miércoles, 15 de agosto de 2012

Ernst Hess: el soldado judío alemán "protegido" por Hitler


La historia de Ernst Hess es una de aquellas que no dejan de llamar la atención y sorprender entre las tantas que se han contado de los oscuros días de la Segunda Guerra Mundial. En realidad para hablar de este jurista y su particular historia debemos remontarnos a los lejanos días de la "Gran Guerra", la Primera Guerra Mundial. Adolf Hitler era un cabo que no destacaba mayormente del resto de sus compañeros en el ejército alemán. Sus acciones en el campo de batalla no pasarían a la historia (lamentablemente, un tiempo después... sí) y sus camaradas lo recordarían durante largo tiempo como un hombre recluído en sí mismo, taciturno y muy poco propenso a entablar amistad con los demás. Sin embargo había un compañero de combate que solía tratar con el cabo alemán de un modo diferente y así las cosas cuando pasaron los años y el recuerdo de la guerra se iba diluyendo para muchos, Hitler se hizo con el poder total de Alemania para tratar de revertir (según su tenebrosa mirada) la historia.

Hablar sobre el odio de Hitler y de todo los nazis contra los judíos es algo obvio y ciertamente lamentable, pero lo que no es obvio es pensar que alguna vez Hitler pudiera haber tenido ciertos miramientos hacia alguien que profesara esa religión. De hecho los tuvo (muy a su manera, claro) y este caso no ha sido el primero ni el único. Allí están los ejemplos de Klaus Haushofer, el cerebro de la geopolítica y de las ideas base del nazismo, quien era según la idealogía nacional socialista "medio judío" y quien pudo manetener durante mucho tiempo buena relación con el tirano alemán y también el caso del médico personal de la madre de Hitler. En ambos casos, la "convivencia" con Hitler fue posible durante un tiempo a pesar de las radicales y extremas ideas del Führer alemán, por todos tristemente conocidas.

El caso de Ernst Hess es algo diferente al de los otros nombrados. Cuando Hitler llegó al poder recordó de inmediato a aquel compañero (y posteriormente jefe de su compañía) que durante los días de la Primera Guerra Mundial supo ser su fiel ladero y buena amistad. Hess era tal vez uno de los pocos que lograban comunicarse real y verdaderamente con el futuro dictador de Alemania. No eran muchos los que podían decir con certeza que conocían al Hitler de aquellos días. Ernst Hess, sí que podía asegurarlo.



Una vez encumbrado Hitler se encargó personalmente en 1940 de hacerle saber al nefasto jefe de las SS, Heinrich Himmler, sus deseos de que "dejaran tranquilo" a Ernst Hess, para el que pedía miramientos y trato especial de parte de los jerarcas que llevaban adelante la terrible política anti judía del régimen. Todo se resumió en una carta (ver una de las fotos) que ha sido descubierta recientemente en la cual, con pedido de Himmler incluído, se dejaban en claro los "deseos" de Hitler de proteger a su viejo conocido Hess.
A Hess se le reconocía por entonces como judío con cuatro abuelos judíos, motivo más que suficiente de acuerdo a la nefasta ideología nazi para eliminarlo, pero sin embargo Hitler se encargó de solicitar "benevolencia " y el derecho a gozar de un trato especial en los turbulentos días que vivían...

Pero finalmente la historia no resultó tan distinta. La protección del bestial Hitler duró poco, tan sólo entre agosto y la primavera de 1941, para que después de eso Ernst Hess culmine tristemente internado en el campo de concentración de Milbertshofen, ubicado en las cercanías de Munich. Nunca se supo de él y tampoco nunca se supo el por qué del repentino cambio de idea de Hitler (tal vez explicárselo, sería entenderlo. Mejor seguir sin comprender la mente de este tremendo tirano). De un burro sólo se puede esperar una patada...

La carta con solicitud de trato especial para Hess fue encontrada por la historiadora alemana Susanne Mauss, mientras preparaba una exposición llamada "Abogados sin derecho" referida precisamente a los problemas de los abogados de origen judío en el distrito de Dusseldorf.

jueves, 9 de agosto de 2012

El General retirado Wesley Clark desnuda el plan de Estados Unidos para invadir siete países culminando con Irán

El excelente programa "Dossier" emitido por la Televisión Venezolana a través de Telesur, ha mostrado un muy interesante informe el 30 de Agosto de 2011 (sí, 2011) en el que el General norteamericano en retiro Wesley Clark pone blanco sobre negro los planes (ya establecidos hace mucho tiempo) de los Estados Unidos y su idea para invadir siete países comenzando en Afganistán e Iraq (ya concretado) y culminando con... Siria e Irán.
Cualquier situación parecida a lo que vivimos y se comenta en los días que corren, Agosto de 2012, es pura casualidad...
Mirá el video. Todo dicho.


