viernes, 11 de junio de 2021

Entrevista a Marcelo García: “Cuando el periodismo en la Argentina también fue nazi”


Artículo original:

Entrevista a Marcelo García: “Cuando el periodismo en la Argentina también fue nazi”

https://www.radiojai.com/index.php/2021/06/11/103562/entrevista-a-marcelo-garcia-cuando-el-periodismo-en-la-argentina-tambien-fue-nazi/


Marcelo García cuenta a los oyentes de Radio Jai el por detrás de su nota titulada “Revista ‘Clarinada’: cuando el periodismo en la Argentina también fue nazi”, explicando el gran tamaño del movimiento filonazi en la República Argentina con el visto bueno de los sucesivos gobiernos y de la iglesia.

En entrevistado destaca la gran cantidad de publicaciones con ideologías vinculadas al nazismo que existieron durante entre el periodo de posguerra y el fin de la Segunda Guerra Mundial en el país. Da como ejemplo el Deutsche La Plata Zeitung, un diario en idioma alemán que en “1931 fogoneó desde sus páginas la filial del partido Nazi en la Argentina”, la primera filial del partido nacional socialista fuera de Alemania habilitado oficialmente desde la central del partido. Menciona también otros dos periódicos en alemán de misma ideología: Der Trommler (el Tamborilero) y El Alemán en Argentina, a los que suma una larga lista de publicaciones en español como Bandera Argentina, Crisol y El Pampero, este último “financiado directamente por Alemania [Nazi] a través de la embajada”. García remarca también, la participación del diario La Razón en la promoción de esta ideología de odio, mencionando una “editorial de abril de 1933… [en la que] se hablan loas del régimen de Hitler”.

En cuanto al conocimiento del público general argentino acerca de lo que realmente planeaba el Partido Nazi, García aclara que a pesar de que “no tenía detalle fino de las atrocidades, las barbaridades, los crímenes que se cometían en los campos de concentración, de exterminio; de ninguna manera puede decirse que el ideario nacional socialista no era conocido en la Argentina, sus conceptos, sus planeamientos básicos, violentos, antijudíos, anticomunistas, intolerantes, lejanos a las ideas de la democracia”. Incluso, declara que “en Argentina sucedían cosas que luego sucedieron en Europa”.

Según Marcelo García, en Argentina se pudo ver con anticipación, lo que la ideología nazi generaría poco después en Europa a gran escala: “Durante los festejo del centenario de la República Argentina en 1910, se cometieron atrocidades contra la comunidad judía en diferentes barrios, el barrio de Once, se hicieron pogroms, como luego se hicieron en Europa”, nueve años después, durante la Semana Trágica se desató una gran ola de violencia “contra gente de izquierda y sobre todo contra inmigrantes y sobre todo contra la comunidad judía”. Además, resalta que “en la plaza del congreso se llegó a hacer una quema de libros, y eso todavía no había sucedido ni en la Italia Racista de Mussolini ni en la Alemania Nazi, porque Hitler todavía no estaba en el poder”.

En lo que refiere en específico a Clarinada, la revista sobre la que escribe su artículo, el periodista explica que fue una revista mensual, que se publicó entre mayo de 1937 y 1945, año en que dejó de imprimirse debido a la presión internacional a la que se vio expuesta Argentina, impulsándola a declararle la guerra al eje cuando el mismo ya había sido derrotado.

Explana que: “La bajada de línea de la revista se resumía con una especie de slogan que salía publicado en su portada [que] decía escuetamente ‘Revista anticomunista y antijudía’”. Su contenido, era administrado por su director, Carlos Silveyra, quien al igual que la mayoría del staff de la revista, pertenecía a la Comisión Popular Argentina contra el Comunismo; un organismo que seguía la tendencia de asociar el comunismo con el judaísmo, por lo que también era de carácter antisemita.

Por último, García aclara que el apoyo hacia revistas como Clarinada no provenía únicamente de sectores expresamente filonazis, sino también del gobierno y la iglesia. El primero de ellos a través de un “fuerte apoyo económico” a través de “avisos publicitarios que le permitían a la revista subsistir económicamente” y la segunda a través de apoyo ideológico, debido a que entendía a la lucha contra el comunismo como una lucha contra el ateísmo.

Por TP/RJ


Reproducción autorizada citando la fuente con el siguiente enlace Radio Jai



viernes, 2 de abril de 2021

El Gran Reinicio: el oscuro plan de la élite mundial para "resetear" la economía tras la pandemia

Quienes manejan los hilos ocultos del poder han encontrado el "lado positivo" de la letal pandemia de coronavirus que azota al mundo entero. Los "elegidos" diseñaron un plan al que llamaron "El Gran Reinicio" (The Great Reset) al que ya pusieron en marcha. China, en el centro de la escena. El Príncipe Carlos de Inglaterra, el director del Foro Económico Mundial y -hasta- Joe Biden y Donald Trump, son algunos de los involucrados en la trama.

