miércoles, 28 de marzo de 2012

Un micrófono indiscreto entre Obama y Medvedev durante la Cumbre de Seguridad Nuclear


La Cumbre de Seguridad Nuclear realizada en Seúl, capital de Corea del Sur,  por estas horas podrá devenir en determinaciones que poco y nada mejorarán la vida de la gente común. Todo seguirá igual para un mundo que sigue viendo como los líderes del nuevo orden mundial hacen y deshacen a su antojo, casi como siempre ha sucedido...
Lo ocurrido entre Barack Obama, presidente de Estados Unidos, y su colega ruso, Dimitri Medvedev es una muestra más de la irresponsabilidad con la que muchos poderosos del mundo se toman las cosas y una clara demostración de lo poco que importan los habitantes del planeta.
El lunes 26 de marzo de 2012, instantes previos a que se "encendieran las cámaras" y pusieran su mejor cara de poker vomitando las típicas declaraciones formales de siempre, Obama y Medvedev no advirtieron que los micrófonos estaban abiertos... y entonces todos pudimos escuchar lo que se decían acerca del tema del escudo antibalístico, uno de los importantes temas tratados en la cumbre.

Este  ha sido el diálogo:
Obama: "Esta es mi última elección. Después de mi elección tendré más flexibilidad".

Medvedev: "Lo comprendo. Transmitiré esta información a Vladimir" (en referencia al presidente electo Vladmir Putin).

(Léase: "Hagamos una cosa y digamos otra... total, nadie nos escucha...")



La conversación fue grabada por la cadena televisiva norteamericana ABC.
Ahora sí, señoras y señoras... hagan sus preguntas Obama responderá oficialmente lo que todos quieren escuchar...

domingo, 25 de marzo de 2012

Un tibio llamado tras el asesinato de Robert Kennedy

Robert Kennedy ya mortalmente herido, sostenido por Juan Romero.

A las 12:15 hs. del 5 de junio de 1968 resonó un disparo en el pasillo que llevaba a la cocina del Hotel Ambassador, en la ciudad de Los Angeles. El pánico y la desesperación se apoderaron de los presentes en el lugar, quienes acababan de vitorear a Robert Kennedy apenas cuatro horas después de haberse consagrado en las elecciones primarias demócratas en California, cosa que le aseguraba el camino a la Casa Blanca.
El jefe de seguridad de Kennedy, era William Barry, un exagente del FBI, acompañado por otros dos guardaespaldas no oficiales (una custodia sugestivamente escueta para un futuro contendiente al sillón de  la oficina oval...). La gran cantidad de gente presente hizo que los planes de "evacuación" de Robert Kennedy se modificaran y el candidato demócrata optó por seguir al maitre del lugar por una salida que lo llevaría por la parte trasera.
Sirhan Sirhan, era un inmigrante palestino que logró escabullirse entre "tanta seguridad" y al acercarse a Kennedy, disparó en dos oportunidades las balas que se encontraban en el cargador de su revólver calibre 22 Iver-Johnson Cadet. El senador cayó pesadamente al suelo y Barry trató de consolarlo colocándole un abrigo debajo de su cabeza a modo de almohada. De inmediato Barry se percató del balazo en la cabeza y la gravedad de las heridas producidas... Varios lograron golpear y detener al asesino, mientras Juan Romero, un testigo "privilegiado" del hecho le sostenía la cabeza al infortunado Kennedy a punto de morir. La última pregunta de Kennedy se dejó escuchar: "¿Están todos bien?"... "Sí, todo va a salir bien" -le respondía Romero.

Lo que no iba a salir bien era el pedido de auxilio desde el hotel a la policía... Dos empleadas del Hotel Ambassador intentaron conseguir la llegada de la policía al lugar pero, del otro lado de la línea, la reacción dejó mucho que desear.
En el video a continuación, parte de las imágenes del asesinato y la grabación del sugestivo llamado telefónico... ¿Es que... había que dejarlo morir?



jueves, 22 de marzo de 2012

Conferencia de Yalta: el día que Roosevelt, Churchill y Stalin se repartieron del mundo

Churchill, Roosevelt y Stalin sonríen satisfechos tras repartirse el mundo en Yalta.