Coca-Cola, sponsor de los Juegos Olímpicos de Berlín 1936


Los juegos olímpicos realizados en Berlín, Alemania, en 1936 depararon muchas sorpresas... y no hablamos puntualmente de sorpresas en lo deportivo, sino en lo que hace al apoyo que más de una empresa brindó al evento que no era otra cosa más que propaganda nazi en su máxima expresión.
Entre las empresas que brindaron su incondicional apoyo a los juegos y a toda la maquinaria nacional socialista puesta en marcha estaba ni más ni menos que Coca-Cola... la empresa que es sin dudas uno de los símbolos inequívocos de los Estados Unidos de América.

Los afiches de aquella época resultarán más que elocuentes, pero uno de ellos (en la primera foto de este post) se destaca por sobre el resto dado el mensaje: "Ein Volk, ein Reich, ein Getrank. Coke ist es Coca-Cola" (Un Pueblo, un Reich, una bebida. Coke es Coca-Cola). Tampoco faltaron los afiches apoyando a los deportistas "arios" y el incipiente (y vomitivo) merchandise...Compenetración total entre la empresa y un estado nazi fascista, dominador como pocos ha habido en la historia.Todo dicho.


martes, 7 de agosto de 2012

Extraños movimientos militares en Estados Unidos

Los videos a continuación fueron captados en enero de 2012 por diferentes personas en las localidades de San Antonio y San José, en California ( Estados Unidos) y muestran extraños movimientos de armamento pesado (pesado en serio) norteamericano vaya uno a saber con destino, hacia qué lugar y con qué objetivos. Lo concreto es que son minutos y minutos de video de un tren casi interminable que, para algo, han movilizado...
Habrá que estar atentos. Se habla de Octubre 2012... ensayo general conjunto entre Estados Unidos e Israel, para el futuro gran golpe contra Irán. Parece inminente. Ya nos enteraremos.

domingo, 5 de agosto de 2012

Los peligros del actual orden mundial y lo que viene

Armas de destrucción masiva.


Con el final de la ya lejana Segunda Guerra Mundial el mundo entero comenzó a asistir a un nuevo orden mundial, bajo el "ala protectora" de los aliados vencedores y con el comienzo de una etapa que duraría muchos años, conocida como la "Guerra fría". Esa situación dejó al mundo postrado ante el "equilibrio del terror" que no era otra cosa más que el empate técnico de fuerzas entre las dos potencias mundiales que de un lado y otro del mundo hacían ostentación de su impresionante poderío militar, incluídos los armamentos nucleares. Ese equilibrio, si bien mantuvo en vilo a la humanidad entera, con atisbos de guerra y enfrentamientos inminentes en más de una oportunidad (recordar la crisis de los misiles en Cuba en los '60), permitió que prosperara de alguna manera la política de la disuación y contención entre los enemigos, léase Estados Unidos y la Unión Soviética. Esa fue la política de las super potencias durante décadas de incertidumbre mundial, con el temor constante de ataques nucleares y una muy posible tercera guerra mundial.  Con el tiempo, los hechos (que no son tan lentos y progresivos como parece) derivaron en un fortalecimiento de la política exterior norteamericana como válida (para ellos) forma de presión a los soviéticos, con el fin de "convencerlos" de la superioridad de Estados Unidos. La Guerra Fría llegaba a su fin en 1989 tras aquel histórico discurso de Ronald Reagan frente al muro de Berlín cerca de la Puerta de Brandemburgo. En aquella jornada Reagan lanzó su frase a Mijail Gorbachov: "Tire esa pared abajo..." le dijo el exvaquero al emblemático líder comunista arrepentido. Y la pared cayó... y el mundo entero aplaudió el comienzo flagrante y formal del nuevo orden mundial.
Es que no muchos se percataron que más allá de los aires libertarios y de respeto por las libertades individuales, lo que en realidad se estaba aplaudiendo era el peligroso nacimiento de un monstruo llamado "Mundo unipolar". Nacía de esa manera y a la vista de todos,sin ser visto, un mundo desequilibrado y en manos, pura y exclusivamente, de una única potencia mundial imperialista y marcadamente dominante: Estados Unidos.