Artículo original: https://www.diario26.com/298016--el-gran-reinicio-el-oscuro-plan-de-la-elite-mundial-para-resetear-la-economia-tras-la-pandemia

"El Gran Reinicio" y algunos de los actores principales.

Desde el comienzo mismo de la pandemia de coronavirus, detectada en la ciudad china de Wuhan en diciembre de 2019, fueron muchas -tal vez demasiadas- las versiones echadas a correr en torno al origen de la misma, y fue así que (ante la evidente imposibilidad de encontrar respuesta alguna) surgió una incontenible catarata de pronósticos sobre lo que sucedería "el día después", cuando el mundo entero regrese a la tan ansiada "normalidad". Pero claro que la duda queda reservada exclusivamente a los simples mortales, que no son precisamente quienes manejan los hilos ocultos del poder. Del otro lado está la elite, la crema y nata de la dominación mundial, y entre sus más preciadas prioridades está la economía, sobre todo la suya.

Nada, absolutamente nada, puede escapar al control de un reducido grupo de personajes -todos poderosos e influyentes- que necesitan en exclusivo beneficio personal, saber exactamente cómo será cada minuto en el mundo que se viene. Porque lo que nadie puede dudar a esta altura de las circunstancias, es que algo "pesado" se viene. Para comprender cabalmente de qué estamos hablando, hay que remontarse hasta no hace mucho tiempo atrás, a mayo de 2020, cuando el oscuro plan fue presentado -ante unos pocos "elegidos"- por el Príncipe Carlos de Inglaterra y Klaus Schwab, el director del Foro Económico Mundial (FEM).

El título -y el objetivo- del encuentro fue tan enigmático como aterrador: "El Gran Reinicio" (The Great Reset). 

Mareados apenas iniciado este maquiavélico juego de humo y espejos en que nos meten a la fuerza, es necesario advertir por anticipado que para que algo "reinicie", debe ser previamente "apagado", o si se quiere "desconectado". Y de eso se trata: del desenchufe de la economía mundial, para que puedan juntarse los naipes, mezclarlos y volverlos a repartir. Aunque -se sabe- que la elite mundial juega siempre (siempre) con las cartas marcadas y un as oculto en la manga. De modo que, para ellos, de azar nada de nada. Dicho de otro modo; "El Gran Reinicio" es una propuesta del Foro Económico Mundial (FEM) para "reconstruir" la economía de manera sostenible (para ellos) tras la pandemia de Covid-19.

La inauguración de "El Gran Reinicio" tuvo lugar el 21 de enero del 2021, con la reunión de toda la élite financiera, tecnológica y política mundial. El lugar de encuentro fue la ciudad de Davos, en Suiza, y el mismísimo Príncipe Carlos fue quien se dio el gusto de dar el puntapié inicial. Se trata de aprovechar el asombroso impacto del coronavirus para avanzar en una agenda específica, la cual encaja perfectamente con otra similar: la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. A todas luces suena -al menos- irónico que el principal foro de las más importantes empresas del mundo, que impulsó el programa de globalización empresarial desde el decenio de 1990, adopte ahora lo que llaman "desarrollo sostenible". ¿Qué pretenden el Foro Económico Mundial y sus socios?


Klaus Schwab y el Príncipe Carlos de Inglaterra. Foto: Reuters.

El 3 de junio el presidente del FEM, Klaus Schwab, empezó a hacerlo (más o menos) público y lanzó un video en la web oficial del Foro Económico Mundial anunciando que el tema anual para 2021 era, sí o sí, "El Gran Reinicio". Los portavoces del FEM enmarcan el "reinicio" de la economía mundial en el contexto del coronavirus y el consiguiente colapso de la economía industrial mundial. Curioso. 

El sitio web del FEM afirma: "Hay muchas razones para llevar a cabo un Gran Reinicio, pero la más urgente es el Covid-19". En otras palabras: "El Gran Reinicio" de la economía mundial surge del drama del coronavirus, el sufrimiento de millones de personas y la "oportunidad" inmejorable que se le presenta a los popes del poder oculto mundial.


El "anuncio" en la web del Foro Económico Mundial.


¿Cuál es la idea? Según el Foro Económico Mundial, la pandemia de coronavirus supone una buena chance para dar forma a una recuperación económica y a la futura dirección de las relaciones globales, de las economías y las prioridades.​ Cuando el Príncipe Carlos presentó el plan, tuvo el tupé de decir (sin ponerse colorado) que sólo será implementado si la gente lo quiere.​ De acuerdo al heredero de la Corona británica, la recuperación económica debe poner al mundo en el camino hacia la sostenibilidad, con sistemas rediseñados para ayudar. El precio de las emisiones fue mencionado como un modo de ayudar a lograr la sostenibilidad. También destacó que la innovación, la ciencia y la tecnología necesitan ser revitalizadas para que podamos lograr avances significativos que nos ayuden a hacer que las ideas sean más rentables.​ Del mismo mdo, deberíamos adaptarnos a la realidad actual dirigiendo el mercado hacia resultados más justos, garantizando que las inversiones estén dirigidas al progreso mutuo, incluida la aceleración de inversiones respetuosas con el medio ambiente y, además, comenzando una cuarta revolución industrial que cree economía digital e infraestructura pública. El Príncipe Carlos enfatizó que el sector privado sería el principal impulsor del plan.​ Todo muy lindo, en la teoría y las palabras.

