viernes, 14 de septiembre de 2012

Winston Churchill, el racista



Mucho se ha hablado del racismo y de los nefastos líderes mundiales que propiciaron atrocidades que derivaron en sufrimiento y exterminio de millones de personas. Cuando se habla del sectarismo, de la divulgación de ideas descabelladas que apuntaban (y apuntan) a la segregación y la aniquilación del "otro", del "inferior", por lo general se piensa (y no sin razón...) en Adolf Hitler y los nazis, pero al leer la historia real (o la del Lado B si se quiere) podemos llegar a conclusiones que sorprenderían a más de uno.
Los ingleses siempre han sentido particular atracción y admiración por Winston Churchill. Motivos no le han faltado a los británicos y méritos ha hecho ese hombre para ganarse la simpatía y devoción del pueblo que supo conducir durante la Segunda Guerra Mundial hasta la victoria final. Churchill ha pasado a la historia como el impoluto líder, el sacrificado primer ministro, símbolo inequívoco de la lucha abnegada de Gran Bretaña contra la barbarie nazi en Europa y otras partes del mundo. Pero todos tenemos un muerto en el placard... y Churchill también.

Este hombre supo sentarse en Yalta a finales de 1945 junto a Roosevelt y Stalin para repartirse el mundo a "piaccere" y también supo vomitar lamentables pensamientos en forma de frases como aquella que implicaba un "mirar deliberadamente hacia otro lado" cuando dijo que no sabía cuanta tiranía había en Rusia pero que no pensaba pelearse con Stalin... A otros le hubieran caído con la guillotina encima, pero a Churchill el mundo lo aplaudió de pie...

Pero lo de Churchill va mucho más lejos todavía y a la hora de hacerse escuchar sobre temas urticantes como la superioridad de unos sobre otros, se mostró tal cual era y sin pelos en la lengua.
Churchill era un racista, un sectario, un segregador, pero la gente sólo retuvo de él (inducida por la "historia oficial") su costado legendario, sacrificado, heróico y de gran estadista.
Ya en 1910 este hombre que se convertiría luego en el líder inglés por excelencia opinaba cosas como éstas:
"El rápido crecimiento antinatural de los débiles mentales unido a una restricción en el aumento de las razas enérgicas y superiores constituye un peligro nacional y racial. Nunca se exagerará hablando de este probelma. La fuente de esta insanía debe ser cercenada y sellada con celeridad" (No lo dijo Hitler, lo dijo Churchill).

Un tiempo más tarde, en 1919, ya era Secretario de las Colonias y allí también tuvo oportunidad de sacar a relucir "lo mejor de sí mismo" cuando habló en una oportunidad sobre la más efectiva manera de quitarse de encima a los "seres inferiores" que habitaban las colonias británicas por el mundo.
Dijo Churchill:
"No comprendo a los que dudan sobre el uso del gas. Favorezco decididamente el uso de gases venenosos contra las tribus incivilizadas". Más clarito, póngale agua.

Se aprecia a las claras que habían prendido, y en forma, en Churchill aquellas viejas ideas filosóficas, esotéricas y seudocientíficas de principios de siglo XX, que planteaban la existencia de hombres superiores e inferiores y que los británicos inculcaron tan efectivamente a los norteamericanos. Los británicos y los alemanes de principios de siglo XX acuñaron un término que mostraba con toda crudeza y claridad qué tan superiores se sentían respecto de los demás. Así se comenzó a utilizar "anglosajón" para diferenciarse del resto o, lo que es lo mismo, cuál era el modo de nombrar a quienes por las vueltas del destino y la Providencias, estaban en este mundo para gobernarlo...

Y así las cosas Churchill, aún antes de ser el gran estadista como el que luego fue reconocido, tuvo tiempo para vociferar su más clara postura racista, cosa que se produjo en Febrero de 1920 cuando escribió y firmó un artículo en el "Herald Illustrated" bajo el título de: "El Sionismo contra el Bolchevismo".
Parte del artículo decía lo siguiente:
"En primer lugar están los judíos que, habitando en todos los países del mundo, se identifican con ese país, entran en su vida nacional y mientras se adhieren fielmente a su propia religión, se consideran como ciudadanos con todos los derechos del Estado que los ha recibido. En violenta oposición a toda esta esfera del esfuerzo judío se alzan los esquemas de los judíos internacionales. Los adherentes de esta siniestra confederación son en su mayoría hombres criados en poblaciones infelices de países donde los judíos son perseguidos a causa de su raza. La mayoría de ellos, si no todos, han abandonado la fe de sus padres. Esta conspiración mundial para el derrocamiento de la civilización no ha dejado de crecer."


Además Churchill no veía la hora de quitarse del medio a los pueblos árabes y a los hindúes y como si todo eso no bastara, deseaba con todo su corazón erradicar a los negros de la colonia de Australia y, de paso, recomendaba a los norteamericanos (tan democráticos y respetuosos de la libertad como él) que eliminaran por completo de la faz de la Tierra a las tribus de Pieles Rojas. Sobre estos dos últimos grupos (Australianos y Pieles Rojas), en oportunidad de hablar a la Comisión Real sobre Palestina en 1937, lanzó lo siguiente:
"No acepto que se haya hecho un gran mal a los Pieles Rojas de América o a los negros de Australia por el hecho de que una raza más fuerte, una raza de más graduación, haya llegado y ocupado su lugar". Y también tuvo anteriormente "calidas" palabras (calientes en realidad) para Ghandi cuando hablando sobre su encuentro (de Ghandi) con el Virrey de la India en 1931, opinó lo siguiente:
"Es alarmante y nauseabundo ver cómo el señor Ghandi, un abogado sedicioso de M.T., haciéndose el fakir de esos tan codiciados en Oriente, trepa semidesnudo las escalinatas del palacio del Virrey mientras sigue organizando y dirigiendo una campaña de desobediencia civil para parlamentar de igual a igual con el representante del Rey Emperador".

Mientras tanto siguen resonando en los oídos de muchos, aquellas encendidas palabras con las que le prometía a los ingleses sólo "sangre, sudor y lágrimas". Por lo menos en eso no mintió.

martes, 11 de septiembre de 2012

Una mirada artística sobre el 11-S

En este 11 de septiembre, recordando una fecha que allá por el año 2001 hizo (de alguna manera) cambiar el orden mundial y el estado de cosas,  una interesante mirada a través de una ilustración realizada por el gran artista y caricaturista brasileño Carlos Latuff. Un cóctel explosivo: la mano de obra terrorista en combinación con la colaboración interna de los Estados Unidos y su política intervencionista. Tal vez algún día se sepan muchas cosas poco claras sobre esa fatídica jornada para el mundo entero.


domingo, 9 de septiembre de 2012

Colegio Pestalozzi: símbolo de la resistencia contra el nazismo en la Argentina. Parte 1.


La llegada de inmigrantes alemanes a la Argentina promovió desde sus inicios el establecimiento de muchas instituciones educativas de cultura alemana.
El expansionismo de la política nazi de Alemania sobre las colonias de ciudadanos alemanes en el extranjero, pretendiendo que respondieran a las determinaciones y designios de las autoridades nazis del Tercer Reich en todo sentido, hasta en las escuelas, provocó la resistencia de sus miembros democráticos y librepensadores, que no querían esa educación para sus hijos.  Esta reacción se intensificó con la llegada de inmigrantes germanoparlantes perseguidos por sus ideas políticas y/o religiosas.
Sin embargo, hay una prestigiosa institución que sobresale notablemente del resto por haber mantenido su clara postura en defensa de la libertad, el pluralismo, el encuentro de culturas y la dignidad desde su fundación en ese contexto: El "Colegio Pestalozzi" de Buenos Aires.  
"Historias Lado B" ha entrevistado al Licenciado Roberto Hübscher, exalumno y actual encargado del archivo histórico del "Colegio Pestalozzi", quien en esta primera parte cuenta la rica historia de la institución y su lucha contra los embates totalitarios de la Alemania y la Argentina de aquellos años.


Licenciado Roberto Hübscher (2007). Hübscher a la izquierda de la docente Hilde Davidsohn y alumnos de Kinder del Colegio Pestalozzi, 1939. Edificio del colegio (1939).


