domingo, 14 de octubre de 2018

Submarinos nazis y Hitler en la Argentina: entrevista a Marcelo García en "Tiempo Libre" AM550 de Neuquén


Entrevista completa del sábado 13 de septiembre de 2018 a Marcelo García en el programa "Tiempo Libre", por radio AM550 La Primera, de Neuquén, conducido por Sergio Sarachu.
Todo sobre la llegada de submarinos nazis y Adolf Hitler a la Argentina.

Audio de la entrevista:

sábado, 13 de octubre de 2018

Historiador precisó el día en que Hitler llegó a Santa Cruz

Historiador precisó el día en que Hitler llegó a Santa Cruz (Artículo publicado en www.mejorinformado.com, sábado 13 de octubre de 2018)
Con documentos desclasificados del FBI, el historiador Marcelo García dijo que está probado que los máximos jerarcas nazis llegaron al país.





El historiador y escritor Marcelo García aseguró que “hay un documento desclasificado del FBI norteamericano que prueba que Adolf Hitler desembarcó el 20 de junio de 1945, junto a dos mujeres, en Puerto San Julián, provincia de Santa Cruz.

En declaraciones al programa “Tarde Libre” de AM 550, agregó que el conocimiento público de los documentos de las inteligencias norteamericana e inglesa “permite reconstruir lo que fueron las misiones de submarinos alemanes a las costas” de la provincia de Buenos Aires y de la Patagonia.

“Uno de esos submarinos fue el que llevó a Hitler a San Julián”, según el documento del FBI. A su vez, García reclamó que “a 70 años de aquellos hechos, la Armada Argentina no ha desclasificado sus propios documentos” sobre la presencia de embarcaciones sumergibles alemanas tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.

De acuerdo con la documentación con que cuenta el historiador, se realizaron tres misiones de submarinos alemanes a las costas argentinas denominadas “Vuelo del águila” (que incluyó aviones), en 1943; luego la llamada “Tierra del Fuego” (en 1944) y la última, “Ultramar Sur” (en 1945) a “meses de haber terminado la guerra, cuando dos submarinos llegan a Puerto San Julian y desembarcan Hitler acompañado de dos mujeres, un médico y unas cincuenta personas”.

Personalmente, aseguró García “no hay ninguna demostración física de ningún tipo que demuestre que Hitler se suicidó en el búnker en Berlín” y agregó que “la famosa foto donde supuestamente aparece muerto es en realidad Ferdinand Beisel, que era uno de los 20 dobles que se utilizaban para proteger” al líder nazi. Además, agregó que “también está documentado que Josef Stalin les dijo a norteamericanos y británicos en Yalta, cuando se reúnen los aliados después de la guerra, ´Hitler huyó a la Argentina”.

Por su parte, también en el mismo programa de AM 550, el reconocido buzo profesional Tony Brochado confirmó testimonios de la presencia de Hitler en la Patagonia. Indicó que en un trabajo de investigación “con un equipo de History Chanel recorrimos las costas y localidades de la Patagonia donde se avistaron submarinos alemanes” y se reconstruyó “el recorrido de Hitler por estas tierras, para luego continuar por Chile y finalmente en el Paraguay”.

Nota original:
https://www.mejorinformado.com/regionales/2018/10/13/historiador-preciso-el-dia-en-que-hitler-llego-santa-cruz-44224.html


domingo, 19 de agosto de 2018

Video: presentación del libro "La agente nazi Eva Perón y el tesoro de Hitler" en Tandil

El viernes 10 de agosto de 2018 tuvo lugar la presentación del libro "La agente nazi Eva Perón y el tesoro de Hitler" (Marcelo García - Sudamericana) en la Sala Sábato de la 15º Feria del Libro de Tandil. Aquí el video completo.


viernes, 17 de agosto de 2018

La Argentina nazi fascista del GOU y Perón: "Me llamo Ester, sin H"



Para un periodista de la historia, pocas cosas deben tener tanto valor como un documento cuando se trata de investigar. Claro que esos documentos no siempre se presentan en formato de papel, a través de una fotografía o un libro para consultar.
Muchas veces esos documentos son la gente, una simple persona con su historia, pequeña y enorme a la vez, pero singular. Y lo que cuenta no se lo contó nadie. Tampoco nadie le dijo que no lo tenía que contar. Lo vivió en carne propia y -tal vez- también lo sufrió.
Durante la 15º Feria del Libro de Tandil, tuve la posibilidad de conversar con una lectora. Una señora mayor que se acercó para que le firme un ejemplar de mi libro "La agente nazi Eva Perón y el tesoro de Hitler". Ella me hizo un regalo inesperado y se transformó en un documento vivo de la historia de nuestro país.

