martes, 8 de enero de 2013

La Argentina filonazi de 1938: Circular 11 de José María Cantilo contra los "indeseables" o "expulsados"


Cuando la inmigración hacia la Argentina estaba alcanzando uno de sus puntos más álgidos, cuando eran miles y miles los inmigrantes que llegaban desde tantísimos lugares del mundo hacia Sudamérica en busca de mejor vida, más dignidad y un bienestar que no podían encontrar sus países de origen, comenzó a gestarse en la Argentina una tendencia que mostraría a las claras (y sin dudas) la posición del país a pesar de su eterna y falsa postura de neutralidad. Una vez llegados los nazis al poder en Alemania, se dio lo que muchos esperaban para sus propias sociedades: un enfermo tirano con delirios de dios que llevara a la práctica las más brutales políticas discriminatorias. Eso se dio en la tremenda Alemania del Tercer Reich de maera flagrante pero no fueron pocos precisamente los países, sociedades y gobiernos que de inmediato se sintieron "identificados" y "simpatizaron" con la barbarie nazi. Mal que le pese a la historia argentina, el país sudamericano ha sido uno de los emblemas de las simpatías por el fascismo y el nazismo en la región sudamericana y así las cosas, de aquellas políticas migratorias abiertas y bastante permisivas desde finales del siglo XIX se fue pasando paulatinamente (sin pausa) a otras mucho más restrictivas y no tan blandas (por no decir sectarias...). 
Pero los cambios en la política migratoria de Argentina fueron tomando otro caríz, sobre todo, desde el ascenso del nazismo y Adolf Hitler al poder. 

No fue instantánea la "cercanía" de Argentina con la Alemania intolerante, el proceso venía gestándose desde hacía largo rato. La gran colonia alemana en Argentina supo desde el principio hacer gala de sus ideas nacionalistas (cosa que se venía dando incluso antes de la llegada de Hitler al poder) y muchas familias influyentes y poderosas encontraron buen caldo de cultivo en la sociedad argentina de entonces a la hora de "reclutar simpatizantes" con el nefasto régimen imperante en Alemania. Por supuesto que al decir la gran colonia de alemanes influyentes no estamos hablando de todos, cosa que sería (como mínimo) mentirosa e injusta, pero no hay que dejar de observar que sobre todo después de 1933 la educación de los alemanes en la Argentina estaba "alineada" con las políticas del Tercer Reich y eso caló muy profundo en la sociedad argentina en su gran mayoría. 

Si la llegada de los nazis al poder había sido la semilla germinal de aquellas ideas sectarias en la sociedad argentina de aquel entonces, el paso de los años y el afianzamiento de aquel Reich "destinado a durar mil años" hizo que los miles de adeptos locales se "envalentonaran" y creyeran que ya nada ni nadie los detendría... Así a medida que Argentina "cerraba filas" secretamente con la Alemania nazi, se llegó al año 1938, momento en el cual se redactó una nefasta disposición que (por si faltaba algo) dejaba muy clarita la posición argentina sobre la inmigración judía. La nota redactada por el canciller argentino José María Cantilo  era, sin más vueltas,  una orden concreta para los embajadores argentinos en Europa sobre los procedimientos a llevar adelante con gente que deseaba emigrar a la Argentina. 

Se trataba de la Circular 11 emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina durante la presidencia de Roberto M. Ortíz. Siguiendo fielmente las políticas de gobiernos argentinos filonazis, el de Ortíz se encargó de emitir esta sectaria circular (secreta y con orden de no ser divulgada públicamente) en la que se incluyó un párrafo que con "cierta sutileza" prohibía la entrada de judíos a la Argentina. Sobre el final de la "recomendación" de dos páginas decía lo siguiente: "Sin perjuicio de las demás disposiciones establecidas para la selección de viajeros destinados al país, y salvo orden especial de esta Cancillería, los Cónsules deberán negar la visación - aún a título de turista o pasajero en tránsito - a toda persona que fundadamente se considere que abandona o ha abandonado su país de orígen como indeseable o expulsado, cualquiera que sea el motivo de su expulsión. Este Ministerio espera que el celo y buen criterio del Señor Cónsul suplirán a este efecto la información formal que no sea posible obtener en cada caso, lo que permitirá establecer la capacidad del funcionario para el cargo que ocupa. Todo caso de duda deberá ser consultado a la Cancillería, así como el de toda persona cuya incorporación al país considere el Señor Cónsul inconveniente. Estas instrucciones son estrictamente reservadas y por ningún motivo deberán ser invocadas ante el público o ante las autoridades del país donde ejerce sus funciones. Quedan derogadas todas las instrucciones anteriores en cuanto se opongan a la presente. Los Señores Cónsules se servirán acusar recibo de la presente circular, directamente al Ministerio de Relaciones Exteriores".
A buen entendedor, pocas palabras: "...toda persona que fundamentalmente se considere que abandona o haya abandonado su país de origen como indeseable o expulsado..."



