Mostrando entradas con la etiqueta Carl Peter Vaernet. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Carl Peter Vaernet. Mostrar todas las entradas

viernes, 3 de febrero de 2023

Entrevista a Marcelo García en LVDiez de Mendoza: Ramón Carrillo y el médico nazi Carl Peter Vaernet


Luego de que el Gobierno nacional decidiera que el doctor Ramón Carrillo (ministro de Salud de las dos primeras administraciones peronistas) sea (junto a Cecilia Grierson) una de las figuras del nuevo billete de $2 mil, se desató la polémica en Argentina. LVDiez de la provincia de Mendoza habló con Marcelo García, autor del libro "Perón y la raza argentina" (Ediciones B, 2019).

Dijo Marcelo García: "Vaernet hizo sus crueles experimentos (buscando "cura" a la homosexualidad) en el campo d concentración d Buchenwald y colaboró con el nazi Josef Mengele en Auschwitz". Y agregaba: "En 1947, el presidente Juan Domingo Perón y sus contactos en Europa, lograron su llegada segura a la Argentina".

"Se tiene constancia de una relación laboral con el Gobierno peronista de, al menos, cinco años.Vaernet falleció en Buenos Aires el 25 de noviembre de 1965. Nunca dio explicaciones ante la Justicia. Sus restos están sepultados en el Cementerio Británico de Buenos Aires" comentó el autor.

Escuchá la entrevista completa.

jueves, 11 de junio de 2020

Marcelo García: “Todo lo que hizo Ramón Carrillo hasta que dejó su cargo fue muy cercano a lo germanófilo”

En su libro “Perón y la raza argentina”, el investigador histórico y escritor Marcelo García hace un repaso en la vida del sanitarista argentino que ejerció como ministro de salud de la época. (Infobae, 9 de junio de 2020)




Nota publicada en INFOBAE, 9 de junio de 2020:
Marcelo García: “Todo lo que hizo Ramón Carrillo hasta que dejó su cargo fue muy cercano a lo germanófilo”
https://www.infobae.com/sociedad/2020/06/09/marcelo-garcia-todo-lo-que-hizo-ramon-carrillo-hasta-que-dejo-su-cargo-fue-muy-cercano-a-lo-germanofilo/




La posibilidad de que el Gobierno ordenara la confección de un billete de $5.000 con los rostros de Ramón Carrillo y Cecilia Grierson -finalmente descartada por Alberto Fernández- generó hace un mes un enorme revuelo y un sin fin de opiniones sobre la figura del sanitarista elegido: tanto personas como asociaciones civiles se expresaron en contra de imprimir en el papel moneda la imagen del primer ministro de salud del general Juan Domingo Perón.

El escritor Marcelo García, en su libro “Perón y la raza argentina”, documentó los inicios de la carrera del médico hasta que dejó su cargo al frente del ministerio, en el año 1954.

¿Quién fue Ramón Carrillo?
- Ramón Carrillo fue un pionero para lo que es el sanitarismo en Argentina y en gran parte de Sudamérica. Fue realmente un científico cabal, probo, que cambió definitivamente el sistema sanitario y de salud en el país y las obras que él ha logrado llevar a la práctica con la creación de más de 240 hospitales interconectados, la erradicación de enfermedades que hasta ese momento eran incontrolables. La obra sanitarista de Carrillo es innegable, es absolutamente destacable, y no tiene parangón hasta el momento con ninguna otra gestión que se haya dado, incluso, en los tiempos modernos.

¿Cuál fue su vínculo con los científicos y médicos nazis?
- La relación con científicos nazis implica a priori arrancar cuando él se hace cargo de lo que fue una Secretaria de Salud, que luego adquiriría el rango de Ministerio y se da en una etapa en la que el gobierno de Juan Domingo Perón propiciaba de alguna manera el ingreso de materia gris codiciada no solamente por la Argentina sino también por las potencias vencedoras de la Segunda Guerra mundial: Estados Unidos, Inglaterra y Rusia. Se dio en el marco de esa carrera por conseguir lo mejor de la ciencia, de la técnica, de la industria de post guerra.

¿Cuál fue la importancia de los primeros viajes a la Europa de principios del siglo 20 del doctor Carrillo?
- En esa época se hicieron intentos de revivir una idea que era de un grupo de pensadores, de científicos, de médicos de inicios del siglo 20 en la Argentina, entre cuyos exponentes principales estaban: José Ingenieros, José Ramos Mejía, Eusebio Gómez y Francisco de Veyga, que coincidían con una corriente europea del médico Cesare Lombroso que consistía en lo que ellos llamaban la teoría de la degeneración. Que creían que había determinado tipo de gente que era fácilmente identificable, porque según ellos tenían características físicas reconocibles y que además tenían “taras” genéticas que los convertía en delincuentes, marginales, desechables. Como se llamaba ese momento “inútil”. Hitler a determinado tipo de personas con las que no quería contar, las llamaba “las bocas inútiles”. Generaban gastos y para ellos, no servían para nada. Esta corriente y esos exponentes, fueron en realidad la semilla germinal de lo que proponía el médico italiano Nicola Pende, que fue un médico encomendado por Benito Mussolini en la Italia fascista, alrededor del año 1926, para instalar centros asistenciales, en donde poder prevenirse de este tipo de “males” que se anticipaban con la teoría de la degeneración en clínicas para sanos. Era gente que no tenía una enfermedad aparente o demostrable pero que reunía estas características físicas y que venía de unos determinados sectores sociales o de unas líneas de pensamiento que para ellos podían delinquir, también había entre ellos homosexuales y los que caían por ideas políticas. O sea, era un combo denso.

O sea, no sorprende esta idea del pensamiento de la época …
- Exacto. Pero cuando se habla, por ejemplo, de la homofobia. En ese momento no se manejaba el concepto. De hecho, la homosexualidad era considerada una enfermedad. Digamos, hay que entender un poco el contexto de la época, en donde no era tan mal visto el rechazo a la homosexualidad. Carrillo se fue metiendo en un círculo que, evidentemente, a él le interesaba por sus cuestiones médicas y profesionales científicas, que realmente lo era y muy importante él, pero que demuestran la relación que él empieza a tener con los germanófilos de lo que después se lo acusa o se trata de demostrar.

Retomando un poco lo de la materia gris a lo cual usted hacía mención
- Que fue una carrera que empezó ni bien terminada la Segunda Guerra mundial y en la que se embarcó no solamente la Argentina. El caso de la Argentina llama tanto la atención porque la propaganda de los países ganadores de la Segunda Guerra mundial, sobre todo Inglaterra y Estados Unidos, más Estados Unidos, hizo hincapié por el simple hecho que Perón no se plegó a su bando después del final de la guerra. Entonces bueno, daba la sensación de que todos los malos estaban en la Argentina, digo todos los malos entre comillas, simplificando, pero en realidad Estados Unidos habrá reclutado seguramente muchos más nazis, seguro, muchos más nazis de los que se reclutaron en Argentina. De hecho algunos fueron muy notorios, Wernher von Braun llevó a los Estados Unidos a la luna y era el jefe de cohetería de Hitler.

