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martes, 5 de marzo de 2024

Horst, hijo de Adolf Eichmann: líder de neonazis en Argentina

Una extraña carta, delatores que advirtieron sobre una célula terrorista y un operativo policial. Así se descubrieron las actividades en el país de uno de los hijos del arquitecto de la llamada "Solución Final".

Informe de Marcelo García para Canal 26.

El 20 de mayo de 1960, un comando de agentes del Mossad, el poderoso brazo del servicio de inteligencia israelí; secuestró al nazi Adolf Eichmann en Argentina. Fue durante la presidencia del doctor Arturo Frondizi y -más temprano que tarde- el descontento generalizado de la opinión pública por el modo en que Israel procedió en esas circunstancias, no se hizo esperar. Pero esa historia lejos estaba de terminar.

Tras meses de silencio y movimientos acotados, el rastro dejado en el país por uno de los arquitectos de la llamada "Solución Final al problema judío" volvió a aparecer, del modo menos pensado.

Mientras el alto jerarca del régimen de Hitler estaba detenido y era juzgado en Jerusalén por los crímenes cometidos y su completa responsabilidad en el Holocausto, un hecho -repentino e inesperado- puso en jaque a uno de sus cuatro hijos. Y no era uno cualquiera.

Horst Adolf Eichmann, que de él se trata; no tuvo reparos en mostrarse públicamente haciendo exhibición de simbología nazi para reivindicar a su padre en una clara ofensa a millones de víctimas de la barbarie hitleriana en tiempos de la Segunda Guerra Mundial.

Pero sus actividades iban mucho más allá de las arteras provocaciones. Todo salió a la luz el 28 de enero de 1961 luego de un operativo policial llevado a cabo en la Provincia de Buenos Aires. El previo aporte de un cartero indiscreto podría haber activado las investigaciones; cuando, no sin algo de curiosidad, entregó una carta en la modesta casa de la calle Garibaldi 6067, en la localidad de Virreyes, casi a la vera de la ruta nacional 202 en San Fernando. El nombre del destinatario de la misiva enviada desde Bahía Blanca, llamó su poderosamente su atención: Horst Adolf Eichmann.

En un abrir y cerrar de ojos, la Brigada de Investigaciones de la Policía bonaerense dio con pistas seguras y activó un rápido procedimiento en adyacencias de la autopista Ricchieri, cerca del Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, en Ezeiza. Se sospechaba que en una vivienda de la zona operaba una célula extremista y cuando los efectivos se apersonaron en el lugar fueron repelidos a tiros desde el interior. Pese a estar rodeados, los agresores -curiosamente- lograron escapar.

En la morada había armas, explosivos y distintivos nazis, pero lo más intrigante fue el hallazgo de una fotografía de Horst Adolf Eichmann, identificado como el auténtico cabecilla.

Las trabas no demoraron en llegar y por algún motivo, la Brigada de Avellaneda, a cargo de la pesquisa; ocultó deliberadamente información, aunque eso no impidió que policías inquietos visitaran a Eichmann en su casa para someterlo a un inconducente interrogatorio. La carta recibida por el hijo del exjerarca nazi y su escueta declaración solo sumaron más interrogantes.

Eichmann sostuvo que en los días previos había recibido la sorpresiva vista de dos señoritas, de nombre Alicia y Elena, de la localidad de Bahía Blanca, quienes le demostraron su inocultable interés por integrar alguna organización antijudía. De hecho, se habían presentado ante él con el pleno conocimiento -según sus palabras- de que era el jefe de un grupo antisemita muy importante.

También Eichmann declaró que tanto era así que sabía que ante cualquier atentado contra su persona sería vengado violentamente con el ataque de gente de su confianza contra comandos sionistas que actuaban en el país.

Las mujeres fueron ubicadas por la policía e identificadas como Alicia Fernández y Elena Martínez. Eran amigas y en su carta a Eichmann le manifestaban textualmente estar ansiosas por entrar en acción. El caso de Fernández merecía especial atención, ya que junto a su hermano, era "confidente de la policía" y denunciaba -entre otros- a elementos comunistas que por entonces publicaban la revista "Palabra Obrera". Tanto como Horst Adolf Eichman, esas mujeres se jactaban de contar con el apoyo incondicional de militantes nacionalistas de su entorno que orquestaban ataques contra la comunidad judía local y les daban segura protección.

La causa policial contra Horst Adolf Eichmann fue cajoneada y archivada. Ni las autoridades nacionales, ni la Policía, ni tampoco la Justicia hicieron nada para impedir su accionar como jefe de una banda de neonazis que estaba a la vista de todos.

Fue el segundo de cuatro hermanos. Junto a Klaus y Dieter buscó por todos los medios que su padre fuera liberado por los israelíes para regresar a la Argentina. Fundó el Frente Nacional Socialista Argentino, desde donde cometió varios robos y organizó no pocos atentados, tal como sucedió contra una sinagoga de la comunidad judía en la localidad bonaerense de Florida, y hasta el momento de su muerte fogoneó la causa nazi. Ricardo, el menor de los hijos del exjerarca nazi del régimen de Hitler, fue el único nacido en Argentina y nunca expresó públicamente las ideas sectarias y violentas compartidas por su padre y sus hermanos.

Horst Adolf Eichmann escapó de las garras de la Justicia y nunca, jamás, fue otra vez molestado, una suerte que -afortunadamente- no tuvo su padre.



Nota: El artículo no expresa ideología política, solo investigación histórica y periodística.

lunes, 3 de abril de 2023

"Buenos Aires nazi guide, 1933-1945", un libro sorprendente y revelador del ingeniero Pedro Alberto Filipuzzi

Un documento único, detallado y excepcional. "Buenos Aires nazi guide, 1933-1945" (Editorial Dunken, 2023), un trabajo excepcional del ingeniero Pedro Alberto Filipuzzi.

Guía del Buenos Aires Nazi. Bitácora catastral del ensayo “La Ruta del Dinero de los Nazis Argentinos” (Editorial Dunken, 2020). Prólogo del Dr. Ariel Gelblung, del Centro Simon Wiesenthal; y con introducción y epílogo del Lic. Gabriel Jaime Halac, de la Colectividad Judía de la República Argentina.

Vaya mi agradecimiento al ingeniero Filipuzzi por la gentil mención a mi nombre al inicio de su obra.






miércoles, 22 de marzo de 2023

El viaje del nazi Josef Mengele a Uruguay y el extraño certificado de casamiento con su cuñada

Un curioso documento, la firma del médico criminal y la unión en matrimonio menos pensada en un perdido registro civil de la Banda Oriental.

Josef Mengele y Marta María Will. Fotos: AGN/Canal26.com


En Marzo de 1949 el médico nazi Josef Mengele cruzó el paso de Brennero, que une Austria e Italia, rumbo al puerto de Génova, donde influyentes contactos no sólo le dieron los documentos necesarios sino también una nueva identidad. Con el pasaporte Nº 100.501 expedido por la Cruz Roja Internacional y bajo el nombre falso de Helmut Gregor, subió al vapor “North King” que lo llevó hasta la República Argentina. Cuando el 20 de Junio de 1949 llegó a Buenos Aires quedó en evidencia la primera irregularidad. Agentes de migraciones advirtieron que (según la documentación en poder del viajero) el recién llegado era un italiano nacido en Termeno, hijo de padre desconocido y de Berta Gregor, que acreditaba ser “técnico” y sólo hablaba en alemán. Sin embargo no dejó de intrigarles que llevara en sus maletas apuntes médicos que, pese a la insistencia, no pudo explicar. El mal momento duró lo que un suspiro.

Los efectivos aduaneros debieron hacer la vista gorda ante la inesperada intervención de quienes se presentaron en el puesto de migraciones decididos a ayudar al médico nazi, entre ellos Rodolfo "Rudi" Freude (el jefe de la División Informaciones del Gobierno y quien comandaba la llegada de nazis al país) y Roberto Mertig (el dueño de la reconocida firma de artefactos de calefacción "Orbis-Mertig", a la vez que uno de los máximos referentes de la Unión Alemana de Gremios, continuadora solapada del Partido Nazi tras su prohibición).

Otros que allanaron el camino de Mengele fueron agentes enviados por Horst Carlos Fuldner, un ex oficial de las SS que desde 1947 actuaba como enlace entre el gobierno y los nazis que llegaban al país, en combinación con efectivos leales de la Dirección Nacional de Migraciones. Gracias a esta ayuda, el “Dr. Gregor” se hospedó momentáneamente en el coqueto “Hotel Palermo”, en el barrio porteño del mismo nombre, sobre la intersección de la Avenida Santa Fe y calle Godoy Cruz. De allí en más, recorrería un camino seguro y protegido, a lo largo del cual nunca nadie, jamás, lo habría de molestar. Y tanto fue así que volvió a hacer negocios (muy similares a los que hacía en su vieja Alemania nazi). De hecho llegó a comprar acciones en los "Laboratorios Wander", entre otros emprendimientos, además de trabajar en la mencionada empresa "Orbis-Mertig".