Para reforzar los conceptos y que la letra entre (¿acaso con sangre?) se ha publicado un libro en el que Schwab y el economista Thierry Malleret detallaban, con lujo de detalles, el siniestro plan.​  


El libro de Klaus Schwab y Thierry Malleret: "Covid-19: The Great Reset".

Con su libro "Covid-19: The Great Reset" bajo el brazo, Schwab se animó a contar más claramente su idea: "...un aspecto positivo de la pandemia es que ha demostrado lo rápido que podemos hacer cambios radicales en nuestro estilo de vida. Casi instantáneamente, la crisis obligó a las empresas y a los individuos a abandonar prácticas que durante mucho tiempo se consideraron esenciales, desde los frecuentes viajes en avión hasta el trabajo en una oficina".

La propuestas más importante de esa publicación tiene aspecto de un siniestro "lavado de cabezas" y reza: "No poseerás nada y serás felíz". ¿Más clarito, échele agua?

Aunque claro que no es el único libro en el que la élite mundial se ha "inspirado". Hay otro -muy interesante- y, lo asombroso (o no tanto), es que fue escrito por David Harvey en 2010, hace ya largos 11 años. El libro se llama "A companion to Marx's capital" ("Un compañero del capital de Marx") y en una de sus páginas puede leerse algo casi premonitorio. 

Allí se dice: "Si el tiempo de circulación (de las mercancías) se prolonga por alguna razón (por ejemplo, el Canal de Suez se bloquea), entonces "habrá que obtener capital adicional ... del mercado monetario", y si esto es generalizado, entonces puede "ejercer presión sobre el mercado monetario", con lo que Marx presumiblemente quiere decir que la demanda adicional de capital monetario, en igualdad de condiciones, elevará las tasas de interés. Esto tendrá un impacto definitivo sobre la oferta y la demanda de capital monetario que, como vimos anteriormente, es el determinante clave de las tasas de interés".


El libro "A companion to Marx's capital" y su extraña mención al bloqueo al Canal de Suez.


Digno de destacar: en 2010 este hombre ya planteaba la idea de complicar el comercio mundial interrumpiendo el paso por el Canal de Suez, algo que en efecto sucedió durante el mes de marzo de 2021 con un gigantesco buque portacontendores de la empresa EverGreen, cuyos capitales son... chinos.

Y como siempre, sobre todo teniendo en cuenta que China está de por medio, está el lado B de esta conspiración mundial. La teoría alternativa es también arriesgada, pero no por eso, menos creíble. Los cerebros de "El Gran Reinicio" aseguran que la Organización Mundial de Salud (OMS) está bajo el control del Partido Comunista de China, y que planearon una pandemia, creando el coronavirus para establecer las condiciones necesarias para llevar a cabo una reestructuración de los gobiernos de todo el mundo. También afirman que los objetivos principales son los de tomar el control económico global e instaurar en el mundo un régimen totalitario comunista, por ende, un Nuevo Orden Mundial por parte de China. Tal régimen eliminaría libertades y los derechos de propiedad, enviaría el ejército a las ciudades, impondría la vacunación obligatoria y crearía campamentos de aislamiento para aquellos que se resistan.​ 

Entre las muchas cosas que los defensores de esta teoría señalan como la evidencia de una realidad se encuentra un tuit de 2016, ya borrado, que entonces describía cómo podría ser la vida en 2030 (muy similar a todo lo anteriormente relatado); y -más recientemente- el eslogan de la campaña presidencial del demócrata de Joe Biden para llegar a la presidencia de los Estados Unidos: "Build Back Better" ("Reconstruir mejor"). 


Masiva protesta contra "El Gran Reinicio". Foto: Reuters.

Pero hay más: quienes abonan a esta teoría, insisten en destacar que el expresidente estadounidense Donald Trump es el único dirigente mundial con la intención de evitar que el plan se concrete. El modo en que se produjo su salida de la Casa Blanca -más allá de aciertos y errores propios- amerita considerar seriamente esta posibilidad. Todos mezclados. Los de un lado y los de otro. Como los naipes en el maso.

Señoras, señores, niñas y niños; pongan su dedo en el botón de "Restart" y... bienvenidos a la guerra.

