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martes, 18 de febrero de 2020

El misterioso asesinato en Mendoza del biólogo nazi Heinz Brücher, que planeaba erradicar la cocaína

Heinz Brücher tuvo dos grandes planes: crear un huerto de 'plantas superiores' e inmortales para abastecer al Tercer Reich, y -luego, en Argentina- diseñar un hongo que acabara con las plantaciones de coca (y el negocio millonario de la cocaína).

Heinz Brücher en Mendoza, Argentina.


En la zona en donde vivía, todos lo conocían como "don Enrique", pero su verdadero nombre era Heinz Brücher. El hombre era biólogo, botánico y genetista, pero por sobre todas las cosas era nazi. Llegó a la Argentina en 1948, por un acuerdo con el Gobierno argentino del General Juan Domingo Perón. Vivía en su propio mundo, apartado de la mirada inquisidora de los demás; y ese mundo era su finca en la localidad de Ugarteche, al norte de la provincia de Mendoza, en Argentina. El sitio fue bautizado por él mismo como "Cóndor Huasi" (Huasi: vocablo de procedencia quichua que significa casa, habitación, domicilio, nido, cueva).

En las puertas lucían esculturas de hierro en forma de águilas, bien al estilo alemán, con innegables reminiscencias de la iconografía del nazismo. Vivió muchos años allí, casi en el anonimato, y todo terminó el 17 de diciembre de 1991, a sus 76 años de edad, cuando ya viudo, fue encontrado muerto en su casa.

La extraña muerte fue por asfixia: alguien se había encargado de colocarle cinta aislante en la boca y en la nariz. También le habían atado pies y manos. Lanzadas al aire varias conjeturas, lo concreto es que Brücher tenía varios enemigos que venían incluso de sus años de juventud en el Tercer Reich de Adolf Hitler. El caso se archivó con sorprendente rapidez, y nunca -jamás- se encontró a los culpables. Inicialmente se detuvo a un jornalero paraguayo, pero resultó que tenía una buena coartada. La investigación policial determinó súbitamente que el móvil de esa curiosa muerte había sido el robo, pese a que no faltaba nada en el domicilio del biólogo nazi.


Finca "Cóndor Huasi", en Ugarteche, Mendoza, Argentina: allí asesinaron al nazi Brücher.


¿Se trató de una venganza? ¿Quién y por qué podría haberlo asesinado?
Hay varias teorías al respecto.

Los primeros sospechosos del crimen podrían ser los rusos: Cuando servía a las SS, Brücher se había dedicado a saquear los bancos de semillas de la Unión Soviética para conseguir unas plantas de raza superior que alimentasen a todo el Tercer Reich. La idea era que pudieran crecer en cualquier tierra y bajo cualquier clima. Comida para siempre, una huerta resistente a cualquier tipo de plaga, incluso la sequía o la inundación.

Otros sospechados de haber cometido el asesinato, fueron los israelíes: éstos también "se la tenían jurada", ya que contaban con comandos especiales para cazar a los nazis que huyeron de Alemania, y muy en especial a la Argentina del presidente Juan Domingo Perón; como en su caso.

Finalmente, una tercera opción sobre los responsables del crimen, parece ser la más verosímil: la de los cárteles de droga. Y esto tiene su buena explicación: es que Brücher tenía otro plan secreto. Quiso diseñar una enfermedad mortal para las plantaciones de coca. Soñaba con la eugenesia y la aplicó también a la agricultura. Cuando su esposa y su hijo menor fallecieron en un accidente automovilístico, después de la guerra, el nazi decidió apartarse de la sociedad y dedicarse a investigar en su finca, por su propia cuenta. Pero cometió un error letal: en 1989 publicó uno de sus textos científicos en inglés firmado con su nombre verdadero.


Heinz Brücher: en Alemania, 1930 (izquierda) y en Mendoza, 1975 (derecha. Foto: D. W. Gade)


Su trabajo se focalizó en un hongo que atacaba la hoja de coca. De hecho, el estudio que publicó incluía referencias de este tipo, algo que lo habría puesto en la mira de las agencias antidrogas de los Estados Unidos, (que querrían aprovechar al máximo su conocimiento) o de los traficantes de drogas, de quienes se sospecha que enviaron dos sicarios a matarla a su propia casa.
 El día de su asesinato, dos bolivianos habían al aeropuerto de Mendoza. Alquilaron una camioneta y se los vio merodeando la zona de "Cóndor Huasi". Al día siguiente regresaron a Bolivia y nunca más se los volvió a ver por el lugar.

Tras la muerte (asesinato) de Brücher, muchos avalaron esta tesis. Entre ellos estuvo, Daniel Gade, profesor de Geografía de la Universidad de Vermont. Gade relató que el nazi éste le había contado, por correspondencia, que estaba estudiando un producto capaz de destruir las plantaciones de coca sin dañar al resto de plantas.

Otra fuente fue Vicente Cabrera, un jornalero que trabajaba para el biólogo nazi en Mendoza; quien dijo que iba a ser su cómplice: "Yo debía viajar a Bolivia con una jeringa -que supuestamente contenía el hongo modificado- para infectar a un área de unas 200 hectáreas de coca. Pero diez días antes de la fecha prevista para mi partida, lo asesinaron. Si yo hubiera estado en la finca aquella noche, también me habrían matado".

Como fuera, lo real es que nunca se supo por qué (y a manos de quién) apareció muerto en Mendoza el nazi Heinz Brücher. Lo que sí se podría afirmar es que quién se encargó de "pasarlo a mejor vida"...no era un simple ladrón.


Marcelo García


Fuentes:
https://www.elespanol.com/cultura/historia/20180925/misterioso-asesinato-biologo-nazi-queria-erradicar-cocaina/340467021_0.html

https://www.ozy.com/flashback/who-killed-the-nazi-botanist-trying-to-wipe-out-cocaine/83066/


miércoles, 27 de junio de 2018

"Populismo en América Latina" Episodio 2, La Argentina de Perón, con Marcelo García


"Populismo en América Latina" - Episodio 2: La Argentina de Perón.
Realizado por Emmanuel Amara, Olga de Orellana y Javier García Mata, para La División, México, 2018.
La serie de 5 capítulos, estrenada por Amazon Prime Video el 25 de junio, tiene como objetivo describir el clima político sobre el populismo en toda la región y comparar a los políticos que han usado este discurso. El capítulo dedicado a la Argentina contó con la participación de Marcelo García.

Ya disponible en Amazon Prime Video. VER AQUI

jueves, 22 de marzo de 2018

El misterioso Alejandro Schicorra: un doble de Adolf Hitler en la Patagonia para despistar

 Alejandro Schicorra ¿un doble de Adolf Hitler en la Patagonia? El objetivo era despistar.


En la década de 1930, Alejandro Schicorra era un ignoto empleado de la petrolera Astra, con asiento en la ciudad de Comodoro Rivadavia, en la patagónica provincia de Chubut, al sur de la Argentina. Sus rutinarias ocupaciones no daban la sensación de depararle grandes emociones, sin embargo, a mediados de la década de los año '40, su vida cobró relativa notoriedad entre los vecinos del lugar.
Con el final de la segunda guerra mundial y ante la incómoda y más que evidente imposibilidad de encontrar el cuerpo de Adolf Hitler y, en consecuencia, constatar su fallecimiento; los rumores estuvieron a la orden del día. ¿Se había suicidado Hitler o es que en realidad todo había sido una farsa para alentar y posibilitar su escape -monitoreado y asistido- hacia la Argentina?
La siempre incompleta y dirigida historia oficial se ha encargado sistemáticamente de defenestrar esa postura, sin embargo, centenares de documentos indican que el Führer nazi no cometió suicidio y tantísimos otros indican claramente que escapo, sin emabrgo, esa es otra historia, un pasaje sobre el que no pretendo discutir en esta ocasión.
Para cuando los que estaban de un lado y del otro apenas si comenzaban a enrredarse en interminables discusiones, Alejandro Schicorra fue uno de los habitantes del sur argentino que más consitó la atención, sea de los inocentes lugareños ajenos a toda conspiración o de aquellos que pretendieron "demostrar" -tal vez guiados por poderosos intereses- que la mal llamada leyenda de un Hitler vivo en la Patagonia era poco menos que una patraña insostenible. Lo que se dice, Schicorra fue -en gran medida- una buena manera de distraer una vez más la atención con espejitos de colores.