¿Ese gobierno, el ministerio de Salud y en ese momento quería continuar con los absurdos experimentos que practicaban los alemanes en los campos de concentración?
-Lo que te puedo decir es que había planes de reflotar viejas ideas, como la de la purificación de la raza en el sentido de hacer un nuevo ser nacional. Que Perón y en parte Carrillo, pretendieron concretar.

¿Carrillo brindó una charla a toda la plana militar hablando del soldado ideal?
- Tiene que ver con esto justamente. Insisto, esto es una serie de tres conferencias que dio Carrillo en el año 1950 en la Escuela de Altos Estudios Militares ante la plana completa de las Fuerzas Armadas en la Argentina. Allí no había médicos, no había políticos, no había científicos, no había nadie que se ocupara de las políticas sanitarias, nadie. Eran solamente las Fuerzas Armadas.

Esa serie de tres conferencias que dio Carrillo se encuadraron en lo que se dio en llamar, la guerra psicológica. Y que fue en definitiva una instrucción a los jefes militares sobre lo que, esto que pretendían Carrillo y Perón, que era la conformación de lo que se daba en llamar el soldado ideal. Que era un concepto claramente fascista y que no hacía mención solamente a los ámbitos castrenses sino que incluía a la sociedad civil. Dicho por Carrillo en esa serie de conferencias en épocas de guerra, pero también en tiempos de paz.

Esto es crear el espíritu militar, porque le llamaba el espíritu militar, y que Carrillo en esas conferencias lo nombra como lo hacían los nazis que era el Soldatemtum, la creación del espíritu militar y el estado mental de guerra en toda la sociedad. Y eso tenía un claro objetivo del dominio de masas y que las mismas fuesen moldeadas, obedientes, serviles. En este caso a un régimen político como era el del general Perón. Hay una carta del 31 de julio de 1954, faltaba nada para que Carrillo dejara de ser ministro de Salud por una serie de movimientos internos que se dieron en el gabinete de Perón.

En la última carta que Carrillo le envía a Perón se despacha, se saca las ganas y le insiste en la necesidad para el régimen peronista, para la Argentina, de la creación de institutos médicos militares como los que tenían los alemanes durante la guerra. Le manifiesta claramente, sin vueltas, la necesidad para la Argentina y para el régimen de Perón, la creación de esos mismos centros que él había visto en Alemania y que habían funcionado durante la Segunda Guerra mundial. Incluso, en algún momento le dice que por cuestiones de mera jerarquía, esos institutos después se fueron desmembrando pero que en algún momento llegaron a conjugar a 5.000 médicos instalados en institutos militares con fines parecidos a estos que él trataba de plantear justamente en la Escuela de Altos Estudios Militares. Le manifiesta a Perón lo importante que es recurrir al manejo de las masas, pero no de la misma manera en que se hace con la política. Son todos conceptos claramente tomados del fascismo.

El doctor Ramón Carrillo era germanófilo, ¿sí o no?
- Lo que yo te puedo decir, es que todos sus pasos en Europa en la década del 30 y hasta el inicio de su última etapa como ministro de Salud, todo fue cercano a lo germanófilo.

Digamos como que todo lo que lo rodeaba a Carrillo estaba de alguna forma, directa o indirectamente, relacionado con el nazismo, sí o sí
- Sí, los hechos lo demuestran.

¿Qué lo primero que pensó cuando asistió a la noticia de la emisión de un billete nacional con la imagen del doctor Carrillo. Inoportuno, inadecuado, inadmisible.
- Me parece más inoportuno sinceramente el tratar de colocar una mordaza ante quienes pretendemos o pretenden mostrar otra faceta que la inclusión misma. Por otro lado creo que hubo otros personajes históricos argentinos que también estuvieron en billetes que a lo mejor deberían haber generado una polémica similar, por ejemplo Juan Manuel de Rosas y Julio Argentino Roca. Me parece más complicado este intento de santificar, llamalo Carrillo o cualquier otro personaje de la historia, que pasa bastante seguido. Digamos, perfectamente se podría saber mucho más de determinados personajes e insisto, completar su figura y eso es todo. Tampoco considero que Carrillo haya sido un criminal de guerra. Claramente no lo fue.


martes, 2 de junio de 2020

Marcelo García en "GPS" por A24: "Ramón Carrillo puso al nazi Carl Peter Vaernet bajo su órbita en el Ministerio de Salud"



El 22 de mayo de 2020 fui invitado por el periodista Rolando Graña a su programa "GPS", por A24. Hablé sobre mi libro "Perón y la raza argentina" (Ediciones B, 2019), y también sobre la extraña relación entre el doctor Ramón Carrillo -secretario de Salud durante los dos primeros gobiernos del general Juan Domingo Perón- con el médico nazi de las SS, Carl Peter Vaernet, a quien contrató para trabajar en el Ministerio de Salud de la Nación desde 1947.

Mirá el video.


lunes, 1 de junio de 2020

Detalles ocultos del contrato del médico nazi Carl Peter Vaernet autorizado por Ramón Carrillo: pasajes, gastos pagos y "misión" en el interior

Ramón Carrillo, contrato en ministerio de Salud y Carl Peter Vaernet.


En el mes de mayo de 2020, la posible puesta en circulación en la Argentina de un billete de $5000 con la figura del doctor Ramón Carrillo (primer ministro de Salud de la Nación durante los dos primeros gobiernos del general Juan Domingo Peró) desató una impensada polémica. La sola mención de la noticia, pese a las ambigüedades del Gobierno -desde donde se insistía en que finalmente ese billete no saldría a las calles-, generó una oleada de críticas y posturas en contra. Todo motivado por la simpatía germanófila de Carrillo y su presunta -y más que probable- admiración por Adolf Hitler.

En 2019 fue publicado mi segundo libro, "Perón y la raza argentina" (Ediciones B), en el cual ahondé sobre este otro costado turbio de la curiosa relación del peronismo y las huestes nazis. Recorriendo la historia, pude desentramar los pormenores de viejos planes de una "raza argentina", mejorada y casi perfecta, que muchos pensadores, médicos, científicos, religiosos, militares y políticos locales ya impulsaban desde inicios del Siglo XX. Luego esos planes mutaron y, como tantas otras veces en la Argentina, quedaron en la nada o simplemente se transformaron en otras cosas. No es mi objetivo aquí explayarme sobre esas cuestiones, pero lo es el de referirme a la relación de Carrillo con Alemania, o si se quiere, con los nazis. En mi libro hablo en extenso sobre las extrañas coincidencias que -de un modo u otro- recorrieron la vida del gran sanitarista argentina de Perón, y que siempre y en todos los casos lo acercaron a lo "germanófilo". Todo eso está probado. Pero tal vez vez lo más significativo de esa cercana relación haya sido la contratación del médico nazi danés de las SS, Carl Peter Vaernet, para que trabaje en su propio ministerio de Salud.

