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domingo, 14 de febrero de 2021

La Ruta del dinero nazi al descubierto: el documento del Credit Suisse que confirma el sistema de lavado de Argentina a Suiza

La carta del Credit Suisse, listas de afiliados nazis en Argentina. Diario 26.


Pedro Filipuzzi, escritor auspiciado por el Centro Simon Wiesenthal, fue el responsable del hallazgo de documentos originales que demuestran el modo en que los nazis lavaron el dinero y los bienes expoliados durante el Holocausto, triangulando entre Europa, Argentina y Suiza. Esos papeles estaban a punto de ser destruídos. Hoy, un DOCUMENTO EXCLUSIVO de DIARIO 26 confirma la existencia de una cuenta millonaria única en el Credit Suisse. 

Publicación original: https://www.diario26.com/294793--la-ruta-del-dinero-nazi-al-descubierto-el-documento-del-credit-suisse-que-confirma-el-sistema-de-lavado-de-argentina-a-suiza

Por Marcelo García.*


Como tantas cosas en la vida, el sorprendente descubrimiento se produjo gracias a un inesperado giro del destino y, casi, por casualidad. En 1984, sin siquiera sospecharlo por entonces, un joven llamado Pedro Filipuzzi se convirtió en auténtico protagonista de la historia que hoy cobra inusitada relevancia. Acababa de toparse con una valiosa documentación que iba a cambiar su vida para siempre y, posiblemente, la de muchos. Su jefe en la Oficina de Liquidaciones del Departamento de Compras y Suministros del Banco Nacional de Desarrollo (BaNaDe) era Olegario Brest; un bancario veterano que -a punto de jubilarse como 2º Jefe de División- revisaba viejos papeles en la biblioteca de la institución, de la que era jefe un tal Sr. Eguía, con la inestimable colaboración de un asistente de apellido Ildarraz. 

La biblioteca (a la que se accedía por un pasillo bastante disimulado) se ubicaba en el cuarto piso del banco y, al respecto hay dos detalles, en absoluto menores: primero, el edificio del BaNaDe es el mismo que ocupó desde principios del siglo XX el Banco Germánico de América del Sud, el principal centro financiero de los nazis en Argentina y casi toda Sudamérica. Y segundo, en el mismo cuarto piso se habían ubicado las oficinas centrales del Partido Nazi en el ámbito local. Ese era el lugar donde se reunía toda la información -detallada, precisa y fidedigna- sobre los negocios del nazismo a partir de la llegada de Adolf Hitler al poder en Alemania. Fue ese el sitio en donde quedó asentada la documentación encontrada por Filipuzzi.

El revelador documento, con fecha de fines de los años '30 e inicios de los años '40, saca a la luz los nombres de 12.000 personas (con nombres, apellidos, fechas y fichas de afiliación) y empresas adheridas a la filial local del Partido Nazi, y revela que todos sus fondos fueron depositados en una cuenta única del banco suizo hoy conocido como Credit Suisse (por entonces llamado Schweizerische Kreditanstalt). Se presume -aunque prácticamente estaría demostrado- que ese dinero fue producto del expolio a los judíos alemanes y de otros países del mundo durante los días del régimen de Adolf Hitler.

Banco Germánico de América del Sur, fotos de 1939: entradas por calle 25 de Mayo 145 (izquierda) y Av. Leandro N. Alem 168 (derecha).


El descubrimiento de la importante documentación que aquí presenta DIARIO 26 en EXCLUSIVA (con el documento original enviado desde Suiza), derivó en que Pedro Filipuzzi activara una investigación cursada en nota escrita, remitida a Christian Küng (vicepresidente del Credit Suisse) para descubrir el laberíntico sistema de la "Ruta del Dinero nazi" y la existencia de esa multimillonaria cuenta única ante la entidad bancaria.

Entre tanto, para el Credit Suisse, ahora surge un gran problema: el sistema de lavado, suponía la necesidad de haber hecho desaparecer la información sobre esta cuenta millonaria hace -al menos- 80 años. Esto, claramente, no sucedió; pese a que el Gobierno de facto en Argentina, a cargo del GOU (Grupo de Oficiales Unidos) quemó copias de la documentación en 1943. Sin embargo, el original de esas operaciones logró sobrevivir y esa es la que se conservó en el BaNaDe.

La sede del Schweizerische Kreditanstalt en los años '30, hoy Credit Suisse.


DIARIO 26 habló en ENTREVISTA EXCLUSIVA con Pedro Filipuzzi. Aquí, el contenido de la reveladora conversación.

Diario26: ¿De qué modo se relacionó con las investigaciones sobre la actividad económica del Partido Nazi en la Argentina?

Pedro Filipuzzi: "Por medio de un informe que encontré en la biblioteca del BaNaDe, gracias a las indicaciones de mi -entonces- jefe, el Sr. Olegario Brest. Es el informe oficial N°5 de la Comisión Especial Investigadora de Actividades Antiargentinas del Congreso de la Nación Argentina, presidida por el Diputado Damonte Taborda. Ahí está descripto los aportes de las compañías alemanas en la Argentina al régimen de Adolfo Hitler. Ese aporte estaba organizado y gestionado por la organización nazi (que era brazo del Partido Nacionalsocialista) Unión Alemana de Gremios (antes se llamaba Frente Alemán de Trabajo o Deutsche Arbeit Front). En esa descripción lograda por el Congreso de la Nación Argentina, está incluído el infame consorcio alemán IG Farben, que diseñó el gas Zyklon-B con que gasearon a miles y miles de judíos en los campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial. Ahí se describe taxtativamente los números de cuenta origen y destino de los movimientos económicos efectuados por los nazis entre el offshore Buenos Aires y el Schweizerische Kreditanstalt (hoy Credit Suisse)."

Diario26: ¿Qué pudo haber sucedido con esa importante documentación si usted no la hubiese encontrado y cómo debió proceder usted para conservarla? No debe haber sido tarea sencilla.

Pedro Filipuzzi: "Probablemente hubiera quedado olvidada en los pliegues de la historia. Iba a ser destruida como papel viejo y pedí conservarla al ver el listado de afiliados al nazismo de la Unión Alemana de Gremios, junto con los números de cuentas involucrados. Mantuve el listado en mi hogar y se lo mostré sólo a mi padre y al Sr. Andrew Graham-Yooll que era amigo de mi familia".

Diario26: Las listas sacan a la luz destacados nombres de la comunidad alemana en nuestro país, algo que también demuestra que si bien no todos estaban afiliados al Partido Nazi, sí lo estaban a diferentes organizaciones como -por ejemplo- la Unión Alemana de Gremios, uno de los apéndices más fuertes del Nacionalsocialismo en el ámbito local. ¿Es esto así?

Pedro Filipuzzi: "Sí, es así. La Unión Alemana de Gremios era una organización nazi definida como tal en sus estatutos y estudiada profundamente en el informe N°5 de la Comisión Especial Investigadora de Actividades Antiargentinas del Congreso Nacional. Esta Comisión estaba presidida por el Diputado Damonte Taborda. La organización cambió de nombre sucesivamente en la Argentina a medida que el Poder Ejecutivo Nacional la declaraba proscripta por su virulento perfil nazi. Primero se llamó Deutsche Arbeit Front (Frente Alemán de Trabajo) y luego de ser prohibido su accionar durante el gobierno del presidente Ortiz pasó a llamarse Unión Alemana de Gremios. Siguió conservando sus jefes y afiliados, continuando sus operaciones en el domicilio de la calle Alsina 1250 (Ciudad de Buenos Aires) donde aún se conserva intacta su fachada media superior. Era una prolongación del Partido Nazi como lo perfila el decreto presidencial que dio origen a su revocación como mutual gremial. Recaudaba fondos de empresas alemanas (eran más de 300) y de 12.000 afiliados que eran depositados en la cuenta 4063 del Banco Germánico de América del Sud (un banco de capitales nazis ubicado en 25 de mayo 145, de la Ciudad de Buenos Aires, en cuyo cuarto piso estaban las oficinas del Partido Nazi). 