Al preguntarle su nombre, me dijo Ester y cuando le consulté si se escribía con H, me respondió: "No, sin H. Yo nací en 1944 en pleno gobierno del GOU, y cuando mi padre fue a anotarme le impidieron nombrarme Esther con H porque -adujeron- ese era un nombre judío".
Para quienes se empeñan en negar aquel pasado oscuro de la Argentina, los de aquellos días en que se levantaba una Nación nazi fascista desde las sombras, vaya este testimonio que ahora es también parte de la historia oficial.

Marcelo García


martes, 14 de agosto de 2018

Presentación de "La agente nazi Eva Perón y el tesoro de Hitler" y firma de ejemplares en Tandil

El viernes 10 de agosto de 2018, en la 15º Feria del Libro de Tandil, tuvo lugar la presentación de "La agente nazi Eva Perón y el tesoro de Hitler". La conferencia se llevó a cabo en la Sala Sábato de la Cámara Empresaria y luego hubo oportunidad de conversar con los lectores y firmar ejemplares del libro en el stand de Alfa Librería / Penguin Random House.
Un agradecimiento especial a Ludmila Keegan y Alicia Laco, de Alfa Librería, por la invitación a participar del evento.







lunes, 13 de agosto de 2018

Entrevista a Marcelo García sobre "La agente nazi Eva Perón y el tesoro de Hitler" en El EcoTV de Tandil

Entrevista a Marcelo García sobre el libro "La agente nazi Eva Perón y el tesoro de Hitler" (Sudamericana - 2017) en el noticiero central de El EcoTV de Tandil, jueves 9 de agosto de 2018. El reportaje fue en la previa a la presentación del libro y firma de ejemplares llevadas a cabo en la 15º Feria del Libro de Tandil.

viernes, 27 de julio de 2018

Ernst Hanfstaengl y el consejo antisemita de Churchill para una reunión con Hitler que pudo ser y nunca sucedió

En 1932 Ernst Hanfstaengl pensó que una reunión entre los jóvenes Winston Churchill y Adolf Hitler era posible. Pudo haberse concretado en Münich, pero nunca sucedió. Lo único que consiguió fue una secreta confesión antisemita del británico. Esta es la historia.


Winston Churchill, Ernst Hanfstaengl y Adolf Hitler.


Ernst Hanfstaengl nació el 2 de febrero de 1887 en Münich, Alemania. Sin embargo, no era un alemán más. "Putzi", tal el apodo por el que siempre se lo conoció, era hijo de un rico curador de arte alemán y una estadounidense, que -además de ser un destacado periodista, editor y músico- tuvo gran influencia en la llegada al poder de Adolf Hitler durante los complicados días de posguerra en la República de Weimar.

Hanfstaengl pasó sus primeros años en Alemania y luego se trasladó a los Estados Unidos, donde gracias a las raíces familiares, cultivó buenas amistades e importantes contactos. Su madre Katharine Heine Guillermina, era hija de William Heine, primo de John Sedgwick; mientras que su padrino era el duque Ernst II de Sajonia-Coburgo-Gotha. "Putzi" asistió a la Universidad de Harvard y al mismo tiempo se convirtió en un talentoso pianista que compuso varias canciones para el equipo de fútbol de Harvard, que incluso, años más tarde, serían usadas también por el Partido Nazi en Alemania.