La historia de Vaernet es oscura y tenebrosa. Fue un endocrinólogo, afiliado al Partido Nazi danés, que se ganó los favores y el financiamiento de Heinrich Himmler, Jefe supremo de las temidas SS, para avanzar sin límites en la "cura de la homosexualidad". Primero lo hizo en Copenhagen, leugo en Praga (en la Checoslovaquia ocupada por los nazis) y finalmente en el campo de concentración de Buchenwald, un lugar al que se destinaba a la práctica mayoría de los prisioneros homosexuales del régimen de Hitler. Los procedimientos eran brutales: iban desde el implante de testículos de mono a sus involuntarios "pacientes", hasta la implantación, directamente en la ingle de sus víctimas, de una válvula metálica secretora de testosterona, con lo cual pretendía modificar la orientación sexual de los "anormales". Como era previsible, todos los "pacientes" terminaron muertos a causa de estos experimentos.

En 1947, tras estar internado en un "campo de desnazificación" en Dinamarca, sus captores británicos lo dejaron escapar, a cambio del pase de valiosa información sobre secretos químico-farmacéuticos pasados a empresas británicas y estadounidenses. Casi sin problemas, a inicios de 1947 estaba en Buenos Aires, capital de la Argentina peronista.

Pero Vaernet no vino a esconderse. Consiguió de inmediato la ciudadanía argentina, castellanizó su nombre a Carlos Pedro Varnet y comenzó a trabajar para el Ministerio de Salud de la Nación, con la autorización directa del propio Ramón Carrillo. Con su legajo personal 11692, Vaernet acordó su colaboración con la cartera sanitaria por primera vez el 28 de abril de 1947, luego refrendado el 8 de mayo de 1948, con la finalidad de extender por más tiempo esa colaboración.

Legajo personal de Vaernet en Argentina.


Al respecto, varios puntos para resaltar: a esa altura de las circunstancias, año 1947, 1) nadie, absolutamente nadie -y menos en ámbitos gubernamentales de un régimen que tenía una abierta y comprobada política de ingreso de nazis al país- podía desconocer las actividades previas de Vaernet; 2) de haber sido así, deberían haberlo averiguado con anterioridad a su contratación; 3) y que en un tramo del contrato autorizado por Carrillo se indica que se lo requiere a trabajar "bajos sus órdenes" como "experimentador especializado".

Pero eso no es todo: otro punto interesante del contrato es donde se indica que el médico nazi tenía derecho, además de percibir su sueldo de $1500, al "otorgamiento de pasajes oficiales y reintegro de gastos en los casos que se lo comisionare al interior del país por razones de su misión".

Contratos de Carl Peter Vaernet autorizados por Ramón Carrillo.


Curiosamente lo que no figura en ningún punto de los contratos, es la mención a la matrícula médica de Varnet y su constatación de parte del Gobierno de Perón y el ministerio de Carrillo. Un punto nada menor. Al respecto vale decir que si Vaernet fue contratado por una repartición oficial de Salud, cuanto menos se debía revalidar su matrícula en el país y, al mismo tiempo debería haberse informado a la embajada de Dinamarca en la Argentina la ejecución del trámite. Nada de esto fue concretado.

Hoy, mientras la Argentina sigue debatiendo si Carrillo era nazi o no, y mientras las evidencias van aclarando el panorama; bueno será saber ¿cuál era la "misión" de Vaernet encomendada por Carrillo? Secretos que ambos se llevaron a la tumba.


Marcelo García


martes, 13 de agosto de 2013

Carl Peter Vaernet: de los crímenes de las SS en Buchenwald al Ministerio de Salud de Juan Domingo Perón

Una tumba en el Cementerio Británico de Buenos Aires, Argentina. Un nombre, el de Carl Peter Vaernet, cuya sola mención provoca escalofríos. Una historia que comenzó con la locura de Adolf Hitler y el Reich de los Mil Años, para desembocar en la frenética búsqueda de fórmulas para la eterna juventud y la "cura" de la homosexualidad. Ofrendas siniestras para prolongar la vida del Führer y la inexistente raza aria que tuvieron como uno de sus máximos responsables a un Mayor de las SS de la Alemania nazi. Aquí la historia de Carl Peter Vaernet, el "especialista" y "científico" criminal nazi que, pisando las cabezas de miles de víctimas inocentes, gracias a una trama planificada por los Aliados tras la Segunda Guerra Mundial y culminada por Juan Domingo Perón en la Argentina, le dieron una segunda e inmerecida oportunidad en la vida.

Por Marcelo D. García para Historias Lado B.

SS-Sturmbannführer Carl Peter Vaernet


Génesis de algunas atrocidades nazis:
Cuando Adolf Hitler tomaba el poder el 30 de Enero de 1933 y proclamaba a los cuatro vientos que en Alemania comenzaba a gestarse el "Reich de los Mil Años" no estaba esgrimiendo una de sus tantas brabuconadas por que sí. Eran muchos los alemanes (y no sólo los simpatizantes del Nacional Socialismo) que creían fervientemente en la superioridad de la inexistente "raza aria" y así las cosas no eran precisamente pocos los que sostenían que para que ese imperio de 10 siglos pudiera convertirse efectivamente en realidad, los "puros" y "superiores" arios debían no sólo doblegar a los "subhumanos" de "otras razas" que no compartían esa "bendición ancestral" de los germanos, sino que además debían reproducirse de manera y en cantidades tales como para hacer que los de "raza aria" sean una inmensa y perdurable mayoría. Los nazis (y no sólo ellos) sostenían (y no sin razón) que las "otras razas" procreaban más seres que los "arios" y, como no podía ser de otro modo, actuaron en consecuencia. A su modo, claro... Para completar y hacer aún más complicado este dilema, ahí estaba el mismísimo Hitler: el Führer, según pasaban los años, se empecinaba en ser visto como un ser providencial, capaz (únicamente él) de llevar adelante la tan ansiada transformación alemana y como si fuera poco no tenía (aparentemente) descendencia, por lo cual se hacía más que necesario que los "especialistas", "investigadores" y médicos" nazis comenzaran una ardua tarea en pos de encontrar las diferentes maneras de hacer que la vida de los "arios" se extendiera mucho más de la media normal, por no decir que en realidad buscaban la fórmula de la eterna juventud o, si se quiere, el modo de vivir para siempre. El principal beneficiario de ese sensacional descubrimento sería justamente Adolf Hitler: había que darle al Führer la chance de seguir al frente del Reich por tantos años como fuese posible, prácticamente hacerlo "inmortal". Toda una locura.
El nefasto Josef Goebbels, a través de su tan letal, mentiroso y efectivo aparato de propaganda, sabía como hacer lo suyo. Los mensajes que diariamente se enviaban en pos de hacer creer en la supuesta e inventadísima inmortalidad de Hitler no se hacían esperar, y se centraba ese discurso en los innumerables casos en los que Hitler, como alumbrado y guiado por la Providencia, lograba escapar una y otra vez de funestos atentados contra su vida, de los cuales siempre ha salido indenme. Goebbels hacía lo suyo y los "científicos" nazis deberían hacer "su parte" para completar la faena. La tarea era titánica: hacerlos a Hitler y a sus súbditos , efectivamente, inmortales.