Historias Lado B: La historia de la Asociación Cultural Pestalozzi está directamente ligada a una postura clara contra los embates del nazismo en la Argentina. Desde el momento de su fundación el 1 de marzo de 1934, la institución se destacó como firme defensora de la libertad y el humanismo, la responsabilidad social, el encuentro de culturas y fundamentalmente la dignidad de las personas sin distinciones ni sectarismos. Cabe recordar que en 1934 las condiciones políticas y sociales en la Argentina, avalaban de alguna manera la presencia y el accionar de adherentes al partido Nacional Socialista de Alemania en nuestro país, por lo cual no debía ser sencillo tratar de abrirse camino con una institución como ésta en una sociedad empapada de movimientos sectarios y fuertemente marcada por un ideario totalitario.

Roberto Hübscher: La profesionalización del Ejército Argentino, que había comenzado en 1900, renovó sus vínculos militares con Alemania en 1921, cuando se volvió a contratar el asesoramiento de una comisión militar germana. Robert Potash recuerda que no pasó mucho tiempo hasta que volviera a imponerse el viejo esquema alemán en la Academia de Guerra: ya el director como cuatro de sus diez profesores eran oficiales alemanes. La"universalidad del fascismo", proclamada por Mussolini en 1933, comenzó a aportar sus ideas sobre el "nuevo orden" y el "renacimiento latino" a los sectores nacionalistas de la clase alta argentina. En Poder militar y sociedad política en Argentina, Alain Rouquié completa el cuadro: "El arribo de los nazis al poder en 1933 –escribe– el éxito de las políticas expansivas en Etiopía y Renania en 1936, el levantamiento franquista en España y la firma del Pacto Anti Komintern, a fines de noviembre de ese año, fueron otros acontecimientos que respaldaron a los partidarios de ideas antidemocráticas".(1)
Las primeras agrupaciones nacionalsocialistas se formaron en Paraguay (1929), Suiza (1930) y Estados Unidos (1930).
Reconocidos por Alemania, a través de la División antes mencionada, figuran en primer lugar el grupo nacionalsocialista de Argentina, el 7 de agosto de 1931, luego el de Paraguay, el 20 de agosto del mismo año, y el de Brasil, el 5 de octubre de 1931.
Ya antes de su reconocimiento oficial, había aparecido en uno de los diarios alemanes de Buenos Aires, Deutsche la Plata Zeitung, un aviso promoviendo la fundación de una Asociación Nacional Socialista. Invitaban los señores Gerndt, Geydt, Lederle, Schriefer, Horstensineyer y
MoSig.
Después de su reconocimiento por parte de la División extranjera del NSDAP, en agosto de 1931, como acabamos de ver, es que esta primitiva asociación se transforma en Landesgruppe Argentinien der NSDAP (Grupo Argentino del Partido Obrero Nacionalsocialista Alemán) o como se solía traducir en aquellos años: “Partido Obrero del Nacional Socialismo Alemán Organización del Exterior - Grupo de la Nación Argentina”.(…) Durante la década del 20 habían surgido asociaciones con una posición ideológica de ese tipo, como la Tannenbergbund (1924), la Asociación Negro-Blanco-Rojo (1922-1923) y el Stahlhelm (1924)(…) Las autoridades argentinas no pusieron ningún obstáculo a las tareas de estos grupos nazis en la Argentina, hasta casi finalizada la década del 30. El embajador argentino en Alemania, Labougle, diría algunos años más tarde al secretario de Estado alemán, v. Weizsäcker, que las actividades de los grupos nazis se habían podido desarrollar desde el comienzo sin problemas “porque la Argentina es un país donde, en general, cada uno hace lo que quiere”(…) Además, uno de los dos importantes periódicos en idioma alemán que aparecían en Buenos Aires, el Deutsche la Plata Zeitung, mostraba ya en 1932 adhesión a las ideas nazis, para transformarse luego de la toma del poder por parte del NSDAP en un órgano claramente a favor del régimen que imperaba en Alemania y de la propaganda que desarrollaba la organización del NSDAP en la Argentina.(2)


El 10 de Abril de 1938, en el Luna Park, 20.000 alemanes y austríacos, con trajes típicos y despliegue de banderas con esvásticas y saludo hitleriano, festejaban la anexión de Austria. Al mismo tiempo, afuera, argentinos quemaban banderas con esvásticas, rompían vidrieras d empresas alemanas..hubo algunos muertos. La "Deutsche La Plata Zeitung" (Diario alemán de La Plata) escribía sobre "una agitación sistemática contra una nación amiga".(3)

Para el conjunto de escuelas alemanas biculturales, la polarización entre simpatizantes y opositores al régimen de Hitler constituyó un enorme desafío. Las oficinas gubernamentales alemanas intentaron ejercer presión a favor del régimen en las entidades que administraban las escuelas alemanas de Buenos Aires, amedrentándolas en lo financiero y en lo personal. Por eso en nombre de la escuela se debía manifestar concientemente una educación guiada por los valores sociales, democráticos, humanos y modernos y por una cosmovisión neutra. Esta es la razón por la cual fue elegido el suizo Juan Enrique Pestalozzi, probablemente el pedagogo más importante del siglo XIX, para darle nombre a la escuela. Además del nombre también se adoptaron sus ideas pedagógicas fundamentales, como por ejemplo “aprender con la cabeza, el corazón y la mano”. El primer director de la joven institución educativa fue el Dr. Alfredo Dang, quien era conocido por los fundadores debido a sus trabajos periodísticos. Sus ideales de ilustración transmitidos en las clases de historia perduraron en la memoria de sus alumnos(…) . Desde el momento mismo de su fundación en 1934 el Colegio Pestalozzi contó con el apoyo y el compromiso personal y financiero de los miembros de la Asociación Escolar. Además, en el ejemplo de la Asociación también se pone de manifiesto el fuerte compromiso por parte de los padres que velaron por la modernización permanente de la escuela Así en el año 1938 pudo inaugurarse el primer edificio propio de la institución.
Hasta en los años hasta 1945 fue uno de los dos colegios en los que eran admitidos perseguidos y emigrantes. Dado que el Colegio Pestalozzi había sido fundado y mantenido en el marco del conciente contraste con la ideología nazi ampliamente difundida en la Argentina entre los alemanes, tampoco fue clausurado en 1946 por las autoridades argentinas. (4)


Los inicios del colegio Pestalozzi: documentos históricos.
A continuación, fragmentos de un documento histórico muy revelador e interesante. Se trata del borrador de las minutas de la reunión de padres de alumnos de escuelas alemanas. La reunión tenía como objetivo la constitución del nuevo colegio alemán (Pestalozzi) y fue realizada en la Confitería del Aguila de la calle Santa Fé el 24 de Enero de 1934, desde la s 21:00 hasta las 23:30 horas.
Los oradores mencionados son 11, de ellos dos de la Goethe Schule de orientación nazi.
El Dr. Ernesto F. Alemann además de padre de alumnos ( Roberto y Juan Alemann) era el dueño y editor del diario alemán Argentinisches Tageblatt, impreso en Buenos Aires, y que todavía sobrevive como semanario. El diario fue fundado por su padre, un periodista suizo.
La Sra. Schmukler, aparentemente, es madre de alumno(s), de tendencia democrática liberal ( y por el apellido, probablemente judía).
El Sr. Karmann es padre de alumno(s), evidentemente de orientación decidamente nazi.(Conmisión Colegio Goethe).

La comisión ejecutiva provisoria para constituir el nuevo colegio estaba constituida por Dr. Krapf, Harteneck (Harteneck y López?), Hartung, Dr Ernesto F. Alemann Arg, Tageblatt, Isidoro Weil (IWECO?), Sra Schmukler Sr. Jaeckel.
La asistencia a la reunión se estima entre unas 70 u 80 personas.




Traducción del texto anterior:
Sra. Schmukler:  El Colegio Goethe ha puesto a disposición su salón para una disertación racista. (…) Niños judíos, probadamente mejores alumnos que otros, no recibieron premios. Durante el acto escolar se izó la bandera de la esvástica. Mi hijo volvió a casa y me contó: “Mami, hoy en el colegio levantamos el brazo y gritamos Heil Hitler!. La hija de uno de los maestros dice a los otros niños que les coloquen cartelitos con cruces esvásticas a los niños judíos, sin ser castigada.

Dr.Alemann:  Señor Karmann, Ud. me ha pedido la explicación de una palabra que, aparentemente, no conoce: “Gleichschaltung” (homogenización). En general significa el sometimiento de todas las instituciones bajo una voluntad central; así se interpreta en Alemania, y se lo llama el “principio del Führer” (Líder). Nosotros ampliamos el sentido de la palabra y primero revisamos los métodos y medios de enseñanza, y con qué espíritu se educa a los niños. Nosotros, si veo los ánimos, no estamos muy entusiasmados cuando nuestros niños aprenden en la escuela poesías como “No hay una muerte más linda en el mundo”: Supongo que todos creemos que es una muerte mucho más linda morir de arterioesclerosis después de una vida rica y exitosa, que en el campo de batalla. Queremos educar personas, no soldados. A nosotros no nos importa el deseo defensivo de Hitler, no queremos criar carne de cañón.



Traducción del texto anterior:
Nosotros entendemos como “Gleichschaltung” el espíritu del Tercer Reich, sus cantos, versos y marchas, su enseñanza de la historia – un conjunto de batallas y hechos gloriosos de reyes prusianos, que debemos ver simplemente como falsificaciones. Nosotros entendemos como “Gleichschaltung” una enseñanza del alemán a la que todo lo humano es extraño – y todos Uds. me comprenden. (Si) El Sr. Karmann toma todo esto como mentiras – entonces no se le puede ayudar.



Traducción del texto anterior:
Esta es la cultura, como la Unión de Escuelas la concibe, pero no como la entendemos nosotros. Esta convocatoria descolorida podría parecer neutra si hubiera aparecido en ambos diarios. (Deutsche La Plata Zeitung y Argentinisches Tageblatt).Esta convocatoria no dice que no se implantará el saludo hitleriano, no dice que la canción del rufián fusilado Horst Wessel no será cantada, ni que no se adoptarán los libros y otros medios de enseñanza “alineados”. No dice nada de que los 12 maestros nazis elegidos no pueden ejercer en alguna de las escuelas alemanas de aquí. No nos dice nada de todas estas cosas, y lo hemos interpretado así que el silencio es una afirmación, dado que existen acusaciones concretas (de ello).



Traducción del texto anterior:
Karmann: La bandera con la esvástica era inevitable en la fiesta de fin de curso. Ya que el embajador de Alemania vino en misión oficial  para destacar a dos meritorios maestros, se debió izar la bandera de la esvástica, que es la bandera oficial del Reich. Se dice que se gritó “Heil Hitler”. Eso no es cierto. Se cantó la Canción de Alemania (“Deutschland über alles” – Alemania sobre todo!) y el embajador, que es nacionalsocialista, levantó el brazo y algunos niños lo imitaron. Yo no levanté el brazo. -  Si Uds. quieren fundar una escuela, están en su pleno derecho. Lo que nos ha traído aquí es mantenerlo alejado de deformaciones y declaraciones falsas. En el plan de estudios y en la enseñanza no se modifica nada. De una “homogenización” no se puede hablar: Escuelas que son puras escuelas privadas, no pueden ser puestas bajo presión por el gobierno alemán.


Traducción del texto anterior:
Dr. Alemann:  Tenemos la abierta y honesta declaración que la cruz esvástica será conservada.  Lo demás seguirá (más adelante…)  Voy a finalizar el debate y dirigirme a la pregunta: Podemos fundar una escuela o queremos someternos bajo la relación de poderes de la situación imperante. Tomen su posición ante esta pregunta: Debemos fundar una escuela?  Si es afirmativo, solicito se elija una comisión de trabajo que realice los preparativos para elaborar con toda celeridad un programa que permita, en 6 a 8 semanas, poner de pie una nueva escuela, en la que no haya ni se quiera tener una cruz esvástica o vengan 100 embajadores que nos lo quieran imponer.(5)

A comienzos de Marzo del mismo año, en un adaptado edificio en la esquina de Pino y Zapiola, el Colegio Pestalozzi comenzó a dictar clases……. Y sigue hasta hoy.

“Deutsche La Plata Zeitung”: Veinte mil “compatriotas” festejan la “anexión” de Austria a la “Gran Alemania” en el Luna Park, el 11 de Abril de 1938. (6)

Fin de PARTE 1.

Referencias:
(1) Lanata, ARGENTINOS II, 48.
(2) Carlota Jackisch, EL NACIONALSOCIALISMO EN LA ARGENTINA, Instituto Universitario ESEADE.
(3) Nachrichten T-On line - http://www.t-online.de (artículo ya no disponible en la web) (Archivo Pestalozzi).
(4) Cámara de Industria y Comercio Argentino-Alemana: Asociaciones Argentinas de Lengua Alemana Un aporte a la Responsabilidad Social.
(5) Extractos de la minuta original de la reunión fundacional del Colegio Pestalozzi – 24 de Enero de 1934 (Archivo Pestalozzi).
(6) Ismar: Controversia por la libertad de prensa en idioma alemán – Argentinisches Tageblatt, 1. De Octubre de 2005 (Archivo Pestalozzi).

Un agradecimiento muy especial a las autoridades del "Colegio Pestalozzi" y muy particularmente al Lic. Roberto Hübscher por su gran amabilidad, tiempo y dedicación para este informe realizado por Marcelo García para "Historias Lado B".
Visitá: http://www.pestalozzi.edu.ar/

jueves, 30 de agosto de 2012

El oscuro pasado de Hugo Boss

Hugo Boss, Heinrich Himmler y el logo de la firma.

Durante la Segunda Guerra Mundial, una de las tantas fábricas alemanas que producían sin cesar por la grandeza de la Alemania nazi estaba ubicada en la localidad de Metzingen, en el estado de Baden-Wurttemberg. En su interior 180 prisioneros de guerra (140 franceses y 40 polacos) eran utilizados como mano de obra esclava para dar rienda suelta a los trabajos forzosos tan habituales por aquel entonces en la mayorías de las factorías de la Alemania del Tercer Reich. No estaban allí por casualidad y el propietario de la empresa, dedicada a la fabricación de prendas de vestir, bien al tanto que estaba de lo que allí sucedía. Los esclavos franceses y polacos trabajaban día y noche en pos de satisfacer las demandas del dueño de la firma, quien era un entusiasta seguidor del partido nazi y que se asociaba de una manera artera a los jerarcas planificadores de la Solución Final y los campos de concentración. Promediaba la guerra y los esclavos seguían entrando y saliendo (muertos) de la fábrica de ropa de la ciudad Metzingen como si nada, pero la asociación ilícita entre el dueño de la fábrica y los jefes de las SS había comenzado un tiempo antes, a finales de 1933.

Aviso de Hugo Boss haciendo referencia a los uniformes nazis en un periódico alemán.


Cuando Heinrich Himmler fue encomendado formalmente por Adolf Hitler para encabezar las tenebrosas SS, el conspícuo jerarca se propuso "hacerla bien" y así las cosas también pensó en la estética de la agrupación, algo que era moneda corriente en la filosofía nazi. El aspecto de los oficiales y reclutas de las SS no debía quedar empañado por nada ni nadie. No era aceptable, según Himmler, que sus oficiales lucieran vetustos y "desagradables" uniformes como los de los SA, de modo que convocó a uno de los más fervientes admiradores y afiliado al partido nazi, un tal Hugo Ferdinand Boss, para que sea el encargado de diseñar y fabricar los llamativos nuevos atuendos destinados al nefasto grupo de "seguridad de Hitler".

De la mente y talento de Hugo Boss surgieron los negros e intimidantes uniformes adornados con detalles en color plata, tan llamativos (y con calaveras incluídas), que lucieron hasta el final los letales SS. Fue Hugo Boss quien los ideó y quien muy orgullosamente los presentó a la plana mayor del nazismo para que se conviertan desde entonces en la imagen viva de la muerte y la intolerancia personificadas. Hugo Boss no sólo fue productor y proveedor oficial de los uniformes del ejército alemán y las SS, sino que además era un convencido nacionalsocialista, con todas las convicciones y con el total conocimiento de las políticas (y en coincidencia absoluta con las mismas) del régimen de terror implantado por Hitler.

Uniformes de las SS.


Hace un tiempo, la marca Hugo Boss, emitió un comunicado expresando su "más profundo pesar hacia aquellos que sufrieron daños durante sus trabajos forzados en la empresa de Hugo Ferdinand Boss bajo el régimen nacionalsocialista". Ojalá haya sido sincero.

martes, 28 de agosto de 2012

Albert Speer y su extraña salvación en Nuremberg

Albert Speer y Adolf Hitler haciendo "su" trabajo.