La circular 11 redactada y firmada por José María Cantilo el 12 de Julio de 1938.


Argentina hizo la "vista gorda" ante esta circular secreta del Minsiterio de Relaciones Exteriores y Culto durante décadas, por lo cual el comunicado oficial siempre estuvo vigente en el país. Recién en 2005 la Circular 11 fue simbólicamente derogada durante el gobierno de Néstor Kirchner tras el descubrimento en la embajada argentina en Estocolmo de la única copia existente (qué lejos la mandaron...¿no?) de la circular. La copia fue descubierta por la investigadora Beatríz Gurevich y denunciada por el escritor/investigador Uki Goñi en su libro "La auténtica Odessa". En un acto llevado a cabo en la Casa Rosada, sede del gobierno argentino, y con presencia de los nombrados junto al Ministro de Relaciones Exteriores de entonces, Rafael Bielsa, finalmente la nefasta Circular 11 (tras 67 largos años de vigencia en Argentina) dejaba de tener validez...

domingo, 6 de enero de 2013

Archivo desclasificado del FBI: Adolf Hitler en Argentina

La historia, ya sabemos, puede tomar dos caminos al ser contada. Está la historia oficial, esa misma que se plasma en los periódicos, los libros fervientemente divulgados y difundidos, en los medios y es repetida una y otra vez hasta que finalmente "entra en la mente de la gente y es aceptada como verdadera". Y está la otra historia, la real. Los documentos que muestro en este post son parte de la historia real, la de los asombrosos relatos de hechos que muchos pretender hacer pasar por falsos pero que en definitiva son la historia misma contada como siempre debió haberse contado.
Los documentos clasificados, las millones y millones de páginas que se encuentran "resguardadas" y "protegidas" por los popes del poder mundial para que la "gente común" no acceda a ellas son la más clara demostración de que esa historia "real" existe, está allí, a la espera de ser contada y divulgada. 

A continuación publico unos documentos desclasificados pertenecientes al Federal Bureau of Investigation (FBI). Como se verá, los mismos tras ser desclasificados, han sido "censurados" como suele suceder con este tipo de información (hay cosas que nunca se terminan de revelar), pero sin embargo tienen una importancia y un valor realmente incalculables por algunos detalles, a saber: Se trata de un documento fechado el 21 de Septiembre de 1945, destinado a Edgar Hoover (legendario jefe del FBI) y habla sobre la vida de Adolf Hitler en Argentina. Un "pequeño" detalle para tener en cuenta: Hitler, según la historia "oficial" (auspiciada, escrita y difundida por los norteamericanos) se había suicidado en el bunker de Berlín el 30 de Abril de 1945... 5 meses antes de haberse fechado este documento.

Para el mundo entero Hitler estaba oficialmente muerto. Para el poder norteamericano, no.




Detalle del encabezado del informe desclasificado hablando del escape de Hitler a la Argentina:



sábado, 5 de enero de 2013

Londres planeó devolver a Astiz a la Argentina bajo un seudónimo


A 30 años de la guerra / Revelaciones de Gran Bretaña
Londres planeó devolver a Astiz a la Argentina bajo un seudónimo
Por Hugo Alconada Mon | LA NACION

Traslado de Alfredo Astíz en un helicóptero británico.



En plena guerra de Malvinas, el gobierno británico planificó otorgarle un seudónimo al entonces capitán de la Armada, Alfredo Astiz, y meterlo en un vuelo directo de Londres a Buenos Aires. Buscaba así terminar con los reclamos diplomáticos de Francia y Suecia, que querían interrogarlo por las desapariciones de por lo menos tres ciudadanos, según consta en los documentos desclasificados en Londres sobre el conflicto de 1982.

Ese plan de repatriación llegó a un punto avanzado, con la reserva de un pasaje aéreo para el miércoles 9 de junio, cuatro días antes de la rendición argentina. Pero no llegó a concretarse, aunque de todos modos Astiz inició su regreso un día después, con escala en Brasil, cuya dictadura también presionó a Gran Bretaña.

El esfuerzo del gobierno de Margaret Thatcher por sacarse de encima a Astiz se debió a su temor de que la dictadura argentina aplicara represalias contra sus soldados que permanecían como prisioneros de guerra o contra otras personas o activos británicos en territorio argentino. "Soy muy consciente de que continúa la detención de nuestro piloto de un Harrier, el teniente [Jeff] Glover", alertó el ministro de Relaciones Exteriores, Francis Pym, a su par de Defensa. "Ha habido otros reportes de posibles acciones contra objetivos británicos en la Argentina", añadió.