Hitler le dio plenipotenciarios poderes a su nefasto médico personal, Karl Brandt. En una movida típica de los estados y gobiernos totalitarios, el nazismo se valió de millones y millones de marcos del Reich (quitados de la boca y los bolsillos de los ciudadanos comunes) destinados a investigaciones criminales con mentirosa cobertura científica o médica. El grosero despilfarro de fondos públicos de manera desmesurada mientras el ajuste se comenzaba a sentir entre el común de la población en tiempos previos a la segunda guerra mundial (y durante la guerra también), fue una de las marcadas características del régimen nazi y entre los "beneficiarios" de esas medidas se encontraba precismente Karl Brandt, quien además hacía las veces de Ministro de Salud del Tercer Reich. Hitler le confirió poderes y medios económicos absolutos a Brandt y en consecuencia nadie podía hacer su movida sin antes consultarle y conseguir su "bendición". Entre quienes podían llegar a hacer "su movida" estaban Heinrich Himmler, jefe supremo de las SS y cabeza ejecutiva e ideológica de la tenebrosa Ahnenerbe (Comunidad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia Ancestral)(1) creada para demostrar la superioridad y orígenes de la raza aria; y el gigante industrial I.G. Farbenindustrie A.G.
La I.G. Farben era un conglomerado de industrias (200 aproximadamente) al servicio del Reich que podía producir desde anfetaminas hasta diferentes tipos de combustible, y en el medio todo lo imaginable. Desde la cúpula de la empresa decidieron ir aún más lejos que las primigenias ideas de Brandt y comenzaron a fogonear la idea de que esa "fórmula de la eterna juventud", que además de conseguirse, sea aplicada (una vez conseguido el objetivo) a todos y cada uno de los alemanes. Todos los alemanes deberían ser "inmortales" o por lo menos, muy longevos y activos sexualmente, tanto como se pudiera. El comienzo de la segunda guerra mundial, las bajas que empezaron a darse y (nuevamente) la inexistente (por lo menos hasta entonces) descendencia de Hitler comenzaron a convertir la idea de la "extensión del tiempo de vida más allá de lo habitual" en una verdadera obsesión para los "científicos" nazis.


"Experimentos" de Vaernet con homosexuales en Buchenwald.


Karl Brandt se lo había puesto entre ceja y ceja y además sabía de qué manera convencer sin más vueltas a Hitler sobre la importancia de los temas en cuestión: la mejora de la raza aria, la "cura" de la homosexualidad (sobre todo y fundamentalmente en hombres arios, en alemanes "puros"), la extensión del tiempo de vida más allá de lo habitual, la salud perfecta, la vida sexual plena a pesar de los años de vida y la multitudinaria procreación de nuevos seres puros nacidos de madres alemanas que fueran capaces de engendrar decenas de hijos, por no decir centenares. Era un maquiavélico y diabólico plan orquestado para poblar al mundo con seres arios y, de paso, para lograr que los que ya habían nacido se beneficien con la ansiada fórmula de la eterna juventud y por consiguiente llegaran a ser longevos hasta límites insospechados.
Entre el grupo "selecto" de "médicos, especialistas y científicos" de elite encargados de semejantes e infaustas tareas estaban además de Karl Brandt; el "Angel de la muerte" Joseph Mengele y un tal Carl Peter Vaernet (en pocas ocaciones mencionado también como Karl, con K), éste último absolutamente dedicado al "tratamiento" y "cura" de la homosexualidad.


Historia de los Nazis contra los homosexuales:
La gran libertad de prensa que hubo durante la república de Weimar provocó una explosión de material impreso sobre la homosexualidad, como "Der Eigene" (El Tesoro) publicación editada por otro grupo de defensa de los derechos de los gays, "Gemeinschaft der Eigenen". Durante el período de entreguerras se publicaron treinta diarios, revistas y boletines diferentes dirigidos exclusivamente a homosexuales. Aparecieron novelas y libros de todo tipo. En 1919 se realizó la película "Anders als die Andern" (Diferente a los demás), interpretada por Conrad Veidt, que narraba la historia de un homosexual víctima de chantaje que recurría a la ayuda de un médico famoso (interpretado por Magnus Hirschfeld); por lo visto los chantajes a homosexuales eran una auténtica industria en Alemania. En 1921 se fundó el grupo de teatro de orientación homosexual "Theater des Eros". Pero el cambio de clima empezó a notarse en el año 1920 cuando Hirschfeld fue agredido por antisemitas en Munich, un asalto recogido con regocijo por la prensa nazi, creciente también por aquel entonces. Hirschfeld sufrió otro atentado en 1923: durante una conferencia le disparó un joven en Viena (Austria), siendo heridas varias otras personas más.

En 1928 la lucha por anular el artículo 175 del código penal (de la República de Weimar), que condenaba las relaciones homosexuales, estaba en su punto más álgido. Se pidió a los partidos políticos alemanes que declararan su opinión al respecto. Un año más tarde, Hirschfeld había convencido a un comité parlamentario para que sometiera al Reichstag un proyecto de ley para eliminar el artículo 175. Todos los delegados de los demás partidos políticos alemanes, incluido el partido comunista alemán, votaron a favor de la retirada del artículo 175 en la votación del comité. Por lo que el parlamento estaba virtualmente a punto de reformar el código cuando el hundimiento de la bolsa de Nueva York (Crack de 1929), la crisis financiera mundial que siguió y la anexión de Austria dieron al traste con el nuevo proyecto de ley.