​ 

Consulta y referencias: https://www.weforum.org/great-reset/


jueves, 18 de marzo de 2021

El fantasma de los marineros del acorazado nazi Graf Spee en una vieja mueblería abandonada

Una caminata, la aparición de un misterioso informante y la curiosa historia que se esconde en el edificio abandonado de "Barthel Muebles", en el barrio porteño de Coghlan. Un relato signado por la presencia de fantasmas legendarios.

La vieja mueblería abandonada en Coghlan. Foto: Marcelo García.


Mi padre tenía una sana y sagrada costumbre: amaba salir a caminar. Eran largas caminatas desde su querido barrio porteño de Villa Urquiza con rumbo a zonas -a veces- algo lejanas. En cierto modo, se debaja llevar. El ritual duraba horas, desde pasado el mediodía hasta bien entrada la noche, cuando sentía que llegaba el momento que lo forzaba a regresar. Así armó un archivo envidiable, con datos, historias curiosas, alguna que otra leyenda, fotografías y un sin fín de maravillosas ilustraciones que él mismo hacía de los lugares por donde solía pasar.


Una de sus aventuras -que no ran un escape, sino un encuentro con sí mismo- lo llevó hasta el barrio de Coghlan, cuando se encontró frente a una bella propiedad en la calle Freire 3065, casi esquina Iberá. Se trataba de un magnífico complejo de edificaciones que albergó a la firma "Barthel Muebles" y que -milagrosamente- aún se encuentra en pie, pese a que hace muchos años dejó de funcionar. Pasar por allí y no detenerse es sencillamente imposible.


A principios del Siglo XX, la zona era parte de un corredor ubicado al noroeste de la Ciudad de Buenos Aires, que se transformó en uno de los principales polos industriales de aquellos tiempos, con inmejorables oportunidades para hacer negocios. En 1921, Enrique Barthel fundó allí su propia compañía, que empezó fabricando mobiliario de estilo y, luego, se especializó en la restauración de muebles antiguos. 


La entrada a "Barthel Muebles", un lugar lleno de misterios. Foto: Marcelo García.


"Barthel Muebles" fue una de las primeras compañías asentadas en el -por entonces- incipiente barrio de Coghlan; incluso antes de la llegada de la "Nestlé" y la poderosa "Sedalana", una empresa dedicada a la exportación de lanas desde la Patagonia, con fuerte inyección de intereses alemanes, luego nazificada, y perteneciente al poderoso consorcio "Lahusen".


La mueblería creció haciendo trabajos a pedido para otros negocios del ramo, pero sobre todo vendiendo muebles a importantes bancos y embajadas, entre ellas la de la Alemania nazi. Para el año 1940, empelaba a unas setenta personas. 


La mueblería que resiste el paso del tiempo. Foto: Marcelo García.


Mi padre quedó maravillado frente al viejo portón de madera que -celoso- aún franquea la entrada. Por las vueltas del destino (o vaya uno a saber por qué) apareció un hombre entrado en años, casi como él, y -como no podía ser de otro modo, tratándose de mi padre- surgió la conversación. El "aparecido", posiblemente un cuidador, señaló la construcción (de un piso, con bella galería) al fondo del terreno y largó lo más interesante: "Allí es donde se escondían los alemanes". Y el dato, llevó a la pregunta inevitable: "¿Qué alemanes?"


La parte trasera del inmueble, donde vivían "los alemanes". Foto: Marcelo García.


El inesperado "informante" se despachó como si nada, y sin dar vueltas a la atrapante cuestión, le contó sobre un grupo de marineros del Panzerschiff Admiral Graf Spee, el legendario acorazado de bolsillo de la Kriegsmarine (Marina) nazi, autohundido por su capitán Hans Langsdorff tras la épica Batalla del Río de la Plata el 17 de diciembre de 1939, entre las costas de Buenos Aires y Montevideo (Uruguay) tras verse rodeado de los destructores británicos HMS Achilles, HMS Exeter y HMS Ajax.


Los tripulantes del Graf Spee internados en la Argentina en ese momento han sido 1.055 en total, muchos de los cuales fueron llevados a las provincias de Córdoba y Mendoza, y varios a la localidad bonaerense de Sierra de la Ventana, mientras que otros tantos se apoyaron en las redes desplegadas por la Abwehr (la inteligencia del régimen de Adolf Hitler) para volver a Alemania. 


Autohundimiento del "Graf Spee" y ficha de los marineros. Archivo: Marcelo García.


Sin embargo, fueron varios los que se mezclaron con el argentino común y rehicieron sus vidas, entre ellos los alemanes que vivieron y trabajaron en la mueblería de Barthel. El lugar estuvo activo hasta no hace muchos años, y luego quedó mudo y abandonado, aunque nadie se atrevió jamás a demolerlo.


Vieja ilustración de "Barthel Muebles" en sus días de gloria. Archivo: Marcelo García.