Frente del certificado de casamiento de Mengele y su cuñada. Foto: Marcelo García.


Volver a nacer

En noviembre de 1956, en pleno apogeo de la “Revolución Libertadora” que había derrocado al segundo gobierno peronista el año anterior, se dio un inesperado giro del destino y el "Doctor Helmut Gregor" pidió recuperar su verdadera identidad. Presentó su partida de nacimiento legalizada y certificada por la Embajada de la República Federal de Alemania en Buenos Aires y obtuvo una nueva Cédula de Identidad argentina -número 3.940.484- a nombre de José Mengele (textual del documento), nacido el 16 de marzo de 1911 en Günsburg, provincia alemana de Baviera. Ese mismo año, se convirtió en socio mayoritario de un nuevo emprendimiento médico en la Argentina, al frente del laboratorio “Fadrofarm” (Fábrica de Drogas Farmacéuticas).

El médico asesino volvía a nacer y estaba más vivo que nunca.

Con los años, Mengele viajó sin problemas por la Argentina, Alemania, Suiza, Chile, Paraguay y Brasil; pero también estuvo por poco tiempo en la localidad de Nueva Helvecia, en Uruguay. Entre tantos, ese viaje no fue uno más. Tenía uno solo y curioso objetivo: contraer matrimonio con una mujer llamada Marta María Will, su cuñada.


Dorso del certificado de casamiento de Mengele y su cuñada. Foto: Marcelo García.


Fue una visita relámpago, un viaje casi de apuro. Una valija con pocas pertenencias, arreglos de último momento y un paso fugaz por el Registro Civil del Departamento de Colonia. Pedro Izacelaya, el oficial de turno en la oficina, dio fe de la unión y transcribió todos y cada uno de los datos en el certificado de casamiento menos pensado. Los testigos de la unión civil fueron Juan Carlos Germán (un joven abogado de 24 años) y su esposa Lydia Florio de Germán, de apenas 21. Era la tarde del día 25 de julio de 1958, el "Ángel de la muerte" acababa de casarse con quien hasta un tiempo atrás había sido la esposa de su hermano fallecido.

Al pie del documento, la firma estampada con su nombre original era mucho más que solo eso: era el signo inequívoco de su más absoluta impunidad.

El documento que presenta Canal26.com fue certificado como verdadero el 21 de junio de 2010, por Umberto J. Rodríguez, oficial 1º del Registro Civil, en la ciudad de Colonia, Uruguay. En archivo personal del autor.


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Nota original: https://www.canal26.com/historia/el-viaje-del-nazi-josef-mengele-a-uruguay-y-el-extrano-certificado-de-casamiento-con-su-cunada--337181

viernes, 3 de febrero de 2023

Entrevista a Marcelo García en LVDiez de Mendoza: Ramón Carrillo y el médico nazi Carl Peter Vaernet


Luego de que el Gobierno nacional decidiera que el doctor Ramón Carrillo (ministro de Salud de las dos primeras administraciones peronistas) sea (junto a Cecilia Grierson) una de las figuras del nuevo billete de $2 mil, se desató la polémica en Argentina. LVDiez de la provincia de Mendoza habló con Marcelo García, autor del libro "Perón y la raza argentina" (Ediciones B, 2019).

Dijo Marcelo García: "Vaernet hizo sus crueles experimentos (buscando "cura" a la homosexualidad) en el campo d concentración d Buchenwald y colaboró con el nazi Josef Mengele en Auschwitz". Y agregaba: "En 1947, el presidente Juan Domingo Perón y sus contactos en Europa, lograron su llegada segura a la Argentina".

"Se tiene constancia de una relación laboral con el Gobierno peronista de, al menos, cinco años.Vaernet falleció en Buenos Aires el 25 de noviembre de 1965. Nunca dio explicaciones ante la Justicia. Sus restos están sepultados en el Cementerio Británico de Buenos Aires" comentó el autor.

Escuchá la entrevista completa.

jueves, 1 de diciembre de 2022

Buenos Aires, 1938: una boda y el comienzo de la crisis del Credit Suisse

Una fiesta, el acuerdo secreto con un invitado suizo y la activación de una cuenta regresiva que pronto podría llegar a su fin.

Schwetzerische Kreditanstalt, Credit Suisse y el clan Freude-Koennecke. Fotos: Baugeschichtliches Archiv Zürich /gentileza Pedro A. Filipuzzi.


Las puertas del magnífico chalet de estilo bávaro sobre la calle Teodoro García 2040 se abrieron de par en par. Werner Koennecke y Lily Freude, la feliz pareja de novios, recibían uno a uno a los selectos invitados a su fiesta de bodas. No fueron muchos, pero todos -de un modo u otro- eran personajes de peso en la comunidad germana de la Argentina.

La casa era una de las más bellas propiedades del coqueto barrio porteño de Belgrano. Era de Ludwig Freude, padre de la novia y a la vez millonario financista alemán que se encargaba de manejar la mayoría de los negocios e inversiones del nazismo en el país. Era considerado el auténtico "embajador alemán en las sombras". Tal era el perfil de ese hombre que, aquel día de 1938, agasajaba a los recién casados y sus invitados, aunque no era ese el objetivo ulterior de la reservada reunión.

Pese a conocer a centenares de influyentes alemanes y tener las más provechosas relaciones comerciales en el ámbito local, la idea era que estuviera presente solo un reducido círculo de gente de su extrema confianza. El encuentro en casa de los Freude era estratégico y de vital importancia para el futuro de los intereses del régimen de Adolf Hitler en los años por venir. Y no únicamente en la Argentina: en esa jornada, Freude y Koennecke comenzaron a organizar una de las mayores operaciones de lavado de dinero nazi de la historia.


La mansión que perteneció a Ludwig Freude, vista en la actualidad con su aspecto original. Foto: Marcelo García.


El invitado suizo

La fotografía que inmortalizó el festejo por la unión en matrimonio entre Werner Koennecke y Lily Freude (que trabajaba como ayudante de contaduría en la "Compañía General de Construcciones", de su padre) es mucho más que un recuerdo familiar. Es la evidencia gráfica de un acuerdo sin precedentes que estaba a punto de concretarse. Están solo quienes debían estar, sobre todo, un invitado suizo que -al menos hasta ese momento- nunca antes había sido habitué de las reuniones del clan.

Para recibir al suizo, además de Freude, Koennecke y su esposa, se encontraban Paula (madre de Werner) y Annalise Koennecke, la hermana del "contador" del Partido Nazi, quien ejercía como inspectora de enseñanza alemana en el Goethe Schule (donde su padre era director honorario) y que como tal, se ocupaba de importar hacia Buenos Aires los programas de estudio de la Alemania nazi, además de organizar a la "Liga de Muchachas Alemanas", rama femenina de los "Boy Scouts Argentino-Alemanes". En la reunión también quedaron retratados Leo, Alfred y Friedel Koennecke (padre y tíos de Werner Koennecke respectivamente) quienes junto al agente nazi Hans Harnish trabajaban en las oficinas de la firma "Boker" en la calle Moreno, en pleno centro de Buenos Aires, además de cumplir funciones en los Talleres "Hempel", que fabricaba entre otras cosas recipientes herméticos para los transmisores de la "Red Bolívar", el complejo sistema de radios nazis clandestinas en toda Sudamérica.

1- Werner Koennecke; 2- Lily Freude; 3- Ludwig Freude; 4- Paula geb. Friederichs; 5- Annalise Koennecke; 6- Leo Koennecke; 7- Alfred Koennecke; 8- Friedel Koennecke; 9- Rodolfo "Rudi" Freude; 10- Reto Hosli. Foto: gentileza Pedro A. Filipuzzi.


Al fondo de la foto, junto a estos, estaba Rodolfo "Rudi" Freude, por entonces un jovencito de apenas 16 años de edad que a partir del año 1946 se convirtió en el jefe de la oscura División Informaciones del Gobierno, un puesto clave desde donde organizó la entrada de nazis fugitivos al país gracias a una vasta red de agentes y colaboradores establecidos en Europa.

Como apoyos también fueron invitados varios funcionarios del Banco Alemán Transatlántico, que dirigía Ludwig Freude. La reunión de esta auténtica "troupe" de nazis influyentes estaba más que justificada. El invitado suizo (en el extremo izquierdo de la foto, como apartado del resto) era Reto Hosli, por entonces presidente del Schwetzerische Kreditanstalt, la institución bancaria que hoy se conoce como Credit Suisse. El hombre en cuestión era el abuelo de Reto Hosli, el actual CEO del banco suizo.