El movimiento homosexual se encontraba en decadencia desde finales de los años '20. No haber alcanzado la eliminación del artículo175 había sido una decepción después de haber conseguido el primer trámite. La eliminación nunca llegó a realizarse: en 1930 Alemania comenzó a igualar su código penal con el de Austria, que exigía el mantenimiento del artículo; las discusiones continuaron hasta la llegada al poder de Hitler.
En 1930 el NSDAP ya había conseguido ser la segunda mayor fuerza en el parlamento y las SA comenzaban a actuar en las calles. El ambiente era tan peligroso que Hirschfeld no volvió en 1932 de uno de sus viajes al extranjero y se dirigió directamente al exilio en Suiza. En 1932 murió Radszuweit, uno de los grandes pilares del movimiento homosexual, y en 1933 murió Richard Linsert, que había sido muchos años secretario y uno de los elementos fundamentales del Comité Científico Humanitario, que se disolvió tras su muerte.
A partir de la llegada de Hitler al poder en Enero de 1933 se precipitaron los acontecimientos. En febrero, el Ministerio del Interior de Prusia ordenó el cierre de todos los locales y revistas que estuviesen relacionadas con los homosexuales. En mayo el "Institut für Sexualwissenschaft" fue cerrado, saqueado y su biblioteca ardió junto a otras obras "contrarias al espíritu alemán" el 10 de mayo de 1933. En junio se disolvieron definitivamente todas y cada una de las asociaciones de homosexuales. Los nazis lo estaban logrando y, como si fuera poco, el "tema" de la homosexualidad y su "cura", formaba parte de sus políticas "sanitarias" de manera más que primordial. Carl Peter Vaernet tendría, luego, mucho que ver en el tema...

Estudiantes de la Deutsche Studentenschaft, organizada por el partido nazi, desfilan en frente del 
"Institut für Sexualwissenschaft" en Berlín el 6 de mayo de 1933. 
Antes de saquear y confiscar los archivos, libros y fotos para quemarlas.


Una mirada sobre Carl Peter Vaernet:
Carl Peter Vaernet nació en Arhus, Dinamarca, el 28 de Abril de 1893, con el nombre de Carl Peder Jensen, en el seno de una rica familia de comerciantes de caballos daneses. En agosto de 1920 se casó con Edith Frida Hamershoj, con quien tuvo tres hijos, el primero de los cuales, Kjeld Vaernet, en noviembre del mismo año. En diciembre del año 1921 cambió extrañamente su apellido Jensen (muy común en Dinamarca) por el de Vaernet. En 1923 Carl Vaernet se graduó en medicina junto con Fritz Clausen, quien casualmente, años más tarde, se convertiría en uno de los jefes del partido nacionalsocialista danés.
Tras licenciarse Vaernet abandonó a su familia y se trasladó a Alemania, donde se casó con Gurli Marie (1902-1955), mujer con la que tuvo otros tres hijos. En esta época se especializó en Endocrinología y conoció a Knud Sand, un defensor absoluto de la castración de los homosexuales en Dinamarca, antes de que el Estado danés lo legalizara en 1930. En 1932 Vaernet inició sus experimentos endocrinológicos utilizando gatos; su colega y rival Sand, a su vez, hizo experimentos paralelos con gallinas, partiendo del presupuesto de que la homosexualidad pudiera ser "curada" con el trasplante de testículos sanos a sujetos "enfermos". Entre 1932 y 1934, Vaernet tras haber trabajado en dos hospitales de Copenhaguen, volvió a Alemania y se dirigió luego a París, Francia, para seguir con sus estudios y especializarse en el tratamiento con ultrasonidos. En 1939, volvió a Dinamarca y retomó los experimentos y estudios con testosterona: en 1941 un periódico danés afirmó que las gallinas utilizadas en los experimentos cantaban "como gallos". En los años inmediatamente anteriores a la Segunda Guerra Mundial la fama de Vaernet llegó a su cima, convirtiéndolo en uno de los médicos más importantes de toda Dinamarca. Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, su popularidad decayó de manera drástica a causa de sus buenas relaciones con el simpatizante nazi Fritz Clausen y con el Reichsbevollmaechtige (plenipotenciario del Reich) Werner Best, que recomendó cálidamente a Vaernet a las autoridades nazis en Dinamarca. El hermano gemelo de Carl, Aage Vaernet entró a formar parte del partido nazi danés (DNSAP).
La mezcla "perfecta" entre la "dudosa ciencia"; la locura por encontrar la "cura" a la homosexualidad y la sectaria y violenta ideología nazi, en una de sus máximas expresiones. Carl Vaernet no era el único, pero sus "trabajos" e "investigaciones" dejaron una profunda y negativa huella imposible de borrar.


Karl Brandt, el horror del Holocausto y Joseph Mengele.


Los criminales "experimentos" en Buchenwald:
En diciembre de 1943, Vaernet fue promovido a SS-Sturmbannführer (mayor de las sanguinarias SS) y fue transferido a Praga, Checoslovaquia, el 26 de febrero de 1944, instalándose junto a su familia en un lujoso palacio que con anterioridad había pertenecido a una familia judía. Entre junio y diciembre de 1944, Vaernet realizó diversas visitas y viajes al campo de concentración de Buchenwald (2) para seleccionar y efectuar sus experimentos con internos homosexuales. Los más cercanos colaboradores de Vaernet en Buchenwald han sido el comandante médico del campo SS-Hauptsturmführer (capitán) Gerhard Schiedlausky (ahorcado en 1947) y el médico Erwin Ding-Schuler (que se suicidó en 1945, tras su captura), que el extenso periodo en el que realizó sus "experimentos" sobre el tifus provocó la muerte de 200 presos. Y no sólo ellos: Joseph Mengele y Karl Brandt también solían reunirse con él para compartir "experiencias".

En un memorándum del 29 de julio de 1944, el nazi Gerhard Schiedlausky informa de una visita realizada por Vaernet al campo de Buchenwald (26 de julio de 1944) durante la cual: "Durante nuestra primera conversación hemos llegado a un acuerdo [con Vaernet] por el cual cinco homosexuales "auténticos" serán retenidos adecuadamente para verificar sus hipótesis. Antes de que la intervención quirúrgica sea realizada, serán examinados los niveles de hormonas en muestras de orina [...] Si los resultados son satisfactorios, serán realizadas las intervenciones quirúrgicas".

