jueves, 2 de febrero de 2012

11S y el ataque al Pentágono: ¿Boeing o misil?


El 11 de septiembre de 2001 se produjo el atentado más extraño de la historia. Un avión Boeing 757-200 de la empresa American Airlines, relizando el vuelo 77 con recorrido entre Washington y Los Angeles, se vio obligado a desviar su trayecto para, por orden de los terroristas de Al-Qaeda que lo habían tomado, impactar contra el Pentágono, el emblemático y casi inexpugnable edificio con cinco anillos pentagonales concéntricos, con 242 metros de lado y con su propio sistema de defensa antimisilístico incorporado...
Una fortaleza tan pero tan robusta como para hacer desaparecer por completo el avión de 47,3 metros de largo; 13,6 metros de alto y 38 metros de envergadura (ancho de sus alas) que hizo impacto contra uno de sus muros. 


Las fotos hablan por sí solas, pero vaya uno a saber por qué nunca se ha visto un avión por allí y por qué Donald Rumsfeld, ex secretario de Defensa de Estados Unidos, alguna vez declaró lo siguiente: "Es evidente que un terrorista puede atacar a cualquier momento, en cualquier lado, utilizando una técnica de ataque específica, y es físicamente imposible de defenderse a cada momento, en cada sitio contra cualquier tipo de ataque inimaginable. Estamos hablando aquí de cuchillos de plástico y de la utilización de un vuelo de la American Airlines repleto de nuestros compatriotas, y del misil para dañar este edificio (hablando del Pentágono) y otros que han dañado el World Trade Center."

La leyenda cuenta que el misil efectivamente existió y que fue disparado por el sistema de defensa antimisíles del propio Pentágono con... un margen de error bastante considerable. El misil no habría impactado en un supuesto avión raptado por los terroristas de Al-Qaeda, sino que lo habría hecho contra el mismísimo Pentágono. Es lo que los mismo norteamericanos llaman, en las guerras que emprenden, "daños colaterales". 

2 comentarios: