John F. Kennedy, admirador de Adolf Hitler.
Como casi siempre sule suceder, la imagen impoluta, inmaculada, progresista, respetuosa de las libertades y los derechos de la que han gozado muchos personajes históricos y que se nos "cuenta" desde la historia oficial también tiene...su Historia Lado B.
El gran demócrata norteamericano, ese mismo Kennedy que supo captar adeptos y admiradores incluso fuera de las fronteras norteamericanas, creyentes de sus ideales libertarios y de su clara postura en favor de los derechos universales, había realizado un largo viaje por Europa muchos años antes de pasar a la historia y ser una auténtica celebridad mundial. Entre 1937 y 1945, un veinteañero John Fitzgeral Kennedy recorrió de lado a lado el maltrecho continente europeo y pudo experimentar de primera mano cómo era la Europa en los días previos a la segunda guerra mundial y también aquellos en los que se tuvo que sufrir los golpes de la más cruenta contienda bélica vivida hasta ahora.
Kennedy dejó todo registrado en su diario personal y también plasmó sus pensamientos en un sinfín de cartas enviadas desde Europa, material que ha recuperado el escritor Oliver Lubrich en su libro (pronto a editarse en el momento de redactarse este post) "John Kennedy entre los alemanes. Diarios y cartas 1937-45". De todo el material recopilado de los archivos personales de Kennedy hay muchas cosas que llaman la atención pero ninguna como ciertas constancias sobre su profunda admiración hacia el nazismo imperante y hacia el nefasto Adolf Hitler. No faltan también las ponderaciones hacia Mussolini y el fascismo italiano, por supuesto. Sorprende ¿Sorprende?
Decía Kennedy en su diario personal en la página correspondiente al 3 de agosto de 1937: “Dormí mucho y con un Tour de American-Express llegué a Milán. Bella catedral, una de las más grandes del mundo. Leo a Gunther y llegué a la conclusión de que el fascismo es la cosa más justa para Alemania e Italia, el comunismo para Rusia y la democracia para los Estados Unidos de América”.
Y luego agregaba: “No existe duda de que estos dictadores en sus países, gracias a sus eficaces propagandas, son más amados que afuera” sin dudar un instante declarándose en esas mismas páginas como un "gran fanático de Hitler", según sus propias palabras.
Diarios privados de John F. Kennedy.
Si bien podría llegar a creerse (muy vagamente) que Kennedy "desconocía" algunas cosas que se daban en aquella sanguinaria Europa amenazada (y algo más) por los nazis (de hecho su padre había tenido muy buena relación con los jerarcas nazis del momento...), eso no puede decirse ya en las postrimerías de la segunda guerra mundial. Decía Kennedy en su diario llegando a mediados del año 1945:
“Todo está destruido. No existe un edificio que no esté incendiado. En algunas calles el olor de los cadáveres es terrible”. “La ilimitada ambición por su país lo volvió una amenaza el mundo. Sin embargo, tuvo algo misterioso en su modo de vivir y en su modo de morir, que lo sobrevivirá y crecerá. Tenía la pasta de la que están hechas las leyendas”.
Vamos de nuevo con sus palabras finales sobre Hitler: "Tenía la pasta de la que están hechas las leyendas”...
Lo curioso de todo esto es que no sepamos ver más allá de lo establecido y la conclusión que saquemos sea que todo aquel que admire a Hitler sea automáticamente invalidado. Ese pensamiento es a todas luces zafio, vulgar y borrego a más no poder. Pero vivimos en un mundo en donde la masa no piensa, precisamente ese mundo del que Kennedy fue su máximo exponente. Curiosamente, mientras nuestras calles se llenan de antifascistas, cuyo creador fue el más sanguinario de la historia, Stalin y el comunismo con más de 100 millones de víctimas, nadie se lleva las manos a la cabeza.