Los Juicios de Nuremberg realizados entre 1945 y 1946, tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial, fueron considerados por muchos como el broche de oro aliado y la concreción de justicia más estricta de parte de las naciones que resultaron victoriosas tras la tremenda contienda mundial. Pero no son pocos los que sostienen, aún hoy en día, que en aquellas tediosas y largas jornadas no ha faltado una altísima dosis de farsa...
Una vez juzgados y condenados casi todos los jerarcas nazis implicados en los atroces hechos de la guerra, varias cosas quedaron en claro: Los grandes crímenes perpetrados por las naciones triunfantes no fueron juzgados, Adolf Hitler no fue ni juzgado en ausencia (como en tantos otros casos) ni en rebeldía por supuesto, habilitando la dura sospecha de que se lo estaba protegiendo efectivamente para los días por venir y, finalmente, también quedaba en claro que uno de los más importantes personajes de la historia nazi... era condenado a cumplir prisión por escasos 20 años. Era el "arquitecto de Hitler", Albert Speer.

Albert Speer y Adolf Hitler, una sociedad al servicio de la maquinaria nazi.


Las sesiones previas hacían prever que Speer recibiría la más dura de las penas, como le sucedió a otros camaradas suyos. El propio Speer sostenía que la horca ya se veía venir en su horizonte, pero al llegar el momento de dictar sentencia los jueces aliados dictaminaron que apenas 20 años a la sombra serían más que suficientes... Ni el propio Albert Speer daba crédito a lo sucedido y así las cosas logró salir de su cautiverio y morir muy tranquilo y en libertad en 1981.

Albert Speer juzgado en los Juicios de Nuremberg.


Pero... ¿por qué se salvó Speer? Aquí las respuestas con un viaje hacia atrás en la historia.
Albert Speer se afilió al Partido Nacional Socialista el 1º de marzo de 1931 y más temprano que tarde pasó a formar parte de las SA y luego de las SS. No era precisamente una vida nazi "pasiva" la de Speer y tan ha sido así que además de ser el arquitecto oficial de las grandes y monumentales obras edilicias del Tercer Reich, fue también (nada más y nada menos) el Ministro de Armamento y Municiones de la Alemania nazi.
Pero a pesar de tan temprana afiliación al partido Nazi, la ficha de Speer se "oficializó" recién en 1942 y con ese "error burocrático interno" se le otorgaba el derecho a Speer de decir muy suelto de cuerpo que "no sabía absolutamente nada sobre la política nazi previa a esos años", con lo cual se lavaba a sí mismo de su culpa y responsabilidad en tantos crímenes cometidos. Resulta poco menos que extraño sostener y pensar (además de creer) que Speer nada sabía de las actividades de los nazis, sobre todo en lo que al exterminio en los campos de concentración se refiere, pero ese ha sido su argumento hasta el final... o casi...

Albert Speer en 1981.


Es que prácticamente sobre el final de su vida en 1981, Albert Speer "recordó" que aún tenía en su poder un cúmulo comprometedor de documentos desconocidos de las SS que mostraban a las claras su implicación en primera persona en la construcción del campo de concentración de Auschwitz... Una vez más la "Historia Lado B" al descubierto: Albert Speer lo sabía y estaba al tanto de todo pero, un "cómplice error administrativo" de sus amigos del partido (¿sólo de ellos?), se había encargado de preservarlo por las dudas...

sábado, 25 de agosto de 2012

Unity Mitford: aristocrática británica, nazi por convicción y enamorada de Adolf Hitler

Unity Valkyrie Freeman Mitford.


La historia de Unity Valkyrie Freeman Mitford es una de esas dignas de ser plasmadas en una película, como tantas otras de aquellos lejanos y oscuros días en los que la humanidad comenzaba a quedar bajo la temible sombra del poder nazi en Europa. Nacida el 8 de agosto de 1914 en el seno de una importante familia londinense, Unity Mitford creció en una Europa con olor a putrefacción en la posguerra y comenzó a incorporar por propias convicciones el ideario nacionalsocialista que llegaba tan potente desde la lastimada Alemania, cada día más simpatizante de las radicalizadas e inmorales ideas del partido nazi.
Unity Mitford se convirtió rápidamente en una locuaz y extrovertida vocera de las ideas propugnadas por Adolf Hitler y, como si fuera poco, era hermana de Diana, quien (casualmente) estaba casada con Oswald Mosley, el líder de la Unión Británica Fascista y fiel defensor del programa nazi. Sin embargo había otro parentesco muy sugestivo: Unity era prima de una tal Clementine Hozier, esposa de Winston Churchill...

Con apenas 19 años de edad (en 1933) por invitación de Winifred Wagner, viaja a Alemania y las vueltas del destino quieren (y ella también) que asista a una multitudinaria reunión en la que su admirado Adolf Hitler era el principal orador. El encantamiento fue instanténeo y ya para 1935 el "esperado" encuentro entre Unity y Hitler se concretaba. Dice la leyenda que Hitler estaba subido a una tarima vomitando uno de sus tantos enradecidos discursos cuando de repente la vio ingresar, detuvo su alocución y la invitó a sentarse cerca del estrado, para luego proseguir (como si nada) con sus lastimosas palabras. Todo indicaba que el flechazo había sido mutuo, a pesar de la mentirosa propaganda nazi que elogiaba las virtudes "cuasi célibes" del Führer alemán para mostrarlo ante el mundo entero como un ser entregado 101% a la causa de su nación y su partido. No era tan así, a Hitler también le gustaban las mujeres y muchas han sido las que han formado parte de su séquito. Pero Unity llamaba mucho la atención y los paseos que Hitler daba con ella por los alrededores de Berchtesgaden, no dejaban de ser comentario de los inescrupulosos nazis que los observaban. Los encuentros con Hitler nada tenían que ver con el amor físico, sino que se enmarcaba más en un amor platónico del que ambos disfrutaban, cosa que ha quedado demostrado a través de la nutrida correspondencia que se cruzaban. La diferencia de edad jugaba un papel nada importante en esa relación ya que por aquellos años, era habitual que hombres grandes contrajeran matrimonio con mujeres mucho menores. Hitler llamaba a Unity "mi pequeña" y en sus cartas le contaba el placer que le daba recibir noticias suyas.

Hitler junto a Unity Mitford. La británica entres su amigos nazis. En un acto del "partido".


Esta mujer llegó a ser reconocida en el círculo íntimo de Hitler (al cual perteneció desde el principio de su llegada a Alemania) como "más nazi que los nazis" y tal es así que se sabe que en una oportunidad cuando Unity saludó al Cónsul General Británico en Munich levantando su brazo derecho, éste le retiró inmediatamente el pasaporte británico. Corría el año 1936... y después de todo ese "rechazo oficial inglés" era algo que "quedaba bien" desde el ambivalente pensamiento británico sobre las ideas de Hitler que tanto "habían prendido" en la isla británica...
La "fiesta" nazi y el desestructurado estilo de vida para Unity Mitford siguieron viento en popa hasta que en 1939 estalló la Segunda Guerra Mundial. Bajo determinadas circunstancias y vaya uno a saber por pedido de quién, la aristócrata británica fue "invitada a dejar Alemania" cuando Gran Bretaña le declaró la guerra a la Alemania nazi, por lo cual Unity redactó una fogosa carta de despedida a Hitler y tomó la determinación de dispararse un tiro en la cabeza mientras recorría el "Englischen Garten" (Jardín Inglés) en la ciudad de Munich. Dicen algunos que la depresión por no poder seguir al lado de su "amado" Führer habría sido el factor determinante para aquella extrema decisión...

Llegada de Unity Mitford a Inglaterra tras su intento de suicidio.