El plan

El "fin de fiesta" no fue de lo más tradicional. Esa noche, con la excusa de haber problemas de transporte, Hosli se quedó a dormir en la mansión del barrio de Belgrano, pero antes -junto a Freude y Koennecke- se encerró en una habitación bajo llave y selló un redituable acuerdo de caballeros. En adelante, los nazis de la Argentina serían actores principales en el envío de remesas de dinero aportadas por los miles de afiliados de la "Unión Alemana de Gremios" desde Buenos Aires con rumbo a Suiza; aunque no solo se encargarían de eso. También acordaron triangular (gracias a la intervención directa de España) fortunas millonarias hacia las arcas del Schwetzerische Kreditanstalt; un dinero que era producto del espolio a judíos alemanes y de otros lugares ocupados por las fuerzas hitlerianas en Europa.

En 1984, el descubrimiento de las listas completas con 12 mil nombres y datos de afiliación de nazis argentinos que enviaban bienes activó una cuenta regresiva que -en 2020- llevó a que el ingeniero Pedro Alberto Filipuzzi (poseedor de esos documentos originales) y el Centro Simon Wiesenthal reclamaran formalmente el reconocimiento y la apertura de esa cuenta estimada en torno a los 33 mil millones de Euros al cambio actual, que ahora los herederos de los depositantes originales reclaman como suyos.

El casamiento de Werner Koennecke y Lily Freude, y su reservada fiesta fueron el impensado comienzo de los incontables problemas que hoy afronta el Credit Suisse que, incluso y por la devolución de parte del "tesoro nazi", corre peligro de desaparecer. En la actualidad, la debacle de la institución helvética generó la fuga de USD 88 mil millones hacia la UBS (Unión de Bancos Suizos), la corrida bancaria más grande de la historia.

La reunión y el acuerdo secreto entre el clan Freude-Koennecke y Reto Hosli fueron un intento de asegurar el bienestar de Suiza desde la pos Segunda Guerra Mundial para la posteridad, pero algo salió mal.

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Un agradecimiento al ingeniero Pedro Alberto Filipuzzi.

Nota original: https://www.canal26.com/historia/buenos-aires-1938-una-boda-y-el-comienzo-de-la-crisis-del-credit-suisse--331753

jueves, 13 de octubre de 2022

Antinazis de Buenos Aires: los encuentros en el "Bar Rojo"


El bar de los antinazis en los años '30. Foto: AGN.

Era una cervecería alemana donde se encontraban izquierdistas que buscaban desactivar el accionar de los simpatizantes locales de Hitler. Aún guarda varios secretos.


Aún tiene sus puertas abiertas. Recorriendo las veredas del barrio porteño de Villa Ortúzar se lo puede encontrar. Ubicado al 1100 de la avenida Forest, el Bar "8 esquinas" esconde un pasado singular. Pese a que originalmente se llamó “Riedel”, muchos lo conocían como "La Munich" o simplemente "El bar alemán", aunque la mayoría lo mencionaba como el "Bar Rojo". Y no era por casualidad.

Este espacio ameno, con una atmósfera intimista que invita a entrar, era el lugar de encuentro para algunos antinazis de la zona. Lo de "Rojo" era toda una declaración. Comunistas y socialistas, aunque no exclusivamente ellos, junto a otros que buscaban desactivar el accionar de los simpatizantes locales del Nacionalsocialismo, se juntaban en la barra o en torno a una mesa en este legendario lugar. Es donde el bar se transformaba en una encubierta barricada.


Organización del Partido Nazi en la zona "Belgrano", Argentina. Foto: Comisión Especial Investigadora de Actividades Antiargentinas del Congreso.


La Sección "Belgrano" del Partido Nazi

Desde el año 1939, antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, era una conocida cervecería alemana. Con su aspecto casi original, hoy se ubica en una auténtica "zona de nadie" de la Ciudad de Buenos Aires, una "triple frontera" entre los barrios de Villa Ortúzar, Chacarita y Colegiales, justo donde se cruzan las avenidas Álvarez Thomas, Forest y la calle Elcano.

La particularidad es que está enclavado en el centro mismo de la zona que para el Partido Nazi en la Argentina era la más importante desde el punto de vista organizativo.

Era la sección "Belgrano", donde vivían o desarrollaban sus actividades profesionales y laborales los más destacados dirigentes y empresarios que respondían a los intereses de la Alemania de Adolf Hitler en el país. De ahí que su ubicación fuera estratégica para las reuniones de los antinazis que pretendían reunirse con disimulo y cierta tranquilidad.

La influencia del nazismo en esta zona era total. No solo abarcaba a los barrios antes mencionados, sino que se extendía a los de Belgrano, Coghlan y Saavedra, y cruzaba la avenida General Paz llegando a Vicente López, Florida, San Isidro, Beccar, Victoria, San Fernando y Tigre, al norte del Gran Buenos Aires.


El bar, en tiempos pasados y en la actualidad. Fotos: www.ochoesquinas.com.ar


No era mucho lo que podían hacer desde allí los "zurdos" que peleaban del modo que podían contra las ideas nazistas. Todo pasaba por saber en dónde golpearían los activistas y simpatizantes del NASDAP o, llegado el caso, boicotearles algún acto o actividad que llegaran a planificar.

Eran reuniones conspirativas de las cuales, muy posiblemente, haya surgido la decisión de concretar denuncias ante las autoridades policiales o incluso hacer escraches contra vecinos que levantaban el brazo derecho en alto sin dudar.


El Bar "8 esquinas", hoy. Foto: Marcelo García.


Resistencia y tradición

Los encuentros de los "rojos" del barrio en el pintoresco bar se daban, siempre y en todos los casos, en el marco de las infaltables tradiciones alemanas. Aunque también supo reunir a amantes del tango. Así lo reflejan las viejas fotos que aún cuelgan de sus paredes, el mudo testimonio de otros tiempos y lo que sucedía en el lugar.

La excusa era siempre la misma: degustar salchichas y embutidos de la tierra de los antepasados, y todo acompañado por un generoso porrón de cerveza artesanal. Las conspiraciones contra el nazismo se daban en el viejo "Bar Rojo", un reducto que a muchos le permitía asegurar que no era necesario ser nazi para ser alemán.


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Nota original: https://www.canal26.com/historia/antinazis-de-buenos-aires-los-encuentros-en-el-bar-rojo--328403

jueves, 28 de julio de 2022

Eva Perón, agente nazi: entrevista a Marcelo García en "El Conde del Once" por Radio Mitre con Gabriel Levinas

Eva Duarte de Perón en su rol de agente nazi. Entrevista a Marcelo García en "El Conde del Once", por Radio Mitre con Gabriel Levinas y la participación especial de Adriana Verón. Miércoles 27 de julio de 2022.

viernes, 15 de julio de 2022

Antes de que Hitler llegue al poder: así se instaló el Partido Nazi en Argentina

Cuando Adolf Hitler aún no había llegado al gobierno, en el país ya funcionaba la primera representación oficial del nazismo.

Artículo original de Marcelo García para www.Diadio26.com


El Partido Nazi en Argentina. Fotos: CEIAA del Congreso de la Nación.


El éxito electoral del Partido Nazi tras las elecciones parlamentarias de Alemania en 1930 fue lo que alentó a los jefes del partido a atraer de nuevo a los exiliados a su “Vaterland”, es decir, a su patria. La estrategia que usaron fue asignarles a aquellos agentes desterrados ciertas misiones de reclutamiento y penetración nazi en el exterior. Uno de esos agentes fue Bruno Fricke, quien en 1928 estuvo en Paraguay como punta de lanza y que tras su regreso a Europa en 1930 fue expulsado del partido debido a su poco recomendable relación con las SA (Sturmabteilung o Secciones de Asalto) de los hermanos Gregor y Otto Strasser, en quienes Adolf Hitler veía una intolerable “ala izquierda” del nazismo. Pero ese destierro, lejos de hacerles bajar los brazos, le reforzó aún más la idea de expandir fronteras llevándolo incluso a la creación de la Auslands Organisation der NSDAP (Organización en el Exterior del NSDAP) en 1931. Para ese entonces ya existían tres agrupaciones no oficiales de simpatizantes nazis establecidas en los Estados Unidos, Suiza y Paraguay.