Hanfstaengl era un hombre alto, de aspecto rudo, de cuerpo macizo y desgarbado con 1,9 metros de altura, pese a lo cual siguió usando su apodo de "Putzi", que en alemán se usa para referirse a un "pequeñito". Pero claro, este hombre no era ningún "pequeñito" y tras volver a Alemania en 1922, oyó hablar a Hitler en una vieja cervecería de Múnich, momento a partir del cual su vida ya nunca más sería igual. Fue cuando un miembro de la Harvard Hasty Pudding Club que trabajaba en la Embajada de los Estados Unidos, le pidió a Hanfstaengl que observara la escena política en Münich; tras lo cual el agregado militar, capitán Truman Smith, sugirió que fuera a un mitin nazi para luego informar sus impresiones de Hitler. Hanfstaengl quedó fascinado. Vio en Hitler no sólo a un político nato, agresivo y radical; sino también a un genial orador que con un solo gesto y unas pocas palabras era capaz ade convencer al más variado auditorio. No tradó mucho en convertirse en uno de sus más íntimos y fieles seguidores, aunque de todos modos no se unió formalmente al partido nazi hasta 1931.

"Lo que Hitler fue capaz de hacer a una multitud en 2 horas y media no se repetirá nunca en 10.000 años", dijo Hanfstaengl en aquella oportunidad.


Ernst Hanfstaengl y Adolf Hitler en Oberzalsberg.


Durante gran parte de la década de 1920, Hanfstaengl presentó a Hitler a la alta sociedad de Münich y ayudó a pulir su imagen actuando como una especie de asesor de imagen. También ayudó a financiar la publicación de la biblia nazi "Mein Kampf" de Hitler y el periódico oficial del NSDAP (Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán), el Völkischer Beobachter. Hitler, dicho sea de paso, fue el padrino de Egon, su hijo. Entre otros aportes para los nazis, "Putzi" escribió la música para la marcha de los camisas pardas como las marchas de las Juventudes hitlerianas imitando las canciones de fútbol de Harvard. Posteriormente, ideó el célebre "Sieg Heil", muy coreado al vivo grito en las grandes concentraciones nacionalsocialistas. Hanfstaengl incluyó entre sus amigos durante este período a Hanns Heinz Ewers y compañeros del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán como el periodista Kurt Ludecke. Aunque entre los más importantes entre sus amistades y contactos personales estaban en realidad todos los más altos jerarcas nazis, como Heinrich Himmler, Hermann Göering y Joseph Goebbels, mientras que a otros los llegó a odiar hasta la médula, tal el caso de Alfred Rosemberg.

De hecho, Hanfstaengl era un verdadero idealista del nacionalsocialismo que nunca comulgó con el antisemitismo galopante del partido. Así se lo hizo saber, en la cara, reiteradas veces a Hitler. Años después, sufriría las consecuencias.

De buen dominio del inglés, con muchas conexiones con la alta sociedad, tanto en Alemania como en Inglaterra y Estados Unidos, se convirtió en jefe de la Oficina de Prensa Extranjera en Berlín. Aparte de esta posición oficial, la mayor parte de su influencia se debió a su amistad con Hitler, que gozaba escuchando a "Putzi" tocar el piano. Durante largos años y tras la llegada de Hitler al poder Hanfstaengl buscó por todos los medios llevar a Hitler a la "normalidad". A veces presentándole las más bellas y refinadas mujeres para que entablara una relación seria y personal y otras procurando alejarlo de las afiebradas mentes de los efectivos más fanáticos del partido nazi, como así también buscando que Hitler hiciera viajes al exterior para que "saliera de su burbuja" y se diera cuenta que lo importante era la cuestión mundial y no sólo la meramente continental. No logró nada de lo que se propuso. Uno de esos intentos, el más curioso, visionario  y ambicioso a la vez, es el que estuvo a punto de llevar al éxito cuando trató de juntar en torno a una misma mesa a Adolf Hitler y al -por entonces integrante de la Cámara de los Comunes británica-, el futuro Primer Ministro Winston Churchill. La irrupción de Hitler como figura de primer nivel enla política alemana -pero también de manera incipiente, europea - internacional- hizo que muchos se interesaran por el
Führer. Hanfstaengl había tenido oportunidad de conocer previamente a Randolph Churchill (hijo de Winston), quien le manifestó que su padre vería con buenos ojos conversar varias cosas de primera mano con el ascendente político alemán. En abril de 1932 Hanfstaengl y Hitler aterrizaron en el aeropuerto de Münich y se enteraron de que Winston Churchill estaba -en ese mismo momento- hospedado en el Hotel Continental de esa misma ciudad. Así surgió de inmediato la idea de Randolph Churchill y Ernst Hanfstaegl: reunir al político británico y al alemán.