Yalta, península de Crimea, sur de Ucrania a orillas del mar Báltico. Febrero de 1945. La segunda guerra mundial estaba llegando a su fin, Adolf Hitler preparaba su escape disfrazado de suicidio y "Los Tres Grandes" se reunían para repartirse las pertenencias del difunto, cuando su cuerpo aún estaba caliente...
"Los Tres Grandes", como ellos mismos se hacían llamar, eran Winston Churchill (Primer ministro británico), Franklin D. Roosevelt (Presidente de Estados Unidos) y José Stalin (Dictador de la Unión Soviética) y se habían reunido con único y claro objetivo: repartirse el mundo de posguerra.
Atrás quedaban muchas de las atrocidades (propias y ajenas) de una de las peores guerras de la historia de la humanidad. Atrás quedaban las enormes diferencias aparentes en los campos de batalla entre más de uno de los tres protagonistas de esta reunión. No importaba ya si Stalin era un criminal con portación de poder absoluto, no importaba el cinismo y las mentiras constantes de Churchill y tampoco importaban los atropellos norteamericanos. Ese día, "Los Tres Grandes" estaban, en definitiva, delineando el "Nuevo Orden Mundial"...

Tras la conferencia de Yalta, los "vencedores" de la guerra determinaron entre otras cosas: una serie de acuerdos referidos a los nuevos límites de Europa, en especial los referidos a Polonia. También se decretó la creación de las Naciones Unidas, un organismo claramente hecho a medida y manejado por las potencias victoriosas y finalmente se determinó el "reparto" de Alemania, dividiendo al país en cuatro zonas, cada una dominada por tropas de Estados Unidos, Inglaterra, Francia y la Unión Soviética.

Pero por sobre todas las cosas, la reunión iniciadora del "Nuevo Orden Mundial" apuntaba a desactivar y desmembrar por completo al proletariado alemán, siempre tan proclive a ser el más ordenado y organizado de Europa...La "desnazificación" de Alemania era un buen pretexto para meter mano allí.
Resultará muy llamativa la tranza perpetrada por los líderes del comunismo y los amos capitalistas. Los aliados (que aunque suene increíble aún contaban en sus filas a Rusia...) acordaron dividir (repartirse) Europa en dos zonas de influencia: Europa oriental quedaba en manos de Stalin, quien se comprometió a mantener el capitalismo instalando gobiernos "de unidad nacional" en conjunto con las burguesías establecidas sin avanzar sobre la expropiación de bienes. Por el lado de Europa Occidental, todo quedaba bajo el ala norteamericana con el agregado de la reconstrucción de las zonas devastadas, también a cargo de Estados Unidos y sus empresas. Stalin por su lado se comprometió también a que los partidos comunistas de Francia e Italia frenaran automáticamente su lucha armada y colaboraran de alguna manera con la "reconstrucción" liderada por Estados Unidos y sus socios.
Con este impensado gesto, Stalin, desarticulaba absolutamente los incipientes procesos revolucionarios y obreros en esas zonas de Europa. Stalin firmaba de ese modo la "salvación" del capitalismo y se hacía cómplice (otra vez) de la "repartija mundial" que era la antesala de un nuevo negocio: la guerra fría.

martes, 20 de marzo de 2012

Martin Luther King y su último discurso contra... Coca-Cola

Martin Luther King durante su último discurso en Memphis.

El 3 de abril de 1968, Martin Luther King Jr. daba el último discurso de su vida en el principal centro de reunión de la "Iglesia de Dios en Cristo", Mason Temple (Memphis, Estados Unidos). El pastor estadounidense de la Iglesia Bautista llevaba adelante en los Estados Unidos una labor crucial al frente del Movimiento por los Derechos Civiles para los afroamericanos, además de expresarse en reiteradas oportunidades en contra de la guerra de Vietnam, la pobreza y la desigualdad fundamentalmente.
Martin Luther King Jr. no se desentendía de nada y no le importaba ser "políticamente incorrecto" llegando hasta el fondo mismo de los problemas que aquejaban por entonces a la racista sociedad norteamericana.

Entre los varios problemas que oprimían a los negros en los Estados Unidos estaban el trato, las condiciones de trabajo y las políticas de contratación de los mismos en la fábrica de Coca-Cola en Memphis (Sólo por nombrar uno...). Los trabajadores negros de la planta recibían un trato totalmente distinto al de los blancos y sus derechos, por supuesto, eran prácticamente inexistentes comparados con los de los "norteamericanos puros".