Tal vez sean los inquietos fantasmas de esos mismos marineros -devenidos en insospechados operarios de una vieja fábrica de muebles- los que logran, cada día, que ese magnético espacio se resista a desaparecer.


Artículo original de mi autoría:

https://www.diario26.com/297133--el-fantasma-de-los-marineros-del-acorazado-nazi-graf-spee-en-una-vieja-muebleria-abandonada


Instagram: @marcelo.garcia.escritor

Twitter: @mdGarciaOficial

Nota: El artículo no expresa ideología política. Solo investigación histórica.




domingo, 14 de febrero de 2021

La Ruta del dinero nazi al descubierto: el documento del Credit Suisse que confirma el sistema de lavado de Argentina a Suiza

La carta del Credit Suisse, listas de afiliados nazis en Argentina. Diario 26.


Pedro Filipuzzi, escritor auspiciado por el Centro Simon Wiesenthal, fue el responsable del hallazgo de documentos originales que demuestran el modo en que los nazis lavaron el dinero y los bienes expoliados durante el Holocausto, triangulando entre Europa, Argentina y Suiza. Esos papeles estaban a punto de ser destruídos. Hoy, un DOCUMENTO EXCLUSIVO de DIARIO 26 confirma la existencia de una cuenta millonaria única en el Credit Suisse. 

Publicación original: https://www.diario26.com/294793--la-ruta-del-dinero-nazi-al-descubierto-el-documento-del-credit-suisse-que-confirma-el-sistema-de-lavado-de-argentina-a-suiza

Por Marcelo García.*


Como tantas cosas en la vida, el sorprendente descubrimiento se produjo gracias a un inesperado giro del destino y, casi, por casualidad. En 1984, sin siquiera sospecharlo por entonces, un joven llamado Pedro Filipuzzi se convirtió en auténtico protagonista de la historia que hoy cobra inusitada relevancia. Acababa de toparse con una valiosa documentación que iba a cambiar su vida para siempre y, posiblemente, la de muchos. Su jefe en la Oficina de Liquidaciones del Departamento de Compras y Suministros del Banco Nacional de Desarrollo (BaNaDe) era Olegario Brest; un bancario veterano que -a punto de jubilarse como 2º Jefe de División- revisaba viejos papeles en la biblioteca de la institución, de la que era jefe un tal Sr. Eguía, con la inestimable colaboración de un asistente de apellido Ildarraz. 

La biblioteca (a la que se accedía por un pasillo bastante disimulado) se ubicaba en el cuarto piso del banco y, al respecto hay dos detalles, en absoluto menores: primero, el edificio del BaNaDe es el mismo que ocupó desde principios del siglo XX el Banco Germánico de América del Sud, el principal centro financiero de los nazis en Argentina y casi toda Sudamérica. Y segundo, en el mismo cuarto piso se habían ubicado las oficinas centrales del Partido Nazi en el ámbito local. Ese era el lugar donde se reunía toda la información -detallada, precisa y fidedigna- sobre los negocios del nazismo a partir de la llegada de Adolf Hitler al poder en Alemania. Fue ese el sitio en donde quedó asentada la documentación encontrada por Filipuzzi.

El revelador documento, con fecha de fines de los años '30 e inicios de los años '40, saca a la luz los nombres de 12.000 personas (con nombres, apellidos, fechas y fichas de afiliación) y empresas adheridas a la filial local del Partido Nazi, y revela que todos sus fondos fueron depositados en una cuenta única del banco suizo hoy conocido como Credit Suisse (por entonces llamado Schweizerische Kreditanstalt). Se presume -aunque prácticamente estaría demostrado- que ese dinero fue producto del expolio a los judíos alemanes y de otros países del mundo durante los días del régimen de Adolf Hitler.

Banco Germánico de América del Sur, fotos de 1939: entradas por calle 25 de Mayo 145 (izquierda) y Av. Leandro N. Alem 168 (derecha).


El descubrimiento de la importante documentación que aquí presenta DIARIO 26 en EXCLUSIVA (con el documento original enviado desde Suiza), derivó en que Pedro Filipuzzi activara una investigación cursada en nota escrita, remitida a Christian Küng (vicepresidente del Credit Suisse) para descubrir el laberíntico sistema de la "Ruta del Dinero nazi" y la existencia de esa multimillonaria cuenta única ante la entidad bancaria.

Entre tanto, para el Credit Suisse, ahora surge un gran problema: el sistema de lavado, suponía la necesidad de haber hecho desaparecer la información sobre esta cuenta millonaria hace -al menos- 80 años. Esto, claramente, no sucedió; pese a que el Gobierno de facto en Argentina, a cargo del GOU (Grupo de Oficiales Unidos) quemó copias de la documentación en 1943. Sin embargo, el original de esas operaciones logró sobrevivir y esa es la que se conservó en el BaNaDe.