Primera organización en Argentina

La primera organización del NSDAP oficialmente reconocida desde Alemania comenzó a funcionar el 7 de abril de 1931 en Buenos Aires bajo el nombre de Auslandsabteilung der Reichsleitung der NSDAP (Departamento de Ultramar de la Dirección Nacional del NSDAP). También fue conocida bajo el nombre de Landesgruppe Argentinien der NSDAP (Grupo Argentino del NSDAP), que aprovechó la base de la Deutscher Volksbund für Argentinien (Liga del Pueblo Alemán para la Argentina o DVA), la Tannenbergbund, la Asociación Negro-Blanco-Rojo y la Stahlhelm. Juntos hicieron su presentación en sociedad en la Argentina el 25 de mayo cuando -amparados por la cubierta de rendir homenaje al pueblo argentino en su fecha patria y encabezados por el líder local Rudolf Seyd- se reunieron en el Cementerio Alemán de Buenos Aires, enarbolando por primera vez en el país la bandera con la cruz esvástica. (1)



Lugares de actividades del Grupo Argentino del Partido Nazi en Buenos Aires e interior del país, 1934. Fotos: CEIAA del Congreso de la Nación.


Cómo surge

La idea de formar un grupo nazi en la Argentina ya había sido alentada por el diario Deutsche La Plata Zeitung. En la edición del 17 de febrero de 1931 se publicó un aviso en el que sus firmantes solo se identificaban con los apellidos Gerndt, Seydt, Lederle, Schriefer, Hortensmeyer y Mosig- donde se invitaba a todos los alemanes residentes en el país a integrar ese grupo partido en tierras criollas. Poco después, este mismo periódico se convertiría en uno de los más influyentes órganos de difusión de propaganda nazi en la Argentina y recibiría fuertes inyecciones de dinero que por parte de la representación diplomática alemana (el rango de embajada se le dio a partir de 1936), con inequívocas intenciones de alentar la llegada de Hitler al poder.

Pero los nazis en el exterior pronto contaron con uno de los más importantes efectivos para apuntalar la infiltración en el mundo de habla hispana: el general Wilhelm von Faupel, relacionado con la Argentina desde 1910 como instructor del Ejército argentino, a quien luego se sumaron militares de la talla de Alfred von Schlieffen y Colman von der Goltz, que también dejaron su marca en la formación de cadetes del Colegio Militar a partir de 1911. (2)

Finalizada la Gran Guerra, von Faupel regresó a la Argentina como consejero del Ejército entre 1921 y 1926, tras lo cual volvió a su patria para convertirse en uno de los hombres más importantes para las actividades del nazismo en el exterior. A inicios de 1934, las puertas del despacho de Adolf Hitler se abrieron de par en par para von Faupel, a punto de ser asignado a su nueva misión: la dirección del Ibero-Amerikanisches Institut (Instituto Iberoamericano) de Berlín, un centro de estudios sobre el mundo hispánico al que propuso convertir en un poderoso centro de propaganda, infiltración y difusión de las ideas nazis en los países de Latinoamérica y España. Entre sus planes la Argentina tuvo un lugar preponderante.



Reunión de nazis en Villa Ballester, 1937. Hoja con organización política del NSDAP en Argentina, 1934. Foto: CEIAA del Congreso de la Nación.


El fascismo argentino

La llegada del general José Félix Uriburu al poder en 1930 fue claramente permisiva para el Landesgruppe Argentinien der NSDAP. Mientras los vecinos de Buenos Aires advertían las evidentes similitudes entre los desfiles de la “Legión Cívica” avalada por el presidente de facto y la marcha de los primeros grupos nazis que se dejaban ver por la ciudad, la idea de los diplomáticos de carrera alemanes era la de lograr adhesión sin que eso se percibiera como una intromisión en asuntos internos que llegara a perjudicar las relaciones con los países anfitriones de sus exiliados compatriotas de allí en más. Ernst Wilhelm Bohle pasó a dirigir la Auslands Organisation der NSDAP en abril de 1933 y a partir de entonces sintió el pleno derecho que le confería la cosmovisión nacionalsocialista para alinear a todos sus compatriotas residentes en el exterior, considerándolos lisa y llanamente como ciudadanos alemanes. Llegó a sostener que los diplomáticos germanos (renuentes a cualquier complicación) “no pertenecen a la clase de personas que pueden representar adecuadamente al Reich”, por lo que en adelante la llegada de agentes clandestinos fue de gran interés, un estado de cosas potenciado tras el ascenso de Hitler al poder.



Actividades del Partido Nazi en Argentina en los años '30. Fotos: CEIAA del Congreso de la Nación.


El Führer, advertido de las muchas ventajas que le otorgaba una buena relación con la Argentina (dados sus envíos de alimentos y otro tipo de productos, pero pensando fundamentalmente en futuras cuestiones geopolíticas y estratégicas), trató de evitar los habituales enfrentamientos entre diplomáticos y agentes partidarios enviando a Buenos Aires al barón Edmund von Thermann como jefe de la representación diplomática en septiembre de 1933. Von Thermann presentó sus credenciales al presidente Agustín P. Justo y ofreció el arribo de oficiales alemanes como entrenadores de las Fuerzas Armadas de Argentina, tras lo cual llegaron el general Günther Niedenführ, el coronel Friedrich Wolf y los mayores Rudolf Berghammer, Joachim Hans Moehring y Otto Kriesche, contratados por el Ministerio de Guerra y ansiosos por comenzar a trabajar.

La gestión de von Thermann marcó un antes y un después en las relaciones bilaterales, ya que se acercó a destacados personajes de la alta sociedad y mandos militares argentinos, y estableció cercanas relaciones personales -incluso de amistad- con muchos de ellos. Los alentó también a sentir respeto y admiración por la poderosa Wehrmatch (ejército alemán), en la que poco después se iban a entrenar. Tal el caso de los generales Rodolfo Martínez Pita, Carlos von der Becke, Armando Verdaguer y Francisco Reynolds, entre otros.

La enorme diferencia respecto de otros países radicaba en que von Thermann era uno de los pocos diplomáticos alemanes de carrera afiliado al Partido Nazi con grado de Sturmführer dentro de la organización de las SS de Heinrich Himmler. Como antesala de lo que estaba por acontecer, Bohle llegó a decir que von Thermann era “un enérgico y entusiasta difusor de la concepción del mundo nacionalsocialista. Nuestro trabajo en el extranjero sería notablemente más fácil si todos los representantes diplomáticos tuviesen una posición tan positiva frente al nuevo Estado como él”.

Así, el camino hacia la sigilosa y paciente infiltración nazi en la Argentina también sentó sus bases para ser transitado. (3)



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Fotos y documentos: Comisión Especial Investigadora de Actividades Antiargentinas (CEIAA) del Congreso de la Nación. En archivo personal del autor. 

Referencias/Bibliografía:

(1) Carlota Jackish, El nazismo y los refugiados alemanes en la Argentina, Buenos Aires,

Editorial de Belgrano, 1997.

(2) Tomás Eloy Martínez, Las memorias del General, Buenos Aires, Planeta, 1996.

(3) Carlota Jackish, op. cit.

 

Nota: El artículo no expresa ideología política, solo investigación histórica y periodística.

Artículo original del autor:

Antes de que Hitler llegue al poder: así se instaló el Partido Nazi en Argentina

https://www.diario26.com/322910--antes-de-que-hitler-llegue-al-poder-asi-se-instalo-el-partido-nazi-en-argentina


viernes, 1 de julio de 2022

Mengele en Argentina: el pedido de extradición del médico nazi

 Mientras el "Ángel de la Muerte de Auschwitz" era buscado, así fueron los cruces diplomáticos para juzgarlo en Alemania. Segunda parte del informe, el final.

Artículo original de Marcelo García para www.Diario26.com

Josef Mengele en Argentina. Fotos: AGN y Ministerio del Interior.

Cuando en marzo de 1960 se produjo la muerte de Nora Eldodt en las laderas del Cerro López, en Bariloche, se activó una cuenta regresiva para Josef Mengele, el médico nazi criminal que vivía sin sobresaltos en la Argentina desde 1949.

Pese a que el "Ángel de la Muerte de Auschwitz", conocido por las atrocidades cometidas en el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau durante los oscuros días de la Segunda Guerra Mundial, se sintió a salvo tras su escape de Europa en los días de posguerra, el avance de agentes del Mossad (servicio de inteligencia israelí) por diferentes partes del mundo lo puso en alerta y en la permanente necesidad de estar en movimiento para no ser encontrado. El "caso Eldodt" sacó a la luz su presencia en la Argentina, mientras era intensamente buscado por ese grupo de agentes (que integraba la fallecida Eldodt) que lo perseguían -a sol y a sombra- con datos certeros y precisos.