Esa noche, la del 3 de abril, en un pasaje de su (a la postre) último discurso, dedicó precisamente unos párrafos al gigante de la bebida efervescente.
Dijo en un momento Luther King:
"Y así, como resultado de ésto, te pedimos esta noche, salir y decirle a tus vecinos que no compren Coca-Cola en Memphis. Díles no comprar la leche Sealtes. Díles que no compren - ¿Cuál es el otro pan?... Wonder Bread. ¿Y cuál es la otra compañía de pan, Jesse (N. de R.: Jesse Jackson)? Diles de no a comprar el pan de Hart. Como Jesse Jackson ha dicho que, hasta ahora, sólo los pordioseros han estado sintiendo el dolor, ahora debemos redistribuir el dolor. Estamos eligiendo a estas empresas porque no han sido justas en sus políticas de contratación, y las estamos eligiendo porque pueden iniciar el proceso de decir, que van a apoyar las necesidades y los derechos de estos hombres que están en huelga". 

Martin Luther King se había metido con uno de los emblemas del poder norteamericano establecido. Al día siguiente, 4 de abril de 1968, mientras se encontraba en un balcón del Lorraine Motel, lugar en donde se hospedaba, un balazo terminó con su vida a las 18:01 hs. de aquella conmovedora jornada.
Las últimas palabras de Martin Luther King mientras agonizaba en el suelo fueron dirigidas al músico Ben Branch, quien iba a presentarse esa misma noche en una reunión a la que también asistiría King: "Ben, prepárate para tocar "Precious Lord, Take My Hand" (Señor, toma mi mano) en la reunión de esta noche. "Tócala de la manera más hermosa".

El poder real de los Estados Unidos tenía (según su criterio) a partir de ese momento un problema menos.


lunes, 19 de marzo de 2012

Las profecías de San Malaquías y el último Papa: Pedro el Romano está entre nosotros


Profecías. Visiones. Lemas que adelantaban lo que estaba por venir. San Malaquías, un arzobispo católico irlandés de la ciudad de Armagh, que vivió entre los años 1094 y 1148, hizo gala y gran manejo de todas esas cosas y dejó para este mundo una serie de frases que muchos consideran proféticas.
Las profecías de San Malaquías están allí, soportando el paso de los años y confirmándose año tras año, dejando sin habla y sin aliento a más de uno. ¿Y sobre qué profetizaba San Malaquías para que debamos prestarle tanta atención?... de los Papas de la Iglesia Católica Apostólica Romana, ni más ni menos.

San Malaquías adelantó por escrito los nombres, procedencias y destinos de todos y cada uno de los Papas católicos comenzando con Celestino II en el año 1143 y culminando sus profecías con el Papa que sucedería a Benedicto XVI. La curiosidad sobre las profecías de San Malaquías es que al hablar del Papa que sucederá a Benedicto XVI, dice que ese será el Sumo Pontífice que manejaría los destinos de la Iglesia y presenciará su final. Muchos interpretan a esta afirmación como el final de la Iglesia como institución terrenal, mientras que otros creen que en realidad se habla del fin del mundo. Día a día cobra más fuerza la primera de las hipótesis.

Veamos que dijo San Malaquías. El Santo católico hizo referencia a 112 Papas en total y, hasta ahora, en todos y cada uno de los casos, acertó. Precisamente el relato 112 de sus profecías, hace referencia al Papa que sucederá en el trono Vaticano a Benedicto XVI, diciendo lo siguiente:
“In psecutione extrema S.R.E.sedebit. (S.R.E. = Sacræ Romanæ Ecclesiæ) Petrus Romanus, qui pascet oues in multis tribulationibus: quibus transactis ciuitas septicollis diruetur, & Judex tremedus iudicabit populum suum. Finis.”

El texto original en latín traducido al castellano reza lo siguiente:
“Durante la persecución final de la Santa Iglesia de Roma reinará, Pedro el Romano, quien alimentará a su rebaño entre muchas tribulaciones; tras lo cual, la ciudad de las siete colinas [Roma] será destruida y el Juez Terrible juzgará al pueblo. Fin.”

Como se ve, San Malaquías hace referencia a un último Papa que vivirá días penosos y de grandes tribulaciones que marcarán el fin y nombra a un "Pedro el Romano", del que mucho se habla pero del que muy poco se sabe. Hasta ahora. ¿Quién es Pedro el Romano? Los teóricos más simplistas dicen que Malaquías lo nombra como Pedro simbólicamente para llamar al supuesto último Papa de todos los tiempos del mismo modo que al primero (San Pedro), mientras que lo de "Romano" lo hace en referencia a su lugar de residencia o, si se quiere, reinado, en Roma. la ciudad eterna. Pero en realidad la explicación es más compleja, no tan obvia, aunque no por eso menos sorprendente y reveladora...