La sede del Schweizerische Kreditanstalt en los años '30, hoy Credit Suisse.


DIARIO 26 habló en ENTREVISTA EXCLUSIVA con Pedro Filipuzzi. Aquí, el contenido de la reveladora conversación.

Diario26: ¿De qué modo se relacionó con las investigaciones sobre la actividad económica del Partido Nazi en la Argentina?

Pedro Filipuzzi: "Por medio de un informe que encontré en la biblioteca del BaNaDe, gracias a las indicaciones de mi -entonces- jefe, el Sr. Olegario Brest. Es el informe oficial N°5 de la Comisión Especial Investigadora de Actividades Antiargentinas del Congreso de la Nación Argentina, presidida por el Diputado Damonte Taborda. Ahí está descripto los aportes de las compañías alemanas en la Argentina al régimen de Adolfo Hitler. Ese aporte estaba organizado y gestionado por la organización nazi (que era brazo del Partido Nacionalsocialista) Unión Alemana de Gremios (antes se llamaba Frente Alemán de Trabajo o Deutsche Arbeit Front). En esa descripción lograda por el Congreso de la Nación Argentina, está incluído el infame consorcio alemán IG Farben, que diseñó el gas Zyklon-B con que gasearon a miles y miles de judíos en los campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial. Ahí se describe taxtativamente los números de cuenta origen y destino de los movimientos económicos efectuados por los nazis entre el offshore Buenos Aires y el Schweizerische Kreditanstalt (hoy Credit Suisse)."

Diario26: ¿Qué pudo haber sucedido con esa importante documentación si usted no la hubiese encontrado y cómo debió proceder usted para conservarla? No debe haber sido tarea sencilla.

Pedro Filipuzzi: "Probablemente hubiera quedado olvidada en los pliegues de la historia. Iba a ser destruida como papel viejo y pedí conservarla al ver el listado de afiliados al nazismo de la Unión Alemana de Gremios, junto con los números de cuentas involucrados. Mantuve el listado en mi hogar y se lo mostré sólo a mi padre y al Sr. Andrew Graham-Yooll que era amigo de mi familia".

Diario26: Las listas sacan a la luz destacados nombres de la comunidad alemana en nuestro país, algo que también demuestra que si bien no todos estaban afiliados al Partido Nazi, sí lo estaban a diferentes organizaciones como -por ejemplo- la Unión Alemana de Gremios, uno de los apéndices más fuertes del Nacionalsocialismo en el ámbito local. ¿Es esto así?

Pedro Filipuzzi: "Sí, es así. La Unión Alemana de Gremios era una organización nazi definida como tal en sus estatutos y estudiada profundamente en el informe N°5 de la Comisión Especial Investigadora de Actividades Antiargentinas del Congreso Nacional. Esta Comisión estaba presidida por el Diputado Damonte Taborda. La organización cambió de nombre sucesivamente en la Argentina a medida que el Poder Ejecutivo Nacional la declaraba proscripta por su virulento perfil nazi. Primero se llamó Deutsche Arbeit Front (Frente Alemán de Trabajo) y luego de ser prohibido su accionar durante el gobierno del presidente Ortiz pasó a llamarse Unión Alemana de Gremios. Siguió conservando sus jefes y afiliados, continuando sus operaciones en el domicilio de la calle Alsina 1250 (Ciudad de Buenos Aires) donde aún se conserva intacta su fachada media superior. Era una prolongación del Partido Nazi como lo perfila el decreto presidencial que dio origen a su revocación como mutual gremial. Recaudaba fondos de empresas alemanas (eran más de 300) y de 12.000 afiliados que eran depositados en la cuenta 4063 del Banco Germánico de América del Sud (un banco de capitales nazis ubicado en 25 de mayo 145, de la Ciudad de Buenos Aires, en cuyo cuarto piso estaban las oficinas del Partido Nazi). 

Precisamente esos 12.000 afiliados fueron los que llenaron las gradas del Luna Park en 1938 en celebración de la anexión de Austria por el Tercer Reich. Esa reunión fue retratada en una conocida fotografía captada por el fotógrafo de la embajada nazi de apellido Schumaker, donde se ven banderas nazis junto al pabellón nacional enmarcando una enorme rueda dentada con una cruz esvástica en su centro. Ese era el símbolo del Frente Alemán de Trabajo. El símbolo se conservó, retirándose la esvástica para ser transferido a la Unión Alemana de Gremios que en 1945 fue definitivamente clausurada por ser una organización nazi. Todas sus instalaciones terminaron allanadas en calidad de propiedad del enemigo. La Argentina de la dupla Perón-Farrell la había expropiado en 1945 por ser considerada un bastión de la Alemania nazi en Buenos Aires y en toda la Argentina."

Pedro Filipuzzi y parte de los documentos sobre los listados de nazis en Argentina, 
descubiertos en el exBanco Germánico de América del Sud.