El eje del asunto, desde la óptica británica, era que Astiz podía negarse a responder cualquier tipo de pregunta desde París o Estocolmo, amparado en la Convención de Ginebra, que fija las reglas para el tratamiento de los prisioneros de guerra.

La sensibilidad alrededor de Astiz resulta evidente de la lectura de los documentos que desclasificó el Archivo Nacional en Londres . Es, por ejemplo, uno de los pocos militares argentinos a los que Pym y otros referentes del gabinete de Thatcher alude por su nombre y le dedica sus esfuerzos diplomáticos.

El propio Pym esboza las distintas categorías de prisioneros argentinos en un cable diplomático secreto. Consigna que 1400 serán enviados en barco a Montevideo, en tanto que los de "categoría especial, incluyendo altos oficiales, miembros de fuerzas especiales y prisioneros de valor para inteligencia serán retenidos en las islas". Y a Astiz, en ese mismo cable, le dedica dos párrafos por separado, con los detalles de su arribo a Gran Bretaña y el plan de vuelo bajo otra identidad.

El problema era la continua y creciente presión internacional sobre Londres que siguió a la difusión del arresto de Astiz, aun después que el gobierno británico indicó que respetaría los límites fijados por la Convención de Ginebra. "La negativa francesa a aceptar un no como respuesta es embarazosa", advirtió en otro memo el secretario privado para asuntos internacionales de Thatcher, John Holmes, uno de sus asesores más cercanos mientras la "Dama de Hierro" ocupó la residencia de Downing Street.

Holmes incluso calificó de un "intento bastante crudo de presión" el recordatorio del gobierno de François Mitterrand de que así como pedía la colaboración británica para interrogar a Astiz, Londres a su vez pedía su asistencia para detener el envío de armamento a la Argentina.


25 de Abril de 1982: Astíz se rinde ante los británicos sin disparar ni un solo tiro en las islas Georgias del Sur.



"Prisionero difícil" 
Jefe de la guarnición argentina en las islas Georgias del Sur, Astiz se había rendido sin disparar un solo tiro tras dos bombardeos. La fotografía del momento en que firmaba su rendición "incondicional", el 25 de abril de 1982, ante dos oficiales británicos, recorrió el mundo. Y su uniforme, con los galones incluidos, se exhibe desde entonces en el Imperial War Museum de Londres.

El problema para los ingleses, sin embargo, llegó después: sobre Astiz del que ya circulaban las denuncias internacionales por violaciones a los derechos humanos en la ESMA, resultó un "prisionero difícil", según informes recibidos en Londres. Entre otros motivos, porque atacó a un guardia y armó una "primitiva daga con una pata de la cama".

Tras una escala en la isla Ascensión, Astiz se convirtió además en el único prisionero de guerra argentino que terminó en Gran Bretaña. Arribó a Portsmouth, el 5 de junio, y una guardia armada lo trasladó de inmediato a un centro de la Policía Militar en Chichester, Sussex.

Por entonces, los reportes de prensa de la época ya lo identificaban como "el ángel rubio" al que marcaban como el responsable de la desaparición de las monjas francesas Léonie Duquet y Alice Domon, y la joven sueca Dagmar Hagelin. Sin embargo, los límites para Londres ya resultaban claros, potenciados por las advertencias de los expertos de la Cruz Roja. "De contactos recientes con ellos está claro que si le preguntáramos más a Astiz [que lo permitido por la Convención de Ginebra] se sentirán habilitados a criticarnos públicamente", alertó Pym. Y eso, añadió, podía resultar un problema cuando "el número de prisioneros de guerra argentinos en nuestras manos podría trepar aun más agudamente en el futuro inmediato".


Nota original publicada en La Nación (Domingo 30 de Diciembre de 2012. Edición digital y edición impresa ): http://www.lanacion.com.ar/1541566-londres-planeo-devolver-a-astiz-a-la-argentina-bajo-un-seudonimo


viernes, 4 de enero de 2013

Una muestra de la protección que Francisco Franco le daba a los nazis: la historia de Leon Degrelle

Leon Degrelle junto a Hitler (izq.) y en España luciendo "orgulloso" su uniforme nazi (der.)


En este post he decidido compartir un texto escrito magistralmente por José Manuel García Bautista como fruto de una exhaustiva investigación que publicó en "Secretos Nazis: los documentos desclasificados". Mucho se ha dicho y escrito sobre la protección de la que se han beneficiado tantísimos criminales de guerra, entre ellos muchos nazis por supuesto, a lo largo de los años y al amparo de "colaboradores inesperados" por muchos. También es mucho lo que se niega y con ésto, una vez más, no hay peor ciego que quien no quiere ver...Son innumerables las pruebas de la ayuda que los nazis recibieron para llegar "sanos y salvos" a Sudamérica (a pesar de la intentona negativa de tantos...), pero esos no han sido los únicos casos. Europa hizo lo suyo y regímenes simpatizantes con el nazismo, como el de Francisco Franco en España, han ido al frente en estas cuestiones y por varios motivos. A continuación transcribo un completo  informe realizado por el autor anteriormente nombrado sobre la historia del nazi León Degrelle, quien vivió lo más campante en la España franquista (y no sólo la franquista ya que murió pácidamente en Málaga el 31 de Marzo de 1994 a los 87 años de edad...) que sirve como una muy pequeña muestra de la descomunal ayuda, colaboración y protección que tuvieron los nazis (también) en España durante tanto tiempo.