Mengele supo que sus horas podrían estar contadas cuando, el 11 de mayo de 1960, fue capturado Adolf Eichmann, uno de los cerebros de la llamada "Solución Final" al "problema judío" (según la violenta y sectaria visión de los nazis), que también se encontraba oculto en el país amparado bajo el alias de Ricardo Klement y que trabajaba como un simple operario en la fábrica de Mercedes-Benz, en la provincia de Buenos Aires. El secuestro de Eichmann derivó en un escándalo internacional de grandes proporciones que enfrentó al gobierno argentino del presidente Arturo Frondizi con el de Israel, denunciando la violación de acuerdos y la soberanía por haberse desplegado un operativo secreto que culminó con la captura del jerarca nazi. Con ese marco es que las autoridades argentinas decidieron tomar cartas en el asunto y ventilar (o admitir) -de una vez por todas- la presencia de Mengele en el país.

El "Ángel de la Muerte de Auschwitz" no solo vivía sin sobresaltos hasta entonces sino que también hacía pingües negocios con firmas químico-farmacéuticas y laboratorios en el ámbito local, e incluso llegó a recuperar su verdadera identidad tras haber solicitado -en 1956- la célula la cédula de identidad argentina, algo que en efecto consiguió. Sin embargo, y pese a la aparente protección de la que gozaba, el hecho de que Eichmann hubiera caído en manos israelíes para ser juzgado y luego condenado a muerte hizo que el médico criminal se sintiera en evidente peligro.

La Argentina se vio obligada a "apurar el paso" y en 1959 abrió el Expediente N°28.521 a través del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, con el cual se daba inicio al proceso de extradición. La nota N°179/59 de la Embajada de la República Federal de Alemania en Buenos Aires, fechada el 30 de septiembre de ese año, reclamaba a las autoridades locales la captura del médico nazi criminal, cuya causa (por los crímenes cometidos bajo la cubierta de la investigación científica en campos de concentración) -según el paper- no había prescripto.


Carátula del expediente por extradición de Josef Mengele. Foto: Ministerio del Interior.


¿Querían atrapar a Mengele?

El primer movimiento del Gobierno argentino se produjo el 6 de noviembre de 1959, cuando desde el Ministerio de Relaciones y Culto se envió la nota N°8547, cuyo destinatario era el doctor Ramón Lascano, Procurador General de la Nación. En la carta se hacía mención a la inexistencia de un tratado de extradición previo entre Argentina y Alemania, dejando a consideración del funcionario la posibilidad -o no- de avanzar con la causa. El 17 de noviembre Lascano había respondido con una incial y posible prosecución de la causa, aunque dio confirmación para avanzar de manera (supuestamente) concreta recién el 24 de junio de 1960, dilatando el accionar de la Justicia, algo que -con los años- muchos han tomado como la encubierta habilitación de una "zona liberada" para que Mengele se moviera hacia su próximo destino sin inconvenientes.


Nota de la embajada alemana en Buenos Aires. Foto: Ministerio del Interior.

Carta de la Cancillería argentina al Procurador General. Foto: Ministerio del Interior.


El punto de inflexión llegó el 28 de junio de 1960 cuando se hizo pública la nota N°7247-M.377, difundida por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, con la decisión del Poder Ejecutivo que iba firmada por José María Guido en su carácter de Presidente Provisional del Senado de la Nación (pero en ejercicio del Poder Ejecutivo), y refrendada por Luis Rafael Mac Kay, Ministro de Educación y Justicia durante la presidencia de Frondizi.


Respuesta del Procurador General de la Nación. Foto: Ministerio del Interior.

Orden del Gobierno argentino para proceder a extradición de Mengele. Foto: Ministerio del Interior.

Pese a las negativas previas -sostenidas durante años- insistiendo en que Mengele no se encontraba en la Argentina, el Gobierno decretó mediante esa circular dar curso al pedido de extradición del médico nazi solicitado por la República Federal de Alemania. Sin embargo, la historia demostró que nada se hizo para detenerlo y ponerlo tras las rejas. Oscuros intereses, mayoritariamente comerciales y económicos, movieron sus hilos para que el "Ángel de la Muerte de Auschwitz" lograra escapar en una primera instancia hacia Paraguay y, luego, con rumbo a Brasil.


Expedientes sobre Josef Mengele. Fotos: Marcelo García / Archivo General de la Nación.


Josef Mengele se burló de la Justicia, se movió libremente por diferentes partes del mundo (incluida Europa en los años '50) y demostró que hay quienes pueden cometer el crimen perfecto sin ser llevados ante la Justicia. Murió el 7 de febrero de 1979 mientras se daba un baño de mar en las playas brasileñas de Bertioga. Sus restos fueron identificados, tras ser exhumados el 31 de mayo de 1985 de una tumba en el Cementerio de Embú. El 10 de junio de ese mismo año, Rolf Mengele (hijo del nazi) admitió públicamente que el cadáver exhumado era el de su padre y dijo que la noticia de su muerte fue guardada bajo siete llaves para proteger a quienes lo habían ayudado a ocultarse durante tanto tiempo.



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Twitter: @mdGarciaOficial


Referencias:

- Expediente N°28.521 del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Repoública Argentina. Año 1959.

- Nota N°179/59 de la Embajada de la República Federal de Alemania en Buenos Aires al Gobierno argentino. 30 de septiembre de 1959.

- Nota N°8547 del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto al Procurador General de la Nación. 6 de noviembre de 1959.

Nota del Procurador General de la Nación al Ministerio de Realciones Exteriores y Culto de la Nación. 24 de junio de 1960.

- Nota N°7247 del Ministerio del Interior de la Nación con orden del Poder Ejecutivo para proceder a extradición de Josef Mengele. 28 de Junio de 1960.

Orden del día N°161, Policía Federal Argentina. Pedido de captura de Josef Mengele. 19 de julio de 1960.

Memorandum de la División de Asuntos Extranjeros (D.A.E.) sobre Josef Mengele en Argentina. 29 de junio de 1960. Archivo General de la Nación. Foto: Marcelo García.

Expediente N°4549 de la División de Asuntos Extranjeros (D.A.E.) sobre Josef Mengele. 1959/1960. Archivo General de la Nación. Foto: Marcelo García.

Copias y fotos de los documentos originales en archivo personal del autor.


Gracias al ingeniero Pedro Alberto Filipuzzi.


Artículo original del autor:

Mengele en Argentina: el pedido de extradición del médico nazi

https://www.diario26.com/322155--mengele-en-argentina-el-pedido-de-extradicion-del-medico-nazi

lunes, 27 de junio de 2022

Mengele en Argentina: la misteriosa muerte de Nora Eldodt

 Mientras el médico nazi era buscado en la Argentina, un hecho extraño sacudió a Bariloche. ¿Accidente o asesinato? Una historia con final abierto.

Artículo original de Marcelo García para www.Diario26.com

Josef Mengele en Argentina, documento sobre Nora Eldodt.

Recibió el ansiado pasaporte Nº 100.501 expedido por la Cruz Roja Internacional a nombre de Helmut Gregor y tras un largo viaje, que atravesó la inmensidad del Océano Atlántico a bordo del vapor “North King”, llegó al puerto de Buenos Aires el 20 de Junio de 1949. No era un pasajero más; y tampoco esa era su verdadera identidad: el pasajero en cuestión era Josef Mengele.

Apenas desembarcado, agentes de migraciones "chequearon" que (según la documentación en poder del viajero) el recién llegado era un italiano nacido en Termeno, hijo de padre desconocido y de Berta Gregor, que acreditaba ser “técnico” y sólo hablaba en idioma alemán. Sin embargo, no dejó de intrigarles que llevara en sus maletas apuntes médicos que, pese a la insistencia, Gregor/Mengele no pudo explicar. El mal momento duró lo que un suspiro, ya que los efectivos aduaneros debieron hacer la vista gorda ante la inesperada intervención de quienes se presentaron en el puesto de migraciones decididos a ayudar al médico nazi criminal oculto tras su alias protector.

Fue un largo camino el recorrido por Mengele tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Luego de cometer sus crímenes -bajo la endeble cubierta de la experimentación médica-científica- en el campo de concentración, trabajo y exterminio de Auschwitz-Birkenau; el "Ángel de la muerte" logró evitar ser identificado como un auténtico asesino y eludió hábilmente una condena segura en los Juicios de Nüremberg, aunque eso no le dio la necesaria tranquilidad para quedarse quieto. Estuvo escondido en la granja de su hermano en la localidad alemana de Gunzburg y en marzo de 1949 cruzó el paso de Brennero, que une Austria e Italia, rumbo al puerto de Génova, en Italia, donde influyentes contactos no sólo le dieron los documentos necesarios sino también esa nueva y falsa identidad. Así llegó, protegido, a la Argentina.