Algunos investigadores, decididamente contrarios a la teoría que abona por la supervivencia de Hitler tras el final de la guerra y su paso por la Patagonia, se han empecinado en reafirmar la postura que insitía -tal vez interesadamente, quien sabe- en que aquel misterioso hombre, tantas veces confundido por lugareños con el mismísimo Führer, era una extraña curiosidad de la naturaleza, un ser con un asombroso parecido al exlíder alemán y nada más. Se ha dicho que Alejandro Schicorra ha tenido más de un inconveniente en sus lugares de trabajo y que incluso fue detenido en reiteradas oportunidades en las ciudades de El Bolsón y Bariloche, lugares que -curiosamente- solía frecuentar.

Lo cierto es que Schicorra era permanentemente utilizado como "carnada" para hacer creer que quienes veían a Hitler vivo por la Patagonia argentina, lo confundían con él.

Mientras los historiadores oficiales y los revisionistas, siguen entrecruzando opiniones y argumentos en un sentido y en otro, dice la leyenda que hay un sencillo banco de madera que, en una zona costera de la tranquila Comodoro Rivadavia, sobre una pequeña elevación, mira hacia el mar. Allí, según algunos incrédulos testigos ocasionales llegaron a contar, solía sentarse un hombre que -solitario y melancólico- se tomaba largos instantes para contemplar la inconmensurable inmensidad del mar. Su mirada, también solían decir, apuntaba en dirección a la lejana Europa, aunque eso nunca nadie lo haya podido comprobar.
Muchos decían que ese hombre era el misterioso Alejandro Schicorra. Otros, en cambio, afirman que el hombre del banco de madera era en realidad, Adolf Hitler.


martes, 11 de abril de 2017

La misteriosa visita de Adolf Hitler al "Edén Hotel"


Una vieja fotografía pone en el tapete y da nuevo impulso a la discusión sobre la sobrevida de Adolf Hitler tras la derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial. De las leyendas inventadas, historias infundadas y sospechas, se da paso a la certeza de los documentos que hablan sobre el escape del Führer y, ahora, sale a la luz una imagen que parece confirmar la teoría. ¿Estuvo realmente Adolf Hitler en el "Edén Hotel" de La Falda en la provincia argentina de Córdoba? Algunos indicios, a continuación.

POR MARCELO GARCIA / HISTORIAS LADO B

Walter Eichhorn y el extraño visitante del "Edén Hotel" a sus espaldas. (Foto: archivo "Edén Hotel")


Como observador crítico de la historia, siempre, indefectiblemente en todos y cada uno de los casos, tomo, someto a análisis y pongo a consideración la concreta posibilidad de que los hechos hayan tenido -muy posiblemente- una resolución y hayan seguido un curso muy diferente al relatado por la -siempre interesada y dirigida- historia oficial. No se trata de ser negacionista -o si se quiere revisionista- pero sí de dar lugar a un juicio que -incluso- podría llegar a jaquear nuestras propias convicciones previas sobre determinados acontecimientos. El de Adolf Hitler y su supervivencia después de la derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial es uno de esos casos en que se abre ante nosotros un interminable abanico de variopintas posibilidades que van desde su nunca jamás probado y demostrado suicidio en el búnker de Berlín hasta su escape y "segunda vida" en la Argentina. En el medio, de todo.
El tema es por demás atrapante y puede llevar a fantásticas leyendas (de hecho, ha sucedido) como así también a investigaciones responsables, originales, creativas y serias intentando correr el velo que pretenden imponer quienes buscan que -dóciles y mansos- miremos hacia otro lado en un curioso y engañador mundo de humo y espejos.

El salón de la reunión antes de su restauración (Izq.) y en la actualidad (der.)


Dejando de lado legendarias historias, rumores infundados, dimes, diretes y testimonios no siempre bien intencionados y chismes de nula credibilidad, desde hace mucho tiempo busco las puntas del ovillo de esta enmarañada madeja que es la supervivencia del Führer nazi y, así las cosas (al margen de estar sumergido desde hace ya casi tres años en una investigación plagada de documentos y descubrimientos que próximamente verá la luz en forma de un libro) puse la mirada en una extraña fotografía que pertenece a la colección del "Edén Hotel" de la localidad de La Falda, en la mediterránea provincia argentina de Córdoba. La imagen (que encabeza este artículo) muestra a Walter Eichhorn, propietario del hotel en las serranías cordobesas, reconocido simpatizante y afiliado nazi desde antes de la llegada de Adolf Hitler al poder y gran sostenedor económico del rápido ascenso del Führer dentro de las filas del NSDAP, apoyo que -entre otras cosas- le valió llegar a lo más alto del poder en Alemania en 1933. A Eichhorn se lo ve relajado y sentado junto a uno de los enormes y bellos ventanales en tanto que, al fondo, se advierten las figuras de unos visitantes departiendo con quien parece ser una empleada del lugar. Entre esas personas, se advierte una figura masculina que -al ser observada con sumo detenimiento- muestra un asombroso parecido físico con Hitler.
Muchos, con no tan sostenibles fundamentos, han creído que esa imagen fue captada en alguna de las tantas visitas que el matrimonio de Walter e Ida Eichhorn hacían regularmente a Berlin; sin embargo Historias Lado B aporta una prueba que va en sentido contrario: el fotomontaje en el que se ve claramente que la foto de Eichhorn (¿y Hitler?) ha sido captada en uno de los amplios y coquetos salones del "Edén Hotel" en La Falda.

Los fantasmas de Eichhorn y Hitler en el "Edén Hotel". (Fotomontaje: Marcelo Gacía / Historias Lado B)

El impactante y misterioso Edén Hotel en La Falda.


Mientras los fantasmas de la duda siguen revoloteando por el Edén de la confusión general a la que pretende llevarnos la historia oficial, los del escurridizo Führer nazi comienzan a corporizarse dejándose ver -para quien esté dispuesto a hacerlo- casi por casualidad.


Marcelo García
Historias Lado B

jueves, 9 de marzo de 2017

El aventurero alemán Günther Plüschow y su mirada sobre la Argentina de 1928

En 1928 Günther Plüschow llegó a la Argentina y describió la increíble riqueza y el lugar privilegiado que ocupaba por entonces el país en el concierto mundial de las Naciones. Leer lo que pensaba y comprobar la triste realidad que hoy nos toca vivir, hiela la sangre, hasta los límites mismos del terror. ¿Golpes militares, fraude, populismo demagógico, corrupción, terrorismo del Estado y del otro? ¿quién sabe dónde se dio el mal paso? 
Esta es una pequeña pintura que muestra la caída de la Argentina desde lo más alto hasta el fondo del tacho en apenas 89 años.

Por MARCELO D. GARCÍA / HISTORIAS LADO B


Günther Plüschow en la Patagonia de Argentina, 1928.


