueden ya, defenderse solas. De ahí el juego inseguro de las alianzas, que mitigan, pero no corrigen el grave mal. La era de la Nación va siendo substituida paulatinamente por la era del Continente. Ayer los feudos se unieron para formar la nación. Hoy, las naciones se unen para formar el Continente. Esa es la finalidad de esta guerra.

Alemania realiza un esfuerzo titánico para unificar el continente europeo. La nación mayor y mejor equipada deberá regir los destinos del continente. En Europa será Alemania.
En América del Norte la nación monitora por un tiempo será Estados Unidos.
Pero en el sur no hay nación lo suficientemente fuerte para que sin discusión se admita su tutoría. Sólo hay dos que podrían tomarlas: Argentina y Brasil.

Nuestra misión es hacer posible e indiscutible nuestra tutoría.
La tarea es inmensa y llena de sacrificios. Pero no se hace patria sin sacrificarlo todo. Los titanes de nuestra independencia sacrificaron bienes y vida. En nuestro tiempo, Alemania ha dado a la vida un sentido heroico. Esos serán nuestros ejemplos.

Para realizar el paso que los llevará a una Argentina grande y poderosa, debemos apoderarnos del poder. Jamás un civil comprenderá la grandeza de nuestro ideal, habrá pues, que eliminarlos del gobierno y darles una única misión que les corresponde: trabajo y obediencia.

Conquistado el poder, nuestra misión será ser fuertes: más fuertes que todos los otros países reunidos. Habrá que armarse, armarse siempre, venciendo dificultades contra las circunstancias interiores y exteriores. La lucha de Hitler en la paz y en la guerra nos servirá de guía. Tenemos ya al Paraguay; tendremos a Bolivia y a Chile. Con la Argentina, Paraguay, Bolivia y Chile nos será fácil presionar al Uruguay. Luego, las cinco naciones unidas atraerán al Brasil, fácilmente, debido a su forma de gobierno y a grandes núcleos de alemanes. Entregado el Brasil el continente sudamericano será nuestro. nuestra tutoría será un hecho grandioso, sin precedentes, realizado por el genio político y el heroísmo del Ejército argentino.

¿Mirajes? ¿Utopías? Se dirá. Sin embargo, dirigimos de nuevo nuestras miradas hacia Alemania. Vencida se le ve firmar en 1919 el Tratado de Versailles que la mantendría bajo el yugo aliado en calidad de potencia de segundo orden por lo menos cincuenta años. En menos de veinte años recorrió fantástico camino. Antes de 1939, estaba armada como ninguna otra nación y en plena paz había anexado a Austria y a Checoslovaquia. Luego en la guerra se plegó a su voluntad la Europa entera. Pero no fue sin duros sacrificios. Fue necesario una dictadura férrea para imponer al pueblo los renunciamientos necesarios al formidable programa. Así será en Argentina.

Nuestro Gobierno será una dictadura inflexible aunque al comienzo hará concesiones necesarias para afianzarse sólidamente. Al pueblo se lo atraerá, pero fatalmente tendrá que trabajar,privarse y obedecer. Trabajar más, privarse más que cualquier otro pueblo. Sólo así podrá llevar a cabo el programa de armamento indispensable para la conquista del continente. El ejemplo de Alemania: por la radio, y por la educación se inculcará al pueblo el espíritu favorable para emprender el camino heroico que se le hará recorrer. Sólo así llegará a renunciar a la vida cómoda que ahora lleva. Nuestra generación será una generación sacrificada en aras de un bien más alto: la patria argentina, que más tarde brillará con luz inigualada del continente y de la humanidad toda.

¡Viva la Patria! ¡Arriba los corazones!"

miércoles, 4 de julio de 2012

La inocultable amistad entre Juan Domingo Perón y el nazi Hans Ulrich Rudel

MUCHO SE HA DICHO SOBRE LA LLEGADA Y PRESENCIA DE LOS NAZIS A LA ARGENTINA. NO POCOS HAN SIDO LOS QUE TRATARON DE OCULTAR LO INOCULTABLE Y OTROS TANTOS SON LOS QUE SIMPLEMENTE MIRAN HACIA OTRO LADO. SIN EMBARGO, "LA UNICA VERDAD ES LA REALIDAD" HA DICHO ALGUIEN ALGUNA VEZ.

Hans Ulrich Rudel y Juan Domingo Perón en Buenos Aires, 1974.