Unity no murió y quedó gravemente herida con tremendos daños cerebrales y, tras permanecer internada (por pedido de Hitler) en la Clínica Nussbaumstrasse, fue trasladada de inmediato a Inglaterra (previo paso por Suiza), lugar al que llegó en camilla (ver fotos) y con la bala todavía alojada en su cráneo, cosa que fue así hasta el final de sus días el 28 de Mayo de 1948 en la ciudad de Oban, en Escocia,  como consecuencia de una meningitis a la temprana edad de 33 años.
La historia de Unity Mitford es una de las tantas que quedaron registradas para dar por tierra con aquel mito de que a Hitler no le interesaban las mujeres y para confirmar una vez más el alto grado de simpatía que imperaba por aquellos años dentro de la aristocrática (no exclusivamente) sociedad británica, la cual veía con "tan buenos ojos" la propuesta de Hitler. Pero claro, eso queda en el Lado B, la historia "oficial" se ha contado siempre de otra manera.

domingo, 19 de agosto de 2012

La masacre de Tiananmen: Cuando las potencias occidentales priorizaron los negocios a los reclamos de libertad y democracia


La historia del mundo está plagada de episodios en los que sistemáticamente se nos dice algo, mientras que en realidad se nos dice otra cosa. Ahí es donde aparecen esas historias lado B que desnudan de la manera más cruel y (a veces) inesperada lo que los líderes mundiales desean en realidad. Del siglo XX, muchas han sido las imágenes que nos han quedado en la retina y en la memoria como verdaderos mojones de la historia. Son muchos aquellos instantes y hechos que dieron la sensación de detener el tiempo y conservarse para siempre de un modo impactante.
Dentro de esos hechos históricos ocupa un lugar preponderante lo sucedido en China entre el 15 de abril y el 4 de junio de 1989. No son pocos quienes aún recordamos con estremecimiento aquella imagen de un joven estudiante parado ante el paso de un tanque de guerra en la Plaza de Tiananmen. Casi como un auténtico ícono de aquellos tiempos, esa imagen resulta a esta altura, sencillamente imborrable para toda la eternidad. Pero... ¿qué sucedió realmente por aquellos días en China? ¿cuál es la verdad tras los sangrientos sucesos acaecidos en la gigantesca Plaza de Tiananmen? y finalmente... algo que resultará vital a la hora de saber la verdad y tratar de entender lo sucedido realmente: ¿Cuál ha sido el discurso oficial de las grandes potencias occidentales ante tan significativo hecho y qué es lo que han hecho en realidad?

Para comenzar será bueno recordar que los lamentables hechos sucedidos en la Plaza de Tiananmen, en Pekín, también son conocidos como la "masacre" de Tiananmen y esa descripción, es ya en sí misma, una pintura muy acabada de lo sucedido.
Los chinos ya habían tenido demasiado por aquel entonces. Cada discurso de Mao (muerto hacía rato...) aún resonaba en los oídos de todos y cada uno de los maltratados chinos. Las palabras del "liberador" de la milenaria China desde los años '50 resultaba muy "romántico" pero las contradicciones del discurso oficial comunista de China se hacían evidentes a la hora de darle bienestar a los por entonces más de 1.000 millones de chinos. Las protestas no eran lo habitual en una China dictatorial y dura hasta límites inimaginables, pero ya habían tenido algunos intentos de reclamos, los cuales fueron rápidamente sofocados y no precisamente utilizando "la palabra" para disuadir a los manifestantes. Pero lo de la Plaza de Tiananmen fue demasiado lejos.



Los estudiantes comenzaron a organizarse primero tibiamente, a escondidas, como podían y luego la protesta se exteriorizó hasta llegar a Tiananmen y "copar la parada" en ese lugar "sagrado" para el régimen comunista chino, con su capacidad para 1 millón de manifestantes. Claro que esos "manifestantes" eran aceptados siempre y cuando apoyaran al régimen imperante... caso que no era precisamente el de los estudiantes... Y no sólo los estudiantes protestaron y se manifestaron. Los trabajadores comunes también se unieron a la causa, sosteniendo que las "reformas económicas" había ido demasiado lejos y que el hambre, la miseria generalizada, la tremenda corrupción oficial y (no menos importante) la falta de libertades y la represión resultaban un combo inaceptable. Los pedidos de democracia comenzaron a hacerse escuchar y en eso han jugado un papel totalmente desencadenante las grandes potencias "democráticas" occidentales...



Desde hacía mucho tiempo las autoridades chinas venían siguiendo y monitoreando al movimiento estudiantil que planificaba las protestas y los reclamos. Pero no eran los únicos que observaban a los manifestantes... Desde el otro lado del mundo, en los Estados Unidos, George Bush (padre) estaba siendo elegido como nuevo presidente de su país y miraba con particular devoción lo que sucedía en China. Bush ya había estado en China en los '70 como funcionario y, como todo hombre de poder en Estados Unidos, tenía además intereses económicos en el gigante asiático. Es más: Estados Unidos todo tenía enormes intereses económicos en China, país con el que habían comenzado a entablar muchísimas transacciones comerciales muchas veces millonarias desde hacía rato. A los ingleses les sucedía lo mismo y a otras potencias, igual. Los lazos comerciales y la férrea relación comercial de China con todas esas potencias occidentales y "democráticas" hacía que los reclamos de libertad y democracia pasaran, definitivamente, a segundo o tercer plano dentro de las prioridades. El dilema de las potencias occidentales en realidad no era tal: ¿las protestas estudiantiles de la Plaza de Tiananmen podrían poner en peligro la continuidad de un régimen dictatorial y opresor y con eso la continuidad al mismo tiempo de todas y cada una de las transacciones comerciales millonarias de las que se beneficiaban esos países? La respuesta no se hizo esperar: George Bush se encargó de avisarles a sus agentes de la CIA y a todos quienes tuvieran algo que ver, que las protestas de los estudiantes en la Plaza de Tiananmen no deberían llegar a buen puerto... por lo tanto, los estudiantes pasaron a estar absolutamente solos en el mundo y su reclamo totalmente entendible y más que justificado pasó a ser "un grano en el trasero" de las potencias ocidentales. El gobierno chino recibió muy clarito el mensaje: vía libre para actuar de acuerdo a su criterio y necesidades. Una tibia división se insinuó en el Politburó chino por entonces, tras la cual todo decantó hacia lo previsible: la feroz represión oficial china ante la "vista gorda" de Estados Unidos, Gran Bretaña y sus socios europeos con grandes lazos comerciales con China.



Luego, lo previsible: se decretó la Ley Marcial el 20 de mayo de 1989 y el 3 de junio se enviaron las tropas destinadas a la sangrienta represión. El número de muertos varía  según la fuente. La CIA norteamericana habló vagamente de entre 400 y 800 estudiantes  fallecidos, mientras que los más confiables de la Cruz Roja China dieron cuenta de 2.600 muertos. Tras los hechos, el gobierno se encargó de encarcelar a miles de estudiantes (la idea era no sólo matarlos, sino también asustarlos y la cárcel era un buen medio para hacerlo y "aleccionar" a los demás...) y también expulsó a toda la prensa extranjera.
Pero... ¿y las potencias "democráticas" occidentales de Estados Unidos y Europa? muy simple... lo "políticamente correcto" fue esgrimir algunas condenas desde la formalidad, pero por lo bajo disfrutaron por la continuidad de un régimen que si bien estaba en las antípodas ideológicas, era su nuevo gran socio comercial...

Hoy, a tanto tiempo de aquella sangrienta represión bajo la mirada cómplice de Estados Unidos y sus socios, se mantiene un embargo sobre la compra de armas sobre China, una medida decididamente enmarcada en "el qué dirán..." y como para hacer de cuenta que las naciones democráticas se sintieron afectadas ante tan flagrante ofensa a las libertades individuales chinas...
Después de todo, más vale priorizar la provisión adecuada de microcomponentes, equipos electrónicos y muñequitos de Disney producidos por mano de obra barata antes que salvar la vida de más de 1.000 millones de chinos rehenes...

miércoles, 15 de agosto de 2012

Ernst Hess: el soldado judío alemán "protegido" por Hitler


La historia de Ernst Hess es una de aquellas que no dejan de llamar la atención y sorprender entre las tantas que se han contado de los oscuros días de la Segunda Guerra Mundial. En realidad para hablar de este jurista y su particular historia debemos remontarnos a los lejanos días de la "Gran Guerra", la Primera Guerra Mundial. Adolf Hitler era un cabo que no destacaba mayormente del resto de sus compañeros en el ejército alemán. Sus acciones en el campo de batalla no pasarían a la historia (lamentablemente, un tiempo después... sí) y sus camaradas lo recordarían durante largo tiempo como un hombre recluído en sí mismo, taciturno y muy poco propenso a entablar amistad con los demás. Sin embargo había un compañero de combate que solía tratar con el cabo alemán de un modo diferente y así las cosas cuando pasaron los años y el recuerdo de la guerra se iba diluyendo para muchos, Hitler se hizo con el poder total de Alemania para tratar de revertir (según su tenebrosa mirada) la historia.