Pedro el Romano está en este mundo. Está entre nosotros. Existe. Vive en Roma y es además la mano derecha del actual Papa Benedicto XVI. Unos pocos lo conocen como Tarcisio Bertone (en la foto junto a San Malaquías), pero su nombre completo es en realidad Tarcisio Pietro Evasio Bertone, nacido el 2 de diciembre de 1934 en la ciudad de Romano Canavese, en la provincia de Turín. De modo que este hombre se llama "Pedro" (Pietro en italiano) y nació en Romano Canavese, o sea que es "Romano". Él es "Pedro el Romano".

El Cardenal Tarcisio Pietro Evasio Bertone es desde 2006 el Secretario de Estado del Vaticano, es decir, una especie de Primer Ministro del Estado Vaticano, la mano derecha del Papa y la persona que maneja dadas sus responsabilidades todas las funciones políticas y diplomáticas de la Santa Sede. "Pedro el Romano" es además, desde 2007, el Camarlengo de Benedicto XVI, lo que significa que es la persona encargada de acompañar al Papa en su lecho de muerte y anunciar oficialmente la noticia de su deceso al Estado Vaticano y al mundo entero. Un puesto de mucha importancia dentro de la Iglesia y un lugar desde donde puede ser catapultado hacia el trono del Vaticano sin escalas ni obstáculos instantes antes de la muerte del actual Papa, cuando éste (Benedicto XVI) pueda llegar a entregarle su anillo papal marcándolo como su sucesor (aunque después se concrete "por pura formalidad" un Cónclave destinado a "elegir" al nuevo Sumo Pontífice).

Si Tarcisio Pietro Evasio Bertone será o no el futuro (¿y último?) Papa de la Iglesia, eso ya se verá. Tal vez los Cardenales que participen del próximo Cónclave para elegir (llegado el momento) al sucesor de Benedicto XVI, quieran cambiar el rumbo, hasta ahora absolutamente certero, de las profecías de San Malaquías y voten por otro... o no...

Finalmente, vemos un reporte hecho por RomeReports, con una semblanza de "Pedro el Romano"...


Como broche, algunas de las profecías de San Malaquías, tomando desde la 107 a la 112, referidas a los últimos Papas (fuente: http://www.corazones.org). Estas profecías hablan desde Juan XXIII hasta el supuesto último y las coincidencias en cada caso nos deberían dejar pensando...

# 107: “Pastor y nauta” (Pastor y navegante). Juan XXIII (1958-1963). Juan XXIII fue Cardenal de Venecia, ciudad de navegantes. Condujo la Iglesia al Concilio Vaticano II.
# 108: “Flos florum” (Flor de las flores). Pablo VI (1963-1978). Su escudo contiene la flor de lis (la flor de las flores). 
# 109: “De medietate Lunae” (De la Media Luna). Juan Pablo I (1978-1978). Su nombre era “Albino Luciani” (luz blanca).  Nació en la diócesis de Belluno (del latín bella luna). Fue elegido el 26 de agosto del 1978. La noche del 25 al 26 la luna estaba en “media luna”. Murió tras un eclipse de la luna. También su nacimiento, su ordenación sacerdotal y episcopal ocurrieron en noches de media luna.
# 110: “De labore solis” (De la fatiga o trabajo del sol). Juan Pablo II (1978-2005). Ha sido capaz de un trabajo extraordinario y extenso. Los días de su nacimiento y muerte hubo eclipses solares.
# 111:  “Gloria Olivae” (La gloria del olivo). Benedicto XVI (2005). Toma su nombre por San Benito y Benedicto XV. Los Benedictinos tuvieron una rama llamada los "olivetans". Benedicto XV se destacó por sus esfuerzos por la paz durante la Primera Guerra Mundial.

Queda uno solo en la lista:
# 112:  “Petrus Romanus” (Pedro Romano). Quién será el último Papa ya que en su reinado ocurrirá el fin: 
"En la persecución final de la Santa Iglesia Romana reinará Petrus Romanus (Pedro el Romano), quien alimentará a su grey en medio de muchas tribulaciones. Después de esto la ciudad de las siete colinas será destruida y el temido juez juzgará a su pueblo. El Fin."