La historia de León Degrelle no deja de ser paradójica y muy vinculada a  este Sevilla secreta nuestra. León Dregelle nació en Bélgica, en Bouillon el 15 de Junio de 1906, de él decía Hitler que: “si tuviera un hijo que gustaría que fuera como Degrelle”.  Al iniciarse el conflicto mundial en 1939 se alinea al lado del rey Leopoldo III, por su posición de neutralidad, pero cuando Alemania invade Bélgica el 10 de Mayo de 1940 y el partido Rexista es dividido por la resistencia a los nazis el idealista Degrelle es trasladado a Francia al campo de concentrarion de Vernet, no se sabe si por los horrores de la guerra o por iniciativa propia se produce una metamorfosis en León Dregelle y pronto comenzaría a publicar en el periódico colaboracionista “Le Pays Réel” . El 1 de Enero de 1941 une al movimiento rexista con el nacionalsocialismo y el fascismo, días después confiesa su admiración por la figura de Adolf Hitler: ”el hombre más grande de nuestra época” (León Degrelle). Funda la denominada Legión Valonia, que fue una suerte de División Azul a lo belga, para combatir junto a los nazis en la Unión Soviética, mil belgas que no corrieron demasiada suerte... Los supervivientes fueron integrados dentro de las Waffen-SS y Degrelle pasó de cabo en un inicio a teniente en Mayo de 1942 atendiendo a sus méritos en el combate y ser distinguido con la Cruz de Hierro, la más alta condecoración alemana concedida. Su unidad se convirtió en Brigada y él ascendido al grado de mayor y ser sucesivamente condecorado por su valor en el frente. La Legión Valonia fue transformada en la 28º División de Infantería de las Waffen-SS. En 1944 Degrelle fue condecorado con la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro y en Agosto del mismo año la Cruz de Caballero con Hojas de Roble, una distinción concedida sólo a 883 militares en toda la guerra.
La carrera militar de León Degrelle parecía meteórica y en Octubre de ese mismo año sería condecorado con la Cruz Alemana de Oro.

Leon Degrelle junto a Joachim Von Ribbentrop, Ministro de Asuntos Exteriores de la Alemania nazi (izq.) 
y en diferentes actos nazis (der.)


En 1945 las fuerzas de este belga nazi lucharían en la Batalla de las Ardenas y el 2 de Mayo de ese mismo año un depuesto Himmler nombra a León Degrelle general de las SS. Las rendiciones y derrotas del ejército alemán obligan a huir a Degrelle primero a Copenhague (Dinamarca) y posteriormente a Oslo (Noruega). Así pues el belga decide tomar un Heinkel cedido por Albert Speer (Ministro de Armamento y de Guerra de Hitler) que lo lleve a un país neutral amparado por un régimen fascista del que recibiera protección, ese país era España. Y así vuela hacia España con el objetivo de encontrar asilo al cobijo de Franco, la fortuna no se alía en esta ocasión con Degrelle, ¿o si?, y su avión se estrella en la bahía de San Sebastián... Cuando los aliados tienen noticias, por sus redes de espías, que el general nazi está en España solicita su repatriación para ser juzgado junto con Pierre Laval (colaborador en la Gestapo en Francia bajo el gobierno de Vichy y jefe de la “Milice” francesa). La presión internacional sobre el gobierno de España era asfixiante, en un primer momento con la entrega de Laval se suaviza la tensión diplomática del momento,  sin embargo Franco se escuda en la ley de amparo con Degrelle y las heridas sufridas en el accidente aéreo para no entregarlo. No obstante y “in absentia” es juzgado declarándosele culpable de los cargos de colaboracionismo con los nazis y traición. La condena era a muerte.

El "accidente" del Heinkel de Leon Degrelle en la Bahía de San Sebastián (España, 1945).


Quizás por amistad o por una deuda con Hitler el gobierno español no parecía dispuesto a entregar al fugitivo, fueron años de disputas entre los cuerpos diplomáticos de España y de aquellos que reclamaban su repatriación cuando finalmente se le concede  la nacionalidad española y el pasaporte español con el nombre de José León Ramírez Reina, constructor, y para Falange Española uno de sus valedores así como uno de los más activos empresarios al servicio del gobierno. Todos esos años estuvo viviendo como un ciudadano español más bajo la protección de José Finat y Escrivá de Romaní, embajador de España en Alemania entre 1940 y 1942 así como Director General de Seguridad del gobierno español. Con tal aval... ¿cómo no iba vivir tranquilo León Degrelle en España?