Nacido en Münich en 1886, Günther Plüschow fue un aventurero alemán pintoresco e incansable que cursó sus estudios en Roma, en Mecklemburgo y, luego, en los colegios navales de Hamburgo de donde egresó como Oficial Naval en 1912, momento preciso en que se vio irrefrenablemente atraído por la primitiva (y ciertamente peligrosa) aviación militar.
Durante la Primera Guerra Mundial, sirvió a su Patria como solitario piloto de combate en la remota colonia alemana de Tsingtao (en China), lugar del que debió huír, comenzando un penoso derrotero que, luego de unos años, le permitió regresar a su querida y vencida Alemania.

Plüschow dejó registradas todas y cada una de sus experiencias en detallados diarios personales que, posteriormente, tomaron forma de libros verdaderamente atrapantes, haciendo gala de una asombrosa capacidad de descipción sin igual.
Así las cosas, recordando día y noche las inconmensurables bellezas del sur argentino que descubrió durante uno de sus primeros viajes de instrucción naval, en 1925 supo que su destino estaba ligado de manera inevitable al lugar que él consideraba como el más bello del mundo: la Tierra del Fuego, en el punto más austral del planeta y la Argentina.


El "Fehuerland" anclado frente al glaciar Agostini en la Patagonia, 1928.


De sus exploraciones y travesías por la inhóspita Patagonia, Plüschow dejó valioso registro en miles de notas, fotografías y fantásticas filmaciones, y hasta hizo traer desde Alemania a bordo del vapor "Planet", un moderno hidroavión biplano Heinkel al que llamaba "Silber Kondor" o "Cóndor de Plata", para captar imágenes aéreas, de un valor documental difícil de igualar.
Fue un viaje increíble que -junto a un pequeño grupo de colaboradores a bordo de la frágil goleta "Feuerland" (Tierra del Fuego)- comenzó en Alemania en noviembre de 1927; interminable travesía que (previo paso por islas africanas, Brasil y Uruguay) se vio coronada con la llegada al puerto de Buenos Aires en octubre de 1928.

De entre tantas anotaciones hechas de puño y letra por Plüschow, una en especial es digna de destacar; ya que no sólo muestra la percepción que este intrépido e instruído alemán (conocedor a pie juntillas de prácticamente medio mundo) tenía de la Argentina de entonces, sino que también expone crudamente la estrepitosa caída en espiral descendente sufrida por el país apenas unos pocos años después, situación que -a todas luces- se ha empeorado con el paso del tiempo y de la que muy difícilmente pueda llegar a escapar.


El biplano "Silber Kondor" descansa en las frías aguas patagónicas del sur argentino, 1928.


Decía Plüschow sobre la Argentina de 1928 en una de sus notas:
"Hermosísimas son sus calles y plazas, sus parques, sus extensas y encantadoras playas; interesantísima la vida elegante y el movimiento gigantesco de sus legiones de automóviles. Maravilloso también es el valor del oro en este pequeño país modelo, el único en el mundo en donde la moneda goza de un curso más elevado que el todopoderoso dólar de América del Norte".(1)

Y continuaba:
"Al fin emerge, bajo las primeras luces de la aurora, como otra visión fantástica, otro segundo y pequeño Nueva York, pero muchísimo mayor y más imponente que su hermano Montevideo: ¡Buenos Aires! La ciudad de los "aires buenos", la capital de la inmensa República Argentina, el país de las grandezas, de las bellezas y de las riquezas en masa. Aquí, en esta gran ciudad, se concentran la riqueza y la fuerza de este poderoso país con su gigantesco porvenir; también aquí el desarrollo adquirido desde la guerra y después de la guerra alcanza los límites de lo increíble.
¡Pobre Europa, con todas tus pequeñas preocupaciones y rencillas!, pienso yo para mis adentros, bien a pesar mío". (2)

¿Hará falta agregar algo más para darse cuenta de la lastimosa debacle en la que, poco después de la visita de Plüschow, comenzó a verse sumida la vapuleada Argentina? ¿Habrá algún modo más claro de verlo?
Sometimiento a intereses foráneos, golpes militares, fraude "patriótico" electoral, populismo fascista y demagógico, corrupción estatal, terrorismo de Esatdo y del otro e incluso gobiernos anti democráticos surgidos del inadverido y cómplice voto popular, marcarían en adelante el peligroso camino tomado por la Argentina para que ya nada volviera a ser igual.


Günther Plüschow, vale mencionarlo, fue uno de los bravos pioneros alemanes que (como Wilhelm Canaris, llegado en 1915 y la delegación de intrépidos aviadores que visitaron el país en 1934, entre quienes estaba la legendaria piloto Hanna Reitsch), fue de gran utilidad para que la futura Alemania nazi de Adolf Hitler tuviera perfectamente identificados los mejores lugares en el sur argentino para el posterior establecimiento de fuertes intereses germanos en esa auténtica "tierra de nadie", como así también las zonas más propicias para la instalación de bases clandestinas de reabastecimiento de U-Boots durante la Segunda Guerra Mundial.

El 28 de octubre de 1931, Günther Plüschow encontró la muerte sobrevolando el brazo "Rico" en el Lago Argentino, muy cerca del glaciar Perito Moreno en la provincia argentina de Santa Cruz.
Actualmente, un monolito recuerda, allí mismo, el imborrable paso de este alemán conocedor del mundo entero que pudo admirar la gloria (ya perdida) de este bendito país.



Marcelo D. García
Historias Lado B



Referencia:
(1) "Sobre la Tierra del Fuego" - Günther Plüschow - Süd Pol - Argentina - 2008.
(2) Ibídem.

lunes, 26 de septiembre de 2016

Los Fantasmas de Historias Lado B: Nazis en el Luna Park de Buenos Aires

El 10 de abril de 1938 unos 15 mil nazis se reunieron en el estadio "Luna Park" de Buenos Aires (Argentina) celebrando el Anchluss; anexión de Austria a la Alemania de Hitler.
En un imaginario viaje en el tiempo, Historias Lado B te muestra imágenes de sus regresados fantasmas combinadas con el mismo lugar en la actualidad.


(Fotomontajes: el Luna Park en la actualidad y fotos del acto de 1938, por Marcelo D. Gracía)


Nota relacionada:
http://historiasladob.blogspot.com.ar/2012/03/buenos-aires-1938-el-mayor-acto-nazi.html



lunes, 2 de mayo de 2016

El banco de Hitler en la Patagonia

Solitario, entre la tranquera y el poste de luz: el banco de Hitler. (Foto: Marcelo García / Historias Lado B)


Viajar hacia el sur argentino recorriendo la interminable Ruta 3 implica adentrarse en un paisaje de ensueños que -además de ser muy bello- llama la atención por su galopante monotonía y una creciente sensación de soledad. Quienes hacen el recorrido sienten que, de alguna manera, esos lejanos parajes no invitan a otra cosa que no sea mirar el extenso y bellísimo mar; pero sin embargo; el camino costero es en sí mismo el misterioso escenario en donde conviven perfectamente la leyenda y la curiosidad.
Una vez traspasado el límite entre las provincias patagónicas de Chubut y Santa Cruz, transitando unos 10 kilómetros en dirección a Caleta Olivia (la próxima "gran" ciudad que encontraremos en el camino) puede verse un terreno ondulado que antecede -y en parte oculta- la tranquera de la Estancia Fratzscher, un viejo establecimiento que en los años '40 perteneció a un pionero alemán llamado Magnus Fratzscher.