Ronald Reagan: "Señor Gorbachov, tire esta pared abajo..."


Desde aquel histórico 1989 en adelante, lo previsible: un endurecimiento de la política exterior norteamericana y la reafirmación (de su parte) de la creencia de que las acciones intervencionistas de Estados Unidos, no sólo que eran más que justificadas sino que además estaban cargadas de un fuerte contenido moral. Nacía fuera de todas las dudas la "supremacía benevolente" que los norteamericanos pretendían que el resto del mundo entendiera (también a la fuerza). Estados Unidos limpió su camino de enemigos y emprendió una tarea diaria, sin escrúpulos, en pos de dominar mucho más aún. Sus incipientes discursos defendiendo las democracias (tras haber apoyado sistemáticamente a las dictaduras, incluídas las latinoamericanas) y buscando la defensa denodada de la libertad mundial, siguieron con su doble juego de decir una cosa y hacer otra y llegaron hechos como las luchas en Afganistán, por ejemplo.
Tras el fin de la Guerra Fría, Estados Unidos necesitaba imperiosamente un nuevo enemigo y no se conformaba con su rol (autoimpuesto) de rector mundial, de modo tal que para cuando los hechos derivaron en la Operación "Tormenta del Desierto" con su ataque al Iraq invasor de Kuwait, las cosas empezaron a tomar otro caríz...

Masacre contra civiles.


George Bush (padre) anunció muy suelto de cuerpo en 1993 que "un nuevo orden mundial había comenzado" y en nada estaba mintiendo. Los planes libertarios norteamericanos para sacar del poder a Saddam Hussein quedaron en la nada y así fue que el tirano mesopotámico siguió aferrado a su sillón mientras los norteamericanos ya se habían encargado de dar los primeros pasos para crear ese nuevo enemigo que tanto deseaban y necesitaban. Ese nuevo orden mundial se transformó definitvamente en "desorden mundial" el 11 de septiembre de 2001 con el tremendo ataque a las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York, en pleno corazón de los negocios norteamericanos... Sobre las responsabilidades de los atentados y sobre las historias y las tramas secretas (por no decir conspiraciones internas), ya se ha hablado demasiado, pero lo concreto es que George W. Bush decidió "culminar" lo empezado por su padre y creyó que lo que tenía ante sí era lo mejor para convalidar una presidencia signada por el fraude en complicidad con la corte suprema de Estados Unidos. Es cierto que los norteamericanos creen (efectivamente lo creen) que un presidente en guerra sube de inmediato su imagen y eso, a Bush, no se le escapó. Los métodos para lograr sus objetivos expansionistas fueron algo inusuales hasta entonces. George W. Bush, fiel a su ideología neoconservadora extrema, le dejó claro al mundo que en la lucha contra el terrorismo (el nuevo enemigo creado) o se estaba con ellos (los norteamericanos) o se estaba en contra. Ahí sí, aquel 11S fatal, acababa de nacer el "nuevo orden mundial" al que asistimos hoy en día. La palabra "musulmán" pasó a ser considerada un estigma que unificaba bajo la sospecha de ser terrorista a unas 100 millones de personas en este planeta. Era el nacimento de un nuevo choque de civilizaciones, una nueva cruzada de los fieles contra los infieles, una lucha contra el "Eje del mal", tal como describió Bush a los países "terroristas" (que los hay, por supuesto) y a los "Estados Canallas" (aquellos que se prestaban al "juego" del terrorismo internacional y les facilitaban armas de destrucción masiva. Era el fin de muchas cosas: el fin de la unipolaridad mundial (ostentada por Estados Unidos hasta entonces), el fin del apego a los organismos internacionales y finalmente el fin de la diplomacia.