ResponderEliminarNACHO: en primer lugar no estoy invalidadndo lo bueno que haya realizado a su manera Kennedy. En segundo lugar creo que vos caes en un error común y es que sostenés que porque se lo critica a Hitler no se tiene nada malo para decir de las atrocidades de otro criminal como Stalin. Una cosa no is igual a la otra. Insisto, Hitler era un asesino, enagenado y criminal. Y (oh! sorpresa para vos...) sostengo que Stalin también, cosa que no niego ni menciono en esta nota...
ResponderEliminarPero curiosamente no haces una entrada de la cantidad de dirigentes que se declaran antifascistas ( ese movimiento creado por Stalin). Lo que quiero decir, es que es ya muy vulgar criticar a quien admiro a Hitler. Admito si, tu respuesta y la valoro. Saludos amigo.
ResponderEliminarNacho, si es vulgar o no, realmente no lo se y tampoco es algo que me quite el sueño. Entiendo muy claro tu postura y vale tu aporte también, seguramente con tus comentarios y (¿por qué no?) alguna polémica que llevemos adelante con altura, aportarás mucho al blog. De mi parte no es una postura contraria a Hitler de manera pacata o algo por el estilo. Es sincera la postura y opinión del blog sobre eso y (ojo) tampoco pretendo demonizar a quienes se han manifestado favorables a unos y otros. La idea es simplemente mostrar ese LADO B de muchos personajes históricos o resaltar algunas historias que, aunque mínimas avces, son inesperadas. Y si hablo precisamente de INESPERAO, es que hablo en este caso de Kennedy, a quien respeto y admiro en muchos aspectos... pero (vamos!) es que éste cosatdo suyo no era el que más se conocía. De eso se trata, nada más. Saludos y espero sigas aportando tus comentarios en HISTORIAS LADO B. Sos más que bienvenido.
ResponderEliminarNacho: En este post de hace tanto tiempo que ahora rescato... no hablo precisamente bien de Stalin. O sea: también me he acordado de este criminal de guerra que creo era no sólo comparable a Hitler, sino que era peor todavía. Fijate: http://historiasladob.blogspot.com.ar/2012/03/conferencia-de-yalta-el-dia-que.html
ResponderEliminarLa demonización que se ha hecho de Hitler por los vencedores de la SGM, ha tenido como propósito justificar los numerosos crímenes cometidos por ellos: bombardeos de terror sobre cientos de ciudades alemanas, causando la muerte de dos millones de civiles, los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, la muerte por hambre de más de un millón de soldados alemanes prisioneros, así como la expulsión de 14 millones de civiles alemanes de las provincias de Pomerania, Silesia, Prusia Oriental, Los Sudetes, Polonia, Hungría, Eslovaquia y Rumanía, donde vivían desde hacía más de 700 años, muriendo en la travesía 2 millones de ellos.
ResponderEliminarHitler nunca quiso la guerra, la guerra le fue impuesta por el sionismo internacional, liderado por Roosevelt y Churchill, que empujó a la guerra a Polonia, Francia e Inglaterra en septiembre de 1939, para terminar con el liderazgo europeo en las principales decisiones del mundo, que pasó al finalizar el conflicto, a los EUA.
Tampoco olvidemos que el sionismo le había declarado la guerra económica desde mayo de 1933, cuatro meses después de la designación de Hitler como Canciller.
Independientemente de lo que digamos aquí, en pro o en contra de estos dos grandes personajes, hay una realidad, Adolfo Hitler y John F. Kennedy ya ocupan un lugar relevante en la Historia, como grandes líderes y estadistas del mundo.
Pretender cambiar esa imagen es como querer tapar el sol con un dedo.
igualmente (al menos en lo mostrado), Kennedy no se muestra a favor del fascismo en Europa simplemente dice que es lo mas justo, y esto podria justificarse con las condiciones historicas que llevaron a los fascismos a tomar fuerza, no los aprueba y por otro lado hitler se convirtio en una leyenda, sino este blog no existiria, obviamente para mal, pero una leyenda al fin. Me gustaria leer ese libro para ver literalmente que escribio Kennedy, sabes de su publicacion en Argentina?
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