Los experimentos (previstos para agosto de 1944) fueron atrasados algunas semanas respecto de los planes originales ya que los aliados descargaron un bombardeo aéreo que afectó gran parte del área circundante del campo. Una primera serie de "experimentos" fue efectuada sin contemplaciones el 13 de septiembre de 1944. La revista "Studenternes efterretningstjeneste" informó de que un total de 30 a 40 internos se vieron sometidos la "investigación": no todos eran homosexuales, también se vieron afectados algunos criminales heterosexuales o bisexuales. Existen indicios de 17 intervenciones que consistieron en el implante bajo la piel de una glándula artificial especial patentada por Vaernet (la I.G. Farben tenía algo que ver en sus intentos y éxito por sintetizar hormonas), con diferencias en la dosis de la testosterona implantada en los diversos presos. Una extensa carta enviada el 30 de octubre de 1944 por Carl Vaernet al comandante del "servicio médico" de las SS Grawitz comentaba:
"[...] Las operaciones en Weimar-Buchenwald han sido efectuadas el 13 de septiembre de 1944 a cinco prisioneros homosexuales. De éstos, dos han sido castrados, uno esterilizado y dos "tratados". A todos les ha sido implantada la "glándula sexual especial" masculina. [...]"
Como dato aterrador extra, se sabe a ciencia cierta que Vaernet también había experimentado implantando testículos de chimpancé a hombres homosexuales. Muchas de esas personas fallecieron de inmediato, otras sufrieron complicaciones irreversibles.
Vaernet prosiguió con sus inhumanos experimentos de manera indiscriminada y con luz verde de parte de los superiores que buscaban desesperadamente esos "progresos" para ofrecerlos en el altar del Führer. Es para destacar que en una carta enviada el 10 de Febrero de 1945 por Vaernet a Heinrich Himmler, no se mencionaba ni una sola palabra acerca de sus teorías hormonales, como así tampoco sobre las operaciones y vejaciones a las que había llegado a someter a tantas víctimas inocentes. Cabe deducir también que tal vez haya sido el propio Carl Vaernet quien se haya dado cuenta del rotundo fracaso y las atrocidades de aquellos letales "experimentos", tras lo cual haya decidido no mencionar nada a Himmler. De todos modos y a pesar del "recato" con su superior, los intentos de Vaernet continuaron sin impedimentos de ninguna especie.


Campo de concentración de Buchenwald. Alemania.



La huída hacia Dinamarca y la salvación:
Vaernet regresó de inmediato a su Dinamarca natal en Marzo de 1945, cuando el final de la guerra se advertía de manera desastrosa (sólo en los campos de batalla) en el horizonte de los alemanes y los nazis. El 5 de Mayo de 1945 los Aliados "liberaron" Dinamarca del yugo nazi y Vaernet fue inemdiatamente detenido en el campo de prisioneros Alsgade Skolen, cerca de la ciudad de Copenhagen, lugar en el cual fue reconocido y "escrachado" por exprisioneros del campo de  Buchenwald, tras lo cual el mayor Hemingway, a cargo del campo, aseguró: "Vaernet será juzgado como un criminal de guerra".
Pero Vaernet tenía otro as en la manga. Durante la permanencia en el campo y mientras los Aliados "se tomaban el tiempo" para juzgarlo por sus crímenes y atrocidades, fue el propio Vaernet quien movió sus fichas de un modo absolutamente magistral (para él): el criminal "especialista" nazi relató ante autoridades danesas y británicas del campo de Alsgade Skolen sus teorías sobre la "cura" de la homosexualidad y sus estudios tendientes a lograr fórmulas que también extendieran la vida interesándolos de manera asombrosa y con derivaciones dignas de una thriller de suspenso. Los primeros en contactarse con el "especialista" Vaernet fueron los representantes de dos compañías farmacéuticas anglo-estadounidenses como "Parke -Davis & Co. Ltd" y "London & Detroit" y finalmente los enviados por el coloso químico de Estados Unidos "DuPont". Todas las compañías se mostraron interesadas en adquirir la patente del "descubrimeinto" de Vaernet, es decir parte de la famosa fórmula de la eterna juventud. Nuevos negocios (que llegan hasta nuestros días) a la vista. Tratamientos de rejuvenecimiento, cremas anti age, inyecciones rejuvenecedoras, tratamientos con hormonas, dietas alimentarias especiales y otros "descubrimientos científicos" como los que había venido realizando, todo, absolutamente todo le interesaba a los popes de las grandes industrias químicas inglesas y norteamericanas (fundamentalmente). La consecuencia lógica fue la siguiente: Carl Peter Vaernet logró salvar su pellejo. Una nueva vida lo esperaba con los brazos abiertos en Argentina, de la mano de Juan Domingo Perón.

Vaernet contratado por Perón en el Ministerio de Salud de Argentina:
En Noviembre de 1945 los Aliados le dieron un salvoconducto a Vaernet para que viaje a Suecia a reponerse y recuperarse tras el "suplicio" de su paso e internación en el campo de prisioneros danés, pero el escurridizo "científico" nazi optó por viajar entra las sombras y la confusión del momento a un remoto paraje en el sur del mundo: la República Argentina. Tampoco le hizo falta esforzarse demasiado ya que los Aliados (sobre todo del lado británico) le hicieron las cosas mucho más sencillas... (Incluso en el momento de su muerte y posterior sepelio).
Durante un relativamente largo lapso de tiempo se le había "perdido" increíblemente el rastro a Vaernet, aunque bien es sabido que tanto los servicios secretos de Dinamarca, de Gran Bretaña y de Estados Unidos conocían todos los detalles sobre su paradero y actividades. El 19 de Noviembre de 1947 el periódico "Berlingske Tidende" (3) dio cuenta de la "nueva vida" de Carl Peter Vaernet publicando la carta de un lector quien aseguraba que el nazi trabajaba en Buenos Aires, Argentina, en el Ministerio de Salud, amparado por el presidente Juan Domingo Perón. Por aquellos años la Argentina era gustosa receptora de nazis llegados por difentes medios y con los más variados apoyos externos e internos. No son pocos quienes sostienen (no sin mucha razón) que "Perón era Odessa" y la presencia de Vaernet en Argentina y su plácida y amparada vida en estas tierras así (también en este caso) lo corroboran. 


 Juan Domingo Perón, Carl Peter Vaernet y Ramón Carrillo.


Carl Vaernet trabajó en la Argentina codo a codo y en perfecta sintonía con el, por entonces, Ministro de Salud del gobierno de Perón: el Dr. Ramón Carrillo.
Ramón Carrillo (Santiago del Estero, 7 de marzo de 1906 - Belem do Pará, 20 de diciembre de 1956) fue un neurocirujano, neurobiólogo y médico sanitarista de Argentina, que se convirtió en Minsitro de Salud argentino por aquel entonces. Integró la tradición científica conocida como "Escuela neurobiológica argentino-germana" y produjo asimismo trabajos de antropología filosófica, dejando esbozada una "Teoría general del hombre".

La protección e impunidad con las que contaba Vaernet no impideiron sin embargo que tomara ciertos recaudos, por lo cual llegado un momento (aproximadamente alrededor del año 1950) decidió cambiar su nombre de pila (Carl) por el castellanizado y mucho menos "sospechoso" Carlos. El nazi adquirió una propiedad en el coqueto barrio de Palermo, en Buenos Aires, la Capital Federal de Argentina, más concretamente en la calle Uriarte 2251, hoy devenida en un hotel familiar. (4)(Ver fotos del autor aquí abajo). 