Nora Eldodt en Bariloche. Memorandum sobre Mengele en Argentina.


Tras llegar a la Argentina, los movimientos de Mengele fueron constantes. Luego de una corta estadía en el "Hotel Palermo", en el barrio porteño del mimso nombre; vivió en diferentes lugares que le permitieron no ser fácilmente ubicado. Durante un tiempo estuvo en un departamento en la calle Sarandí 846 (consignado extrañamente en su documento de entrada al país), del barrio de San Cristóbal y también en una muy modesta vivienda en el primer piso de la calle Tacuarí 431, en Valbanera; mientras que en diciembre de 1949 se mudó a la calle Sarmiento 1875 de Vicente López, en la periferia de Buenos Aires tras lo cual trabajó en la empresa “Orbis/Mertig” en la Avenida Callao 66, pleno centro porteño. En 1951 Mengele se mudó a Arenales 1240, en Florida, al norte de Buenos Aires, una casa que era propiedad de Theodor Malbranc, ex Gerente del Banco Alemán Transatlántico; tras lo cual se hizo con parte del paquete accionario de los "Laboratorios Wonder" que desarrollaban productos medicinales luego colocados en el mercado farmacéutico local, y donde conoció al Doctor Baysi, uno de sus directores, quien a su vez lo contactó con el Doctor Mariano Barilari, un pintoresco personaje -especialista en hipnotismo- que recibía en su casa de Bariloche a otros nazis fugitivos; un reducto del que Mengele se hizo habitué desde 1953. Tiempo más tarde, Mengele se convertiría además en dueño de "Fa.Dro.Farm" (Fábrica de Drogas Farmacéuticas) figurando con su propio nombre luego de que, el 5 de febrero de 1954, se presentaraó ante la Policía Federal para solicitar el certificado de buena conducta que le permitió acceder a un registro de conductor.


Mengele en Bariloche

Los viajes permanentes de Mengele a Bariloche, en la provincia patagónica de Río Negro, no pasaban inadvertidos, pese a la aparente reserva y tranquilidad. Es que desde inicios de los años '50, el Mossad -servicio de inteligencia del Estado de Israel- junto a Simón Wiessenthal, se había lanzado a una frenética caza de nazis fugitivos. Mengele era uno de los más buscados; aunque no el único. Los agentes israelíes estaban en pleno conocimiento de la vida oculta en la Argentina del jerarca nazi Adolf Eichmann, cerebro -junto a otros- de la llamada "Solución Final" al problema judío, que derivó en el horror del Holocausto y el exterminio de al menos 6 millones de personas a manos del régimen de Hitler. Si bien demoraron años en ubicarlo y secuestrarlo para juzgarlo y condenarlo a la pena de muerte en Israel, la captura de Eichmann (el 11 de mayo de 1960) generó tensión interna y creciente temor en la comunidad de los nazis en el país. Mengele no estuvo al margen de esas preocupaciones. Los trámites personales y el hecho de tener una cédula de identidad argentina, lo habían dejado en franca exposición. Mucho más de lo que hubiese deseado. 

El 12 de marzo de 1960 (poco antes de la captura de Eichmann) Mengele estaba en Bariloche y desde su entorno advirtieron que un grupo de la comunidad judía local -del grupo sionista "J.B.B. Juventud Ver Borojov" se encontraba en el mismo lugar, hospedados en el Refugio "Camping Argentina". En el contingente había al menos diez personas, cuyos movimientos incomodaban y no dejaban tranquilo a un Mengele que ya se sentía en la mira. Ese día, los "molestos" turistas -dividios en dos grupos- emprendieron una travesía cuyo destino era la cima del Cerro López. Una de las integrantes del grupo era una mujer llamada Nora (Nurit, en idish) Eldodt, soltera, de 48 años, domiciliada en la calle Trelles 2176, de la Ciudad de Buenos Aires, quien no completó el recorrido de descenso cuando sus compañeros se reunieron de regreso en la base. Así empezó la búsqueda contra reloj, tras dar aviso a la Policía. El operativo duró dos días, hasta que el 14 de marzo, el Grupo Andino Bariloche, comandado por el Dr. José María Iglesias (médico sub-alferes de la Gendarmería Nacional) encontró el cuerpo sin vida de Eldodt. La infortunada -supuestamente- habría caído por un barranco de 50 metros de altura; sin embargo algo no dejó de llamar la atención de los investigadores y rescatistas: la fallecida estaba en posición de cuclillas, según el documento generado por los efectivos "como para mover el vientre". A su lado perfectamente acomodado un bolso color azul y un par de zapatos. Los politraumatismos -mencionados como causa de la muerte- eran evidentes, pese a que tampoco se dio a conocer si habían sido producto de la caída o si la mujer fue golpeada hasta la muerte antes de ser arrojada al vacío. Solo se informó que presentaba fractura de tobillo y que tenía afectado el hígado. De hecho, el informe generado el 14 de marzo de 1960 indica en su tramo final que no se le practicó la autopsia. Muy extraño en caso de muerte con causa dudosa.




Informe sobre Eldodt. Pedido de captura de Mengele. 17 de marzo y 19 de julio de 1960.

El misterio en torno a su muerte recién comenzó a despejarse (aunque a medias tintas y con poco esmero de parte de quienes estaban a cargo de la pesquisa) mediante el informe redactado por la División de Asuntos Extranjeros (D.A.E.), dependiente del Ministerio del Interior de la Nación, un año después, el 27 de marzo de 1961. Lo más llamativo podía leerse en el segundo párrafo, donde se decía: "Del análisis a la luz de las versiones que se la vincula, integrando presuntivamente, algún comando isaelí en procura de la captura del médico alemán Josef Mengele, surgen algunos detalles que conviene tenerlos presente para un mejor enfoque, atento a las posibilidades de que hubiera la señorita Eldodt sido objeto de algún atentado contra su persona, desvirtuándose así, lo que en un principio se creyó: en un accidente fatal".

Lo escrito revive una sospecha de larga data: Mengele, advertido de la presencia del grupo sionista anti nazi, se habría encargado (incluso tal vez personalmente) de eliminar a la mujer que lo habría visto y reconocido días antes en Bariloche. Pero eso no era todo. La última página del paper de la D.A.E. aporta un dato misterioso y a la vez revelador: la posibilidad de que Nora Eldodt estuviera habilitada por el doctor Arturo Frondizi, presidente de Argentina, a llevar adelante la captura del nazi en el país. 

Decía el último párrafo del documento del 27 de marzo de 1961: "Tampoco obra en constancia en el sumario que instruyó la Policía de Bariloche (Río Negro) sobre algún salvoconducto que la fallecida Norita (Nota: textual) Eldodt hubiera podido llevar en su poder otorgado por el excelentísimo señor Presidente de la Nación Dr. Arturo Frondizi, no habiéndose establecido la veracidad de comentarios periodísticos en tal sentido".  



Documento de la D.A.E. sobre el caso Nora Eldodt. 27 de marzo de 1961.

Final abierto

El documento de la D.A.E. del 27 de marzo de 1961 decía que "la señorita Nora Eldodt habría nacido en Alemania y adoptó posteriormente la nacionalidad israelí. Habría sido Agregada Obrera en la Legación Israelita en Frankfurt (Alemania). Viajó a la Argentina donde tendría a su progenitora en Rivera (Provincia de Buenos Aires). Sin embargo fijó su domicilio en Trelles 2176, Capital Federal". En otro tramo rezaba el paper: "El día 15 de marzo de 1960, todos los integrantes del grupo sionista habría retornado a sus respectivos domicilios por vía férrea (F.C.N.G. Roca)".

La historia (protectora del nazi, con objetivos de despistar) pretendió ser cerrada (pese al inocultable final abierto) en el documento de la División de Asuntos Extranjeros que en su último párrafo decía: "En estos momentos, comentarios periodísticos indican que el Dr. Mengele se encontraría radicado en algún lugar de la Provincia de Buenos Aires, e incluso se daría a entender que habría sido capturado por un comando israelí. Asímismo, siempre a estar de las versiones periodísticas, existirían dos comandos israelíes. Uno en Mar del Plata y otro en San Carlos de Bariloche. Un informativo radial desde la ciudad de Bahía Blanca (Bs.As.) el día 23 de marzo de 1961, dijo que el Dr. Mengele se encuentra en Coronel Suárez (Bs.As.)".

¿Murió Nora Eldodt accidentalmente o fue el último asesinato del médico nazi Josef Mengele? Una y otro se han llevado el secreto a la tumba.



Instagram: @marcelo.garcia.escritor


Créditos de fotos:

Nora Eldodt. Foto: asesinatosdiscretosnovela.wordpress.com / "Asesinatos discretos", Diego Levis Czernik, 1ª edición.