Hablar sobre el odio de Hitler y de todo los nazis contra los judíos es algo obvio y ciertamente lamentable, pero lo que no es obvio es pensar que alguna vez Hitler pudiera haber tenido ciertos miramientos hacia alguien que profesara esa religión. De hecho los tuvo (muy a su manera, claro) y este caso no ha sido el primero ni el único. Allí están los ejemplos de Klaus Haushofer, el cerebro de la geopolítica y de las ideas base del nazismo, quien era según la idealogía nacional socialista "medio judío" y quien pudo manetener durante mucho tiempo buena relación con el tirano alemán y también el caso del médico personal de la madre de Hitler. En ambos casos, la "convivencia" con Hitler fue posible durante un tiempo a pesar de las radicales y extremas ideas del Führer alemán, por todos tristemente conocidas.

El caso de Ernst Hess es algo diferente al de los otros nombrados. Cuando Hitler llegó al poder recordó de inmediato a aquel compañero (y posteriormente jefe de su compañía) que durante los días de la Primera Guerra Mundial supo ser su fiel ladero y buena amistad. Hess era tal vez uno de los pocos que lograban comunicarse real y verdaderamente con el futuro dictador de Alemania. No eran muchos los que podían decir con certeza que conocían al Hitler de aquellos días. Ernst Hess, sí que podía asegurarlo.



Una vez encumbrado Hitler se encargó personalmente en 1940 de hacerle saber al nefasto jefe de las SS, Heinrich Himmler, sus deseos de que "dejaran tranquilo" a Ernst Hess, para el que pedía miramientos y trato especial de parte de los jerarcas que llevaban adelante la terrible política anti judía del régimen. Todo se resumió en una carta (ver una de las fotos) que ha sido descubierta recientemente en la cual, con pedido de Himmler incluído, se dejaban en claro los "deseos" de Hitler de proteger a su viejo conocido Hess.
A Hess se le reconocía por entonces como judío con cuatro abuelos judíos, motivo más que suficiente de acuerdo a la nefasta ideología nazi para eliminarlo, pero sin embargo Hitler se encargó de solicitar "benevolencia " y el derecho a gozar de un trato especial en los turbulentos días que vivían...

Pero finalmente la historia no resultó tan distinta. La protección del bestial Hitler duró poco, tan sólo entre agosto y la primavera de 1941, para que después de eso Ernst Hess culmine tristemente internado en el campo de concentración de Milbertshofen, ubicado en las cercanías de Munich. Nunca se supo de él y tampoco nunca se supo el por qué del repentino cambio de idea de Hitler (tal vez explicárselo, sería entenderlo. Mejor seguir sin comprender la mente de este tremendo tirano). De un burro sólo se puede esperar una patada...

La carta con solicitud de trato especial para Hess fue encontrada por la historiadora alemana Susanne Mauss, mientras preparaba una exposición llamada "Abogados sin derecho" referida precisamente a los problemas de los abogados de origen judío en el distrito de Dusseldorf.

jueves, 9 de agosto de 2012

El General retirado Wesley Clark desnuda el plan de Estados Unidos para invadir siete países culminando con Irán

El excelente programa "Dossier" emitido por la Televisión Venezolana a través de Telesur, ha mostrado un muy interesante informe el 30 de Agosto de 2011 (sí, 2011) en el que el General norteamericano en retiro Wesley Clark pone blanco sobre negro los planes (ya establecidos hace mucho tiempo) de los Estados Unidos y su idea para invadir siete países comenzando en Afganistán e Iraq (ya concretado) y culminando con... Siria e Irán.
Cualquier situación parecida a lo que vivimos y se comenta en los días que corren, Agosto de 2012, es pura casualidad...
Mirá el video. Todo dicho.


Coca-Cola, sponsor de los Juegos Olímpicos de Berlín 1936


Los juegos olímpicos realizados en Berlín, Alemania, en 1936 depararon muchas sorpresas... y no hablamos puntualmente de sorpresas en lo deportivo, sino en lo que hace al apoyo que más de una empresa brindó al evento que no era otra cosa más que propaganda nazi en su máxima expresión.
Entre las empresas que brindaron su incondicional apoyo a los juegos y a toda la maquinaria nacional socialista puesta en marcha estaba ni más ni menos que Coca-Cola... la empresa que es sin dudas uno de los símbolos inequívocos de los Estados Unidos de América.

Los afiches de aquella época resultarán más que elocuentes, pero uno de ellos (en la primera foto de este post) se destaca por sobre el resto dado el mensaje: "Ein Volk, ein Reich, ein Getrank. Coke ist es Coca-Cola" (Un Pueblo, un Reich, una bebida. Coke es Coca-Cola). Tampoco faltaron los afiches apoyando a los deportistas "arios" y el incipiente (y vomitivo) merchandise...Compenetración total entre la empresa y un estado nazi fascista, dominador como pocos ha habido en la historia.Todo dicho.


martes, 7 de agosto de 2012

Extraños movimientos militares en Estados Unidos

Los videos a continuación fueron captados en enero de 2012 por diferentes personas en las localidades de San Antonio y San José, en California ( Estados Unidos) y muestran extraños movimientos de armamento pesado (pesado en serio) norteamericano vaya uno a saber con destino, hacia qué lugar y con qué objetivos. Lo concreto es que son minutos y minutos de video de un tren casi interminable que, para algo, han movilizado...
Habrá que estar atentos. Se habla de Octubre 2012... ensayo general conjunto entre Estados Unidos e Israel, para el futuro gran golpe contra Irán. Parece inminente. Ya nos enteraremos.

domingo, 5 de agosto de 2012

Los peligros del actual orden mundial y lo que viene

Armas de destrucción masiva.


Con el final de la ya lejana Segunda Guerra Mundial el mundo entero comenzó a asistir a un nuevo orden mundial, bajo el "ala protectora" de los aliados vencedores y con el comienzo de una etapa que duraría muchos años, conocida como la "Guerra fría". Esa situación dejó al mundo postrado ante el "equilibrio del terror" que no era otra cosa más que el empate técnico de fuerzas entre las dos potencias mundiales que de un lado y otro del mundo hacían ostentación de su impresionante poderío militar, incluídos los armamentos nucleares. Ese equilibrio, si bien mantuvo en vilo a la humanidad entera, con atisbos de guerra y enfrentamientos inminentes en más de una oportunidad (recordar la crisis de los misiles en Cuba en los '60), permitió que prosperara de alguna manera la política de la disuación y contención entre los enemigos, léase Estados Unidos y la Unión Soviética. Esa fue la política de las super potencias durante décadas de incertidumbre mundial, con el temor constante de ataques nucleares y una muy posible tercera guerra mundial.  Con el tiempo, los hechos (que no son tan lentos y progresivos como parece) derivaron en un fortalecimiento de la política exterior norteamericana como válida (para ellos) forma de presión a los soviéticos, con el fin de "convencerlos" de la superioridad de Estados Unidos. La Guerra Fría llegaba a su fin en 1989 tras aquel histórico discurso de Ronald Reagan frente al muro de Berlín cerca de la Puerta de Brandemburgo. En aquella jornada Reagan lanzó su frase a Mijail Gorbachov: "Tire esa pared abajo..." le dijo el exvaquero al emblemático líder comunista arrepentido. Y la pared cayó... y el mundo entero aplaudió el comienzo flagrante y formal del nuevo orden mundial.
Es que no muchos se percataron que más allá de los aires libertarios y de respeto por las libertades individuales, lo que en realidad se estaba aplaudiendo era el peligroso nacimiento de un monstruo llamado "Mundo unipolar". Nacía de esa manera y a la vista de todos,sin ser visto, un mundo desequilibrado y en manos, pura y exclusivamente, de una única potencia mundial imperialista y marcadamente dominante: Estados Unidos.

Ronald Reagan: "Señor Gorbachov, tire esta pared abajo..."