El final de la Segunda Guerra Mundial significó no sólamente la caída del Tercer Reich y el triunfo de los aliados, sino también marcó el comienzo de una etapa que (también) tendría como protagonistas a los nazis que comenzaron (bajo la protección de una vasta y muy extendida red internacional) a huír hacia diferentes puntos del planeta. Sobre este tema mucho se ha escrito y mucho se ha dicho, debatiéndose siempre sobre la posibilidad de encontrar el límite entre la realidad y la leyenda.
Muchos jerarcas nazis han llegado a estas tierras desde 1946 en adelante. No han sido nazis de segunda línea ni mucho menos (que también los hubo) y así las cosas, tenemos los concretos casos de personajes entre los que podemos destacar a Adolf Eichmann, Erich Priebke, Martin Bormann, Josef Menguele, Joseph Schwammberger y tantos otros.
La lista, claro está, puede completarse con otros nazis llegados a la Argentina y amparados debidamente por un régimen que les resultó más que amigable como el imperante en la Argentina bajo el mando de Juan Domingo Perón. Allí están los casos de Adolf Galand, Kurt Tank, Ante Pavelic (el líder de la Croacia nazi y asesor de Perón) y finalmente el caso de  Hans Ulrich Rudel.

¿Y quién era  Hans Ulrich Rudel? Se trataba, ni más ni menos, que de uno de los soldados más bravos (en todo sentido), con más arrojo y más condecorado de la Segunda Guerra Mundial. Rudel "atesoraba" en su palmarés una lista negra de bajas por él producidas en la contienda. Rudel fue coronel de la Luftwaffe desde sus 26 años de edad siendo el único responsable de 2.530 vuelos de combate, 519 tanques de guerra y blindados destrozados, 150 destacamentos artillados totalmente destruídos, 70 buques de guerra enemigos hundidos y 800 vehículos militares de todo tipo puestos fuera de circulación. Como "frutilla de la torta", su heróico regreso de una misión en la que fue tan seriamente herido razón por la cual perdió una pierna a pesar de no "acusar recibo" y seguir peleando.

Adolf Hitler y Hans Ulrich Rudel.


Para un "soldado" del Tercer Reich eso era algo para enorgullecerse, era algo grande, cosa que le valió ser el único soldado alemán en quedarse con el más que dudoso privilegio de llevar en su chaqueta la "Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro con Hojas de Roble Doradas y con Espadas y Brillantes". Sus encuentros con Adolf Hitler y la nefasta admiración que el sangriento dictador alemán profesaba por Rudel hablan por sí solas de este hombre...
Pero no sólo Adolf Hitler lo admiraba, lo respetaba y le dio su "amistad". Por este lado del mundo también supo ser merecedor de todo eso y Juan Domingo Perón fue el abanderado de los que disfrutaban de contarlo entre sus amistades...
Perón gozó de su presencia (la de Rudel) en la Argentina y consiguió que el nazi se convirtiera en mucho más que su amigo personal y consejero. Perón logró que Hans Ulrich Rudel fuera uno de los creadores de la Fuerza Aérea Argentina y miembro activo de IAME, institución estatal que produjo en la Argentina el primer avión a reacción fabricado en el país, con tecnología (obviamente) "alemana".

Felicitado y admirado por la plana mayor de los nazis.


La amistad y colaboración de Rudel (considerado por los neo nazis en la "reformada" Alemania de posguerra, como el nuevo Führer) y Perón se prolongó en el tiempo y así las cosas, los dos pudieron volver a encontrarse en 1974, poco antes de la muerte de Perón en la residencia que el tres veces presidente de Argentina tenía ubicada en la calle Gaspar Campos, en la localidad de Vicente López, Buenos Aires (Ver primera foto de este post).


Un Perón entrado en años junto a Rudel. No fue sólo una relación de amistad momentánea.


Hans Ulrich Rudel ha sido un nacionalsocialista que nunca renegó de sus ideas y que siempre trató de imponerlas sea donde sea. Nunca retrocedió y nunca sintió la más mínima culpa por haber sido uno de los estandartes indiscutidos del poderío bélico y destructivo del Tercer Reich. Tal vez por eso mismo haya tenido tan buen recibimiento en Argentina.
Murió en Rosenheim, Alemania, el 20 de diciembre de 1982. Más de uno en Argentina seguramente se habrá lamentado.




martes, 29 de mayo de 2012

Carlos Horst Alberto Fuldner: Un argentino en las SS y... en la casa de gobierno con Perón

Carlos Fuldner.