Memorandum de Mengele (Foto: Marcelo García)

Documentos desclasificados sobre Josef Mengele en Argentina: Archivo General de la Nación y Ministerio del Interior de la Nación.

Referencias:

- Documento de la División de Asuntos Extranjeros (D.A.E.), Ministerio del Interior de la Nación, 17 de marzo de 1960.

- Documentos del Ministerio de Relacion Exteriores y Culto de la República Argentina; y de la Embajada de la República Federal de Alemania. Extradición de Josef Mengele, 1959/1960

Memorandum sobre Josef Mengele en Argentina, 29 de junio de 1960, Archivo General de la Nación. (Foto: Marcelo García)

- Circular Nº 00011 de la Policía Federal Argentina, Ministerio del Interior, 19 de julio de 1960.

- Nuevos detalles del caso Eldodt. Documento de la División de Asuntos Extranjeros (D.A.E.), Ministerio del Interior de la Nación, 27 de marzo de 1961.

- Nuevos pormenores del caso Eldodt. Documento de la División de Asuntos Extranjeros (D.A.E.), Ministerio del Interior de la Nación, 27 de marzo de 1961.

Documentos en archivo personal.


Agradecimiento al Ingeniero Pedro Alberto Filipuzzi.


Artículo original del autor:

Mengele en Argentina: la misteriosa muerte de Nora Eldodt

https://www.diario26.com/321858--mengele-en-argentina-la-misteriosa-muerte-de-nora-eldodt


jueves, 23 de septiembre de 2021

lunes, 5 de julio de 2021

La prensa argentina financiada por los nazis: de "Caras y Caretas" a "Clarín", el ascenso de Roberto Noble

Contactos con influyentes agentes del Partido Nazi, oportunismo y complicidad con el mundo de la política. Así, parte de la prensa en la Argentina se plegó al bando de los seguidores de Adolf Hitler. Muchos fueron los forjadores de esa peligrosa relación entre las noticias y el nazismo, con el marco de fuertes intereses, acuerdos y traiciones, pero tal vez uno de las historias más destacadas sea la de Roberto Noble, primero como colaborador de la revista Caras y Caretas; y luego socio del ultra nacionalista Carlos Silveyra en Clarinada, hasta convertirse en fundador del diario Clarín.

Clarinada, Caras y Caretas, Clarín, Roberto Noble y los nazis.


Cuando en 1931 el Partido Nazi hizo pie en la Argentina, una de las premisas fue tomar por asalto a la prensa local. Sin embargo, pese a los usos y costumbres de la rabiosa agrupación política conducida por Adolf Hitler (que aún no era ni presidente ni canciller alemán, sino jefe partidario), las cosas no fueron sencillas. De hecho, desde un principio resultó evidente que los principales medios periodísticos argentinos se mostraron reacios a plegarse a las filas del intolerante nacionalsocialismo y, con ese marco, la Auslands Organisation der NSDAP (Organizazión en el Exterior del Partido Nazi) que funcionaba desde Berlín, en conjunto con los jefes del Landesgrüppe Argentinen der NSDAP (Grupo Argentino del Partido Nazi) debieron replantear sus métodos de propaganda.


Coincidiendo con el ascenso del Führer Adolf Hitler al poder de la Alemania del Tercer Reich, y cuando fue designado para cumplir funciones en Buenos Aires desde 1933, el barón Edmund von Thermann, embajador nazi en la Argentina, debió meterse en el asunto e informó sobre el estado de sitaución con la prensa directamente al ministerio de Relaciones Exteriores en Alemania. Lo hizo en los siguientes términos: “Los periódicos realmente influyentes como La Prensa, La Nación o El Mundo no son comprables, ni siquiera por sumas millonarias”. También agregaba en su comunicación a Berlín que el dinero invertido en El Pampero (diario argentino, inocultablemente nacionalista) comenzaba a verse reflejado en los hechos, y que había logrado aumentar su tirada diaria. 


En la Argentina, sólo el diario La Razón, en abril de 1933, apenas comenzado el proceso de nazificación de Alemania, dedicó gran espacio al nuevo régimen imperante y al Tercer Reich, mediante la publicación de un artículo en el que se leyó: “Por espacio de siglos el pueblo alemán opuso la muralla de sus pechos y sus lanzas a las masas; semi eslavas, semi asiáticas (...). Nuevamente, Alemania se encuentra de centinela avanzado contra Oriente (...). Como se dice en otro lugar, Alemania es el principal baluarte que puede oponer la civilización moderna al avance de las ideas oscurantistas, retrógradas y asiáticas del comunismo oriental, que ha asentado sus reales en Rusia. El mundo debe sentirse solidario con la acción que desarrolla el gran caudillo alemán (...).”(1)


Claro que el caso de La Razón había sido uno de los pocos medios periodísticos locales que se habían plegado en cierta medida al violento Gobierno del Führer, de modo tal que las firmas alemanas establecidas en la Argentina se veían seriamente resentidas y acusaban el duro golpe que implicaba la limitación para hacer publicidad, después de todo, la promoción (y venta) de lo que producían y ofrecían al mercado local quedaba realmente muy limitada, debido a la poca tirada de los diarios pro nazis en el país. Este tipo de problemas saltaba a la vista ante la prohibición de publicar avisos en el Argentinisches Tageblatt. Este periódico se había convertido en el medio periodístico de la comunidad alemana que más férrea oposición mostró ante el régimen de Hitler desde el mismo momento en que los nazis llegaron al poder en Alemania en 1933. Por este motivo, es que el Führer prohibió tajantemente la circulación del Argentinisches Tageblatt en los territorios del Tercer Reich desde abril de ese mismo año.(2)


El nazi Hans Gert Winter hablando con reportero de Caras y Caretas, año 1937. Foto: Comisión Especial Investigadora de Actividades Antiargentinas del Congreso, 
Honorable Cámara de Diputados de la Nación.

 

En ese complicado contexto para la difusión de las ideas del nazismo, la práctica mayoría de las publicaciones de noticias en el país eran contrarias al nazismo y solo algunos pocos órganos nacionalistas -de menor importancia y poca llegada al público- como Bandera Argentina, Crisol y el mencionado El Pampero, se mostraban favorables a los postulados del NSDAP. Pero también se plegaron a los intereses de los nazis en la Argentina, la revista Clarinada y también la tradicional Caras y Caretas, un conocido semanario cuya primera y más exitosa etapa de publicación se dio entre los años 1898 y 1939.(3) El aparato de propaganda nazi en la Argentina tenía a varios destacados personajes, que eran clave para que el "mensaje" de Hitler llegara, muchas veces de manera directa y frontal (tal el caso de Clarinada) y en otras oportunidades de un modo más disimulado (Caras y Caretas). 


En el caso de la revista Caras y Caretas, la financiación también llegaba directamente de la embajada alemana en Buenos Aires. Los nazis depositaban el dinero en cuentas del Banco Nación y el Banco Alemán Transatlántico. Además, la publicación se beneficiaba de la inyección de dinero proveniente de la publicidad de las 300 empresas pro nazis en el país. Como era previsible, Caras y Caretas apoyó (y fogoneó) la candidatura del nazi Manuel Fresco como gobernador de la Provincia de Buenos Aires.


Nazis y argentinos, unidos, año 1937. Foto: Comisión Especial Investigadora de Actividades Antiargentinas del Congreso, Honorable Cámara de Diputados de la Nación.


Los  principales involucrados en estas operaciones desde ámbitos oficiales de la Alemania nazi en el país fueron Edmund von Thermann, ambajador alemán; Gottfried Sandstede, que cumplía funciones en la embajada germana como Encargado de prensa; y también Hans Gert Winter, quien no solo era jefe de enlace de los nazis en la empresa "Ferrocariles Alemanes", sino que era uno de los más activos efectivos de la Ettapendienst, la organización secreta de inteligencia -creada en 1911- cuya misión era la de recoger información sobre buques mercantes y de guerra (enemigos) que amarrasen en puertos extranjeros donde hubiera agentes alemanes destacados. A ellos se sumaba la presencia permanente -en cada reunión que se presentaba- del General Juan Bautista Sosa Molina, uno de los más entusiastas difusores del nazismo en el seno del Ejército Argentino. 


Apoyo del nazismo al periodismo cómplice en la Argentina, año 1937. Foto: Comisión Especial Investigadora de Actividades Antiargentinas del Congreso, 
Honorable Cámara de Diputados de la Nación.