Desde aquel histórico 1989 en adelante, lo previsible: un endurecimiento de la política exterior norteamericana y la reafirmación (de su parte) de la creencia de que las acciones intervencionistas de Estados Unidos, no sólo que eran más que justificadas sino que además estaban cargadas de un fuerte contenido moral. Nacía fuera de todas las dudas la "supremacía benevolente" que los norteamericanos pretendían que el resto del mundo entendiera (también a la fuerza). Estados Unidos limpió su camino de enemigos y emprendió una tarea diaria, sin escrúpulos, en pos de dominar mucho más aún. Sus incipientes discursos defendiendo las democracias (tras haber apoyado sistemáticamente a las dictaduras, incluídas las latinoamericanas) y buscando la defensa denodada de la libertad mundial, siguieron con su doble juego de decir una cosa y hacer otra y llegaron hechos como las luchas en Afganistán, por ejemplo.
Tras el fin de la Guerra Fría, Estados Unidos necesitaba imperiosamente un nuevo enemigo y no se conformaba con su rol (autoimpuesto) de rector mundial, de modo tal que para cuando los hechos derivaron en la Operación "Tormenta del Desierto" con su ataque al Iraq invasor de Kuwait, las cosas empezaron a tomar otro caríz...

Masacre contra civiles.


George Bush (padre) anunció muy suelto de cuerpo en 1993 que "un nuevo orden mundial había comenzado" y en nada estaba mintiendo. Los planes libertarios norteamericanos para sacar del poder a Saddam Hussein quedaron en la nada y así fue que el tirano mesopotámico siguió aferrado a su sillón mientras los norteamericanos ya se habían encargado de dar los primeros pasos para crear ese nuevo enemigo que tanto deseaban y necesitaban. Ese nuevo orden mundial se transformó definitvamente en "desorden mundial" el 11 de septiembre de 2001 con el tremendo ataque a las torres gemelas del World Trade Center de Nueva York, en pleno corazón de los negocios norteamericanos... Sobre las responsabilidades de los atentados y sobre las historias y las tramas secretas (por no decir conspiraciones internas), ya se ha hablado demasiado, pero lo concreto es que George W. Bush decidió "culminar" lo empezado por su padre y creyó que lo que tenía ante sí era lo mejor para convalidar una presidencia signada por el fraude en complicidad con la corte suprema de Estados Unidos. Es cierto que los norteamericanos creen (efectivamente lo creen) que un presidente en guerra sube de inmediato su imagen y eso, a Bush, no se le escapó. Los métodos para lograr sus objetivos expansionistas fueron algo inusuales hasta entonces. George W. Bush, fiel a su ideología neoconservadora extrema, le dejó claro al mundo que en la lucha contra el terrorismo (el nuevo enemigo creado) o se estaba con ellos (los norteamericanos) o se estaba en contra. Ahí sí, aquel 11S fatal, acababa de nacer el "nuevo orden mundial" al que asistimos hoy en día. La palabra "musulmán" pasó a ser considerada un estigma que unificaba bajo la sospecha de ser terrorista a unas 100 millones de personas en este planeta. Era el nacimento de un nuevo choque de civilizaciones, una nueva cruzada de los fieles contra los infieles, una lucha contra el "Eje del mal", tal como describió Bush a los países "terroristas" (que los hay, por supuesto) y a los "Estados Canallas" (aquellos que se prestaban al "juego" del terrorismo internacional y les facilitaban armas de destrucción masiva. Era el fin de muchas cosas: el fin de la unipolaridad mundial (ostentada por Estados Unidos hasta entonces), el fin del apego a los organismos internacionales y finalmente el fin de la diplomacia.

¿Qué había de diferente entre esta bipolaridad mundial y la anterior? Durante la Guerra Fría, el equilibrio entre Estados Unidos y la Unión Soviética se basaba principalmente en el instinto de preservación de los dos bandos. La intimidación "blanda" de exhibir sus armas nucleares apuntándose los unos a los otros, hacía que se supiera que cualquiera de los dos bandos podía sucumbir y, en definitiva, desaparecer. Pero el "nuevo" orden mundial tras el 11S aportaba unos cuantos elementos mucho más inquietantes para todos: En primer lugar el enemigo elegido ya no era reconocible con facilidad. Al Qaeda, la red terrorista encabezada por el exsocio de Estados Unidos, Bin Laden, no sólo era una facción extrema y radical, sino que además era ya una filosofía, un modo de pensar, casi una religión, con lo cual el enemigo no estaba circunscripto a un territorio o bajo una bandera identificable, sino que podía estar en cualquier lado. En segundo (y no menos importante) lugar, esos "Estados Canallas" (Irán, Pakistán, Corea del Norte, China, etc.) podían proveer a los grupos terroristas de armas nucleares o de otro tipo de armas de destrucción masiva, por lo cual a partir de entonces el "bando más débil" podía contar con armamento igual al de los Estados Unidos y sus aliados. Finalmente, un punto en el que no hay que dejar de prestar atención: el hecho de que para "el terrorismo internacional" morir por la causa es sinónimo de victoria absoluta, por lo que la bipolaridad se daba entre enemigos de los cuales uno (por lo menos) no tenía miedo de morir o simplemente desaparecer...

Armas en poder de un enemigo casi invisible.


Bush sacó a relucir su mejor expresión neoconservadora y dejó las cosas en claro: Ante la negativa del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para que se produzcan ataques sobre Afganistan e Iraq, el presidente norteamericano hizo oídos sordos y se embarcó en la campaña bélica más desordenada y complicada en la que se hayan metido los norteamericanos. Bush se valió de las naciones "dispuestas" a ayudarlo (España, Polonia e Italia) ante la negativa inicial de sus aliados históricos para hacerlo. Estados Unidos invadió Afganistan y luego Iraq, creyendo en este último caso, que la guerra sería concreta, certera y sobre todo corta. Nada de eso sucedió. Bush cometió el peor error estratégico de su historia y no tuvo en cuenta que la guerra se extendería ya que muchos iraquíes no querían ese cambio de sistema de gobierno "a la fuerza" que les proponían y así las cosas los insurgentes comenzaron a aparecer a cada paso que se daba...

Al día de hoy, Estados Unidos ha conseguido en parte lo que deseaba: se ha quitado del medio a su gran enemigo, la U.R.S.S., ha quedado al mando de un mundo que estuvo desequilibrado durante largo tiempo, se ha generado un nuevo enemigo (el terrorismo internacional) y ha logrado que la nueva paridad de fuerzas (Grupos terroristas que pueden llegar a ostentar el mismo nivel de armamento que la gran potencia mundial) motive una nueva política expansionista rabiosa y radical con la que ya no se hace necesaria la diplomacia (de hecho ¿con quién se va a negociar si el nuevo enemigo no es fácilmente identificable?). Conclusión: asistimos nuevamente a un mundo "bipolar" (Estados Unidos vs. grupos terroristas / estados canallas), equilibrado en capacidad de armamentos, pero totalmente desequilibrado a la hora de tener en cuenta el valor y el sentido que se le da a la vida y la supervivencia de un lado y otro del "campo de batalla".

Tras todo ésto, la historia de siempre: una gran crisis económica y financiera a nivel mundial, las grandes potencias endeudadas a límites insospechados, ajustes, aprietes, desempleo generalizado, descrédito por los organismos internacionales (Estados Unidos lo practica desde hace décadas...), ausencia de la necesidad de las negociaciones diplomáticas y el caldo de cultivo perfecto para "barajar y dar de nuevo"... o lo que es igual, el muy posible inicio de una nueva conflagración mundial en poco tiempo más. Con un ingrediente alarmante: uno de los bandos considera la "desaparición física" como el equivalente de victoria...

Marcelo García
"Historias Lado B"

domingo, 29 de julio de 2012

El misterioso visitante del Gran Hotel Viena

El Gran Hotel Viena, a orillas de la laguna de Mar Chiquita en la localidad de Miramar, en Córdoba (Argentina) soportó el paso del tiempo y hasta una violenta inundación en 1977. Pero su historia es mucho más interesante si regresamos el tiempo mucho más atrás y nos trasladamos a 1945, momento en el cual fue visitado por un conspícuo y extraño personaje alemán venido desde tierras muy lejanas.

El Gran Hotel Viena en estado de abandono.