¿Y donde podía vivir apaciblemente León Degrelle en España donde pasar inadvertido?
Pues en Sevilla, en su Sierra Norte, en una pequeña localidad llamada Constantina distante de la capital hispalense unos 86 kilómetros. Allí Degrelle era conocido como “Don Juan de La Carlina”, vivía bajo el nombre de Juan Sanchis siendo “propietario” de la “La Carlina” Manuel Amaya Ávila. Aquí el fundador del partido Rexista belga construye el denominado “Castillo Blanco” en su finca “La Carlina”, una maravilla arquitectónica donde gustaba pasar horas leyendo y escribiendo sus manifiestos. Persona de pocos amigos, y esos pocos afines ideológicamente, ocultaba perfectamente su identidad  aunque no su ideología a la vez que su figura siempre estuvo acompañada de leyendas sobre sus negocios o el destino de una parte de los tesoros alemanes productodel saqueo...

Leon Degrelle y su impresionante "Castillo Blanco" en Constantina, España.


Celebraba suntuosas fiestas en su palacete, Francisco García recuerda de aquella época:
“Eran grandes fiestas, y el palacio eran precioso, costeado y mucho... Decían que tenía incluso algunas salidas de escape en forma de pasadizos cuya idea le venía de la relación que tuvo don Juan con Himmler quién poseía un castillo en Alemania (se refiere al castillo de Welwelsburg, en Westfalia, santuario del nazismo) también con pasadizos de escape. Eran años donde era complicado vestir de esmoquin y sin embargo allí todo el mundo estaba de rigurosa etiqueta. Nosotros asistíamos con mi tío y padrino, Rafael Hazañas, hijo de Joaquín Hazañas y de la Rúa (Catedrático de Filosofía e Historia de la Universidad de Sevilla), además la familia poseía una finca cerca de “La Carlina”, se llamaba “Los Guaperales” en la linde de Guadalimar  donde está la Cruz. Aquella fue una época dura que desde luego en don Juan no se notaba, le gustaba rodearse de pocos pero de buenos amigos. Entre ellos mi padrino Rafael y el odontólogo del pueblo, don Servando Balaguer”.
Salvadora Bautista (nótese los apellidos de estos dos testimonios con los de uno de los autores de este libro) era una joven que por aquel entonces (años '50) trabajaba al servicio del prestigioso odontólogo local: “don Servando era muy agradable y nos quería mucho, recuerdo que en las fiestas que organizaba don Juan me decía: “Salvita tómate una copita de vino”. Era muy cariñoso. Don Juan era un hombre serio que difícilmente esbozaba una sonrisa pero que sin embargo estaba siempre rodeado de jefes de la Falange con sus uniformes y otras personalidades del régimen, era difícil verlo pero lucía en las grandes ocasiones una condecoración alemana que despertaba la admiración de todos (se trataba de la Cruz de Hierro). Las fiestas eran impresionantes y no le gustaba que faltara de nada y tampoco trataba al servicio de don Servando como a un servicio normal, nos trataba quizás con más afabilidad. Uno de los momentos más álgidos de aquella relación entre don Juan (Degrelle) y don Servando fue el motivo de casamiento de Ana en la década de los '60 si no recuerdo mal, la hija de don Juan y el hijo de don Servando, Juan Servando Balaguer Parreño, con lo que ambas familias quedaban emparentadas. Se casaron en la iglesia de La Concepción y el convite se celebró en “La Carlina”, luego el matrimonio se fue a vivir a Madrid, luego también casó a Godlieve, su otra hija”. En aquella primera boda las banderas con la esvástica ondearon al viento sevillano...
León Degrelle también vivió malos momentos en tierras sevillanas al vivir la muerte de su hijo en un accidente de motocicleta siendo enterrado en el panteón familia de Constantina. En la comarca de la Sierra Norte estableció amistad con una familia belga afincada en Lora del Río (Sevilla) que poseían una finca llamada “Molino Azul”. Además de escribir Degrelle dedicó un tiempo a la arqueología investigando los yacimientos calcolíticos de la Cueva de la Sima, estableciendo el periodo de ocupación prehistórico en la Sierra Morena hacía más de 45.000 años. Algunos lo tachan de expoliador y otros de estudioso, lo cierto es que bajo su supervisión se descubrieron ajuares funerarios , útiles y huesos humanos. Para unos dio cultura al pueblo y a la comarca y para otros no dejaba de ser un nazi huido de la justicia amparado por el régimen que gobernaba la España de la época.