Pero no estaban solos, y también formaban parte de ese círculo de extrema confianza (casi una "Omertá"), otros adeptos vernáculos como Manuel Fresco -gobernador de la Provincia de Buenos Aires entre 1936 y 1940, un ferviente filonazi-, Antonio Delfino -propietario de la empresa naviera “A.N. Delfino y Cía.”, de la cual también era accionista Sandtsede-, Carlos Silveyra -director de la revista Clarinada- y Roberto Noble (que, casualmente, era ahijado de Fresco). Delfino, vale destacarlo, trabajaba codo a codo con Winter, cerebro en Hamburgo (Alemania) del traslado del dinero expoliado por los nazis en las sacas que se transportaban a través de la Hamburg Süd de su propia compañía.


Silveyra, por su lado, se había destacado previamente por su odio al comunismo publicando el libro "El Comunismo en la Argentina" y por la fundación de la "Comisión Popular Argentina contra el Comunismo". Esa rabia al comunismo era acompañada por sus ideas sobre una conspiración mundial judía para destruir la civilización cristiana. En el lamentable primer editorial de Clarinada (publicada sin inconvenientes entre 1937 y 1945) podía leerse lo siguiente: “Programa de lucha sin cuartel contra ese ejército de alimañas, integrados por fuerzas aparentemente heterogéneas: materialismo, liberalismo, marxismo, comunismo, socialismo, anarquismo, ateísmo, masonería, etc., pero que están unidas en la misma finalidad : la destrucción de la civilización cristiana y que obedecen al mismo comando que las dirige desde las tinieblas: el judaísmo.” (Nº1, mayo de 1937).


Denuncia contra Carlos Silveyra y la editorial de la revista Clarinada, año 1943. 
Foliación 13, caja 19, Comisión Especial Investigadora de Actividades Antiargentinas del Congreso, 
Honorable Cámara de Diputados de la Nación.

El nombre de Clarinada fue propuesto por el general Juan Bautista Sosa Molina a Carlos Silveyra, y surgió a raíz del apodo de de "Clarín" por el que se conocía al escritor Leopoldo Arias -ultra nacionalista y de derecha-, que colaboraba activamente con la publicación; y era muy cercano a los filo nazis Manuel Fresco y Roberto Noble.  


Sin embargo, el director de Clarinada también pasó momentos de zozobra por sus cuestionables actividades. Así quedó demostrado cuando -entre enero y febrero de 1943- fue citado a declarar ante la Comisión Especial Investigadora de Actividades Antiargentinas en el Congreso de la Nación. Pese a su abarcativo nombre, esa comisión de diputados apuntaba muy concretamente contra las operaciones del nazismo en el país. De todos modos, la red de protección estaba extendida y Silveyra (a quien se le envió un extenso cuestionario previamente) logró eludir perfectamente el incómodo interrogatorio al que iba a ser sometido.

Telegrama de Carlos Silveyra al Congreso, 13 de febrero de 1943. Foliación 61, caja 19, Comisión Especial Investigadora de Actividades Antiargentinas del Congreso, Honorable Cámara de Diputados de la Nación.

Respecto de Noble, vale decir que tampoco era un cualquiera en el laberíntico ambiente filo nazi-fascista local; ya que cuando Fresco fue electo gobernador, asumió como Ministro de Gobierno, un importante cargo que ejerció hasta que en 1939 se vio obligado a renunciar por exigencias del nuevo presidente Roberto Ortíz, quien lo acusó del manejo discrecional de fondos públicos, además de hacerlo directamente responsable por la manipulación intencionada de votos en las recientes elecciones. Noble había trabajado en la sección deportiva del diario La Nación, fue uno de los fundadores del semanario Crítica Social y (militando en el partido Socialista Independiente) fue subdirector y -posteriormente- director del periódico Libertad. También trabajó en el diario Concordancia, el órgano del bloque de diputados socialistas creado tras el golpe militar de 1930 a manos del general José Félix Uriburu. Pero con el fortalecimiento de los nazis en la Argentina, todo cambió. Su ingreso a la redacción de la revista Caras y Caretas, marcó un antes y un después, y un cambio de rumbo que ya no abandonaría jamás. En 1937 ya era un destacado colaborador de la publicación., en tanto que las reuniones en la redacción de la revista eran cosa de todos los días, con encuentros que -en su mayoría- se daban junto al intimidante Hans Gert Winter, aunque también se encontraban en otros lugares, como el Club Alemán de Buenos Aires. Con ese marco es que Noble en 1938 se mostró -firme y orgulloso- junto a Fresco y von Thermann en las gradas del estadio Luna Park de Buenos Aires, durante el más multitudinario acto nazi llevado a cabo fuera de las fronteras germanas, para celebrar el "Anschluss", la anexión de Austria a la Alemania nazi. Junto a todos los nombrados, conformó un tándem imparable. 


Despedida del agente nazi Hans Gert Winter por su viaje a Villa La Angostura. Rodeado por su círculo de confianza, entre ellos Roberto Noble. Foto: Comisión Especial Investigadora de Actividades Antiargentinas del Congreso, Honorable Cámara de Diputados de la Nación.


La protección de la que gozaba Noble se notó de muchas diferentes maneras, pero una en especial fue digna de destaque. El 28 de Octubre de 1942, se vio obligado a publicar una solicitada en varios periódicos negando las acusaciones que lo sindicaban como uno de los organizadores de orgías con jóvenes cadetes del Colegio Militar, un escándalo de proporciones que pudo haber sido su final. De todos modos, pudo zafar amparado por fuertes intereses -económicos- que lo ayudaron a "limpiar" su manchada reputación. El poder local de los nazis fue fundamental para lograr esa salvación.(4)


Claro que cuando el telón de la Segunda Guerra Mundial cayó implacable en forma de dura derrota sobre la Alemania nazi de Hitler, hubo que mover las fichas luego de que los Aliados patearan el tablero. Así las cosas, y tras la falsa, tardía (e inútil) declaración de guerra de Argentina al Eje (Alemania-Italia-Japón) en marzo de 1945, se determinó que también los medios que habían apoyado la barbarie, la intolerancia y la violencia sin razón del nazismo, debían camuflarse y cambiar de piel. Cambiar para que nada cambie. Con la premura que ameritaban las circunstacias, el martes 28 de Agosto de 1945 (apenas tres meses después del cierre de Clarinada) salió a las calles una publicación que -con su nombre y emblema- rendía el más sincero homenaje a la desaparecida revista de tendencia nacionalsocialista: se publicaba por primera vez el Diario Clarín, y su director era -nadie menos que- el camaleónico Roberto Noble.


Detalle de movimientos de cuenta de Roberto Noble.
Comisión Especial Investigadora de Actividades Antiargentinas del Congreso, 
Honorable Cámara de Diputados de la Nación


Fue el filonazi Manuel Fresco quien -poco después- intercedió para que todo lo que se había expropiado de Clarinada -en el edificio del BaNaDe (Banco Nacional de Desarrollo) ex Banco Germánico de América del Sud- pasara a manos de Noble. Las máquinas impresoras alemanas, marca "Heilderberg", que estaban en el subsuelo del edificio de 25 de mayo 170 (la sede nazista) eran tres en total, mediante las cuales se imprimía Clarinada, material del Banco Germánico de América del Sud, del Banco Alemán Transatlántico, de la Embajada nazi y de Ferrocarriles Alemanes. 


De allí en más, nada ni nadie pudo detener el andar de Roberto Noble. El empresario que tan rápido ascendió gracias a sus simpatías germanófilas y filo nazis, usó el mismo crédito que Clarinada tenía en el Banco Germánico y el Banco Nación para financiar su nuevo proyecto, y se quedó con dos de las costosas máquinas impresoras y la linotipia de Clarinada, que utilizó a su provecho y con "guiño" de las autoridades nacionales (el gobierno de facto de Farrell-Perón) para levantar un auténtico imperio con el diaro Clarín, que aún continúa.



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El artículo no expresa ideología política, solo investigación histórica. 

Un agradecimiento especial al ingeniero Pedro Alberto Filipuzzi, autor del libro "La ruta del dinero de los nazis argentinos" (Dunken, Argentina, 2020), auspiciado por el Centro Simón Wiesenthal. Aporte de información y fotos para este artículo.

Notas/Referencias:

(1): La Razón, 3 de abril de 1933, citado en: Ebel, A., p. 84.

(2): Argentinisches Tageblatt, 24 de abril de 1933.

(3): Posteriormente volvió a publicarse en la Argentina en septiembre de 1951 (números 2140 al 2186), en 1982, y desde 2005 hasta el presente.

(4): "Perón y la raza Argentina" - Marcelo García, Ediciones B, Argentina, 2019.

Fotos y documentos: 

Comisión Especial Investigadora de Actividades Antiargentinas del Congreso, Honorable Cámara de Diputados de la Nación.