Precisamente esos 12.000 afiliados fueron los que llenaron las gradas del Luna Park en 1938 en celebración de la anexión de Austria por el Tercer Reich. Esa reunión fue retratada en una conocida fotografía captada por el fotógrafo de la embajada nazi de apellido Schumaker, donde se ven banderas nazis junto al pabellón nacional enmarcando una enorme rueda dentada con una cruz esvástica en su centro. Ese era el símbolo del Frente Alemán de Trabajo. El símbolo se conservó, retirándose la esvástica para ser transferido a la Unión Alemana de Gremios que en 1945 fue definitivamente clausurada por ser una organización nazi. Todas sus instalaciones terminaron allanadas en calidad de propiedad del enemigo. La Argentina de la dupla Perón-Farrell la había expropiado en 1945 por ser considerada un bastión de la Alemania nazi en Buenos Aires y en toda la Argentina."

Pedro Filipuzzi y parte de los documentos sobre los listados de nazis en Argentina, 
descubiertos en el exBanco Germánico de América del Sud.


Diario26: ¿De qué manera se recaudaba ese dinero nazi en la Argentina? ¿Cuál era su origen y de qué modo se ha llevó a Europa? Cuéntenos sobre la "Ruta del dinero nazi".

Pedro Filipuzzi: "Existía en la Argentina durante las décadas del ’30 y ’40 la “Comunidad de Empresas”, que era una asociación pangermánica organizada con el sistema de los Gaus (regiones) alemanes. Esas empresas depositaban dinero en el Banco Germánico de América del Sud en Buenos Aires y luego lo giraban -via el Banco Alemán Transatlántico- a Suiza con destino final el Schweizerische Kreditanstalt (hoy Credit Suisse). Un vector de traslado era la Asociación de Ayuda de Invierno a la Alemania Nazi.

La cuenta Nº4063 del Banco Germánico de América del Sud  donde se depositaba los dineros aportados por empresas alemanas estaba gestionada por el Gerente Richard Leute, un nazi con papeles que no sólo estaba afiliado al Partido Nazi, sino que además estaba afiliado a la Unión Alemana de Gremios y era en su momento considerado como uno de los agentes nazis más importantes en la Buenos Aires de los años ’40. Su tumba esta en el cementerio alemán de Buenos Aires donde fue enterrado con honores militares. Luego, esa cuenta iba al Banco Alemán Trasnatlántico (ubicado en la esquina de Bartolomé Mitre y Reconquista, a metros del Banco Germánico de América del Sud) para ser enviada, en marcos suizos y dólares, a la cuenta N°2 del Deutsche Arbeit Bank ubicada en el Schweizerische Kreditanstalt en la Suiza “neutral”.

En el Banco Alemán Transatlántico operaba Ludwig Freude (afiliado Nº405 a la organización nazi Unión Alemana de Gremios) como Presidente de la Ayuda al Invierno. Una colecta empresarial de notable importancia cuya recaudación iba directamente a la Alemania Nazi. Este industrial alemán fue condecorado por el  embajador y agente nazi, barón Edmund Von Thermann  con el Águila Alemana al Mérito Industrial, como reconocimiento directo de la Alemania de Adolf Hitler por su servicio "excepcional" a los intereses del Tercer Reich. Similar condecoración recibió, en su momento, el industrial norteamericano Henry Ford (autor además del libelo virulentamente antisemita intitulado "El judío internacional"). Ese material antijudío es, al día de hoy, libro de cabecera de grupos supremacistas blancos en América del Norte, como los que tomaron por asalto el Capitolio norteamericano el 6 de enero del 2021.

Según el informe N°1 a N°5 de la Comisión Especial Investigadora de Actividades Antiargentinas del Congreso Nacional, existen remitos donde se registra la llegada de enormes bultos por medio de la naviera Hamburg Süd, propiedad de Antonio Delfino, donde llegaban las sacas de la organización Ferrocarriles Alemanes, de los que también era dueño. Esta última era una tapadera de los nazis utilizada para el transporte de bienes y dinero. Una de sus sacas fue razgada por un agente del servicio secreto inglés antes de ser introducida al Banco Germánico de América del Sud por la entrada de Leandro N. Alem 168, en la Ciudad de Buenos Aires, encontrándose moneda de numeración polaca producto del expolio nazi en 1939. Esto, junto con la excusa de tener en propiedad un transmisor para operaciones de espionaje no declarado, generó la expulsión de embajador Edmund von Thermann, quedando la embajada de la Alemania nazi a cargo del industrial Ludwig Freude."

Documentos de afiliados nazis en Argentina y Pedro Filipuzzi, el investigador.


Diario26: ¿Cuál fue el rol de Ludwig y Rodolfo Freude en la "Ruta del dinero nazi" y cuál el papel jugado actualmente por sus herederos en esta historia?

Pedro Filipuzzi: Ludwig Freude era el afiliado Nº405 a la organización nazi Unión Alemana de Gremios, directivo del Banco Alemán Transatlántico y Presidente de la Ayuda de Invierno a la Alemania Nazi. Rodolfo Freude era su hijo (en el ’42 era un jovencito adolescente de 19 años). Ludwig Freude quedó a cargo de la embajada de la Alemania nazi cuando el embajador Edmund von Thermann fue expulsado por agente nazi de la Argentina.

Diario26: ¿Podría decirse que el Credit Suisse se levantó gracias al dinero robado a los judíos desde el final de la Sergunda Guerra Mundial y que la Argentina fue determinante para que así suceda?

Pedro Filipuzzi: El Credit Suisse nació del banco donde los nazis depositaban dinero llamado Schweizerische Kreditanstalt. Este banco era el preferido por los nazis en Suiza. La Argentina era un offshore nazi como lo fueron la mayoría de los países latinoamericanos donde existía la dupla Banco Germánico de América del Sud / Banco Alemán Transatlántico. El primero efectuaba operaciones de cabotaje y el segundo operaba ea nivel internacional.  Recibían y enviaban dinero a la Alemania nazi antes y durante el conflicto de la Segunda Guerra Mundial.

Diario26: ¿Hubo respuesta del Credit Suisse tras hacerse pública su detallada investigación sobre el dinero nazi en la Argentina?

Pedro Filipuzzi: Sí. Enviaron una misiva al estudio Pestalozzi, de Suiza, respecto de la herencia de alemanes mencionada en la investigación. En particular, la correspondiente a Ludwig Freude, que hoy está en manos del Centro Simon Wiesenthal.

Diario26: ¿Qué puede decir sobre la participación del Centro Simón Wiesenthal y el Congreso Judío Mundial en este proceso que intenta recuperar esos bienes millonarios depositados en el exterior?