Allá lejos y hace tiempo, durante los oscuros y nefastos días de la Segunda Guerra Mundial, no eran pocos los que tenían una visión demasiado "romántica" de la Argentina de entonces. El país era el granero del mundo y proveía no sólo de toneladas de trigo a los hambrientos pueblos europeos, sino que además exportaba material humano que supo hacer de las suyas en la contienda bélica más tremenda de la historia de la humanidad pero luego regresaron al país para "seguir aportando" desde la Argentina, vaya uno a saber a la causa de quién...

Hoy en día resulta imposible mirar hacia otro lado. ¿Era factible que ninguna de las dictaduras reinantes en América Latina en la época de la guerra se "perdiera la oportunidad" de enviar ayuda al Tercer Reich? ¿Se iban a quedar con las ganas? Argentina no se quedó con las ganas y así fue que Carlos Horst Alberto Fuldner (fotos de la nota), un muchacho bien parecido, rubiecito y de aspecto prolijo, nacido en Buenos Aires un 16 de diciembre de 1910, un buen día hizo sus valijas y partió hacia Europa para afiliarse sin ponerse colorado al Partido Nacional Socialista y prestar sus impagables servicios en las SS hitlerianas. No conforme con su currículum por entonces, se enroló en la División Azul del generalísimo tirano Francisco Franco y combatió a destajo en el frente ruso

Su palmarés se acrecentaba en cada paso que daba pero pensaba y soñaba con un regreso triunfal a su querida Argentina. Fuldner, no sólo metió mano (y bala) como fuerza de choque militar al servicio de Adolf Hitler, sino que además fue parte fundamental del Consorcio Sofindus en España
Este Consorcio era, dicho sea de paso, un conglomerado de empresas creadas por el Tercer Reich alemán en España con un claro objetivo: manejar los intereses económicos alemanes en tierra española. Esa experiencia, le valió a Fuldner, hacerse de las herramientas necesarias para pensar en algo similar en la Argentina (previa llegada en 1944 a Madrid como agente secreto del servicio de inteligencia alemán de Hitler).

En 1947, tras zafar increíblemente a pesar de figurar en los listados de los Juicios de Nuremberg, Fuldner puso sus pies nuevamente en Argentina y de inmediato, gracias a sus poderosos contactos y su gran experiencia adquirida (...), paso a prestar servicios en la División de Informaciones de la Casa Rosada (casa de Gobierno de la Argentina), para luego desempeñar importantes funciones en la Dirección de Migraciones (ni más ni menos y con tantos amiguitos nazis pidiendo por él...) y la Secretaría de Aeronáutica.

Juan Domingo Perón, presidente argentino por entonces, encontró  en Fuldner a un aliado de un valor incalculable y a un certero y efectivo hacedor de muchas cosas que en definitiva le resultaban muy funcionales a su gobierno y sus cuentas personales.
Fuldner, bajo estrictas órdenes y supervisión del mismísimo Perón, fue el organizador implacable de la entrada indiscriminada y clandestina de fugitivos nazis al país.
Este hecho se convertiría en el principal objetivo de los jerarcas que seguían la "Ruta de las Ratas" y que soñaban mediante la formación de la organización Odessa, con un Cuarto Reich por este lado del mundo.

Lo de Fuldner no se limitó sólo a eso. Este germano-argentino, fue el creador de la empresa Capri, que tenía como una de sus premisas fundamentales, dar protección y salida laboral (por lo menos se le puede identificar un fin loable...) a muchos nazis que se instalaron como panchos por su casa en la Argentina.
Como ejemplos bastan los casos de Adolf Eichmann (uno de los más virulentos y sanguinarios jerarcas nazis), quien ocupó un puesto en el Fuldner Bank (empresa muy ligada al gobierno de Perón por entonces) y Wilhelm Mohnke (jefe de la guardia personal del mismísimo Adolf Hitler...), quienes consiguieron trabajo encubierto gracias al esfuerzo y la "filantropía" de Fuldner. Si faltaba algo, incluyó ser el inspirador de la Asociación Germano Argentina, que era presidida por el nazi Erich Priebke, en la ciudad de San Carlos de Bariloche.

Carlos Horst Alberto Fuldner, ese argentino nacional socialista, integrante de las SS y responsable de movidas pro-nazis desde la casa de gobierno, emprendió su regreso a España, lugar donde  murió, en el año 1992.

Revisión de texto: Delmira Sanz de Matheusi (Astrolabio del tiempo)