Fotos de Leon Degrelle durante su plácida y protegida vida en España. Carta que le envió y dedicó a Hitler.


Degrelle se encontraba seguro y llega a escribir: “... Cuando ellos creían que estaban a punto de ganar la partida, cuando ya las líneas telefónicas de mi propiedad de Constantina la habían cortado los comunistas y todos los perros de la vecindad habían sido envenenados para que no hubiera señal de alerta, cuando mis raptores llegaron a la fase final, ¡catapún!, la policía española se les echó en lo alto. Una última tentativa de secuestro fue perpetrado por barbouzes del general De Gaulle. Los secuestradores del general no tuvieron más suerte que sus predecesores belgas o israelíes... Fueron detenidos por la policía española junto a la misma valla de mi propiedad”.



Extraído de: "Secretos Nazis: los documentos desclasificados"
Copyright: José Manuel García Bautista
(Sobre textos propios y textos de investigaciones propias)
Copyright: "Ediciones Digitales" 2010.
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lunes, 31 de diciembre de 2012


Muchas gracias por compartir la pasión por lo desconocido, las historias ocultas y los lado B que no siempre quieren que conozcamos. Sigamos avanzando juntos hacia lo desconocido. Bienvenido 2013.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Jack Churchill: un soldado británico con espada, arco y flechas en la Segunda Guerra Mundial

Jack Churchill encabeza un desembarco (derecha de la foto) con su espada en la mano.


Jack Churchill es uno de esos personajes que ameritan, sin más vueltas, una película que cuente su vida y sus andanzas. Nacido un 16 de septiembre de 1906, John Malcolm Thorpe Fleming "Jack" Churchill quedará en la historia como un auténtico romántico de la lucha, un británico nacido en Hong Kong que no logró nunca en ningún momento de su vida dejar de lado su pasión por las espadas medievales, el arco y las flechas.
Desde sus primeros destinos como oficial en el ejército británico en Birmania, Churchill sorprendía a propios y a extraños blandiendo como si nada una espada Claymore (un arma medieval) como parte de su uniforme y elementos indispensables. "Jack" Churcill sostenía que no era posible concebir que un oficial (como él) no usara espada. Una de sus frases predilectas era: "Un oficial sin espada no está correctamente vestido".

Pero además de ser bueno en el uso de las espadsas, demostraba grandes habilidades con el arco y la flecha y tal era así que eso le valió su participación con muy pequeños papeles en películas tales como "Ivanhoe" o "El ladrón de Bagdad". El año de 1939 lo encontró a Churchill como integrante de la selección inglesa en el Campeonato Mundial de Arco llevado a cabo en la ciudad noruega de Oslo hasta que un hecho inesperado (no tanto) le cambiaría la vida para siempre, como a tantos otros: estallaba la Segunda Guerra Mundial.
Regresó a Inglaterra y ni bien llegado se dedicó a ampliar su colección de arcos y flechas, pasando por la Tienda "Purle of London" y llevándose a casa armas fabricadas al más puro estilo medieval. Sin perder más tiempo, volvió a enrrolarse en el ejército británico, cosa que hizo justo a tiempo como para embarcarse hacia el continente europeo como parte del Manchester Regiment.


Jack Churchill en dos facetas distintas: como soldado británico y como arquero. Supo combinar las dos.


La historia de "Jack" Churchill podría haber sido una más, una de tantas otras de anónimos guerreros en la más violenta contienda bélica de todos los tiempos, pero él mismo se encargó de que no fuera así. Churchill pasó a ser conocido de inmediato por sus camaradas como un héroe enloquecido y un indiscutido enajenado mental. Entre sus acciones más recordadas y particulares se cuentan aquella de Diciembre de 1939 en Polonia y una del año 1940 en Francia. El episodio de Polonia incluye la sorpresa de sus propios compañeros y camaradas cuando Churchill sin mediar aviso se adelantó a su compañía y llegó hasta escasos 50 metros de las posiciones alemanas disparando flechas a diestra y siniestra, mientras que el episodio de Mayo de 1940 en Francia refiere a la defensa de una compañía británica de un pequeño pueblo destacándose una vez más el "loco" Churchill con una de sus acciones increíbles: se acercó a unos 30 metros de un batallón nazi apostado en un granero y desde allí disparó sus flechas atravesando a un soldado alemán dando inicio a una tremenda batalla, esta vez, de modo "tradicional".
Esas fueron apenas unas pequeñas muestras de la asombrosa capacidad de Churchill para pelear en una guerra "moderna" con armas y métodos propios de otras épocas. Pero el climax de sus campañas increíbles llegó durante la defensa de Dunkerque. Sus compañeros no daban crédito a lo que veían: Churchill desembarcó y caminaba por las playas con su espada en mano y su arcos y flechas dispuestos a dañar al enemigo.
Otro hito relevante de la historia de este loco de la guerra se dio en la Noruega ocupada por los nazis. Corría el mes de Diciembre de 1941 y Churchill encabezaba dos compañías en la "Operación Arquería". Las tropas británicas avanzaron por la playa encabezadas una vez más por "Jack" espada en mano y a grito pelado contra un enemigo absolutamente descolocado ante semejante visión. Los nazis finalmente sucumbieron en esa batalla y Churchill salió indenme una vez más. La acción le valió su segunda Cruz Militar.