Pedro Filipuzzi: El Centro Simon Wiesenthal está llevando adelante una muy importante investigación en el Credit Suisse respecto a las cuentas en cuestión, apoyándose en información entregada por la Familia Freude / Koennecke, que utilizó a mi interpósita persona como “bridge” entre ellos y el propio Centro Simon Wiesenthal. Hay que destacar la enorme ayuda de Alfredo “Alfred” Freude, Mónica “Moni” Freude, Ingrid Freude de Liendo, Margarita “Margot” Koennecke (que hizo el pedido en alemán al estudio Pestalozzi, del que está a cargo Oliver Widmer, mencionado en el documento que DIARIO 26 presenta a continuación) y Rodolfo “Rolf” Koennecke, para que el Centro Simon Wiesenthal (que -desde Buenos Aires- encabeza para toda Sudamérica el Sr. Ariel Gelblung) pueda destrabar las cuentas que dieron origen al Credit Suisse provenientes del Schweitzerische Kreditanstalt, el banco preferido por Adolf Hitler en Suiza. Esto es muy importante de destacar: la Familia Freude-Koennecke está en las antípodas del perfil de Ludwig Freude y su intención es ayudar a la colectividad judía a la apertura total de las cuentas del Credit Suisse, que hoy están cuestionadas.

Durante la década de los años '90, Rodolfo "Rudi" Freude (hijo de Ludwig), hizo 14 presentaciones ante el Credit Suisse sin suerte. El mérito de saber la suma actual de esos depósitos -estimados en torno a los 33.000 millones de euros-, le corresponde al periodista anglo argentino Andrew Graham-Yooll. Finalmente, otra llamativa curiosidad: en el Credit Suisse, el manejo de las cuentas se transmite entre generaciones de administradores. Los Küng y los Hösli (en este caso, Reto Hösli -Director del Credit Suisse- y Christian Küng -Vice Presidente Asistente- ambos firmantes del documento), vienen desde los años '30 a cargo de las mismas.

A continuación, el DOCUMENTO EXCLUSIVO de DIARIO 26, con la respuesta del Credit Suisse, confirmando la existencia de la cuenta bancaria (y luego su traducción), gentileza de Pedro Filipuzzi:


Traducción del documento:

Consejo General 

Core Banking & Standard Lending, YSPF 1

Christian Küng, Abogado, Vice Presidente asistente.

Pestalozzi Rechtsanwalte AG RA Oliver Widmer Lowenstrasse 1 

8001, Zürich. 

7 de enero de 2020.

Herencia de Ludwig (Ludovico) Freude.

Estimado Sr. Widmer:

Nos referimos a su carta fechada el 23 de diciembre de 2019 en el estado anterior.

En principio, el banco solo puede proporcionar información a una parte contratante (o su representante o sucesor legal) sobre cualquier relación bancaria existente o anterior de la parte contratante. Por lo tanto, no tenemos derecho a proporcionarle información sobre ninguna relación de cliente con Credit Suisse AG en un tercero, incluso si el testador hubiera sido el beneficiario efectivo de esto. Nuestra posición al respecto permanece sin cambios.

En este caso, los herederos deberán ponerse en contacto directamente con el tercero para mayor información o, en el caso de las empresas, sus órganos, o alternativamente llamar a los tribunales competentes en derecho internacional privado para obtener la información requerida sobre la asistencia o reconocimiento legal (en el caso de jurisdicción extranjera) o a través de los tribunales suizos (en el caso de jurisdicción suiza).

También nos referimos a nuestra carta anterior con fecha del 15 de julio de 2019. Si tiene alguna pregunta, el Sr. Christian Küng estará encantado de ayudarle.


Freundliche Grüsse 

CREDIT SUISSE AG


Firmas:

Reto Hösli / Director

Christian Küng / Vice Presidente Asistente 



Nota: El ingeniero Pedro Alberto Filipuzzi es autor de "La ruta del dinero de los nazis argentinos", Editorial Dunken, Buenos Aires, Argentina, 2020.

*Periodista de Diario26 y escritor.



miércoles, 20 de enero de 2021

domingo, 3 de enero de 2021

"La raza argentina": Tercera y última parte de la entrevista a Marcelo García, por Mauro Castro

Aquí la tercera y última parte de la entrevista a Marcelo García, por el periodista e historiador Mauro Castro, en exclusiva para su canal en Youtube. En este caso, hablando en detalle sobre el libro "Perón y la raza argentina" (Marcelo García, Ediciones B, 2019). Mirá la entrevista en el video a continuación.

Visitá el canal de Youtube: Mau Castro. Muchas gracias Mauro.

jueves, 24 de diciembre de 2020

"Evita, la agente nazi": Segunda parte de la entrevista a Marcelo García, por Mauro Castro

Segunda parte de la entrevista a Marcelo García, por el periodista e historiador Mauro Castro, en exclusiva para su canal en Youtube. En esta oportunidad, se hizo foco sobre el caso de Eva Perón y su rol como agente testaferro de los nazis en la Argentina. Debido a esto, se habló sobre el libro "La agente nazi Eva Perón y el tesoro de Hitler" (Marcelo García, Sudamericana, 2017). Mirá la entrevista en el video a continuación.

Visitá el canal de Youtube: Mau Castro

Muchas gracias Mauro.

lunes, 14 de diciembre de 2020

"Nazis en Argentina": Primera parte de la entrevista a Marcelo García, por Mauro Castro

Para seguir desandando el camino recorrido por los nazis en la Argentina, a inicios de diciembre tuve la oportunidad de conversar con el periodista e historiador Mauro Castro, en exclusiva para su canal oficial en Youtube. Aquí, la primera parte de la entrevista.

Visitá el canal de Youtube: Mau Castro

Muchas gracias Mauro.

miércoles, 17 de junio de 2020

VIDEO: el nazi Otto Skorzeny junto a Juan Domingo Perón en España

Siempre negados, tantas veces ocultados. Los vínculos cercanos entre el peronismo de otros tiempos y el nazismo, de una u otra manera salen a la luz. En este caso, mediante un curioso video captado en Madrid, España, muy posiblemente durante el año 1971.
Parecía una reunión común y corriente, excepto por un detalle: a la misma asistieron el nazi Otto Skorzeny y el general Juan Domingo Perón.


jueves, 11 de junio de 2020

Marcelo García: “Todo lo que hizo Ramón Carrillo hasta que dejó su cargo fue muy cercano a lo germanófilo”

En su libro “Perón y la raza argentina”, el investigador histórico y escritor Marcelo García hace un repaso en la vida del sanitarista argentino que ejerció como ministro de salud de la época. (Infobae, 9 de junio de 2020)




Nota publicada en INFOBAE, 9 de junio de 2020:
Marcelo García: “Todo lo que hizo Ramón Carrillo hasta que dejó su cargo fue muy cercano a lo germanófilo”
https://www.infobae.com/sociedad/2020/06/09/marcelo-garcia-todo-lo-que-hizo-ramon-carrillo-hasta-que-dejo-su-cargo-fue-muy-cercano-a-lo-germanofilo/




La posibilidad de que el Gobierno ordenara la confección de un billete de $5.000 con los rostros de Ramón Carrillo y Cecilia Grierson -finalmente descartada por Alberto Fernández- generó hace un mes un enorme revuelo y un sin fin de opiniones sobre la figura del sanitarista elegido: tanto personas como asociaciones civiles se expresaron en contra de imprimir en el papel moneda la imagen del primer ministro de salud del general Juan Domingo Perón.