La respuesta de Hitler a la propuesta lo pintó de cuerpo entero, y fue un anticipo de lo que estaba por llegar. Siempre reacio a escuchar otras opiniones sobre el tema que fuera, y siempre esquivo a una mirada internacional, Hitler le preguntó a Hanfstaengl: "¿De qué podría yo hablar con él?". El propio Hanfstaengl recuerda su reacción en su fantástico libro "Hitler, los años desaparecidos", al responderle: "Herr Hitler, yo iré a cenar con ellos y usted podría venir más tarde, como si fuese a buscarme a mí y así se quedaría a tomar un café".

Hanfstaengl, Hitler y jerarcas nazis.


Hitler, por supuesto, nunca llegó. Sigue recordando Hanfstaengl: "Nos sentamos a cenar aproximadamente a las diez de la noche. (...) Charlamos de diferentes cosas y luego Mr. Churchill me formuló algunas preguntas acerca de las ideas antisemíticas de Hitler". Churchill, según "Putzi", le prestó mucha atención y luego comentó poniendo en palabras su propias ideas racistas cercanas a las de Hitler: "Dígale a su jefe de mi parte que el antisemitismo puede ser un buen punto de partida, pero que en cambio es una mala etiqueta".  Lo que se dice, cuidar las formas de una elegante manera británica. Finalmente, dijo Churchill llevando una copa de cognac tan cerca de su boca para que nadie más lo llegara a escuchar: "Dígame Hanfstaengl, ¿qué piensa su jefe de una eventual alianza de su país con Francia e Inglaterra".

Corría 1932. La reunión entre Hitler y Churchill que puso ser y nunca se concretó, podría haber cambiado definitivamente el rumbo de la historia y salvar millones de vidas ahorrándole el peor drama a toda la humanidad.

Mientras el NSDAP consolidaba su poder, surgieron varios conflictos de intereses entre Hanfstaengl y el nuevo Ministro de Propaganda Joseph Goebbels ya que sus funciones se sobreponían y perdió no solo influencia, sino que se decepcionó profundamente de Hitler y del NSDAP. Hanfstaengl fue retirado del gobierno de Hitler en 1933. El encono de Hitler no se haría esperar. En 1937, Hanfstaengl recibió órdenes de lanzarse en paracaídas en una zona en poder de los sublevados en la Guerra Civil española, para ayudar en las negociaciones. Mientras, a bordo del avión temía un complot contra su vida y supo más detalles sobre el piloto de la misión; finalmente éste le admitió que había recibido la orden de lanzarlo sobre territorio republicano, lo que habría significado una muerte casi segura. Hanfstaengl convenció al piloto de que le dejara escapar.

Emigró a Suiza y luego a Inglaterra, donde fue encarcelado como enemigo extranjero después del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Más tarde fue trasladado a un campo de prisioneros en Canadá. En 1942, Hanfstaengl fue entregado a las fuerzas de Estados Unidos y a cambio de su libertad, trabajó para el presidente Franklin D.Roosvelt en el "Proyecto S", revelando información sobre aproximadamente cuatrocientos líderes nazis. Presentó 68 páginas de información sobre Hitler, incluyendo datos personales de la vida privada de Hitler, y ayudó al profesor Henry A. Murray, el director de la clínica psicológica de Harvard, y al psicoanalista Walter C. Langer y otros expertos para crear un informe para la OSS, en 1943, denominado "Análisis de la personalidad de Adolf Hitler." En 1944, Hanfstaengl fue devuelto a los británicos, que le repatriaron a Alemania en el final de la guerra sin sufrir nuevas detenciones. Hanfstaengl escribió Unheard witness (Testigo de primera mano) (1957) sobre sus experiencias. En 1974, asistió a su 65º reunión de Harvard, donde fue galardonado con la banda de la Universidad de Harvard acerca de los autores de diversas canciones de lucha en Harvard. Su relación con Hitler no fue mencionada.

Falleció en 1975, a la edad de 88 años sin que su historia fuera del todo conocida en relación a Hitler.



Marcelo García



Fuente de consulta: "Hitler, los años desaparecidos" - Ernst Hanfstaengl - Luis de Caralt editor - Barcelona, España. 1960.