Hoy en día (para quienes nos paramos frente a la historia oficial con una mirada decididamente crítica) es relativamente sencillo establecer relaciones y trazar paralelismos entre las muchísimas viejas propiedades alemanas de la zona y los intereses que -una vez llegado Hitler al poder- pasaron a responder directamente a los designios del III Reich, sin embargo por aquellos años ni bien finalizada la Segunda Guerra Mundial, eso no era tan así.
De todos modos, a finales de 1945 y por más que esas ventosas y desoladas playas sureñas estuvieran ubicadas en el mismísimo "culo del mundo", no fueron pocos los que en más de una oportunidad creyeron ver a alguien muy famoso merodeando las costas como si se tratara de un simple vaqueano más. Lo curioso del caso es que la práctica mayoría de quienes aseguraban haberlo visto, coincidían en afirmar que ese hombre no era otro más que Adolf Hitler, el Führer alemán, quien solía sentarse en un banco de madera ubicado frente al mar.

De acuerdo a esos comentarios vestidos de leyenda, podría pensarse que los ojos celeste profundo del exiliado líder nazi se fundían cada amanecer con las azuladas extensiones inconmensurables del mismo Océano Atlántico que poco tiempo antes se había animado a cruzar, repitiendo con melancólico hastío, cada día, su silencioso y solitario ritual.
Actualmente, ese banco sigue estando allí, solitario a unos 100 metros de la costa junto a la tranquera que aún franquea o habilita el paso hacia la intrigante propiedad. Quienes niegan esta historia, defienden a capa y espada la versión que indica que quien sentaba allí era en realidad un tal Alejandro Schicorra, vecino de la zona que tenía un asombroso parecido a Hitler y que trabajaba en la importante planta de la firma Astra, curiosamente inyectada con fuerte capital alemán.
De todos modos, es más que probable (estoy entre los que piensan así) que Schicorra fuera parte del plan de quienes colaboraban con el escape del Führer para rebatir los comentarios de no pocos sorprendidos que podrían llegar a dar testimonio de avistajes de Hitler o incluso para dejar sin argumentos a quienes creían que, en efecto, Hitler no se había suicidado en Berlín. 

Pero pese a los sostenidos intentos por confundir o despistar, ese mismo banco de madera es llamado y conocido por todos los vecinos de la zona como "el banco de Hitler", un lugar de reposo y descanso que nadie, nunca jamás, se atrevió siquiera a tocar...

Marcelo D. García
Historias Lado B


Más fotos y ubicación del "banco de Hitler" en la provincia de Santa Cruz, Argentina).
Viajando hacia el sur por la Ruta 3 sobre el margen derecho de la misma, a unos 100 metros de la costa. Latitud: -46°19'52.07" y Longitud: -67°35'27.97".

El misterioso banco en medio de la nada.

La entrada a la Estancia Fratzscher en Santa Cruz en una toma más amplia y vista desde la ruta 3.
(Foto: Marcelo García / Historias Lado B)
Tomas aéreas de la zona a unos kilómetros hacia el norte de Caleta Olivia en Santa Cruz.
(Foto: Marcelo García / Historias Lado B)



Ver también:
El misterioso Alejandro Schicorra: un doble de Adolf Hitler en la Patagonia para despistar

La misteriosa visita de Adolf Hitler al "Edén Hotel"




domingo, 14 de junio de 2015

Argentina y la falsa política social para matar sin que se note

Desatención al desamparado de parte de autoridades argentinas: matar sin que se note.


En la Argentina se escucha hablar de educación y de violencia en cada rincón, a cada paso que se da, en cada ámbito en el que a uno le toca actuar y desenvolverse. Todos dan la extraña sensación de ser especialistas en las materias y se sienten -más que discutiblemente- con derecho y autoridad moral para expresarse con total desparpajo, absoluta desfachatez y la mejor cara de piedra a la hora de hacerlo. En eso sí, los argentinos, somos expertos: en hablar de lo que no se sabe y en hacer de cuenta que hacemos mucho al respecto. Vale decir, aparentar un cambio para que nada cambie. Hablo, sobre todo, de gobernantes y dirigentes, por supuesto. Ejemplos sobran. Y la gente -siempre, indefectiblemente- les cree.
Así, enfrascados en una etapa que (para los crédulos) presupone un nuevo amanecer en materia política, transitando la tramposa antesala de una berreta campaña electoral que depositará -con la complicidad de millones, algunos inocentes y otros no tanto- a las nuevas autoridades nacionales en la Casa Rosada, en la Jefatura de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, en intendencias, gobernaciones y en el Congreso Nacional; los argentinos somos llevados de las narices, acarreados como ganado, mansos y tranquilos como rebaño que va -a veces incluso sabiéndolo- al mismísimo matadero.
Lo que en otras épocas eran sucias campañas opositoras tendientes a desestabilizar a los gobernantes de turno, en estos tiempos -preelectorales- que corren se transforman en herramienta útil y favorable para conseguir unos cuantos miles de votos piojosos, viciados de la más absoulta y artera manipulación social. El fuego cruzado entre quienes instan a sus "soldados" a "bancar el proyecto"; quienes hablan de la ciudad verde que tanto deseamos y los inescrupulosos que esperan que algo suceda para declarar algo al respecto y ver de qué lado se acomodan, quema a la sociedad mediante falsos argumentos con los que maquiavélica y traicioneramente pretenden desprestigiar al oponente diciendo que todo es parte de una "campaña política". La misma política de la que ellos se sirven y con la que ellos se enrriquecen a cuatro manos.
Pero olvidan una cosa: en el medio de su hijaputez teñida de traición a la Patria, muere gente.
Y uno se pregunta entonces ¿para que mierda sirve la política? si los políticos hablan pellorativamente del otro refregándole en la cara que "hace política para desestabilizarlo" y entre las dos partes beligerantes, la gente sufre, precisamente, por esa basura política de la que ellos mismos nos invitan a participar cuando se trata de darles el voto salvador. Violencia, educación, tal vez vayan muy juntas y de la mano y muy posiblemente no sea tan sólo cuestión de que siempre se ponga la mirada en la vereda de enfrente, sosteniendo ciegamente que el problema es del otro y fragmentando las "diferentes clases de violencia" como si no fueran efectivamente una misma cosa. ¿A quién debe endilgarse la violencia? ¿a quién le falta educación? ¿Al desprevenido pueblo, a los ignorantes electores o a las mismísimas autoridades de la Nación? Muchos, probablemente, traten de igualar hacia abajo diciendo que es responsabilidad de todos, sin embargo me permito disentir hasta la médula ya que las autoridades buscan estar donde están para -supuestamente- manipular herramientas diferentes, certeras, efectivas y creativas que mejoren la vida de los habitantes del país. Nadie les ha puesto un revólver humeante en la sien para forzarlos a tan abnegada tarea. En cambio, del otro lado (nunca mejor dicho: del otro lado), está la gente a la que se le mete en la cabeza que la culpa es de los de afuera (de esos mismos que siempre se ha ninguneado diciendo que son de palo...) y que los corruptos políticos que "hacen de cuenta que hacen las cosas" son víctimas del insensible sistema impuesto desde el más allá. La política -debo tristemente convenir con ellos- es a veces una cuestión bastante sucia, sobre todo cuando mata.
A propósito de todo ésto y como un ejemplo duro, real y concreto, transcribo lo escrito en el sitio www.infancias.com.ar, un espacio que propone una mirada plural y dinámica sobre diversas cuestiones y problemáticas referidas a la niñez, esa misma niñez que forjará el futuro de la Argentina y que está siendo abandonada a su suerte sin reparar en las dramáticas e irreparables consecuencias que dada esa política de desinterés, desatención y descuido pueden llegar a derivar. El texto, es la dolorosa descripción que hace una profesional responsable y preocupada por la creciente situación de calle, desamparo y violencia familiar a la que se ven sometidas miles y miles de familias en la Argentina del siglo XXI. No es un cuento, no es ficción. Es la más cruda realidad que se vive día tras día y que es la materialización de las falsas políticas sociales de quienes deben velar por el bienestar y el progreso de la gente. La vieja historia de aparentar hacer mucho, mientras que sólo se levanta la alfombra y se tira la tierra por debajo. El relato habla sobre el caso de una madre que fue desalojada de un amparao maternal dependiente del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, puesta de patitas en la calle y llevada a una trampa mortal disfrazada de habitación en la que no alojaríamos ni siquiera a nuestro peor enemigo. Una situación de conflicto entre un grupo de personas que habitaban el amparo maternal (¿debería seguir llamándose así?) llevó a que las religiosas y las autoridades de la ciudad que manejan a su antojo el lugar (y no es el único) dispusieran que esa mujer y sus hijos fueran "ajusticiados" siendo sacados del lugar. Estuvieran listos o no para afrontar la vida allí afuera, poco importó a lo que se debieran enfrentar sin las más mínimas herramientas para hacerlo y sobrevivir. Afuera por "violentos"... como si esa expulsión (por venir de manos del gobierno) no fuera "violencia". Afuera sin más vueltas y sin la más mínima contemplación. Que pase el que sigue, que lleguen al amparo los otros que permitirán a los inescrupulosos hacer de cuenta que van por el bienestar d elos demás, mientras que lo único que hacen -en este caso- es matar sin que se note.