El escritor Marcelo García, en su libro “Perón y la raza argentina”, documentó los inicios de la carrera del médico hasta que dejó su cargo al frente del ministerio, en el año 1954.

¿Quién fue Ramón Carrillo?
- Ramón Carrillo fue un pionero para lo que es el sanitarismo en Argentina y en gran parte de Sudamérica. Fue realmente un científico cabal, probo, que cambió definitivamente el sistema sanitario y de salud en el país y las obras que él ha logrado llevar a la práctica con la creación de más de 240 hospitales interconectados, la erradicación de enfermedades que hasta ese momento eran incontrolables. La obra sanitarista de Carrillo es innegable, es absolutamente destacable, y no tiene parangón hasta el momento con ninguna otra gestión que se haya dado, incluso, en los tiempos modernos.

¿Cuál fue su vínculo con los científicos y médicos nazis?
- La relación con científicos nazis implica a priori arrancar cuando él se hace cargo de lo que fue una Secretaria de Salud, que luego adquiriría el rango de Ministerio y se da en una etapa en la que el gobierno de Juan Domingo Perón propiciaba de alguna manera el ingreso de materia gris codiciada no solamente por la Argentina sino también por las potencias vencedoras de la Segunda Guerra mundial: Estados Unidos, Inglaterra y Rusia. Se dio en el marco de esa carrera por conseguir lo mejor de la ciencia, de la técnica, de la industria de post guerra.

¿Cuál fue la importancia de los primeros viajes a la Europa de principios del siglo 20 del doctor Carrillo?
- En esa época se hicieron intentos de revivir una idea que era de un grupo de pensadores, de científicos, de médicos de inicios del siglo 20 en la Argentina, entre cuyos exponentes principales estaban: José Ingenieros, José Ramos Mejía, Eusebio Gómez y Francisco de Veyga, que coincidían con una corriente europea del médico Cesare Lombroso que consistía en lo que ellos llamaban la teoría de la degeneración. Que creían que había determinado tipo de gente que era fácilmente identificable, porque según ellos tenían características físicas reconocibles y que además tenían “taras” genéticas que los convertía en delincuentes, marginales, desechables. Como se llamaba ese momento “inútil”. Hitler a determinado tipo de personas con las que no quería contar, las llamaba “las bocas inútiles”. Generaban gastos y para ellos, no servían para nada. Esta corriente y esos exponentes, fueron en realidad la semilla germinal de lo que proponía el médico italiano Nicola Pende, que fue un médico encomendado por Benito Mussolini en la Italia fascista, alrededor del año 1926, para instalar centros asistenciales, en donde poder prevenirse de este tipo de “males” que se anticipaban con la teoría de la degeneración en clínicas para sanos. Era gente que no tenía una enfermedad aparente o demostrable pero que reunía estas características físicas y que venía de unos determinados sectores sociales o de unas líneas de pensamiento que para ellos podían delinquir, también había entre ellos homosexuales y los que caían por ideas políticas. O sea, era un combo denso.

O sea, no sorprende esta idea del pensamiento de la época …
- Exacto. Pero cuando se habla, por ejemplo, de la homofobia. En ese momento no se manejaba el concepto. De hecho, la homosexualidad era considerada una enfermedad. Digamos, hay que entender un poco el contexto de la época, en donde no era tan mal visto el rechazo a la homosexualidad. Carrillo se fue metiendo en un círculo que, evidentemente, a él le interesaba por sus cuestiones médicas y profesionales científicas, que realmente lo era y muy importante él, pero que demuestran la relación que él empieza a tener con los germanófilos de lo que después se lo acusa o se trata de demostrar.

Retomando un poco lo de la materia gris a lo cual usted hacía mención
- Que fue una carrera que empezó ni bien terminada la Segunda Guerra mundial y en la que se embarcó no solamente la Argentina. El caso de la Argentina llama tanto la atención porque la propaganda de los países ganadores de la Segunda Guerra mundial, sobre todo Inglaterra y Estados Unidos, más Estados Unidos, hizo hincapié por el simple hecho que Perón no se plegó a su bando después del final de la guerra. Entonces bueno, daba la sensación de que todos los malos estaban en la Argentina, digo todos los malos entre comillas, simplificando, pero en realidad Estados Unidos habrá reclutado seguramente muchos más nazis, seguro, muchos más nazis de los que se reclutaron en Argentina. De hecho algunos fueron muy notorios, Wernher von Braun llevó a los Estados Unidos a la luna y era el jefe de cohetería de Hitler.

¿Ese gobierno, el ministerio de Salud y en ese momento quería continuar con los absurdos experimentos que practicaban los alemanes en los campos de concentración?
-Lo que te puedo decir es que había planes de reflotar viejas ideas, como la de la purificación de la raza en el sentido de hacer un nuevo ser nacional. Que Perón y en parte Carrillo, pretendieron concretar.

¿Carrillo brindó una charla a toda la plana militar hablando del soldado ideal?
- Tiene que ver con esto justamente. Insisto, esto es una serie de tres conferencias que dio Carrillo en el año 1950 en la Escuela de Altos Estudios Militares ante la plana completa de las Fuerzas Armadas en la Argentina. Allí no había médicos, no había políticos, no había científicos, no había nadie que se ocupara de las políticas sanitarias, nadie. Eran solamente las Fuerzas Armadas.

Esa serie de tres conferencias que dio Carrillo se encuadraron en lo que se dio en llamar, la guerra psicológica. Y que fue en definitiva una instrucción a los jefes militares sobre lo que, esto que pretendían Carrillo y Perón, que era la conformación de lo que se daba en llamar el soldado ideal. Que era un concepto claramente fascista y que no hacía mención solamente a los ámbitos castrenses sino que incluía a la sociedad civil. Dicho por Carrillo en esa serie de conferencias en épocas de guerra, pero también en tiempos de paz.

Esto es crear el espíritu militar, porque le llamaba el espíritu militar, y que Carrillo en esas conferencias lo nombra como lo hacían los nazis que era el Soldatemtum, la creación del espíritu militar y el estado mental de guerra en toda la sociedad. Y eso tenía un claro objetivo del dominio de masas y que las mismas fuesen moldeadas, obedientes, serviles. En este caso a un régimen político como era el del general Perón. Hay una carta del 31 de julio de 1954, faltaba nada para que Carrillo dejara de ser ministro de Salud por una serie de movimientos internos que se dieron en el gabinete de Perón.

En la última carta que Carrillo le envía a Perón se despacha, se saca las ganas y le insiste en la necesidad para el régimen peronista, para la Argentina, de la creación de institutos médicos militares como los que tenían los alemanes durante la guerra. Le manifiesta claramente, sin vueltas, la necesidad para la Argentina y para el régimen de Perón, la creación de esos mismos centros que él había visto en Alemania y que habían funcionado durante la Segunda Guerra mundial. Incluso, en algún momento le dice que por cuestiones de mera jerarquía, esos institutos después se fueron desmembrando pero que en algún momento llegaron a conjugar a 5.000 médicos instalados en institutos militares con fines parecidos a estos que él trataba de plantear justamente en la Escuela de Altos Estudios Militares. Le manifiesta a Perón lo importante que es recurrir al manejo de las masas, pero no de la misma manera en que se hace con la política. Son todos conceptos claramente tomados del fascismo.

El doctor Ramón Carrillo era germanófilo, ¿sí o no?
- Lo que yo te puedo decir, es que todos sus pasos en Europa en la década del 30 y hasta el inicio de su última etapa como ministro de Salud, todo fue cercano a lo germanófilo.