Diario26: ¿De qué manera se recaudaba ese dinero nazi en la Argentina? ¿Cuál era su origen y de qué modo se ha llevó a Europa? Cuéntenos sobre la "Ruta del dinero nazi".

Pedro Filipuzzi: "Existía en la Argentina durante las décadas del ’30 y ’40 la “Comunidad de Empresas”, que era una asociación pangermánica organizada con el sistema de los Gaus (regiones) alemanes. Esas empresas depositaban dinero en el Banco Germánico de América del Sud en Buenos Aires y luego lo giraban -via el Banco Alemán Transatlántico- a Suiza con destino final el Schweizerische Kreditanstalt (hoy Credit Suisse). Un vector de traslado era la Asociación de Ayuda de Invierno a la Alemania Nazi.

La cuenta Nº4063 del Banco Germánico de América del Sud  donde se depositaba los dineros aportados por empresas alemanas estaba gestionada por el Gerente Richard Leute, un nazi con papeles que no sólo estaba afiliado al Partido Nazi, sino que además estaba afiliado a la Unión Alemana de Gremios y era en su momento considerado como uno de los agentes nazis más importantes en la Buenos Aires de los años ’40. Su tumba esta en el cementerio alemán de Buenos Aires donde fue enterrado con honores militares. Luego, esa cuenta iba al Banco Alemán Trasnatlántico (ubicado en la esquina de Bartolomé Mitre y Reconquista, a metros del Banco Germánico de América del Sud) para ser enviada, en marcos suizos y dólares, a la cuenta N°2 del Deutsche Arbeit Bank ubicada en el Schweizerische Kreditanstalt en la Suiza “neutral”.

En el Banco Alemán Transatlántico operaba Ludwig Freude (afiliado Nº405 a la organización nazi Unión Alemana de Gremios) como Presidente de la Ayuda al Invierno. Una colecta empresarial de notable importancia cuya recaudación iba directamente a la Alemania Nazi. Este industrial alemán fue condecorado por el  embajador y agente nazi, barón Edmund Von Thermann  con el Águila Alemana al Mérito Industrial, como reconocimiento directo de la Alemania de Adolf Hitler por su servicio "excepcional" a los intereses del Tercer Reich. Similar condecoración recibió, en su momento, el industrial norteamericano Henry Ford (autor además del libelo virulentamente antisemita intitulado "El judío internacional"). Ese material antijudío es, al día de hoy, libro de cabecera de grupos supremacistas blancos en América del Norte, como los que tomaron por asalto el Capitolio norteamericano el 6 de enero del 2021.

Según el informe N°1 a N°5 de la Comisión Especial Investigadora de Actividades Antiargentinas del Congreso Nacional, existen remitos donde se registra la llegada de enormes bultos por medio de la naviera Hamburg Süd, propiedad de Antonio Delfino, donde llegaban las sacas de la organización Ferrocarriles Alemanes, de los que también era dueño. Esta última era una tapadera de los nazis utilizada para el transporte de bienes y dinero. Una de sus sacas fue razgada por un agente del servicio secreto inglés antes de ser introducida al Banco Germánico de América del Sud por la entrada de Leandro N. Alem 168, en la Ciudad de Buenos Aires, encontrándose moneda de numeración polaca producto del expolio nazi en 1939. Esto, junto con la excusa de tener en propiedad un transmisor para operaciones de espionaje no declarado, generó la expulsión de embajador Edmund von Thermann, quedando la embajada de la Alemania nazi a cargo del industrial Ludwig Freude."

Documentos de afiliados nazis en Argentina y Pedro Filipuzzi, el investigador.


Diario26: ¿Cuál fue el rol de Ludwig y Rodolfo Freude en la "Ruta del dinero nazi" y cuál el papel jugado actualmente por sus herederos en esta historia?

Pedro Filipuzzi: Ludwig Freude era el afiliado Nº405 a la organización nazi Unión Alemana de Gremios, directivo del Banco Alemán Transatlántico y Presidente de la Ayuda de Invierno a la Alemania Nazi. Rodolfo Freude era su hijo (en el ’42 era un jovencito adolescente de 19 años). Ludwig Freude quedó a cargo de la embajada de la Alemania nazi cuando el embajador Edmund von Thermann fue expulsado por agente nazi de la Argentina.

Diario26: ¿Podría decirse que el Credit Suisse se levantó gracias al dinero robado a los judíos desde el final de la Sergunda Guerra Mundial y que la Argentina fue determinante para que así suceda?

Pedro Filipuzzi: El Credit Suisse nació del banco donde los nazis depositaban dinero llamado Schweizerische Kreditanstalt. Este banco era el preferido por los nazis en Suiza. La Argentina era un offshore nazi como lo fueron la mayoría de los países latinoamericanos donde existía la dupla Banco Germánico de América del Sud / Banco Alemán Transatlántico. El primero efectuaba operaciones de cabotaje y el segundo operaba ea nivel internacional.  Recibían y enviaban dinero a la Alemania nazi antes y durante el conflicto de la Segunda Guerra Mundial.