La obra maestra de Churchill en esta guerra tan particular que sabía librar llegó en el otoño de 1943 mientras los británicos trataban de recuperar la localidad italiana de Piegoletti. Churchill se infiltró en las flojas defensas enemigas y al grito de "¡Comando!" logró intimidar a los puestos de custodia deteniendo (casi sin resistencia enemiga) a 136 alemanes. Nueva condecoración para el "Loco Jack" tras ganar la partida sin disparar un solo tiro.
Pero su historia en los campos de batalla terminaría en 1944 en Yugoslavia. Churchill quedó aislado junto a seis de sus hombres por una compañía alemana. Sus soldados fueron cayendo mal heridos uno a uno hasta que sólo él quedó en pie. Sin dudarlo, con toda tranquilidad, extrajo su gaita (siempre la llevaba encima y la tocaba) y comenzó a ejecutar la canción "No volverás" para darle ánimo a sus camaradas. Repentinamente una granada cayó cerca suyo dejándolo inconciente. Al despertar sólo veía nazis observándolo a su alrdedor, siendo trasladado de inmediato al campo de concentración de Sachsenhausen. Allí conoció a varios veteranos y con ellos logró cavar un túnel por el que pudo escaparse del cautiverio nazi. Tras 14 días de libertad y escape, fue capturado por la Gestapo. Las órdenes de Adolf Hitler eran claras en estos casos: la muerte. Sin embargo el oficial nazi encargado de ejecutarlo se negó a hacerlo y allí, Churchill, volvió a nacer.
Tan particular ha sido todo en su vida que, años después, el 8 de Marzo de 1996 pudo agradecerle a aquel mismo oficial alemán (que lo visitaba en su lecho de muerte), el hecho de haberle salvado la vida tantos años antes. Ese mismo día Churchill cerraba sus ojos y dejaba este mundo, rápido y sigiloso como una flecha...Filoso como una espada.

martes, 11 de diciembre de 2012

Revista "Clarinada": el antisemitismo nazi publicado mensualmente en Argentina (1937-1945)

Ejemplar de "Clarinada" con un Granadero argentino contra un monstruo judío-comunista en la portada.


A pesar de las negativas, a pesar de los provocativos desvíos de la atención que aún hoy en día se siguen intentando, no es novedad para nadie que el antisemitismo (virulento y galopante) era moneda corriente en la Argentina de los años '30. Fueron muchas las diferentes publicaciones nacionalistas publicadas en el país desde la década de 1930 hasta bien entrada la de 1940, apoyando y gestando desde sus nefastas páginas la intolerancia tantas veces fogoneada desde los estratos oficiales de la Nación. Pero si hubo una publicación sectaria que se ha destacado muy particularmente por sobre las otras, ha sido la revista "Clarinada" publicada sin intervalos (y sin inconvenientes) entre Mayo de 1937 y Febrero de 1945. La "vista gorda" de varios presidentes argentinos allanó (cuando no lo fomentó) el camino de tremendas publicaciones y "Clarinada" no fue la excepción. Agustín P. Justo; Roberto M. Ortíz; Ramón S. Castillo; Pedro Ramírez y Edelmiro Farrell crearon los ambientes propicios, aportaron todas las protecciones posibles e incentivaron muy a su gusto ese creciente odio no sólo a los judíos en Argentina, sino también a los diferentes sectores del progresismo nacional, con total impunidad y auténtico desparpajo. Sin ir más lejos, durante la presidencia de Ortíz, tuvo lugar en el Estadio "Luna Park" de la ciudad de Buenos Aires en 1938 el mayor acto nazi jamás visto y organizado fuera de Alemania, celebrando la anexión de Austria al Tercer Reich. El caldo de cultivo para el antisemitismo radical en Argentina se venía gestando desde hace rato (incluso desde los años '20), pero uno de los momentos culminantes llegó con la aparición del primer número de la revista "Clarinada".

Ejemplares de "Clarinada" siempre con mensajes violentos contra comunistas y judíos.