Digamos como que todo lo que lo rodeaba a Carrillo estaba de alguna forma, directa o indirectamente, relacionado con el nazismo, sí o sí
- Sí, los hechos lo demuestran.

¿Qué lo primero que pensó cuando asistió a la noticia de la emisión de un billete nacional con la imagen del doctor Carrillo. Inoportuno, inadecuado, inadmisible.
- Me parece más inoportuno sinceramente el tratar de colocar una mordaza ante quienes pretendemos o pretenden mostrar otra faceta que la inclusión misma. Por otro lado creo que hubo otros personajes históricos argentinos que también estuvieron en billetes que a lo mejor deberían haber generado una polémica similar, por ejemplo Juan Manuel de Rosas y Julio Argentino Roca. Me parece más complicado este intento de santificar, llamalo Carrillo o cualquier otro personaje de la historia, que pasa bastante seguido. Digamos, perfectamente se podría saber mucho más de determinados personajes e insisto, completar su figura y eso es todo. Tampoco considero que Carrillo haya sido un criminal de guerra. Claramente no lo fue.


martes, 2 de junio de 2020

Marcelo García en "GPS" por A24: "Ramón Carrillo puso al nazi Carl Peter Vaernet bajo su órbita en el Ministerio de Salud"



El 22 de mayo de 2020 fui invitado por el periodista Rolando Graña a su programa "GPS", por A24. Hablé sobre mi libro "Perón y la raza argentina" (Ediciones B, 2019), y también sobre la extraña relación entre el doctor Ramón Carrillo -secretario de Salud durante los dos primeros gobiernos del general Juan Domingo Perón- con el médico nazi de las SS, Carl Peter Vaernet, a quien contrató para trabajar en el Ministerio de Salud de la Nación desde 1947.

Mirá el video.


martes, 18 de febrero de 2020

El misterioso asesinato en Mendoza del biólogo nazi Heinz Brücher, que planeaba erradicar la cocaína

Heinz Brücher tuvo dos grandes planes: crear un huerto de 'plantas superiores' e inmortales para abastecer al Tercer Reich, y -luego, en Argentina- diseñar un hongo que acabara con las plantaciones de coca (y el negocio millonario de la cocaína).

Heinz Brücher en Mendoza, Argentina.


En la zona en donde vivía, todos lo conocían como "don Enrique", pero su verdadero nombre era Heinz Brücher. El hombre era biólogo, botánico y genetista, pero por sobre todas las cosas era nazi. Llegó a la Argentina en 1948, por un acuerdo con el Gobierno argentino del General Juan Domingo Perón. Vivía en su propio mundo, apartado de la mirada inquisidora de los demás; y ese mundo era su finca en la localidad de Ugarteche, al norte de la provincia de Mendoza, en Argentina. El sitio fue bautizado por él mismo como "Cóndor Huasi" (Huasi: vocablo de procedencia quichua que significa casa, habitación, domicilio, nido, cueva).

En las puertas lucían esculturas de hierro en forma de águilas, bien al estilo alemán, con innegables reminiscencias de la iconografía del nazismo. Vivió muchos años allí, casi en el anonimato, y todo terminó el 17 de diciembre de 1991, a sus 76 años de edad, cuando ya viudo, fue encontrado muerto en su casa.

La extraña muerte fue por asfixia: alguien se había encargado de colocarle cinta aislante en la boca y en la nariz. También le habían atado pies y manos. Lanzadas al aire varias conjeturas, lo concreto es que Brücher tenía varios enemigos que venían incluso de sus años de juventud en el Tercer Reich de Adolf Hitler. El caso se archivó con sorprendente rapidez, y nunca -jamás- se encontró a los culpables. Inicialmente se detuvo a un jornalero paraguayo, pero resultó que tenía una buena coartada. La investigación policial determinó súbitamente que el móvil de esa curiosa muerte había sido el robo, pese a que no faltaba nada en el domicilio del biólogo nazi.


Finca "Cóndor Huasi", en Ugarteche, Mendoza, Argentina: allí asesinaron al nazi Brücher.


¿Se trató de una venganza? ¿Quién y por qué podría haberlo asesinado?
Hay varias teorías al respecto.

Los primeros sospechosos del crimen podrían ser los rusos: Cuando servía a las SS, Brücher se había dedicado a saquear los bancos de semillas de la Unión Soviética para conseguir unas plantas de raza superior que alimentasen a todo el Tercer Reich. La idea era que pudieran crecer en cualquier tierra y bajo cualquier clima. Comida para siempre, una huerta resistente a cualquier tipo de plaga, incluso la sequía o la inundación.

Otros sospechados de haber cometido el asesinato, fueron los israelíes: éstos también "se la tenían jurada", ya que contaban con comandos especiales para cazar a los nazis que huyeron de Alemania, y muy en especial a la Argentina del presidente Juan Domingo Perón; como en su caso.

Finalmente, una tercera opción sobre los responsables del crimen, parece ser la más verosímil: la de los cárteles de droga. Y esto tiene su buena explicación: es que Brücher tenía otro plan secreto. Quiso diseñar una enfermedad mortal para las plantaciones de coca. Soñaba con la eugenesia y la aplicó también a la agricultura. Cuando su esposa y su hijo menor fallecieron en un accidente automovilístico, después de la guerra, el nazi decidió apartarse de la sociedad y dedicarse a investigar en su finca, por su propia cuenta. Pero cometió un error letal: en 1989 publicó uno de sus textos científicos en inglés firmado con su nombre verdadero.


Heinz Brücher: en Alemania, 1930 (izquierda) y en Mendoza, 1975 (derecha. Foto: D. W. Gade)


Su trabajo se focalizó en un hongo que atacaba la hoja de coca. De hecho, el estudio que publicó incluía referencias de este tipo, algo que lo habría puesto en la mira de las agencias antidrogas de los Estados Unidos, (que querrían aprovechar al máximo su conocimiento) o de los traficantes de drogas, de quienes se sospecha que enviaron dos sicarios a matarla a su propia casa.
 El día de su asesinato, dos bolivianos habían al aeropuerto de Mendoza. Alquilaron una camioneta y se los vio merodeando la zona de "Cóndor Huasi". Al día siguiente regresaron a Bolivia y nunca más se los volvió a ver por el lugar.

Tras la muerte (asesinato) de Brücher, muchos avalaron esta tesis. Entre ellos estuvo, Daniel Gade, profesor de Geografía de la Universidad de Vermont. Gade relató que el nazi éste le había contado, por correspondencia, que estaba estudiando un producto capaz de destruir las plantaciones de coca sin dañar al resto de plantas.

Otra fuente fue Vicente Cabrera, un jornalero que trabajaba para el biólogo nazi en Mendoza; quien dijo que iba a ser su cómplice: "Yo debía viajar a Bolivia con una jeringa -que supuestamente contenía el hongo modificado- para infectar a un área de unas 200 hectáreas de coca. Pero diez días antes de la fecha prevista para mi partida, lo asesinaron. Si yo hubiera estado en la finca aquella noche, también me habrían matado".

Como fuera, lo real es que nunca se supo por qué (y a manos de quién) apareció muerto en Mendoza el nazi Heinz Brücher. Lo que sí se podría afirmar es que quién se encargó de "pasarlo a mejor vida"...no era un simple ladrón.