Fachada de la propiedad de Uriarte 2251 en donde funcionaba el laboratorio de Carl Peter Vaernet. Agosto de 2013.
(Fotografías: Marcelo García / Historias Lado B)


En ese lugar, a mitad de camino entre consultorio y laboratorio clandestino, Vaernet (aún ocultando sus verdaderas actividades con la máscara de la Endocrinología) prosiguió con sus nefastos experimentos tal como lo había venido haciendo en la Alemania nazi. Vaernet siguió adelante (como si nada hubiese sucedido con anterioridad, como si sus miles de víctimas hubiesen sido en realidad un mal sueño y nada más) con sus proyectos relativos a la "cura de la homosexualidad" con las cómplices y co-responsables autoridades argentinas de entonces. No se dispone de datos o casos conocidos de sus víctimas en Argentina, pero las atrocidades de Carl Vaernet lamentablemente se continuaron con la siguiente generación, también radicada en Argentina: El neurocirujano Kjeld Vaernet, hijo de Carl, colaboró en la década de los años '50 con Walter Freeman en una serie de "curas hormonales" para la "mal" de la homosexualidad. Unos 4.000 pacientes fueron "tratados". Luego de eso, Kjeld Vaernet, estudió la posibilidad de lobotomización de los homosexuales, después de todo había tenido un "excelente maestro" de quien aprender, su propio padre.
Lo notable y llamativo sobre la apacible vida de Carl Vaernet en la Argentina es que una vez derrocado Juan Domingo Perón, quien lo había contratado en Argentina, se las arregló (Vaernet) a la perfección para "flotar" en cualquier circunstancia y bajo cualquier signo político de quienes estuvieran a cargo del Poder Ejecutivo argentino. Golpes militares y gobiernos democráticos le dieron amparo, impunidad y protección por igual y así las cosas Carl Peter Vaernet prosiguió con sus "científicas" actividades en Argentina hasta mediados de los años '60. Falleció el 25 de Noviembre de 1965, en Buenos Aires. Por aquel entonces, entre sus íntimos se dijo que había fallecido como consecuencia de una extraña dolencia que le provocó altísima fiebre y de la que en su momento no se han aportado mayores detalles (Finalmente se ha dejado constancia de una trombosis cerebral al momento de su entierro / Investigación del autor extraída de los documentos originales pertenecientes al Cementerio Británico). Pasó a la eternidad en absoluta tranquilidad, sin ser acosado, perseguido o reclamado por la "justicia" de ningún país en el que haya dejado su lamentable tendal de víctimas inocentes. Dinamarca, Gran Bretaña, Estados Unidos y, por supuesto Argentina, sabían a la perfección quién era Carl Peter Vaernet y sabían qué crímenes había cometido de manera sistemática. También sabían cómo y dónde encontrarlo, pero claro, para eso hay que tener voluntad de hacerlo.
Su cuerpo fue inhumado en el más absoluto sigilo en el Cementerio Británico de Buenos Aires, en el barrio de la Chacarita. 
Dicen que aún, hasta hace algunos años, visitaba su tumba una tal Frieda S., mujer de unos posibles 70 años de edad que, sin embargo, aparentaba tener no más de 50. Quienes han podido verla y contactarla (entre ellos el autor e investigador Carlos de Nápoli)(5), no dudan en asegurar (de alguna manera) que esa mujer era una de las pruebas vivientes más contundentes sobre el éxito de la "fórmula de la eterna juventud" que habría llegado a conseguir Vaernet... 
Tal vez llevara flores a la tumba de aquel viejo nazi para agradecerle algo...


Tumba de Carl Peter Vaernet. Cementerio Británico de Buenos Aires. Agosto de 2013.
(Fotografía: Marcelo García / Historias Lado B)


Tras el rastro del "Mengele danés" en Buenos Aires:
Agosto de 2013. Mañana soleada de uno de los días más fríos del año en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. La reja de entrada al Cementerio Británico, abierta de par en par, invitaba a entrar a los pocos transeúntes que llegaban hasta ese rincón del barrio porteño de La Chacarita, en Avenida Elcano 4568. Es un lugar que destila serenidad y sociego desde el mismo momento en que se traspasa el amplio portón de acceso. Recorriendo apenas una veintena de metros por el pasillo central, la callecita N°5 lleva hacia la izquierda por un escueto sendero pedregoso pasando justo por delante de la pequeña capilla. Al cruzar un angosto camino peatonal asfaltado se llega a la manzana "A" y sobre la derecha de la senda se encuentra la parcela N°120 del campo santo. Es la cuarta tumba de esa manzana y se destaca del resto de las otras circundantes (mínimo detalle al margen) debido a la falta de una vereda de cemento que la delimite. Una placa de mármol es el mojón que indica sin lugar a dudas que allí se encuentran sepultados los cuerpos de Carl Peter Vaernet y su amada esposa, Gurli Marie Vaernet.
La placa indica como fecha de fallecimiento de Gurli la del 27 de Septiembre de 1955, mientras que se indica como fecha de muerte del "Mengele danés" la del 25 de Noviembre de 1965. Al leer la lápida queda a las claras que sus hijos, o por lo menos alguno de ellos, se ha encargado de la sepultura en el lugar.
Reza la lápida:
Vores tilbedte hustru og mor
GURLI MARIE VAERNET
F. 17-07-1902  D. 27-9-1955
Vores kaere tilbedte far
CARL PETER VAERNET

F. 28-4-1893  D.25-11-1965

Elskede, som vores Sjaele gennem 28 aars inderlig Kaerlighed smeltede sammen til Een vil vi forblive forenede gennem Evigheden.
Tak og Paa gensyn.

Carl

Texto traducido del danés al castellano:
La esposa y madre adorada
GURLI MARIE VAERNET
F. 17-07-1902  D. 27-9-1955

Nuestro querido y adorado padre
CARL PETER VAERNET

F. 28-4-1893  D.25-11-1965

Me encantó que nuestras almas a través de 28 años de amor ferviente, se fusionaran a Aquel a quien vamos a permanecer unidos por la eternidad.
Gracias y hasta pronto.