Las ideas de quienes hacían "Clarinada" quedaron muy claras y expuestas desde el principio. Aquel primer número publicado en Mayo de 1937 incluía una rabiosa declaración de principios rubricada por Carlos M. Silveyra, director de la revista, mediante la cual no se dejaban dudas sobre la postura anticomunista del pasquín. Silveyra se había destacado previamente por su odio al comunismo publicando el libro "El Comunismo en la Argentina" y la fundación de la "Comisión Popular Argentina contra el Comunismo". Ese odio al comunismo se completaba con sus ideas acerca de una conspiración mundial judía para destruír la civilización cristiana. En aquel lamentable primer editorial de "Clarinada" podía leerse lo siguiente: “Programa de lucha sin cuartel contra ese ejército de alimañas, integrados por fuerzas aparentemente heterogéneas: materialismo, liberalismo, marxismo, comunismo, socialismo, anarquismo, ateísmo, masonería, etc., pero que están unidas en la misma finalidad : la destrucción de la civilización cristiana y que obedecen al mismo comando que las dirige desde las tinieblas: el judaísmo.” (no.1, mayo 1937).

Ejemplares de "Clarinada" 


Los violentos y retrógrados mensajes de "Clarinada" acercaban a la publicación al nazismo, al tiempo que (in)creíblemente cerraban filas con ciertas ideas cristianas tan difundidas y apoyadas por aquellos años.
Las mortíferas palabras (para los editores de la publicación eran en realidad "metáforas biologicistas") seguían cayendo mensualmente con expresiones tales como: “En invierno hay que precaverse de la gripe, pero en toda estación hay que precaverse de la peor peste: el judaísmo.” No había dudas: el espíritu (y mucho más que eso) del sanguinario Nacional Socialismo imperante en la Alemania del Tercer Reich había calado hondo en lo profundo de los intolerantes que en la sociedad argentina no sólo editaban esta revista, sino en aquellos que por espacio de largos 8 años la compraban, la apoyaban y la difundían. En este sentido hay que mencionar que la revista recibía fuerte apoyo económico de ciertos sectores de la Iglesia Católica Argentina, como así también de los representantes locales del partido Nacional Socialista.
La "bendición" ecleciástica llegó con el mensaje publicado con motivo de la edición del primer número. El vocero oficial del Arzobispado de Buenos Aires envió a la redacción de "Clarinada" palabras de apoyo y buen recibimiento por la revista que merecía “el más decidido apoyo de cuantos abrigan la preocupación cristiana y patriótica de defenderse del enemigo implacable que es el comunismo”. Para no ser menos, el Obispo de Santiago del Estero, Monseñor Rodríguez Olmos, envió una bendición a los lectores de la publicación.
Pero los elogios no se limitaron al ámbito local. La publicación oficial nazi en Alemania "Der Stürmer" elogió las virtudes de la publicación argentina al tiempo que decía en una de sus páginas que lamentaba sinceramente “que no se esté enterrando vivos a todos los judíos sin distinción, de modo que por fin pueda reinar la paz entre la gran familia argentina”.

"Clarinada" dejaba muy en claro su postura sobre muchos temas que siempre involucraban de una u otra manera al comunismo y a los judíos. Según los responsables de la revista (en la cual siempre se daba lugar a artículos antisemitas y racistas, incluyendo además discursos de Adolf Hitler y comunicados gubernamentales), sostenían entre otras cosas que los Republicanos de España eran simples títeres del judaísmo, que los judíos eran los responsables del inicio de la Segunda Guerra Mundial y que su deseo (el de "Clarinada") era lograr el exterminio total de los judíos. Con todas esas cartas de presentación "Clarinada" gozó de buena salud durante muchos años en Argentina y logró hacerlo (además) en gran parte debido al apoyo económico recibido de manera constante de parte de agencias y empresas estatales como Y.P.F. (Yacimientos Petrolíferos Fiscales), el Censo Nacional Agropecuario, la Caja de Ahorro Postal, el Banco de la Nación Argentina, el Banco de la Provincia de Buenos Aires y el Banco Hipotecario.
La propaganda oficial (léase: el apoyo oficial) se mantuvo hasta que la derrota del Tercer Reich se percibía como más que inevitable. Las puertas de la redacción de "Clarinada" se cerraron más como una cubierta "por el qué dirán" que por propias convicciones del gobierno argentino y de todos quienes apoyaban la nefasta publicación de sus ejemplares. Sin embargo, muy poco tiempo después, más concretamente el martes 28 de Agosto de 1945 (apenas tres meses después de la muerte de "Clarinada") nacía formalmente de la mano de Roberto Noble (reconocido nazi autóctono tras sus inicios progresistas) una publicación que rendía con su nombre el más sincero homenaje a "Clarinada": se publicaba por primera vez el Diario "Clarín", pero esa... es otra historia Lado B.

Primer ejemplar de Diario "Clarín" (1945) con noticias "pro-aliadas" en portada.
 La "adaptación" a los nuevos tiempos en marcha...

Nota relacionada:
http://historiasladob.blogspot.com.ar/2012/03/buenos-aires-1938-el-mayor-acto-nazi.html