Marcelo García


Fuentes:
https://www.elespanol.com/cultura/historia/20180925/misterioso-asesinato-biologo-nazi-queria-erradicar-cocaina/340467021_0.html

https://www.ozy.com/flashback/who-killed-the-nazi-botanist-trying-to-wipe-out-cocaine/83066/


sábado, 17 de agosto de 2019

Elizebeth Smith Friedman, la descifradora de códigos y un documento que hizo saber que Eva Perón era una agente nazi


"La agente nazi Eva Perón y el tesoro de Hitler" (Marcelo García) y Elizebeth Smith Friedman.


Elizebeth Smith Friedman fue una experta en criptoanálisis y autora estadounidense; y fue conocida como "la primera criptoanalista femenina de América". Sin embargo, como en tantos otros casos, su historia quedó algo relegada a la figura de su esposo; aunque sus trabajos resultaron ser de los más importantes para la seguridad de los Estados Unidos y para los Aliados, sobre todo en la Segunda Guerra Mundial.

Un pionero estadounidense en el campo de la criptología, el estudio de la escritura y resolución de códigos secretos, William Friedman ha sido muy reconocido dada su distinguida carrera como experto en descifrar códigos con el ejército estadounidense durante las Guerras Mundiales. Pero aunque Friedman es uno de los nombres más importantes en criptoanálisis (acuñó la palabra en sí), los historiadores, por lo general, pasan por alto el hecho de que su esposa, Elizebeth, fuera tan hábil como descifradora de códigos. De hecho, no debe ser casual que sus logros hayan sido (la mayoría de las veces veces de manera deliberada) puestos fuera de todo conocimiento de la opinión pública.

Elizebeth (escito con "e" en lugar de "a") Smith Friedman, la menor de nueve hijos de una familia cuáquera, nació en la zona rural de Indiana en 1892. Su madre deletreaba su nombre inusualmente, cambiando la a por otra e, según los informes porque no le gustaba el apodo de "Eliza". La joven Elizebeth era brillante y mostraba un talento para los idiomas, y estaba decidida a ir a la universidad a pesar del desánimo de su padre. Después de comenzar en el Wooster College de Ohio en 1911, terminó su licenciatura en Hillsdale College en Michigan, especializándose en inglés iluminado. También estudió alemán, griego y latín en Hillsdale, y fue allí donde descubrió su amor por William Shakespeare.

Tras graduarse y un breve período como directora suplente en una escuela secundaria de Indiana, Elizebeth viajó a Chicago en 1916 y visitó la Biblioteca Newberry, donde se exhibió el Primer Folio de su autor favorito. Allí, después de abandonar su trabajo principal por aburrimiento, preguntó a los bibliotecarios si sabían de algún trabajo de investigación o literatura disponible. Así, le presentaron al excéntrico George Fabyan, quien dirigía un centro de investigación privado de 500 acres llamado Riverbank en las cercanías de Ginebra, Illinois. En ese momento, Fabyan también empleó a una erudita llamada Elizabeth Wells Gallup, que estaba tratando de demostrar que Sir Francis Bacon había escrito las obras de Shakespeare. Gallup necesitaba un asistente de investigación. Elizebeth fue llevada a Riverbank para una entrevista, y unos días después, terminó siendo contratada.

En Riverbank, Elizebeth trabajó en una cifra que, según Gallup, estaba oculta en los sonetos de Shakespeare y supuestamente demostró la autoría de Bacon. Riverbank también empleó al nacido en Rusia William Friedman, un genetista educado en Cornell, para trabajar en el trigo, aunque se sintió cada vez más atraído por el proyecto Shakespeare. William y Elizebeth se enamoraron y se casaron en mayo de 1917, un mes después de que Estados Unidos ingresara a la Primera Guerra Mundial.

Riverbank fue uno de los primeros institutos en centrarse en la criptología, y en los primeros días de la guerra, el Departamento de Guerra confió en Riverbank casi exclusivamente. "Tan poco se sabía en este país de códigos y cifras cuando Estados Unidos entró en la Primera Guerra Mundial, que nosotros mismos teníamos que ser aprendices, trabajadores y maestros al mismo tiempo", escribió Elizebeth en sus memorias.

William y Elizebeth Smith Friedman.


Pero los Friedman a veces también trabajaban para otros gobiernos. Después de una recomendación del Departamento de Justicia norteamericano, Scotland Yard les trajo un baúl lleno de mensajes misteriosos que los británicos sospechaban que estaban siendo utilizados para facilitar la insurrección en la India, que entonces era una colonia británica. Al descifrar los códigos, escritos en bloques de números, los Friedman expusieron la Conspiración hindú-alemana, en la que activistas hindúes en los Estados Unidos enviaban armas a la India con ayuda alemana. El juicio resultante fue uno de los más grandes y caros en la historia de los Estados Unidos en ese momento, y terminó sensacionalmente cuando un hombre armado abrió fuego en la sala del tribunal, matando a uno de los acusados ​​antes de ser asesinado por un mariscal de los Estados Unidos. Sin darse cuenta del trabajo de descifrado de códigos de los Friedman, aparentemente creía que el acusado se había burlado.

La guerra terminó en 1918, pero Elizebeth y William continuaron su trabajo para el ejército, y en 1921, se mudaron a Washington, D.C. para concentrarse en el trabajo por contrato militar a tiempo completo. A Elizebeth le encantó el cambio de escenario, yendo del campo rural a la ciudad; recordaba haber ido al teatro varias veces a la semana cuando llegó por primera vez a D.C.

Después de pasar un tiempo trabajando para la Marina, dejó la fuerza laboral remunerada durante unos años para comenzar a criar a sus hijos, Barbara y John. Pero en 1925, la Guardia Costera llamó para pedirle ayuda en casos relacionados con la prohibición. Pronto comenzó a descifrar mensajes de radio encriptados utilizados por contrabandistas internacionales de licores que ocultaban bebidas alcohólicas en envíos de joyas y perfumes, entre otras cosas.

Elizebeth demostró ser un activo fundamental para la Guardia Costera durante la Prohibición. Ella fue la testigo estrella en un juicio de 1933 luego del estallido de una operación de ronde  contrabando de un millón de dólares en el Golfo de México y la costa oeste. Cuando se le pidió en la corte que probara cómo "MJFAK ZYWKB QATYT JSL QATS QXYGX OGTB" podría decodificarse como "anclado en el puerto a dónde y cuándo envía combustible", solo uno de los miles de mensajes codificados que formaron evidencia clave en el juicio, Elizebeth le pidió al juez que le encontrara un pizarrón y procedió a dar a la corte una conferencia sobre gráficos de cifrado simples, cifrados mono alfabéticos y cifrados polisilábicos, luego revisó cómo, en el transcurso de dos años, ella y su equipo interceptaron minuciosamente y descifró las transmisiones de radio de cuatro destilerías ilícitas en Nueva Orleans, explicando lo que significaba cada transmisión. El Asistente Especial del Procurador General, Coronel Amos W. Woodcock, escribió más tarde que la habilidad evidente de Elizebeth "causó una impresión inusual".