Con la finalización de la Segunda Guerra Mundial, los rumores sobre el escape de los criminales de guerra nazis hacia diferentes partes del mundo, las leyendas sobre la vida en el exilio bajo identidades falsas y el misterio sobre la nueva vida de muchos de los principales jerarcas del Tercer Reich, crecieron de manera asombrosa. Pero muchas veces (la mayoría de ellas) las leyendas y los rumores muy lejos estaban de serlo, transformándose de manera espeluznante en concreta realidad.
Adolf Hitler ha sido, seguramente, uno de esos nefastos personajes sobre el que más historias se han contado al respecto. Su muerte en el bunker de Berlín tras la entrada de los rusos a la capital del Reich se va desdibujando cada día más y así las cosas, no son pocos los que aseguran tener algo para decir sobre su nueva vida en algún remoto lugar del planeta.
Argentina ha sido gran receptora (y de muy buen grado, por cierto, dadas ciertas circunstancias político / militares en su momento) de jerarcas nazis y Hitler ha sido sin dudas uno de ellos...
La llegada de Hitler a la Argentina es aún objeto de minuciosas investigaciones y no son pocos los datos que aportan algo de luz acerca de la presencia del sangriento Fuhrer alemán en tierras argentinas. La Patagonia es uno de los lugares que sirvieron de escenario para la "segunda vida" de Hitler, pero no fue el único lugar y es allí donde debe tenerse en cuenta a la provincia de Córdoba, en la zona central de la Argentina. Bien conocidos son los rumores (y algo más) sobre la presencia de Hitler en el Edén Hotel, ubicado en La Falda, localidad de la mediterránea provincia argentina, pero algo no tan difundida es la historia que lo relaciona directamente con el misterioso Gran Hotel Viena, ubicado en la localidad de Miramar (provincia de Córdoba, Argentina) a orillas de la Laguna de Mar Chiquita.

La familia Pahlke.


Este hotel fue construído entre 1940 y 1945 por Máximo Pahlke, jefe de una tradicional familia alemana afianzada en la zona tras deambular por Europa en busca del remedio para la frágil salud de uno de sus hijos. Ante la inminencia de la Segunda Guerra Mundial, los Pahlke llegaron a la Argentina (se habían casado en Uruguay) y Córdoba fue el lugar elegido para residir. Los Pahlke creyeron encontrar en Miramar la cura a los males de uno de sus pequeños hijos (se los solía ver dándose baños de barro a orillas de la laguna) y todo parece indicar que allí encontraron el aire y la atmósfera propicios para lograr sus cometidos.

Baños de lodo en Mar Chiquita. Máximo Pahlke.

Postal del Gran Hotel Viena (Circa 1945).


Máximo Pahlke construyó el Gran Hotel Viena y le dio una categoría de 5 estrellas, contrastando notablemente con el resto del relativamente sencillo poblado que lo rodeaba. Por aquellos años, Miramar, era una pequeña localidad de apenas 1.600 habitantes, por lo que los secretos no eran fáciles de guardar. Cada nuevo visitante, cada nueva cara, era detectada de inmediato y es así que rápidamente, hacia mediados y finales de 1945, comenzó a escucharse hablar mucho sobre un recién llegado que no dejó de captar la atención de los lugareños.

Al hombre se lo podía ver haciendo sus caminatas (no con poca dificultad física) a orillas de la laguna. Boina bien calzada, sobretodo largo y unos razgos que a más de uno les resultaban conocidos... Los comentarios sobre ese hombre se propagaron velozmente entre los lugareños y casi todos eran coincidentes. Nunca le tomaron una fotografía, pero todos hablaban de lo mismo. Todos hablaban y murmuraban por lo bajo esgrimiendo los más variados argumentos sobre esa presencia misteriosa.

Como siempre sucede en estos casos, aprecieron aquellos que casi todo lo sabían sobre ese hombre que caminaba con tanta dificultad, cubierto por sus abrigos. Habría llegado desde la Patagonia y tras una corta estancia en el Edén Hotel de la familia Eichhorn en La Falda, se había trasladado hasta la conocida laguna cordobesa: ese hombre misterioso sería, ni más ni menos que, el mismísimo Adolf Hitler.
La leyenda y el fantasma del extraño visitante siguen dando vueltas por allí...

jueves, 26 de julio de 2012

Albert Günther Göring: víctima de los Aliados y de los nazis

LA HISTORIA DE ALBERT GÜNHER GÖRING NO ES UNA MAS. ESTE HOMBRE ERA HERMANO DE HERMANN GÖRING Y TUVO QUE PENAR Y SUFRIR TODA SU VIDA PARA QUE LE CREAN QUE LEJOS, MUY LEJOS, ESTABA DE COMPARTIR LAS IDEAS Y ACCIONAR DE SU NEFASTO HERMANO. NUNCA LO LOGRO. AQUI SU HSITORIA.

Albert Günther Göring

Cuando los aliados lo descubrieron, las cosas no le fueron nada sencillas. Corría el mes de septiembre de 1945 y los interrogadores norteamericanos descreyeron una y otra vez de sus palabras. Se trataba, según ellos, de un farsante que tan sólo estaba tratando de lavar sus culpas, de desligarse de su historia nazi, para caer bien parado en los tiempos de pos-guerra. Los integrantes del "Seventh Army Interrogation Center" encararon a Albert Günther Göring y tras su declaración, declararon públicamente que el descaro de Albert Günther Göring sólamente era comparable a la enorme masa muscular de su hermano, el nefasto jefe de la Luftwaffe, el mismísimo Hermann Göring, nazi hasta la médula.
La "portación de apellido" no lo ayudaba en absoluto, pero este hombre decía la verdad tras ser detenido por los aliados. Albert Günther Göring negó sistemáticamente su pasado nazi (de hecho no lo era...), negó también el haber sido responsable de actos criminales durante la segunda guerra mundial y exhibió además, cada vez que tuvo la oportunidad, una lista (real y verdadera) de unos 34 judíos y perseguidos políticos a quienes les salvó la vida. Su situación era desesperante tras caer en manos de los norteamericanos que lo interrogaban buscando que dijera lo que en realidad no tenía por qué decir...

La llegada al poder de Hitler y el nazismo, significaron el comienzo de sus concretas actividades anti nazis. Albert Göring se opuso sistemáticamente al cierre de la Escuela de Bauhaus en 1933, como así también hizo escuchar su voz contraria a que mujeres judías limpiaran los bancos del lugar (únicamente por ser judías, claro...). Por este tipo de cosas fue apresado por las SS. Para evitar un escándalo con su hermano, rápidamente fue liberado, pero a Hitler "nunca le cerró" su accionar y lo detuvo nuevamente en la prisión de Viena. En 1943, firmó de su puño y letra pasaportes de familias judías para ayudarlas a escapar. Era, por decirlo de alguna manera, un "tipo molesto" para el régimen. De sobresalto en sobresalto, la vida de Albert Günther Göring logró llegar, de ese modo, a los golpes hasta el final de la guerra.

Hermann y Albert Günther Göring detenidos y Albert tiempos más felices.


En mayo de 1945 el Tercer Reich caía definitivamente y Albert Göring era detenido por los checoslovacos pero muy rápidamente fue puesto en libertad.
Luego, las autoridades de la Ocupación Aliada en Alemania lo llamaron para ser juzgado en Nuremberg. Por supuesto acudió, primeramente, al Juicio de Oswald Pohl, del que resultó absuelto. También fue llamado al Juicio de IG Farben, donde aportó numerosos testimonios (en este caso aportó la famosa lista de 34 personas). También fue absuelto.
Sin embargo, nada le resultaba fácil, todo debido a su apellido y su parentezco con Herman Göring y fue declarado culpable de haber obtenido una ganancia de 7.000 Reichsmarks en la fábrica Skoda con mano de obra esclavizada y condenado a dos años en la prisión estatal de Berlín. De esa cárcel salió en noviembre de 1947 encontrándose con que todos los bienes de la familia Göring habían sido embargados por el gobierno de Alemania Federal (bajo el mando Aliado, claro).

Este hombre siempre fue fiel a sus convicciones y a pesar de las tremendas penurias que debió vivir a causa de su hermano y su apellido, nunca aceptó cambiarse el apellido. La Alemania Occidental "lo abandonó" a su suerte y así las cosas se dedicó a la escritura y al dibujo, pero también se entregó derrumbado y destruído al consumo de alcohol y a su abandono y descuido personal. Su vida fue una auténtica tragedia. Su verdad nunca fue escuchada y, mucho menos, tomada en serio. Murió olvidado el 20 de diciembre de 1966. Tal vez alguien, hoy en día, pueda llegar a creer que era "el Göring bueno". Realmente lo era.