La relación de la Argentina con los criminales de guerra nazis ha dado mucha tela para cortar a lo largo de los años. Lejos, muy lejos, de ser leyenda o mera historia fantástica, la plácida vida en esta parte de Sudamérica de los jerarcas relacionados al Tercer Reich, roza lo macabro y de alguna manera pinta de cuerpo entero el pensamiento y las políticas (que aún en tiempos tan recientes como el año 2008) siguen contaminando las mentes de muchos.
Han sido décadas y décadas de apoyo sistemático, de simpatías profundas, de encubrimiento descarado y de asilo "desinteresado" a muchos de los responsables de crímenes contra la humanidad, quienes han logrado sobrevivir a la Segunda Guerra Mundial y que han podido ingresar a la Argentina desde (incluso) antes de terminar la contienda bélica, sin el más mínimo inconveniente y con más de un beneficio. El apoyo oficial de Argentina y sus gobiernos (fundamentalmente los de las décadas de los años '30 y '40 y muy particularmente los dos primeros gobiernos de Juan Domingo Perón), no han caído en saco roto y si para muestra faltaba un botón entonces habrá que hablar de la quema de los expedientes que documentaban (y dejaban al descubierto) la entrada de los nazis a la Argentina y las responsabilidades que les cabían a las autoridades de entonces.
En marzo de 2008 se informó tímida, escueta y descaradamente a la opinión pública que los expedientes relacionados con el ingreso de nazis a la Argentina desde la década de 1940 se habían incinerado "por falta de espacio" en las dependencias oficiales en las que se encontraban archivados. Para que "el trabajito" fuera completo, también se arrojaron a las llamas (por las dudas) todos los documentos relacionados con otro tipo de "inmigrantes" llegados a la Argentina entre los años 1946 y 1952.
La tarea de quemar documentos tan importantes como los que demostraban responsabilidades y complicidades oficiales sobre la ayuda a los nazis en la Argentina, recayó sobre la Dirección Nacional de Migraciones de Argentina, una dependencia directa del Ministerio del Interior, por aquel entonces (y en la actualidad) bajo el mando de Florencio Randazzo.
Algunos pocos expedientes (supuestamente) se han conservado, vaya uno a saber bajo qué criterio de selección, pero la mayoría de los documentos ya son, tan sólo, ceniza en el viento.
Los responsables del área se despacharon muy sueltos de cuerpo por aquel entonces sobre el tema en cuestión agregando además (como si fuera poco) que la documentación sobre los nazis en Argentina que no ha sido quemada, fue (pese a su importancia) "regalada como papel usado"...
En pleno Siglo XXI, en la era de los archivos digitalizados y con la posibilidad de conservar semejante tipo de documentación sin la necesidad de grandes espacios, Argentina optó por "la más fácil" (sobre todo a la hora de encubrir responsables y tirar la tierra debajo de la alfombra)... Criminales (más de 7.000 ingresados) como Erich Priebke (aún vivito y coleando); Ante Pavelic, Gregor Helmut, Adolf Eichmann y hasta el mismísimo Josef Menguele, (por no nombrar a otros "peso pesado" como Martin Bormann y hasta Adolf Hitler) agradecidos a la Argentina por los servicios prestados...
estimado considero un poco desactualizado el post, la comunidad Judia y organizaciones judias sabian que estos criminales estaban en Argentina. Es mas la DAIA conocia el paradero de ADOLF Eichmann desde 1955 que fue informado por Lothar Hermann, claro que esta ONG no hizo nada por la justicia pero si hizo algo con lothar , lo amenazo y persiguio durante mucho tiempo.La verdadera historia es muy diferente a la relatada oficialmente jamas documentada
ResponderEliminarAnónimo: antes que nada muchas gracias por visitar el blog y opinar. Es constructivo y aporta. En primer lugar, quisiera comentar que es cierto lo que decís sobre el conocimiento de la comunidad judía, pero eso no quita que la colaboración argentina sea algo para "marcar" y destacar. En este post lo que he planteado es la flagrante actitud e un gobierno reciente, eliminando documentos muy importantes. Esa acción sólo tuvo un objetivo: sacar del medio papeles que "pegaban" al peronismo con este tipo de cosas... Este post es por eso, no por otra cosa...
ResponderEliminarA propósito de nazis:
ResponderEliminarVIvo cerca de Bella Vista, ciudad donde murió hace unos años Wilfred von Oven.
La primera vez que leí sobre él fue en un libro de Lanata, allá por el 2001 o 2002 (uno de los tomos de "Argentinos"). En esa época no había ninguna información sobre von Oven en la red.
Tu blog me confirmó que Lanata no había mentido.
Excelente blog.
Saludos
Muchas gracias PC!!!! Gracias por visitar el bog y comentar! espero seas visitante asiduo del blog... Aquí una nota que yo había publicado sobre el personaje que nombras: http://historiasladob.blogspot.com.ar/2012/03/wilfred-von-oven-secretario-de-joseph.html
ResponderEliminarLado B: concuerdo con la nota en general, muy interesante. Pero una digresión: hablar del ingreso de 7000 nazis a nuestro país, ¿no es exajerado? Investigadores, como por ejemplo Uki Goñi, demostraron el ingreso y permanencia de alrededor de 300 (entre criminales de guerra y burócratas del nazismo). Pero 7000 es un número realmente enorme...
ResponderEliminarNo creo ser exagerado si se toman en cuenta los 2000 pasaportes en blanco que Eva Perón dejó en el consulado argentino en Roma durante su viaje a Europa (usados por croatas nazis en su mayoria)y tantos otros durante ese mismo viaje... No es exagerado en absoluto, contando a grandes jerarcas y a otros (digamos) "menores"...
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