A continuación, la dramática demostración de lo dicho:

Violencia… simple y complejamente violencia.
Santi…a sus cortos once años murió al incendiarse la casa donde vivía…. Estaba solo… Cuando tratan de buscarse las causas se escucha decir…. Fue un encendedor, no se dio cuenta… estaría jugando…
En su historia hay escenas familiares de maltrato, momentos de situación de calle, pasaje por paradores, estadía en un amparo estatal y la ida temporal a un colegio en el cual quedó marcada su hiperactividad, luego pasado el tiempo normativamente estipulado se les consiguió una casa…. casa donde quedó sólo…. casa que se incendió….
Hoy hablar de violencia es moneda corriente, violencia familiar con los números de teléfonos y lugares donde se podría  asisitir;  violencia social que se vivencia cotidianamente y de la cual se habla de manera impersonal porque siempre es del otro y no quien habla, violencia institucional que pareciera destinada a lo escolar, alumnos con cuchillos, padres que  golpean docentes o docentes que maltratan alumnos, violencia hacia las mujeres, violencia de género...
Una vez más las clasificaciones llevan a generalizaciones cuyo efecto es la fragmentación de  las escenas; si la violencia es escolar… “la culpa es  de la escuela”; si es violencia familiar… “algo pasa en esa casa”; si es violencia social… “la gente está muy loca”; si es violencia de género…”algo habrán hecho”…. La fragmentación lleva a des-responsabilizarse… como si la violencia no fuera solo violencia; simplemente violencia con lo complejo de la cuestión y de los entramados que se generan….
Hoy pienso en los niños… en los niños que llegan a este mundo indefensos y necesitando de adultos suficientemente estables y amorosos para poder crecer sanamente, en adultos que se responsabilicen por ellos y que no miren hacia otro lado…. Tanto es así que ni rótulo tiene la violencia que se ejerce sobre ellos…. Como si por el hecho de ser niños una “nalgada a tiempo evita futuros problemas”, “la letra con sangre entra”, o bien “son chicos, no se dan cuenta”… como si la violencia y la niñez de algún modo pudieran convalidarse por alguna perversa razón…
No fue violencia acaso es sus múltiples modos y escenarios la causa de lo sucedido en aquella casa… detenerse a pensar en la violencia es mucho más que sólo clasificarla…  pensar y hacer algo sobre las escenas de violencia tal vez sería habilitar espacios para que desde la familia se encuentren nuevos modos de relación; para que la escuela pueda ver más allá de lo que se ve cuando un niño no puede para de moverse;  para  que la sociedad, es decir nosotros, cada uno de nosotros intervengamos haciendo una pausa donde pueda aparecer algo diferente respetando a los niños como sujetos de derechos; violencia en la institución donde fue alojado durante el tiempo que estipula la normativa vigente y luego desalojado en lo real…
Violencia…. Sólo violencia… Sino pregúntenle a Santi... a no!…. Ya no va a poder contestar.


Fuente original: http://www.infancias.com.ar/2015/05/violencia-simple-y-complejamente.html

miércoles, 27 de mayo de 2015

El alemán de la daga

El alemán de la daga.


Era una tarde cálida, una jornada apacible y relajada como tantas otras en las que aquellos melancólicos alemanes -que solían disfrutar de las comodidades del "Edén Hotel" enclavado en la tranquilidad y privacidad de las serranías cordobesas de La Falda- se reunían para recordar los buenos viejos tiempos y, de paso, hacer nuevos planes para un futuro mejor. Cerca del reducto de los Eichhorn, la paz también se encontraba en "El chorrito", un idílico paraje surcado por cascadas y manatiales que hacían las veces de un improvisado y bendito balneario en donde mitigar el calor de la provincia mediterránea; un maravilloso lugar de reunión donde los camaradas aprendieron -e hicieron propio- el arte y la sana costumbre del asado y un vasito de vino. La foto es un buen retrato de aquellos días de finales de 1950.
Con el sol del mediodía clavado sobre sus cabezas y vestidos como para otra ocasión, los germanos del "Edén" posaban felices y despreocupados para la posteridad. Uno de ellos -el de la izquierda- con coqueto sombrero y campechana pose de manos en la cintura, deja al descubierto el cinto del que se asoma, orgulloso, brillante y filoso, un cuchillo. Los lugareños solían pedírselo -a don Ricardo- para cortar los jugosos costillares sobre la parrilla, pero el alemán lo portaba por motivos diferentes.
La filosa pieza era una daga de honor de las SS nazis y su poseedor, don Ricardo Klement (el de la izquierda en la foto de este artículo), era -ni más ni menos que- el jerarca nazi Adolf Eichmann.


Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Eichmann, que se hacía llamar Otto Eckmann, fue capturado por el Ejército de los Estados Unidos, que "desconocía" su verdadera identidad. En los albores de 1946 se "escapó" de la custodia del Ejército estadounidense y se ocultó en varios lugares de Alemania durante algunos años. En 1948 obtuvo un salvoconducto para escapar a Argentina, pero no lo usó inmediatamente.A principios de 1950, Eichmann estuvo en Ginebra, donde se hizo pasar por un refugiado llamado Ricardo Klement. Con la ayuda de un fraile franciscano de ideas fascistas, que tenía conexiones con el obispo Alois Hudal, obtuvo un pasaporte emitido por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y un visado argentino, ambos documentos a nombre de "Ricardo Klement, técnico". El 17 de junio de 1950 salió en barco desde Génova y llegó a Buenos Aires el 14 de julio del mismo año. Vivió tranquilo y amparado en la Argentina hasta que el 11 de mayo de 1960 un comando clandestino del Mossad -servicio de inteligencia israelí- lo secuestró en un procedimiento irregular y violatorio de las leyes internacionales y soberanía argentina para llevarlo a Israel y -finalmente- condenarlo a muerte.