Carl

Tumba de Carl Peter Vaernet. Cementerio Británico de Buenos Aires. Agosto de 2013.
(Fotografía: Marcelo García / Historias Lado B)


Desde la parcela 120, el camino de regreso hasta la entrada misma del cementerio demora apenas unos cuantos segundos y tras el anuncio pertinente y las explicaciones del caso en la Administración del lugar se pudo acceder, gracias a la inmensa amabilidad de quienes allí trabajaban, a los libros originales que tenían asentados los datos de la muerte e inhumación de Carl Peter Vaernet en Buenos Aires.
Las hojas amarillentas revelaron unos cuantos datos interesantes de inmediato: Carl Peter Vaernet fue efectivamente anotado en el libro con su nombre "castellanizado", tal vez como pantalla para ocultar un pasado tenebroso e innegable: Carlos Pedro Varnet, así fue anotado.
Sección 11, manzana "A", tumba N°120.
La causa de la muerte se indica como trombosis cerebral y la dirección indicada (que debería corresponder al fallecido) aporta un dato hasta ahora desconocido y revelador: Warnes 2600. Esa dirección era por aquel entonces, y aún sigue siéndolo, el Hospital de Emergencias Psiquiátricas Torcuato de Alvear, en pleno barrio de La Paternal, vecino al de La Chacarita, y no la dirección personal de Vaernet. Evidentemente Vaernet falleció en el mencionado nosocomio. Las características y la especialización del hospital y la causa del deceso de Vaernet indicada en el libro que registra su entierro hacen suponer que muy posiblemente el SS naturalizado argentino y amparado durante el gobierno de Juan Domingo Perón, haya sufrido algún tipo de trastorno mental o alguna dolencia por el estilo.


 Libro con constancia de inhumación de Carl Peter Vaernet. Cementerio Británico de Buenos Aires. Agosto de 2013.
(Fotografías: Marcelo García / Historias Lado B)

 Libro con constancia de inhumación de Carl Peter Vaernet y su nombre asentado como: Carlos Pedro Vaernet.
 Cementerio Británico de Buenos Aires. Agosto de 2013. (Fotografía: Marcelo García / Historias Lado B)


Sus restos descansan en las cercanías de la capilla del cementerio. Su cuerpo comparte parcela con su amada Gurli Marie quien acompañó a Vaernet en su escape desde Europa hacia las benévolas y siempre agradecidas y bien receptivas tierras sudamericanas de Argentina.
No muchos de los visitantes que pasan por el lugar advierten de quién se trata en realidad.
Pero allí está.
Carl Peter Vaernet: danés de nacimiento, experto endocrinólogo, fiel servidor del sanguinario régimen Nacional Socialista, Sturmbannführer (Mayor) de las SS nazis, "científico, médico y especialista" en el campo de concentración de Buchenwald, colaborador directo de Heinrich Himmler, Karl Brandt y Joseph Mengele, asesino de miles de víctimas inocentes. Un Currículum Vitae demasiado pesado y extenso para ser escrito en la lápida de su sepultura, pero Vaernet supo ser todo eso...
Su vida "oculta a la vista de todos" en la República Argentina, al amparo de Perón y con la complicidad de las sucesivas autoridades nacionales de distintos signos e ideologías, su alta reputación entre una minúscula y selecta parte de la alta sociedad argentina de entonces y su alta estima como excelente profesional a pesar de su sangriento palmarés, son una clara muestra del importantísimo y peligroso grado de protección que recibió y del que se vio beneficiado. La protección y el amparo que Carl Peter Vaernet se encargó de negarles sistemáticamente a miles y miles de personas cuyas vidas, simplemente, despreció.


Marcelo D. García
Historias Lado B
Agosto de 2013


Referencias: 
(1): La Studiengesellschaft für Geistesurgeschichte‚ Deutsches Ahnenerbe e.V.1 (traducido del alemán como "Sociedad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia Ancestral Alemana"), conocida como Ahnenerbe o también SS-Ahnenerbe, fue una entidad científica alemana constituida formalmente en 1935 por dirigentes e ideólogos del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán para realizar y divulgar investigaciones con fines educativos en apoyo de la ideología nazi y en particular, de sus teorías relacionadas con la raza aria en paralelo con sus investigaciones de la raza germana. En 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, la Ahnenerbe fue integrada en la estructura de las SS, organización fundamental del aparato de Estado del Tercer Reich, y dirigida, bajo la presidencia de Heinrich Himmler, por Walther Wüst y Wolfram von Sievers, orientando su actividad hacia expediciones arqueológicas, etnológicas y antropológicas tanto en países sudamericanos como Brasil o países del Himalaya. Al final de la guerra, quedó disuelta y sus actividades investigadas en el marco de los juicios de Núremberg, siendo declarada organización criminal en 1946 junto con las SS. Sievers fue juzgado y condenado a la pena capital como criminal de guerra. Por su naturaleza, la Ahnenerbe y su historia son uno de los temas abordados por las controvertidas teorías sobre el ocultismo nazi.

(2): El campo de Buchenwald fue uno de los más grandes campos de concentración en territorio alemán. Estuvo en funcionamiento desde julio de 1937 hasta abril de 1945 en la colina de Ettersberg, cerca de la ciudad de Weimar, Alemania. En total se estima que estuvieron presas unas 250.000 personas procedentes de todos los países de Europa. El número de víctimas, provocadas por las enfermedades, la mala sanidad, los trabajos forzados, la tortura, experimentos médicos y fusilamientos se estima en unas 56.000, entre ellas 11.000 judíos.
No obstante, como campo de concentración, en Buchenwald no había cámaras de gas, las cuales eran propias de los campos de exterminio.

(3): Berlingske (hasta el 2010 Berlingske Tidende)1 es un diario danés fundado en 1749. Con una circulación de cerca de 103.685 ejemplares de lunes a viernes, junto al Jyllands-Posten y el Politiken es uno de los grandes diarios daneses. 

(4): En Uriarte 2251, barrio de Palermo, Capital Federal, Buenos Aires (Argentina) se encuentra actualmente el inmueble conservando su aspecto de entonces, pero albergando un hotel familiar de nombre "La Toja" (Ver fotografías del autor en este artículo).

(5): Autor de "La fuente de la eterna juventud y otros experimentos nazis" (Carlos de Nápoli - Grupo Editorial Norma - 2009) 

Fuentes de consulta:
- Autoridades y Administración del Cementerio Británico de Buenos Aires.
-"La fuente de la eterna juventud y otros experimentos nazis" (Carlos de Nápoli - Grupo Editorial Norma - 2009) 
-http://es.wikipedia.org/wiki/Carl_Vaernet 
-http://users.cybercity.dk
-David A Hackett (1995). The Buchenwald report. ISBN 0-8133-1777-0.
-Hans Davidsen-Nielsen, Carl Vaernet-Der dänische SS-Arzt im KZ Buchenwald, Edition Regenbogen, Wien 2004, ISBN 3-9500507-2-8
-http://es.wikipedia.org/wiki/Persecución_de_los_homosexuales_en_la_Alemania_nazi
-http://www.olokaustos.org


Este artículo publicado en otros sitios:
http://narracionesenlinea.blogspot.com.ar/p/carl-peter-vaernet-ex-ss-su-trabajo.html?showComment=1450645856437