Dios dirá...

domingo, 18 de marzo de 2012

El día que los norteamericanos simularon buscar a Hitler

Foto superior: la 3ª divisón de Infantería norteamericana celebra la destrucción del Berghof. 
Foto inferior: Hitler y amigos en la misma terraza y con las mismas montañas de fondo.

El día que los rusos entraban en Berlín convencidos de poder encontrar a Adolf Hitler, los aliados miraban para otro lado y dejaban al ejército rojo con el dudoso privilegio de salir en la foto de la "no captura" del Führer. Semejante esfuerzo en pos de eliminar a Hitler y todo lo que representaba para que finalmente decidieran no ir a Berlín a buscarlo y dirigirse en cambio al Berghof ubicado en Berchtesgaden, el refugio alpino del dictador, conocido también como el "Nido del Aguila".
Los rusos "compraron" la idea que les tiraron sobre la mesa los norteamericanos: ir a Berlín, capturar a Hitler y salir en la foto como los salvadores del mundo contra la tiranía (como si Stalin no fuera un dictador). Pero la "providencia" quiso que los rusos nunca encontraran a Hitler en Berlín, mientras que los aliados (con los norteamericanos a la cabeza) se divertían en el Berghof bombardeando y derrumbando todo lo que encontraban a su paso, previo saqueo del lugar.
Si los norteamericanos creyeron realmente que Hitler iba a cometer la torpeza de "esconderse" allí, habrían pecado de inocencia galopante, pero... en realidad no sólo no lo creían, sino que además sabían perfectamente que Hitler no estaba en el lugar.

El "Nido del Aguila" antes y después de su destrucción.

De esa manera los aliados se "evitaban" el problema de atrapar a Hitler y dejaban en exposición a los rusos ante el mundo como los únicos responsables de no encontrarlo y, como si fuera poco, permitir que de un modo u otro logre escapar. Extraña (o no tanto) la actitud oficial de norteamericanos e ingleses de dejar entrar a Berlín a los rusos mientras que ellos se dedicaban a destruír la fortaleza inexpugnable de Hitler en Los Alpes.

Mientras el mundo respiraba con alivio por el suicidio y la posterior captura del cadáver de Hitler en Berlín, los aliados y los cerebros de la organización Odessa ya se frotaban las manos a sabiendas de la protección de la que gozaba el líder del Tercer Reich, destinado a durar mil años. Los lingotes de oro del tesoro de Hungría que Hitler había enviado a la estación de trenes de Linz (en dos vagones completos) ya estaban en camino a las arcas norteamericanas, al tiempo que los aliados con la 3ª División de Infantería norteamericana distraían al mundo entero el 22 de Junio de 1945 destruyendo la residencia montañesa de Hitler. Mientras tanto, los rusos se seguían preguntando: "pero...¿Nos han tomado por idiotas?". Todo parece indicar que sí...

La misma habitación del Berghof en su máximo esplendor y tras los bombardeos aliados.

¿Había que dejar escapar a Hitler?... ups... sí.

jueves, 15 de marzo de 2012

Los perros rusos cazatanques

Un perro cazatanque a punto de cumplir su cometido...

La segunda guerra mundial está plagada de historias increíbles, muchas de las cuales no han sido protagonizadas por grandes (y no tan grandes) personalidades que han pasado a la historia, para bien y para mal. En este caso ponemos el foco en los anónimos perros rusos que eran utilizados como verdaderos "cazatanques" por el ejército rojo, sobre todo durante la llamada "Operación Barbarroja", es decir la invasión de las tropas del Tercer Reich a la Rusia comunista.
Los perros cazatanques llevaban una carga de explosivos sobre su lomo o los laterales, con un dispositivo ubicado a modo de palanca que sobresalía por la parte superior. Estos perros estaban entrenados para meterse debajo de los tanques blindados alemanes y una vez que lo hacían, se accionaba la palanca que llevaban sobre su lomo activando de inmediato el letal explosivo.
Mediante esta increíble maniobra, los rusos han hecho verdaderos desastres en el ejército alemán, llegando a contabilizarse en una oportunidad la destrucción de nueve tanques y otros dos carros blindados durante la misma jornada en la ciudad ucraniana de Izyum.
Lo "pintoresco" del caso de los perros cazatanques es que es sabida la paranoia que provocaba en los soldados alemanes el hecho de sentir ladridos de perros al avanzar. Los soldados del Tercer Reich sabían que a medida que avanzaban raudos y escondidos en sus infernales máquinas de guerra, los ladridos de esos perros significaban su inexorable muerte...