Marcelo García
Historias Lado B

lunes, 25 de mayo de 2015

Seguimos queriendo saber de qué se trata

¿Oíd el ruído de rotas cadenas? ¿ved en trono a la noble igualdad? 205 años después, aún seguimos queriendo saber de qué se trata.


domingo, 17 de mayo de 2015

Videla, Borges y Sábato

 El General Jorge Rafael Videla junto a Jorge Luís Borges y Ernesto Sábato.


El miércoles 19 de mayo de 1976, Jorge Luís Borges, Ernesto Sábato, Horacio Esteban Ratti (presidente de la Sociedad Argentina de Escritores) y el sacerdote  Leonardo Castellani compartieron un almuerzo durante más de dos horas con el general Jorge Rafael Videla -Presidente de facto argentino-  y el general José Villarreal, secretario general de la Presidencia. Tras un distendido momento para beber whisky, jerez y jugo de frutas, Videla le preguntó a Borges sobre su reciente viaje a los Estados Unidos y los resultados de su operación de ojos. Borges contestó que estaba muy cansado por el viaje y -en cuanto a su vista-intentó señalar dónde estaba el perchero, una silla y dónde un cuadro como para hacer una demostración que nadie le había pedido. De inmediato y tras estar a punto de caerse por un aparente mareo, sería contenido por Videla y Ratti tras lo cual todos pasaron al salón comedor.
Videla diría entonces que "El desarrollo de la cultura es fundamental para el desarrollo de una Nación", mientras los invitados asentían obedientemente.
La respuesta de Borges no se haría esperar. "Le agradecí personalmente el golpe del 24 de marzo, que salvó al país de la ignominia, y le manifesté mi simpatía por haber enfrentado las responsabilidades del gobierno. Yo nunca he sabido gobernar mi vida, menos podría gobernar un país".

 La dictadura argentina y los hombres de las letras estrechan sus manos.


Un mozo les servió el menú, y así los comensales pudieron degustar  budín de verduras con salsa blanca, ravioles y ensalada de frutas con crema o dulce de leche, todo acompañado por vino tinto Bianchi 1887 y San Felipe blanco. Videla -tal vez como pocas veces antes y después- escuchó atentamente a sus invitados y se encargó de repetirles una y otra vez -hasta el cansancio- que para él era un honor compartir esa mesa con tan importantes personalidades. 
"Es imposible sintetizar una conversación de dos horas en pocas palabras, pero puedo decir que con el presidente de la Nación hablamos de la cultura en general, de temas espirituales, culturales, históricos y vinculados con los medios masivos de comunicación. Hubo un altísimo grado de comprensión y de respeto mutuo, y en ningún momento la conversación descendió a la polémica literaria e ideológica y tampoco caímos en el pecado de caer en banalidades; cada uno de nosotros vertió sin vacilaciones su concepción personal de los temas abordados" -dijo el respetable Ernesto Sábato, y siguió: "Fue una larga travesía por la problemática cultural del país. Se habló de la transformación de la Argentina, partiendo de una necesaria renovación de su cultura".
Para finalizar -aunque no fue la frutilla del postre- Sábato tuvo oportunidad de dar su impresión sobre el dictador argentino al declarar públicamente que "El general Videla me dio una excelente impresión. Se trata de un hombre culto, modesto e inteligente. Me impresiono la amplitud de criterio y la cultura del presidente".
Por algo lo diría. Entre tanto, los periodistas apostados en Casa de Gobierno, agradecidos. Los hombres de la cultrura habían dado mucha letra para los titulares de los artículos que serían publicados en los diarios de la jornada posterior.



Datos e información: 
- Documentos desclasificados del Departamento de Estado norteamericano y la embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires. Mayo de 1976.
- www.taringa.net/posts/noticias/131105/Sabato-Borges-y-Videla

miércoles, 6 de mayo de 2015

Las Esvásticas del "Roca"

Frente de la "Escuela Presidente Roca" a principios del siglo XX.


Historia.
Decía Domingo Faustino Sarmiento, en 1849, que "nuestras escuelas deben ser construídas de manera que su espectáculo -obrando diariamente sobre el espíritu de los niños- eduque su gusto, su físico y sus inclinaciones". A raíz de esa línea de pensamiento es que podemos llegar a comprender el concepto que justifica un monumental edificio como el de la "Escuela Presidente Roca" ubicado sobre la calle Libertad 581 de la Ciudad de Buenos Aires, justo frente a la Plaza Lavalle, que si bien no ha sido responsabilidad de una gestión personal de Sarmiento, es -sin dudas- fruto tardío de las ideas del "padre de las aulas argentinas". Su viaje a Europa entre 1846 y 1848 fue determinante para acercarse a la grandilocuencia reclamada, sobre todo tras su paso por la actual Alemania en 1847 en donde supo reconocerse como un entusiasta inocultable de los germanos por muchos diferentes motivos. Para entonces, los movimientos y sociedades -muchas secretas y reservadas- como por ejemplo la Sociedad Thule, recién comenzaban a desandar los caminos que llevarían (como en el caso de Thule) a la conformación de las bases que a principios del siglo XX derivaron en el nacimiento del Partido Nazi, del cual la sociedad Thule fue sostenedora inicial.
Entre tanto, el del "Roca" es un edificio imponente y monumental, clásico en el verdadero sentido de la palabra, típico de las construcciones en las que Sarmiento se inspiró durante su viaje y que trató de replicar en estas tierras, una construcción a la que no pocos confunden con un templo y que -sin embargo- es, simplemente, una escuela pública. El "Roca" fue fundado en el año 1903, siendo uno de los mejores exponentes del magnífico trabajo del arquitecto italiano Carlos Morra, quien plasmó en su gran obra lo mejor y más representativo del estilo neogriego, algo que también se conoció por entonces como las "escuelas palacio" diseñadas durante la Generación del '80 y símbolo de la educación popular laica de entonces, sobre todo desde 1884.

Su fachada se ve dominada por unas imponentes columnas de granito gris y está coronada por una serie de estatuas magníficamente realizadas por el escultor Giovanni Arduino. El estilo, las dimensiones, los recargados elementos y las figuras utilizadas para darle formas, no eran -pese a que algunos pudieran llegar a pensarlo- una desmedida demostración de vanidad o lujo innecesario, sino que sus objetivos eran los de "demostrarle" al niño que estaba en un edificio de importancia precisamente porque su educación era importante. En los terrenos que ocupa, supieron levantarse las instalaciones del Regimiento 1de Infantería y un cuartel de bomberos de la ciudad además de haber sido un solar en el que se asentó un viejo circo de principios de siglo XX. El frente también cuenta con seis pilastras de fuste liso y capitel simple sobre lo que se sostiene un frontis triangular con un bajorrelieve en el que se puede leer el nombre de la Escuela, rematando todo en un mástil. Así mismo,sobre la puerta principal se puede visualizar una cornisa sobre la que se lee -en latín- que reza "LIBER LIBERAT" (El libro libera).

Frente de la Escuela Presidente Roca, Buenos Aires. Mayo 2015.

