En mayo de 1940 escapó misteriosamente del Arsenal Naval de Buenos Aires. Era tripulante del Panzerschiff Admiral "Graf Spee". Llegó a la Patagonia argentina y, con los años, se estableció en Caleta Olivia. Esta es la historia de quien ha sido uno de los últimos custodios del mismísimo Adolf Hitler en la Argentina.
Heinrich Bethe (Enrique Berthe o Juan Paulovsky. Planillas prontuariales. (En archivo personal del autor)
Muchos de esos marinos procuraron regresar al servicio activo por la causa de la Alemania nazi y fueron asistidos por una extendida y oculta red que contó con la ayuda dispensada por agentes de la Abwehr, funcionarios diplomáticos de la embajada germana en la capital argentina, espías del SD (Sicherheitsdienst ó Servicio de Seguridad dependiente de las SS), la Gestapo y -por supuesto- secretos colaboradores civiles y militares del ámbito local; algo que posteriormente involucró la necesaria participación de prominentes figuras del Gobierno Nacional.
Muchos otros, en cambio, decidieron quedarse en Buenos Aires, mientras que varios de sus camaradas optaron por comenzar una nueva vida en diferentes localidades del interior del país.
Entre tantos, se destacó el caso de Heinrich Berthe, un técnico electro mecánico del "Graf Spee", asentado por agentes argentinos en la ficha prontuarial como Enrique Berthe (tradujeron su nombre), con foja Nº 65-570.
Con el paso de los años, este marinero llegó a la Patagonia. Estuvo en varios lugares, entre ellos Bariloche, puerto Santa Cruz y -finalmente- Caleta Olivia, sobre las desoladas y gélidas costas de la provincia argentina de Santa Cruz, bañadas por el océano Atlántico Sur; algo que no sólo le daría la protección y seguridad que tanto buscaba, sino también la invalorable cercanía de influyentes contactos estrechamente relacionados a fuertes intereses alemanes largamente establecidos en zonas cercanas como Comodoro Rivadavia -entre otras localidades- en donde firmas como la poderosa Lahusen y Astra, eran poco menos que dueñas de facto del lugar.
No hay datos precisos que acrediten el momento exacto en que se produjo la "transformación", pero -como fuera- Heinrich Berthe (o Enrique Berthe) luego sería conocido por los vecinos como Juan Paulovsky, el "alemán mecánico" de Caleta Olivia.
Su vida transcurrió con cierta calma y relativa normalidad hasta que, dada la previsible derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial, alguien le encomendó su más difícil y preciada misión. Una tarea que podría poner su vida en peligro y lo convertía en insospechado protagonista de una historia que involucró dosis iguales de intriga, conspiración y alto riesgo: en adelante, sería, uno de los celosos custodios del mismísimo Adolf Hitler, cuando el Führer llegara a la Argentina.
En torno a Berthe/ Paulovsky, hay algo que no deja de ser sugestivo y verdaderamente curioso.
Todo comenzó hace ya varios años y -de acuerdo a datos conseguidos por Historias Lado B de parte de Jorge Pedro Bordón-, "lo que llamó la atención era el alto valor pagado por dos viejos Volkswagen con doble tracción, de engranaje manual, únicos en el mundo; por lo que se deduce que tenían una caja extra que acoplaba con la transmisión para dar tracción en las cuatro ruedas, posiblemente dando vuelta el motor de un "Schwimmwagen" -el escarabajo anfibio usado por las fuerzas del III Reich en Europa- lo cual permitiría que el engranaje de la hélice se posicionara hacia adelante y llevara la fuerza a las otras ruedas.
Hitler y Himmler observando un SchwimmWagen.
Allí, en Caleta Olivia, nadie lograba explicarse la extraña presencia de esos dos rarísimos Volkswagen que, durante muchos años el "alemám mecánico" conservó arrumbados en un viejo gallinero y que -de buenas a primeras- un día, decidió vender.
Es posible que esos dos viejos Volkswagen de doble tracción, hayan sido llevados por Bethe/Berthe/ Paulovsky hasta Caleta Olivia para hacerlos desaparecer del lugar en donde habían funcionado y cumplido con su cometido: la Estancia "La Clara", ubicada en cercanías de la residencia "Inalco" (en Villa La Angostura), en donde se habría de refugiar momentáneamente Hitler apenas llegado a la Patagonia de Argentina.
En este punto, otra curiosidad: el nombre de la estancia era el mismo que el de la madre del Führer.
Caben, entonces, varias preguntas sobre esos vehículos alemanes aparecidos en el sur argentino: ¿quién los trajo? ¿dónde se re armaron?¿por qué estaban en manos de un personaje ignoto?
Tal vez el exmarinero electro mecánico del "Graf Spee" hubiese podido responder estos interrogantes. Sin embargo, tras ocultar los Volkswagen con los que habría trasladado por la Patagonia a Hitler, Berthe/ Paulovsky falleció en 1977 y se llevó su más valioso secreto a la tumba.
Hubo otro grupo de marineros del "acorazado de bolsillo", que fueron a Mendoza, donde formaron familias,algunos volvieron (luego de la guerra ) a Alemania abandonando a esposas he hijos, otros se radicaron en la provincia, quizá uno de los mas respetados fue el que se destacó como profesor de educación física, tanto en la Universidad Nacional de Cuyo como así también en el Club Mendoza de Regatas.....se lo veía,incluso siendo muy mayor manejando su moto BMW.
ResponderEliminarMención especial para Ud., amigo y lector Jorge Pedro Bordón. Gracias por el aporte.
EliminarMuy bonita la nota incluso por la forma de escribir se puede decir que sos mendocino o que viviste en Mendoza Argentina...
ResponderEliminarIgual un tanto volatil la informacion: imaginemos esta situacion suponiendo que Hitler llego en submarino a Arg.
Por entonces el hombre mas buscado del mundo tras atravezar todo el oceano atlantico llega a la costa Arg. Todos suponemos que a tal circunstancias la enmarca un hermetismo de "Hierro", por ello se supone que los colaboradores de Adolf H. En Argentina solo contratarian a personas de suma confianza. Entonces la pregunta es ¿¿¿porque contratarian los alemanes que eran tan metodicos a un hombre que es practicamente un desertor??? Ademas contratarlo ni mas ni menos que para cuidar a Hitler.... no no cierra la cuestion.
Por otro lado es cierto que existe esa estancia llamada "la carla" pero se llama asi por el nombre de la primer mujer del dueño que tenia en esa epoca la estancia ademas la madre de Hitler se llamaba Karla (con K).
Por otra parte la fuesnte es un tanto volatil. Osea si la fuente es "la gente dice" yo podria tambien afirmar que este ex marino (suponiendo que sea el) tenia en su patio un panzer....
Al igual que ese profesor de gimnasia que andaba en un BMW (nombre? Algun dato ciero?)
No hay nada concluso o con cierto grado de veracidad. Porque que en mendoza hubieron nazis jajaja chocolate por la noticia.
El profesor de educación física - ya fallecido - al que alude el sr. Jorge Pedro B. fue ampliamente conocido en Mendoza. Y hasta el día de hoy imperan su memoria e influencia positivas en la formación en muchos jóvenes mendocinos.
EliminarOtro apodo de Bethe era Pablo Glocknick en Argentina. Recomiendo el libro Hitler murió en la Argentina de Jeff Kristenssen.
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