Increíble hallazgo en la mina de potasio. (Foto: libro "El museo desaparecido" de Héctor Feliciano)
La segunda guerra mundial llegaba a su fin y los norteamericanos "casualmente" eran los protagonistas de un descubrimiento que, aún hoy, sigue dando que hablar. Vaya uno a saber de qué modo los principales generales del ejército norteamericano se fueron a enterar de la existencia de una secretísima mina de potasio ubicada a 800 metros de profundidad en cercanías del poblado alemán de Merkers.
El "descubrimiento espontáneo" del ejército de las barras y estrellas no hubiese tenido la menor importancia a no ser por un pequeño detalle: allí, en esa mina, se encontraba almacenado el mayor tesoro nazi jamás encontrado...
Tanto secreto oculto por los popes del nacional socialismo a través de los años, tanto recaudo tomado para proteger un tesoro sin igual, para que de buenas a primeras, los norteamericanos "tuvieran una visión del más allá" y se adentraran en las profundidades de la tierra para descender casi 700 metros en un sombrío ascensor hasta el fondo de la mina y descubrir las maravillas que allí se preservaban. Extraño. Por lo menos extraño...
"Debatiendo" cuándo "restituír" el tesoro nazi... (Foto: libro "El museo desaparecido" de Héctor Feliciano)
Arriba: el hallazgo del cuadro de Manet. Abajo: Eisenhower con cara de "acá no pasa nada..."
(Foto: libro "El museo desaparecido" de Héctor Feliciano)
Los norteamericanos actuaron su mejor papel y se sintieron "sorprendidos" en la cueva de las maravillas.
El mayor tesoro nazi jamás encontrado había sido dejado allí por las tareas conducidas por el Dr. Fung, por entonces presidente del poderoso Reischbank. El operativo de traslado del tesoro hizo necesaria la utilización de trece vagones de tren...
Los norteamericanos declararon rápidamente que el tesoro sería "cuidadosamente" transportado a la sede del Reischbank en Berlín para luego comenzar una exhaustiva clasificación y su posterior restitución. Como tantas otras veces ha sucedido, entre el dicho y el hecho... hay un largo trecho y así las cosas, aún hoy, año 2012, la mayoría de esos tesoros esperan regresar a manos de sus auténticos propietarios...
Mmmmmmmmmm.... ¿quién se lo habrá quedado...? ¿Habrá sido ese tesoro el pago por algún otro servicio prestado...?