Esvásticas.
Sin embargo,entre tanta belleza y majestuosidad, hay un detalle que no deja de llamar la atención, el cual -dicho sea de paso- se repite en otros edificios emblemáticos de la ciudad como por ejemplo el de la Estación terminal del Ferrocarril de Retiro. No tan evidente ni advertido por los distraídos transeúntes que pasan por el lugar, el frontis de la escuela tiene un sinfín de cruces esvásticas en un friso horizontal que "abaraza" -casi con disimulo- al bello edificio.
En el caso de la Estación de Retiro (que hemos visto en Historias Lado B) los trabajos corrieron por cuenta de los arquitectos Eustace L. Conder, Roger Conder y Sydney G. Follet, junto al ingeniero Reginald Reynolds, todos británicos establecidos en el país, los cuales no mantenían aparentemente ninguna relación con Carlos Morra, el brillante hacedor del "Roca", un noble italiano nacido en 1854 que era arquitecto y ostentaba el título de Marqués de Monterochetta. Arribó a la Argentina en 1881 y entre las obras de su autoría que aun se conservan pueden mencionarse varias escuelas (la Escuela Normal Sarmiento, la OnésimoLeguisamón y Escuela Nº 2 José María Gutiérrez entre otras); el Tiro Federal Argentino en Palermo; el Palace Hotel en la esquina de Perón y 25 de Mayo;  el edificio de la Lotería Nacional de la calle México al 500, lugar en donde durante mucho tiempo funcionó la vieja Biblioteca Nacional.  Morra, así mismo, llegó a ser presidente de la Sociedad Central de Arquitectos e hizo construir la excepcional tumba en el Cementerio de la Recoleta en la que se ve el escudo familiar cuando su hija, que él llamaba cariñosamente  “Baby”, falleció en París a los 21  años.

 Frisos con cruces esvásticas en el edificio de la Escuela Presidente Roca.


¿Qué extraña relación habrá existido, qué invisible hilo conductor habrá unido al viaje de Sarmiento a Alemania, al inicio de las actividades de sociedades como Thule, el nacimiento posterior del Nazismo y los disimulados "homenajes" a la cruz esvástica plasmados en un edificio emblemático que el prócer pretendía sirviera de inspiración para la educación de los niños argentinos?
La respuesta se ha ido -definitivamente- a la tumba de varios de los protagonistas de esta historia.


Marcelo D. García
Historias Lado B

jueves, 12 de marzo de 2015

La llave con la Cruz Esvástica que abrió las puertas de la terminal de Retiro en 1915

La llave de oro con la cual el Presidente de la República Argentina -Victorino de la Plaza- abrió las nuevas puertas de la estación Retiro durante la inauguración en 1915, remataba en una Cruz Esvática. Los frisos aplicados en las paredes del hall central de la estación también exhiben la misma simbología. 
¿Recuerdos de una cultura milenaria o un primer anticipo de un incipiente Nazismo en la Argentina?

Llave de la inauguración de la Estación terminal de Retiro, Buenos Aires, 1915.


En 1908 los arquitectos Eustace L. Conder, Roger Conder y Sydney G. Follet, junto al ingeniero Reginald Reynolds, todos británicos establecidos en el país, presentaron un proyecto para darle al Ferrocarril Central Argentino  una nueva estación terminal tras el incendio -producido en 1897- de la antigua Estación Central. (1) La construcción de la misma comenzó en junio de 1909 en el solar emplazado en la Avenida Ramos Mejía 1358, quedeando terminada durante 1914 y siendo inaugurada el 2 de agosto de 1915 por el presidente argentino Victorino de la Plaza.
En ese entonces, fue una de las estaciones terminales más grandes del mundo. Para la Comisión Nacional de Museos y Monumentos y Lugares Históricos se trató de "un claro símbolo de la idea de progreso que sustentaba la generación del '80" y "la culminación del proyecto de tendido de los ferrocarriles, iniciado a mediados del siglo XIX, y cuya red, abierta entre las provincias y el puerto de Buenos Aires, permitió la distribución tanto de los inmigrantes cuanto de los productos agrícolo-ganaderos".(2)

Arriba: construcción de la estación terminal en 1914. Abajo: el edificio en 1915.


El diseño se regía por lo establecido y predominante en la Europa de finales del siglo XIX, dividiéndose el edificio en dos grandes sectores. Para la construcción del gran vestíbulo, las confiterías y el sector de boleterías se siguió, por otro lado, un criterio estético con terminaciones marcadamente influidas por el academicismo francés. Los interiores, con más de 20.000 m² de cielorraso, fueron revestidos con mayólicas provistas por la británica Royal Doulton e iluminados con antorchas de estilo florentino. En el sector de andenes, con su estructura de hierro y vidrio característica de la Segunda Revolución Industrial, primaron en cambio claros criterios funcionalistas. Se levantaron ocho plataformas conectadas por túneles transversales con montacargas, cubiertas por dos grandes naves paralelas de 250 metros de largo y 50 metros de luz libre cada una. Cada una de las naves, con una altura máxima de 25,15 metros, está sostenida por una bóveda metálica de cañón corrido soportada por arcos de hierro colocados cada diez metros. El conjunto de las piezas, que fueron fabricadas en Liverpool por la firma Francis P. Morton & Co., tiene un peso cercano a las 8.000 toneladas.
En el momento de la inauguración se llegó a afirmar que los paragolpes hidráulicos que se encuentran al final de los rieles, eran -para entonces- los más poderosos del mundo, capaces de soportar el embate de un tren de 750 toneladas a una velocidad de 16 km/h.(3)


Hall central de la Estación de Retiro con un detalle de los frisos conEsvásticas.

Los frisos con Esvásticas -que en la actualidad pueden verse- en el hall central de la Estación de Retiro, Buenos Aires.


¿Por qué la Cruz Esvástica en la llave y los frisos?
Un detalle no deja -aún en la actualidad- de consitar particular atención no sólo sobre determinados sectores de la construcción de la magnífica estación, sino también en su llave inaugural: la presencia de la Cruz Esvástica. ¿Cómo explicarlo, si es que se puede?
Si bien su uso y orígenes se remontan a siglos de antigüedad, a principios de siglo XX (y particularmente en 1915), los primeros que comenzaron a utilizar -con nuevo y muy diferente significado al antiguamente dado por civilizaciones de oriente- la Cruz Esvástica fueron los integrantes de la Sociedad Thule.
La Sociedad Thule (en alemán: Thule-Gesellschaft), originalmente Grupo de Estudio de la Antigüedad Alemana (Studiengruppe für germanisches Altertum) fue un grupo ocultista, racista y völkisch de Múnich creado por Rudolf von Sebottendorff, notable principalmente por ser la organización que patrocinó al Partido Obrero Alemán (DAP), más tarde transformado por Adolf Hitler en el Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores (NSDAP).
La Sociedad Thule atrajo a unos 250 seguidores en Múnich y unos 1500 en toda Baviera. Sus encuentros se celebraban a menudo en el por entonces lujoso hotel muniqués Vier Jahreszeiten (Las Cuatro Estaciones). Los seguidores de la Sociedad Thule, como admitió el propio von Sebottendorff, estaban poco interesados en sus teorías ocultistas, y mucho en combatir a judíos (a quienes consideraban una raza inferior) y comunistas; Uno de sus miembros, Anton Graf von Arco auf Valley asesinó al primer ministro socialista Kurt Eisner.(5)(6)
Tras el establecimiento de la República Soviética de Baviera, fueron acusados de intentar infiltrarse en su gobierno y de haber intentado un golpe de Estado el 30 de abril de 1919. Durante este intento, el gobierno comunista apresó a varios miembros de la Sociedad Thule y posteriormente los ejecutó.

El semanario Münchener Beobachter.
La Sociedad Thule compró un semanario local, el Münchener Beobachter (‘Observador de Múnich’), y cambió su nombre a Münchener Beobachter und Sportblatt (aproximadamente ‘Observador de Múnich e Información Deportiva’) en un intento por mejorar su circulación. El Münchener Beobachter se convertiría más adelante en el Völkischer Beobachter (‘Observador del pueblo’), el principal periódico nazi, editado por Karl Harrer.

Afiches de la Sociedad Thule.