¿Qué había de diferente entre esta bipolaridad mundial y la anterior? Durante la Guerra Fría, el equilibrio entre Estados Unidos y la Unión Soviética se basaba principalmente en el instinto de preservación de los dos bandos. La intimidación "blanda" de exhibir sus armas nucleares apuntándose los unos a los otros, hacía que se supiera que cualquiera de los dos bandos podía sucumbir y, en definitiva, desaparecer. Pero el "nuevo" orden mundial tras el 11S aportaba unos cuantos elementos mucho más inquietantes para todos: En primer lugar el enemigo elegido ya no era reconocible con facilidad. Al Qaeda, la red terrorista encabezada por el exsocio de Estados Unidos, Bin Laden, no sólo era una facción extrema y radical, sino que además era ya una filosofía, un modo de pensar, casi una religión, con lo cual el enemigo no estaba circunscripto a un territorio o bajo una bandera identificable, sino que podía estar en cualquier lado. En segundo (y no menos importante) lugar, esos "Estados Canallas" (Irán, Pakistán, Corea del Norte, China, etc.) podían proveer a los grupos terroristas de armas nucleares o de otro tipo de armas de destrucción masiva, por lo cual a partir de entonces el "bando más débil" podía contar con armamento igual al de los Estados Unidos y sus aliados. Finalmente, un punto en el que no hay que dejar de prestar atención: el hecho de que para "el terrorismo internacional" morir por la causa es sinónimo de victoria absoluta, por lo que la bipolaridad se daba entre enemigos de los cuales uno (por lo menos) no tenía miedo de morir o simplemente desaparecer...

Armas en poder de un enemigo casi invisible.


Bush sacó a relucir su mejor expresión neoconservadora y dejó las cosas en claro: Ante la negativa del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para que se produzcan ataques sobre Afganistan e Iraq, el presidente norteamericano hizo oídos sordos y se embarcó en la campaña bélica más desordenada y complicada en la que se hayan metido los norteamericanos. Bush se valió de las naciones "dispuestas" a ayudarlo (España, Polonia e Italia) ante la negativa inicial de sus aliados históricos para hacerlo. Estados Unidos invadió Afganistan y luego Iraq, creyendo en este último caso, que la guerra sería concreta, certera y sobre todo corta. Nada de eso sucedió. Bush cometió el peor error estratégico de su historia y no tuvo en cuenta que la guerra se extendería ya que muchos iraquíes no querían ese cambio de sistema de gobierno "a la fuerza" que les proponían y así las cosas los insurgentes comenzaron a aparecer a cada paso que se daba...

Al día de hoy, Estados Unidos ha conseguido en parte lo que deseaba: se ha quitado del medio a su gran enemigo, la U.R.S.S., ha quedado al mando de un mundo que estuvo desequilibrado durante largo tiempo, se ha generado un nuevo enemigo (el terrorismo internacional) y ha logrado que la nueva paridad de fuerzas (Grupos terroristas que pueden llegar a ostentar el mismo nivel de armamento que la gran potencia mundial) motive una nueva política expansionista rabiosa y radical con la que ya no se hace necesaria la diplomacia (de hecho ¿con quién se va a negociar si el nuevo enemigo no es fácilmente identificable?). Conclusión: asistimos nuevamente a un mundo "bipolar" (Estados Unidos vs. grupos terroristas / estados canallas), equilibrado en capacidad de armamentos, pero totalmente desequilibrado a la hora de tener en cuenta el valor y el sentido que se le da a la vida y la supervivencia de un lado y otro del "campo de batalla".

Tras todo ésto, la historia de siempre: una gran crisis económica y financiera a nivel mundial, las grandes potencias endeudadas a límites insospechados, ajustes, aprietes, desempleo generalizado, descrédito por los organismos internacionales (Estados Unidos lo practica desde hace décadas...), ausencia de la necesidad de las negociaciones diplomáticas y el caldo de cultivo perfecto para "barajar y dar de nuevo"... o lo que es igual, el muy posible inicio de una nueva conflagración mundial en poco tiempo más. Con un ingrediente alarmante: uno de los bandos considera la "desaparición física" como el equivalente de victoria...

Marcelo García
"Historias Lado B"

domingo, 29 de julio de 2012

El misterioso visitante del Gran Hotel Viena

El Gran Hotel Viena, a orillas de la laguna de Mar Chiquita en la localidad de Miramar, en Córdoba (Argentina) soportó el paso del tiempo y hasta una violenta inundación en 1977. Pero su historia es mucho más interesante si regresamos el tiempo mucho más atrás y nos trasladamos a 1945, momento en el cual fue visitado por un conspícuo y extraño personaje alemán venido desde tierras muy lejanas.

El Gran Hotel Viena en estado de abandono.