Solo un año después, Elizebeth nuevamente demostró ser invaluable para la Guardia Costera en el caso "I'm Alone", en el que un barco que enarbolaba una bandera canadiense fue hundido por la Guardia Costera después de negarse a reconocer una señal de "empujar y ser buscado". Después de que Canadá presentó una demanda contra los EE. UU. Por $ 380,000, incluidos los daños para el barco, su carga (que incluía licor) y las pérdidas de personal, Elizebeth acudió al rescate: pudo resolver 23 mensajes codificados por separado del barco que demostraron I'm Alone en realidad era propiedad de contrabandistas estadounidenses, a pesar de su bandera señuelo canadiense. Los principales cargos contra los Estados Unidos fueron desestimados, y el gobierno canadiense quedó tan impresionado con el trabajo de Elizebeth que le pidió a los Estados Unidos su ayuda para atrapar a una red de contrabandistas chinos de opio. Su testimonio más tarde llevó a cinco condenas.

Elizebeth y William no eran solo descifradores por día. Su fascinación personal con la criptología impregnaba toda su vida, en el trabajo y en el juego, y construía un vínculo único entre ellos. La pareja usó cifras en reuniones familiares con sus hijos, y desarrolló varios códigos para comunicarse entre sí a lo largo de su larga relación. Incluso se sabía que organizaban cenas en las que se codificaban los menús; para proceder al siguiente curso, sus invitados tendrían que resolver los acertijos.

Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Elizebeth comenzó a trabajar para el Coordinador de Información, un servicio de inteligencia que sirvió como precursor de la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS), el predecesor de la CIA. Si bien William ganó una gran aclamación por liderar el equipo que descubrió la Máquina de cifrado púrpura de Japón, un descubrimiento que le dio acceso al gobierno de los Estados Unidos a comunicaciones diplomáticas antes del bombardeo de Pearl Harbor, los éxitos de Elizebeth fueron menos publicitados. Pero según Jason Fagone, autor de la biografía reciente The Woman Who Smashed Codes, Elizebeth pasó la guerra como cazadora de espías nazi para el FBI, rompiendo códigos alemanes y trabajando estrechamente con la inteligencia británica para reventar los anillos de espionaje del Eje. John Edgar Hoover la sacó de la historia una vez que terminó la guerra, clasificando sus archivos como de alto secreto y tomando el crédito por sí mismo.

Una verdadera injusticia, sobre todo pensando en que gracias a sus trabajos de descifrado, Elizebeth descubrió que una de las integrantes de esa red de agentes nazis era -de manera impensada- Eva Duarte de Perón, quien con los años se transformaría en esposa del presidente argentino Juan Domingo Perón.

La que luego sería conocida mundialmente como la "Abandera de los humildes", Eva Duarte, tenía relación de larga data con los altos mandos militares argentinos filonazis, entre ellos el propio Perón (a quien conocía desde al menos 1941 y que era su amante) y con los principales efectivos del nazismo en la Argentina (de la embajada alemana y con agentes secretos), que debido a sus dotes de valentía, arrojo y ambición, transformaron a "Evita" en una sigilosa testaferro de intereses económicos de los nazis en la Argentina.

"Evita" había entrado al mundo de relaciones filonazis en Argentina gracias a gente como Francisco Muñoz Aspiri, su guionista radial y luego el redactor de todos sus discursos, quien a su vez la presentó a militares, políticos y otros conocidos que eran funcionales a los intereses del nazismo en el país. Entre estos estaban Dietrich Niebuhr, agregado naval alemán en Buenos Aires y jefe de la Ettapendienst, Gottfried Sandstede, jefe de la propaganda nazi en Argentina, el embajador Edmund von Thermann y el multimillonario financista alemán Ludwig Freude. Muchos documentos sacaron a la luz el rol de Eva Duarte como testaferro y directa cuidadora de grandes sumas de dinero de los nazis en Argentina durante la Segunda Guerra Mundial y años posteriores; una posición que incluso le valió enfrentarse al mismísimo Perón por el manejo -o el control- de cifras millonarias que eran de los alemanes y que en absoluto les pertenecían a ellos, y que Perón pretendió apropiarse en flagrante traición a los nazis de posguerra.

Las actividades de Eva Duarte de Perón como agente nazi también quedaron al descubierto por sucesivos informes de la Marina Argentina, a través de informantes como el oficial principal Nicéforo Alarcón, quien detallaba con lujo de detalles los lugares en donde se depositaban sumas millonarias a nombre de Eva Duarte. La esposa de Perón era cabeza del "StrohfrauenGruppe" (Grupo de Mujeres de Paja, o testaferros) de la inteligencia alemana en Argentina, a cargo de otras agentes femeninas.


Una de las páginas de un documento de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos), identificando a Evita como agente nazi.


La historia completa sobre el rol de Eva Duarte de Perón como activa agente nazi (fundamentalmente tras el viaje a Europa en 1947), está contada al detalle en mi libro "La agente nazi Eva Perón y el tesoro de Hitler" (Marcelo García, Sudamericana, 2017):
https://www.megustaleer.com.ar/libros/la-agente-nazi-eva-pern-y-el-tesoro-de-hitler/MAR-009453

Al mismo tiempo, una parte importante del trabajo de Elizebeth para el FBI es un poco más conocida: su experiencia en descifrar códigos fue clave para resolver el "Caso de Doll Woman" de 1944, en el que Velvalee Dickinson, una vendedora de muñecas antiguas con sede en Nueva York, fue condenada. de espiar en nombre del gobierno japonés. El trabajo de Elizebeth ayudó a demostrar que las cartas que Dickinson había escrito, aunque aparentemente sobre la condición de muñecas antiguas, en realidad describían las posiciones de los barcos estadounidenses y otros asuntos relacionados con la guerra y estaban destinadas a las manos de los funcionarios del Eje. Como Fagone señala, aunque los periódicos del día escribieron sin aliento sobre Dickinson como "la espía número uno de la guerra" y cómo los "criptógrafos del FBI" descifraron sus códigos, nunca se mencionó a Elizebeth.

Elizebeth se retiró en 1946, un año después de que terminó la Segunda Guerra Mundial, y William hizo lo mismo al año siguiente. En 1957, después de muchos años de investigación, finalmente publicaron su obra maestra, The Shakespearean Ciphers Examined, que ganó premios de varias instalaciones de investigación de Shakespeare. En contradicción con las teorías de Gallup, los Friedman negaron que Francis Bacon hubiera escrito alguna obra conocida como Shakespeare, e incluso enterraron un mensaje descarado a tal efecto en una de las páginas, una frase en cursiva que cuando se descifra lee: "No escribí el obras de teatro. F. Bacon ".

Después de la muerte de William en 1969, Elizebeth dedicó gran parte de su tiempo a recopilar y documentar el trabajo de su esposo en criptología, en lugar de celebrar sus propios logros extraordinarios en el campo. Los frutos de su esfuerzo eventualmente se convertirían en parte de la Biblioteca de Investigación George C. Marshall, nombrada en honor al Jefe de Estado Mayor del Ejército de los Estados Unidos de la Segunda Guerra Mundial.

Elizebeth murió en Halloween en 1980 y fue enterrada con su esposo en el Cementerio Nacional de Arlington. Inscrita en su lápida doble hay una cita, no de William Shakespeare, pero comúnmente atribuida a Francis Bacon: "EL CONOCIMIENTO ES PODER". También es un cifrado: cuando se descifra, se lee "WFF", las iniciales de William Friedman.


Marcelo García




sábado, 20 de julio de 2019

Marcelo García en Radio Mitre sobre "Perón y la raza argentina": "El médico nazi Carl Peter Vaernet trabajó bajo órdenes del Dr. Ramón Carrillo"


El 1º de julio de 2019, Marcelo García publicó "Perón y la raza argentina" (Ediciones B), su segundo libro, y tras la llegada a las librerías de la nueva investigación, fue invitado al programa "Pensándolo bien", por Radio Mitre AM 790. En entrevista con Laura Di Marco, el autor contó detalles de su trabajo y habló sobre los puntos más destacados de esta historia con ribetes demenciales, pero absolutamente real.


