Ota Benga, exhibido como rareza en los Estados Unidos (Foto: Biblioteca del Congreso de Estados Unidos)
Como costumbre decorativa de su tribu en el Congo, Ota Benga tenía los dientes afilados, una característica que el zoo utilizó para promocionarlo como un hombre salvaje que podría despedazar a su presa. Descalzo, pero vestido con ropa moderna, Ota entretenía al público disparando al blanco con un arco y flechas o mostrando sus habilidades para tejer haciendo una estera o una hamaca.
Detrás del triste destino de Ota estaba Samuel Philips Verner, un explorador y misionario, pero también un empresario que buscaba fama y fortuna en África. Inventó muchas historias sobre cómo adquirió a Ota, pero un elemento común entre sus versiones reveló cómo la conquista de Congo por parte del rey belga Leopoldo II hizo a Benga y su gente vulnerables ante los traficantes de esclavos y los supuestos exploradores estadounidenses.
Según una de las versiones, Verner rescató a Benga del cautiverio de una tribu caníbal que había matado a su esposa e hijos. En otra ocasión, contó que había comprado a Benga por una libra de sal y un rollo de tela. Fueran cuales fueran las versiones, su objetivo era llevar a Benga a EE.UU. para recibir un pago de los organizadores de la Feria Internacional de San Luis en 1904, que querían exhibir a pigmeos. Fue gracias a los clérigos negros que la exhibición acabó por cerrarse. No obstante, la vida de Ota no mejoró mucho. Hornaday envió a Ota al Asilo de Huérfanos de Color Howard, en Brooklyn, donde le enseñaron cómo comer y hablar inglés. Su siguiente y último destino sería Lynchburg, Virginia, donde fue aceptado y cuidado por una familia. Quería regresar a su país natal, pero en el Congo ya no tenía una casa donde volver. Su tribu estaba, o bien muerta, o bien había huido a la jungla. Finalmente, en marzo de 1916, "se disparó en su roto corazón".
"Al parecer, se trata de la saga de la degradación de un hombre, de un espectáculo chocante y vergonzoso, pero al verlo más de cerca, también es la historia de una era, de la ciencia, de los hombres y las instituciones de élite y de las ideologías raciales que persisten hoy en día", ha expresado la autora.
Artículo original: http://actualidad.rt.com/sociedad/176542-congoles-exhibido-zoo-nueva-york
Lo conocía pero no la historia, impresionante, fuerte abrazo
ResponderEliminarUna historia realmente dura y cruda que pone en el tapete la cuestión sobre lo que es efectivamente ser un salvaje. Todo va de acuerdo al cristal con que se miren las cosas. Tremendo sin dudas. Abrazo Antonio.
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