Con la finalización de la Segunda Guerra Mundial, los rumores sobre el escape de los criminales de guerra nazis hacia diferentes partes del mundo, las leyendas sobre la vida en el exilio bajo identidades falsas y el misterio sobre la nueva vida de muchos de los principales jerarcas del Tercer Reich, crecieron de manera asombrosa. Pero muchas veces (la mayoría de ellas) las leyendas y los rumores muy lejos estaban de serlo, transformándose de manera espeluznante en concreta realidad.
Adolf Hitler ha sido, seguramente, uno de esos nefastos personajes sobre el que más historias se han contado al respecto. Su muerte en el bunker de Berlín tras la entrada de los rusos a la capital del Reich se va desdibujando cada día más y así las cosas, no son pocos los que aseguran tener algo para decir sobre su nueva vida en algún remoto lugar del planeta.
Argentina ha sido gran receptora (y de muy buen grado, por cierto, dadas ciertas circunstancias político / militares en su momento) de jerarcas nazis y Hitler ha sido sin dudas uno de ellos...
La llegada de Hitler a la Argentina es aún objeto de minuciosas investigaciones y no son pocos los datos que aportan algo de luz acerca de la presencia del sangriento Fuhrer alemán en tierras argentinas. La Patagonia es uno de los lugares que sirvieron de escenario para la "segunda vida" de Hitler, pero no fue el único lugar y es allí donde debe tenerse en cuenta a la provincia de Córdoba, en la zona central de la Argentina. Bien conocidos son los rumores (y algo más) sobre la presencia de Hitler en el Edén Hotel, ubicado en La Falda, localidad de la mediterránea provincia argentina, pero algo no tan difundida es la historia que lo relaciona directamente con el misterioso Gran Hotel Viena, ubicado en la localidad de Miramar (provincia de Córdoba, Argentina) a orillas de la Laguna de Mar Chiquita.

La familia Pahlke.


Este hotel fue construído entre 1940 y 1945 por Máximo Pahlke, jefe de una tradicional familia alemana afianzada en la zona tras deambular por Europa en busca del remedio para la frágil salud de uno de sus hijos. Ante la inminencia de la Segunda Guerra Mundial, los Pahlke llegaron a la Argentina (se habían casado en Uruguay) y Córdoba fue el lugar elegido para residir. Los Pahlke creyeron encontrar en Miramar la cura a los males de uno de sus pequeños hijos (se los solía ver dándose baños de barro a orillas de la laguna) y todo parece indicar que allí encontraron el aire y la atmósfera propicios para lograr sus cometidos.

Baños de lodo en Mar Chiquita. Máximo Pahlke.

Postal del Gran Hotel Viena (Circa 1945).


Máximo Pahlke construyó el Gran Hotel Viena y le dio una categoría de 5 estrellas, contrastando notablemente con el resto del relativamente sencillo poblado que lo rodeaba. Por aquellos años, Miramar, era una pequeña localidad de apenas 1.600 habitantes, por lo que los secretos no eran fáciles de guardar. Cada nuevo visitante, cada nueva cara, era detectada de inmediato y es así que rápidamente, hacia mediados y finales de 1945, comenzó a escucharse hablar mucho sobre un recién llegado que no dejó de captar la atención de los lugareños.

Al hombre se lo podía ver haciendo sus caminatas (no con poca dificultad física) a orillas de la laguna. Boina bien calzada, sobretodo largo y unos razgos que a más de uno les resultaban conocidos... Los comentarios sobre ese hombre se propagaron velozmente entre los lugareños y casi todos eran coincidentes. Nunca le tomaron una fotografía, pero todos hablaban de lo mismo. Todos hablaban y murmuraban por lo bajo esgrimiendo los más variados argumentos sobre esa presencia misteriosa.

Como siempre sucede en estos casos, aprecieron aquellos que casi todo lo sabían sobre ese hombre que caminaba con tanta dificultad, cubierto por sus abrigos. Habría llegado desde la Patagonia y tras una corta estancia en el Edén Hotel de la familia Eichhorn en La Falda, se había trasladado hasta la conocida laguna cordobesa: ese hombre misterioso sería, ni más ni menos que, el mismísimo Adolf Hitler.
La leyenda y el fantasma del extraño visitante siguen dando vueltas por allí...

jueves, 26 de julio de 2012

Albert Günther Göring: víctima de los Aliados y de los nazis

LA HISTORIA DE ALBERT GÜNHER GÖRING NO ES UNA MAS. ESTE HOMBRE ERA HERMANO DE HERMANN GÖRING Y TUVO QUE PENAR Y SUFRIR TODA SU VIDA PARA QUE LE CREAN QUE LEJOS, MUY LEJOS, ESTABA DE COMPARTIR LAS IDEAS Y ACCIONAR DE SU NEFASTO HERMANO. NUNCA LO LOGRO. AQUI SU HSITORIA.