Entrevista en "Pensándolo bien", 8 de julio de 2019.


domingo, 7 de julio de 2019

La Matanza de Rincón Bomba: el genocidio ordenado por Perón contra el pueblo Pilagá

La matanza de cientos de integrantes de la comunidad pilagá a manos de fuerzas federales que respondían al Gobierno del General Juan Domingo Perón en 1947 se extendió por 20 días, más de setenta años después encontró algo de justicia. La justicia federal determinó que el Estado nacional debe realizar reparaciones, que van desde la inclusión de la fecha en el calendario escolar hasta el pago de sumas millonarias para el desarrollo del pueblo indígena. 

Las fuerzas que respondían al Gobierno peronsita tomaron a integrantes de la comunidad como prisioneros 
y luego los mataron.


Apenas habían pasado dos años desde el orquestado "Día de la Lealtad peronista" cuando, el 10 de octubre de 1947, se dio inicio a a una matanza como pocas veces se recuerde en la historia argentina. El escenario fue el Territorio Nacional de Formosa, mientras que las víctimas fueron las familias pilagás, tobas y wichis que caminaron hacia la Compañía El Tabacal en Tartagal (Salta), que pertenecía a Robustiano Patrón Costas, un terrateniente y empresario del azúcar, que años antes había sido uno de los baluartes de la corrupción durante la "Dédaca infame" y que no tenía el más mínimo reparo en aceptar coimas a diestra y siniestra, incluso de manos de los nazis socios del presidente argentino Juan Domingo Perón y sus apoyos desde los días de la Logia Militar filo nazi fascista del GOU (Grupo de Oficiales Unidos).

La comunidad pilagá solo pedía una cosa: trabajo. El gobierno peronista había establecido un régimen de trabajo esclavo y Patrón Costas no cumplió ninguna de las condiciones acordadas, mucho menos con el salario que les había prometido. Los indígenas tomaron valor, reclamaron y terminaron todos despedidos; tras lo cual, agobiados por enfermedades de todo tipo y la hambruna, regresaron con sus familias al territorio de Las Lomitas, en Formosa.

La prensa de aquel entonces, servil y complaciente con el régimen de Perón, fogoneó como nunca sobre miedo al “malón”, “sublevación indígena” y “los indios revoltosos en actitud de alzamiento”, algo que no fue otra cosa más que la semilla germinal para una brutal e inédita represión. La Gendarmería agrupó a más de cien hombres armados entre el pueblo y la comunidad que reclamaba lo suyo. Los aborígenes querían parlamentar, pero fueron engañados y cayeron en la trampa. Las fuerzas del Gobierno de Perón estaban allí para aniquilarlos y quitarse el problema de encima.


Momento de detenciones.


El 10 de octubre comenzó el genocidio. Los gendarmes munidos de ametralladoras, carabinas y fusiles avanzaron sobre la comunidad aborigen. El infierno estuvo desatado durante tres interminables semanas; e incluso desde Buenos Aires se enviaron dos aviones de la Fuerza Aérea para reprimir desde el aire.

Los testimonios de los pueblos originarios hablan de una masacre, un verdadero e innegable genocidio. Los cuerpos de los infortunados integrantes de la comunidad pilagá fueron arrasados por topadoras y finalmente quemados en hogueras que sólo recordaban a la Inquisición o a los campos de concentración del régimen nazi de Adolf Hitler. Las mujeres y las niñas de la comunidad fueron violadas por las fuerzas del Gobierno peronista. Los ancianos también fueron pasados, sin piedad, por las armas.

Recién en el año 2006 fueron encontrados veintisiete cuerpos, y un grupo de abogados comenzó acciones legales contra el Estado nacional por violaciones a los derechos humanos.

Nadie de Gendarmería Nacional fue sancionado o castigado por la masacre. Santos Costas, quien fuera integrante de la fuerza de represión enviada por Perón en el momento de los hechos sangrientos de 1947, recibió su felicitación y fue ascendido por Orden 2.595 del director de Gendarmería Nacional. Tras abandonar la fuerza fue nombrado juez federal en Formosa. Su juzgado lleva adelante la causa de lesa humanidad por los hechos que se le imputan.


Integrantes de la comunidad Pilagá, exhibidos como trofeos.


Tal vez, la matanza -casi desconocida hasta nuestros días- haya sido un eslabón más en la delirante y atroz cadena de locura, basada en corrientes de pensamiento que, desde principios de siglo XX, buscaron generar -y luego proteger- a una quimérica «raza argentina», con la idea oculta de hacer de la Argentina el país rector en Sudamérica. Parece mentira, pero fue verdad, todo cobró nuevo impulso con el comienzo de la segunda guerra mundial y llegó a límites nunca antes sospechados con el ascenso de Juan Domingo Perón al poder, quien habilitó el ingreso al país de médicos criminales que habían trabajado para Adolf Hitler en experimentos para la pureza racial.
Entre otros, Josef Mengele y Carl Peter Vaernet pondrían todo su empeño, no ya en pos de la raza aria, sino para dar vida a una masa, útil y obediente, de peronistas perfectos. El Dr. Ramón Carrillo, ministro de Salud peronista, fue, cómo pocos, uno de los principales impulsores de este plan demente, pero completamente real.


Fuentes:

"Perón y la raza argentina" (Marcelo García, Ediciones B, Argentina, 2019)
https://www.megustaleer.com.ar/libros/pern-y-la-raza-argentina/MAR-016334

Fallo histórico a favor del pueblo pilagá por la masacre de Rincón Bomba
https://www.tiempoar.com.ar/nota/masacre-de-rincon-bomba-fallo-historico-a-favor-del-pueblo-pilaga

Masacre del Ricón Bomba
http://www.elortiba.org/old/bomba.html

La masacre de Perón al pueblo pilagá
http://www.laizquierdadiario.com/La-masacre-de-Peron-al-pueblo-pilaga


martes, 2 de julio de 2019

"Perón y la raza argentina", el nuevo libro de Marcelo García

El nuevo libro de Marcelo García, disponible en las mejores librerías y en versión E-book. "Perón y la raza argentina" (Marcelo García, Ediciones B, 2019)

Los médicos nazis y el plan para replicar los experimentos de manipulación genética en la Patria Justicialista.

Las corrientes de pensamiento que, desde principios de siglo XX, buscaron generar -y luego proteger- a una quimérica "raza argentina", con la idea oculta de hacer de la Argentina el país rector en Sudamérica, toman nuevo impulso con el comienzo de la segunda guerra mundial y llegan a límites nunca antes sospechados con el ascenso de Juan Domingo Perón al poder. El Gobierno Justicialista habilitará el ingreso al país de médicos criminales que habían trabajado para Adolf Hitler en experimentos para la pureza racial.
Entre otros, Josef Mengele y Carl Peter Vaernet pondran todo su empeño, no ya en pos de la raza aria, sino para dar vida a una masa, útil y obediente, de peronistas perfectos. El Dr. Ramón Carrillo, ministro de Salud peronista, será, cómo pocos, uno de los principales impulsores de este plan demente, pero completamente real.

https://www.megustaleer.com.ar/libros/pern-y-la-raza-argentina/MAR-016334