Deutsche Arbeiterpartei.
En 1919, el miembro de la Sociedad Thule Anton Drexler, que había establecido vínculos entre la Sociedad y varias organizaciones extremistas de derechas de Múnich, fundó junto con Karl Harrer el Deutsche Arbeiterpartei (DAP) o ‘Partido Alemán de los Trabajadores’. Adolf Hitler se unió a este partido en 1919. El 1 de abril de 1920, el DAP fue refundado como Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei (NSDAP) o ‘Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores’ (conocido generalmente como el «Partido Nazi»). Para entonces Von Sebottendorff había abandonado la Sociedad Thule y nunca se hizo miembro del DAP o del Partido Nazi. Muchos otros miembros de la Sociedad Thule o del DAP fueron más adelante personajes prominentes de la Alemania nazi, incluyendo a Dietrich Eckart, Gottfried Feder, Hans Frank, Karl Harrer, Rudolf Hess, Alfred Rosenberg y Julius Streicher. A Dietrich Eckart, que había entrenado las habilidades de Hitler para el discurso público, le dedicó éste su libro Mi lucha. Aunque se ha afirmado comúnmente que Adolf Hitler era un miembro,4 no hay evidencia alguna de ello; por el contrario, sí la hay de que nunca asistió a una reunión, como lo atestigua el diario de Johannes Hering de las reuniones de la Sociedad.(7) Otros miembros fueron Karl Fiehler, Wilhelm Frick, Michel Frank, Heinrich Jost, Wolfgang Pongratz, Wilhelm Laforce, Johann Ott, Hans Riemann, Max Seselmann y Hans-Arnold Stadler. Dos aristócratas bien conocidos del grupo fueron la condesa Hella von Westarp, que actuaba de secretaria de Rudolf von Sebottendorff, y el príncipe Gustav von Thurn und Taxis (ver :Casa de Thurn y Taxis), detenidos y ejecutados por el gobierno de la República Soviética de Baviera en 1919.(8)

Disolución de la Sociedad Thule.
Después de que Hitler llegara al poder en Alemania, la Sociedad Thule fue una de las muchas organizaciones disueltas por órdenes del Führer. Cuando Von Sebottendorff volvió a Alemania y publicó un libro sobre la Sociedad Thule, Bevor Hitler Kam, fue arrestado y el libro prohibido. No obstante, se ha argumentado que algunos miembros de Thule y sus ideas fueron incorporadas al Tercer Reich.(9) Algunas de las enseñanzas de la Sociedad Thule fueron recogidas en los libros de Alfred Rosenberg. Muchas de las ideas ocultas también encontraron el favor de Heinrich Himmler, quien como Hitler tenía un gran interés por el ocultismo.

De niño Adolf Hitler asistió al coro del Monasterio de Lambach bajo la influencia de la Sociedad Thule. 
En el detalle: la esvástica dentro del monasterio.
Adolf Hitler (arriba, al centro) de niño en el coro del Monasterio de Lambach.


¿Esvástica milenaria o Esvástica nazi?
El misterio de la Esvástica...un símbolo que ha venido apareciendo repetidamente en la iconografía, el arte y el diseño producidos a lo largo de toda la historia de la humanidad, ha representado conceptos muy diversos para distintas civilizaciones. Entre estos se encuentraban inicialmente y hace siglos, la suerte, el Brahman, el concepto hindú de samsara (reencarnación) o a Suria (dios del Sol), por citar solamente los más representativos. En principio la esvástica fue usada como símbolo entre los hindúes. Se menciona por primera vez en los Vedas (las escrituras sagradas del hinduismo más primitivo), pero su uso se traslada a otras religiones de la India, como el budismo y el yainismo. Luego, la llegada del Nazismo al poder en Alemania con Adolf Hitler a la cabeza, invertiría el sentido de la Esvástica, dándole una lectura y un significado, completamente diferentes a los conocidos ancestralmente. La Esvástica había pasado a ser -definitivamente- la representación de otra cosa.
Entre tanto, no es posible establecer hoy en día  un contacto directo o una serie de relaciones entre los integrantes de la Sociedad Thule y los encargados de dar formas finales a la bellísima Estación terminal de Retiro en Buenos Aires. ¿A qué versión de la Cruz Esvástica y a qué sociedad habrán pretendido homenajear y representar Eustace L. Conder, Roger Conder, Sydney G. Follet y Reginald Reynolds? 
La posible respuesta se ha ido con ellos a la tumba.




Referencias
1. Estación Terminal Retiro - Ex-F.C.Mitre, Dirección General de Patrimonio, Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
2. Estación Terminal Retiro del Ferrocarril Mitre, Comisión Nacional de Museos y Monumentos y Lugares Históricos. Consultado el 18/11/2007
3. Diego M. Zigiotto (2008). Las mil y una curiosidades de Buenos Aires, (pág 258). Grupo Norma. ISBN 978-987-545-483-5.
4. Remodelación de la estación Retiro", en revista El constructor, núm. 4.632, 10 de septiembre de 2001
5.  Friedrich Hitzer: Anton Graf Arco. Das Attentat auf Kurt Eisner und die Schüsse im Landtag. Knesebeck & Schulter, München 1988, ISBN 3-926901-01-2.
6. Rodrigo, Javier. Políticas de la violencia. Europa, siglo XX, vol. 107 de Ciencias Sociales. Prensas de la Universidad de Zaragoza, 8416272379, 9788416272372 p. 458
7. Johannes Hering, Beiträge zur Geschichte der Thule-Gesellschaft, transcripción con fecha del 21 de junio de 1939, Bundesarchiv Koblenz, NS26/865. Citado en Goodrick-Clarke, Las raíces ocultas del Nazismo, 1992, p. 201.
8.  Herradón Ameal, Óscar . La orden negra: El ejército pagano del III Reich. Crónicas de la historia. Editorial EDAF, 2011. ISBN 8441428212, 9788441428218
(9). Jean Michel Angeburt. The Occult and the Third Reich, Macmillan Publishing Co., Inc. 1974, p. 9.

http://es.wikipedia.org/wiki/Sociedad_Thule 
Foto principal, llave de apertura de la Estación de Retiro:  Archivo General de la Nación. Documento fotográfico. Inventario 20316.

viernes, 22 de agosto de 2014

Los Fantasmas de Historias Lado B: El Colegio Pestalozzi, símbolo de la lucha contra los Nazis en la Argentina

Actualmente, en el solar emplazado en la intersección de las calles Zapiola y Virrey del Pino, en la ciudad de Buenos Aires, hay vida.
Una frondosa arboleda, entre la que se ha asimilado una exótica palmera, cubre el terreno que antiguamente ocupaba, allá lejos y hace tiempo, el viejo edificio de la Pestalozzi Schule, o simplemente "el Pestalozzi". El colegio se erigió como el más claro símbolo educativo de la comunidad alemana antinazi de la Argentina de entonces, sobreviviendo a un sistema de las escuelas alemanas empapado de nazismo. Pocas han sido las instituciones que levantaron la bandera de la libertad, el respeto y la pluralidad y el Pestalozzi fue -precisamente- una de esas.
Hoy en día, este símbolo de la lucha contra el Nazismo en la Argentina, tiene su nuevo edificio a unas pocas cuadras del emplazamiento original, pero los fantasmas de aquellos que han luchado desde sus aulas contra la barbarie y la intolerancia, siguen dando vueltas por allí.

Marcelo D. García
Historias Lado B

Arriba: el edificio orginal del Colegio Perstalozzi en 1938. 
Abajo: el terreno en la actualidad - Agosto de 2014. (Foto: Marcelo D.García / Historias Lado B)