Diario26: ¿Hubo respuesta del Credit Suisse tras hacerse pública su detallada investigación sobre el dinero nazi en la Argentina?

Pedro Filipuzzi: Sí. Enviaron una misiva al estudio Pestalozzi, de Suiza, respecto de la herencia de alemanes mencionada en la investigación. En particular, la correspondiente a Ludwig Freude, que hoy está en manos del Centro Simon Wiesenthal.

Diario26: ¿Qué puede decir sobre la participación del Centro Simón Wiesenthal y el Congreso Judío Mundial en este proceso que intenta recuperar esos bienes millonarios depositados en el exterior?

Pedro Filipuzzi: El Centro Simon Wiesenthal está llevando adelante una muy importante investigación en el Credit Suisse respecto a las cuentas en cuestión, apoyándose en información entregada por la Familia Freude / Koennecke, que utilizó a mi interpósita persona como “bridge” entre ellos y el propio Centro Simon Wiesenthal. Hay que destacar la enorme ayuda de Alfredo “Alfred” Freude, Mónica “Moni” Freude, Ingrid Freude de Liendo, Margarita “Margot” Koennecke (que hizo el pedido en alemán al estudio Pestalozzi, del que está a cargo Oliver Widmer, mencionado en el documento que DIARIO 26 presenta a continuación) y Rodolfo “Rolf” Koennecke, para que el Centro Simon Wiesenthal (que -desde Buenos Aires- encabeza para toda Sudamérica el Sr. Ariel Gelblung) pueda destrabar las cuentas que dieron origen al Credit Suisse provenientes del Schweitzerische Kreditanstalt, el banco preferido por Adolf Hitler en Suiza. Esto es muy importante de destacar: la Familia Freude-Koennecke está en las antípodas del perfil de Ludwig Freude y su intención es ayudar a la colectividad judía a la apertura total de las cuentas del Credit Suisse, que hoy están cuestionadas.

Durante la década de los años '90, Rodolfo "Rudi" Freude (hijo de Ludwig), hizo 14 presentaciones ante el Credit Suisse sin suerte. El mérito de saber la suma actual de esos depósitos -estimados en torno a los 33.000 millones de euros-, le corresponde al periodista anglo argentino Andrew Graham-Yooll. Finalmente, otra llamativa curiosidad: en el Credit Suisse, el manejo de las cuentas se transmite entre generaciones de administradores. Los Küng y los Hösli (en este caso, Reto Hösli -Director del Credit Suisse- y Christian Küng -Vice Presidente Asistente- ambos firmantes del documento), vienen desde los años '30 a cargo de las mismas.

A continuación, el DOCUMENTO EXCLUSIVO de DIARIO 26, con la respuesta del Credit Suisse, confirmando la existencia de la cuenta bancaria (y luego su traducción), gentileza de Pedro Filipuzzi:


Traducción del documento:

Consejo General 

Core Banking & Standard Lending, YSPF 1

Christian Küng, Abogado, Vice Presidente asistente.

Pestalozzi Rechtsanwalte AG RA Oliver Widmer Lowenstrasse 1 

8001, Zürich. 

7 de enero de 2020.

Herencia de Ludwig (Ludovico) Freude.

Estimado Sr. Widmer:

Nos referimos a su carta fechada el 23 de diciembre de 2019 en el estado anterior.

En principio, el banco solo puede proporcionar información a una parte contratante (o su representante o sucesor legal) sobre cualquier relación bancaria existente o anterior de la parte contratante. Por lo tanto, no tenemos derecho a proporcionarle información sobre ninguna relación de cliente con Credit Suisse AG en un tercero, incluso si el testador hubiera sido el beneficiario efectivo de esto. Nuestra posición al respecto permanece sin cambios.

En este caso, los herederos deberán ponerse en contacto directamente con el tercero para mayor información o, en el caso de las empresas, sus órganos, o alternativamente llamar a los tribunales competentes en derecho internacional privado para obtener la información requerida sobre la asistencia o reconocimiento legal (en el caso de jurisdicción extranjera) o a través de los tribunales suizos (en el caso de jurisdicción suiza).

También nos referimos a nuestra carta anterior con fecha del 15 de julio de 2019. Si tiene alguna pregunta, el Sr. Christian Küng estará encantado de ayudarle.


Freundliche Grüsse 

CREDIT SUISSE AG


Firmas:

Reto Hösli / Director

Christian Küng / Vice Presidente Asistente 



Nota: El ingeniero Pedro Alberto Filipuzzi es autor de "La ruta del dinero de los nazis argentinos", Editorial Dunken, Buenos Aires, Argentina, 2020.

*Periodista de Diario26 y escritor.