Albert Günther Göring

Cuando los aliados lo descubrieron, las cosas no le fueron nada sencillas. Corría el mes de septiembre de 1945 y los interrogadores norteamericanos descreyeron una y otra vez de sus palabras. Se trataba, según ellos, de un farsante que tan sólo estaba tratando de lavar sus culpas, de desligarse de su historia nazi, para caer bien parado en los tiempos de pos-guerra. Los integrantes del "Seventh Army Interrogation Center" encararon a Albert Günther Göring y tras su declaración, declararon públicamente que el descaro de Albert Günther Göring sólamente era comparable a la enorme masa muscular de su hermano, el nefasto jefe de la Luftwaffe, el mismísimo Hermann Göring, nazi hasta la médula.
La "portación de apellido" no lo ayudaba en absoluto, pero este hombre decía la verdad tras ser detenido por los aliados. Albert Günther Göring negó sistemáticamente su pasado nazi (de hecho no lo era...), negó también el haber sido responsable de actos criminales durante la segunda guerra mundial y exhibió además, cada vez que tuvo la oportunidad, una lista (real y verdadera) de unos 34 judíos y perseguidos políticos a quienes les salvó la vida. Su situación era desesperante tras caer en manos de los norteamericanos que lo interrogaban buscando que dijera lo que en realidad no tenía por qué decir...

La llegada al poder de Hitler y el nazismo, significaron el comienzo de sus concretas actividades anti nazis. Albert Göring se opuso sistemáticamente al cierre de la Escuela de Bauhaus en 1933, como así también hizo escuchar su voz contraria a que mujeres judías limpiaran los bancos del lugar (únicamente por ser judías, claro...). Por este tipo de cosas fue apresado por las SS. Para evitar un escándalo con su hermano, rápidamente fue liberado, pero a Hitler "nunca le cerró" su accionar y lo detuvo nuevamente en la prisión de Viena. En 1943, firmó de su puño y letra pasaportes de familias judías para ayudarlas a escapar. Era, por decirlo de alguna manera, un "tipo molesto" para el régimen. De sobresalto en sobresalto, la vida de Albert Günther Göring logró llegar, de ese modo, a los golpes hasta el final de la guerra.

Hermann y Albert Günther Göring detenidos y Albert tiempos más felices.


En mayo de 1945 el Tercer Reich caía definitivamente y Albert Göring era detenido por los checoslovacos pero muy rápidamente fue puesto en libertad.
Luego, las autoridades de la Ocupación Aliada en Alemania lo llamaron para ser juzgado en Nuremberg. Por supuesto acudió, primeramente, al Juicio de Oswald Pohl, del que resultó absuelto. También fue llamado al Juicio de IG Farben, donde aportó numerosos testimonios (en este caso aportó la famosa lista de 34 personas). También fue absuelto.
Sin embargo, nada le resultaba fácil, todo debido a su apellido y su parentezco con Herman Göring y fue declarado culpable de haber obtenido una ganancia de 7.000 Reichsmarks en la fábrica Skoda con mano de obra esclavizada y condenado a dos años en la prisión estatal de Berlín. De esa cárcel salió en noviembre de 1947 encontrándose con que todos los bienes de la familia Göring habían sido embargados por el gobierno de Alemania Federal (bajo el mando Aliado, claro).

Este hombre siempre fue fiel a sus convicciones y a pesar de las tremendas penurias que debió vivir a causa de su hermano y su apellido, nunca aceptó cambiarse el apellido. La Alemania Occidental "lo abandonó" a su suerte y así las cosas se dedicó a la escritura y al dibujo, pero también se entregó derrumbado y destruído al consumo de alcohol y a su abandono y descuido personal. Su vida fue una auténtica tragedia. Su verdad nunca fue escuchada y, mucho menos, tomada en serio. Murió olvidado el 20 de diciembre de 1966. Tal vez alguien, hoy en día, pueda llegar a creer que era "el Göring bueno". Realmente lo era.